El Test de Bechdel en los cómics Marvel

Una de las aportaciones más interesantes que ha surgido en los últimos tiempos en el discurso sobre el sexismo ha sido el Test de Bechdel. Fue expresado por primera vez en 1985 por la dibujante de cómics Alison Bechdel, pero no pasó a ser ampliamente conocido hasta la década de 2010. No se trata de un “test” en sentido estricto: es simplemente un conjunto de tres simples criterios por los que se puede detectar (con ciertos límites) la visibilidad que se da a las mujeres en una obra de ficción. En este artículo he pretendido aplicarlo a los cómics Marvel.

«Alison Bechdel at Politics and Prose» by Michael Rhode – from Wikipedia

El contexto es bien conocido: desde siempre se ha dicho que el mundo del cómic es sexista. En los años 60, como se ha ido viendo en el hilo La Era Marvel de los Cómics del Foro de esta página, las mujeres, incluso las que eran miembros de grupos importantes (como Jane Grey o la Avispa) estaban caracterizadas de forma lamentable: solían ser las que eran capturadas y debían ser salvadas, pasaban la mitad de las viñetas haciendo comentarios sobre su pelo o lo guapos que eran otros personajes, etc. También es cierto que ya desde los primeros números hubo voces críticas a esto entre los lectores, pero la situación no empezó a cambiar hasta bastante más tarde.

Y no podemos decir que se haya normalizado del todo. La mayoría de superhéroes siguen siendo masculinos; la gran mayoría de supervillanos también; incluso entre los “personajes de reparto” se da una disparidad que no se corresponde con la realidad. Es cierto que ahora los personajes femeninos que aparecen tienen tanta fuerza e importancia como el resto (Claremont, con su Patrulla X, dio en los 80 un paso importantísimo a ese respecto, con personajes como Tormenta, Kitty Pryde, Pícara, Mística y demás), pero numéricamente siguen estando muy por debajo. Puede aducirse que esto responde simplemente a un reflejo de la sociedad, en la cual las mujeres siguen en gran parte siendo “invisibles”, pero se diría que la sociedad está cambiando a este respecto más rápidamente de lo que lo están haciendo los cómics.

Bueno: ¿qué es entonces este Test de Bechdel? Se trata simplemente de categorizar una obra de ficción (pongamos un cómic) si responde positivamente a estas tres preguntas:

• ¿Aparecen al menos 2 mujeres en él?
• ¿Estas mujeres hablan entre sí en algún momento?
• Cuando hablan entre sí, ¿lo hacen de algún tema que no sea un hombre?

La primera pregunta ya descarta un montón de cómics en el que, de entre todos sus personajes, no llegan a 2 el número de mujeres que aparecen (comparemos con el pequeño número de cómics en los que no aparecen ni 2 hombres). La segunda pregunta descarta esos casos en los que las mujeres son “compañeras” o “asociadas” de los hombres, y siempre aparecen a su lado, pero nunca interactúan entre ellas (habitualmente porque en los grupos suele aparecer “una” mujer, para cubrir el cupo, y el resto son hombres). Y la tercera pregunta descarta los casos en los que por fin dos mujeres aparecen en la misma viñeta, hablan entre sí, pero de lo que hablan es de “él”: el hombre está ausente de los dibujos pero sigue siendo el protagonista.

Hay que tener en cuenta que estas preguntas por sí solas no permiten caracterizar el “sexismo” de una obra específica. Hay casos y casos. Un cómic en el que sólo aparezca una mujer, que lleve el peso de la historia, y que no interactúe con nadie, no pasaría el Test. Lo mismo uno en el que sólo aparezca una pareja (se suele poner como ejemplo de esto la película “Gravity”). Pero admitamos algo: si de, pongamos, 100 cómics, el Test de Bechdel no se pasara ni en el 30% de ellos, si ni en tres de cada 10 aparecieran dos mujeres hablando entre sí de algo significativo, es que algo está ocurriendo, y es bueno que lo tengamos en cuenta. En películas, según la página http://bechdeltest.com, el porcentaje parece ser del 56% (tanto por ciento de películas que pasan el Test). Bien, una película lo tiene más fácil que un tebeo: en 2 horas de acción es más sencillo que una escena llegue a pasar el Test que en las 20 páginas de un cómic normal. Aún así, parece una buena cifra para contrastar.

Con todo esto, decidí tomar un conjunto de cómics representativos de la Marvel moderna: todos los cómics Marvel publicados en enero de 2014 (al menos todos aquellos a los que daba acceso el servicio Marvel Unlimited). Los leí para detectar si cumplían o no el Test, y anoté las conclusiones. Para hacerlo más justo, y evitar en parte el sesgo de duración mencionado, decidí aplicarle también lo que se suele llamar el “Test de Bechdel Inverso”: ¿aparecen al menos 2 hombres? ¿Hablan entre sí? ¿Hablan de algo que no sea una mujer?

Y éste es el resultado.

Sólo el 44,23% de los números pasan el Test Bechdel (frente al 92,31% que pasan el Test Bechdel Inverso). En más de la mitad de los números, o bien no aparecen ni dos mujeres en todo el número, o no hablan entre ellas, o hablan entre ellas pero sobre un hombre. Pero esto no ocurre con los hombres ni siquiera en uno de cada diez números.

Está claro que la causa principal de esta puntuación es el hecho de que la mayor parte de personajes principales de los cómics son hombres. En los números de este mes, 18 títulos son de series dedicadas a un hombre, por sólo números 2 a una mujer. Sabemos que esto va cambiando: justo después de enero, Marvel abrió varias series dedicadas a mujeres, como Hulka, Tormenta, Elektra y Capitana Marvel, por ejemplo, pero la desproporción sigue siendo grande. En las colecciones dedicadas a grupos, normalmente sólo hay una o dos mujeres en el grupo, y pocas veces son las líderes, reduciéndose así las posibilidades de que hablen entre ellas. Y los villanos siguen tendiendo a ser masculinos.

En cualquier caso, como dije al principio, esto sólo pretendía ser un experimento. Se habían hecho ya algunas catas para aplicar el Test de Bechdel a comics (por ejemplo aquí http://bechdeltestingcomics.tumblr.com/ o http://www.bleedingcool.com/2012/03/15/the-bechdel-test-applied-to-comics/), pero en pocos sitios se habían dado cifras (que yo sepa sólo aquí http://www.comicbookgrrrl.com/2012/05/30/women-in-comics-dc-vs-marvel-the-bechdel-test/ , comparando Marvel y DC, pero era un test muy parcial, dado que escogieron tan sólo 8 series por cada editorial, sin explicar el criterio). Que yo haya visto, éste es el primer experimento que intenta obtener una cifra representativa.

Primera aparición del Test de Bechdel

Sería bueno, desde luego, realizar estos tests cada varios meses, para confirmar la impresión o detectar si la aparición de series con protagonista femenino mejora las cifras (no ocurre necesariamente: en este mes teníamos dos números de Black Widow en los que la protagonista no hablaba con ninguna otra mujer, ilustrando el famoso tópico de “una mujer en un mundo de hombres”).

Pero como decíamos al principio: puede haber muchas razones para que un cómic no pase el Test. Bien: planteémonoslas. No asumamos ciegamente que el hecho de que las mujeres sigan siendo invisibles en la mayor parte de nuestros cómics es algo natural, y cuando ocurre, preguntémonos por qué es. De esta manera empezaremos a preguntarnos también cosas sobre nuestra propia sociedad.

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Eleder

Cada uno tiene sus obsesiones. La filología y el análisis de datos en los mundos de ficción tampoco son las peores que se pueden tener. Entre la capital de España y la capital del mundo (Bilbao). Vagabundeando por el frikismo desde hace años. Tolkieniano y pro-muti (Cyclops was right!).

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• El Test de Bechdel en los cómics Marvel - 11 agosto, 2014