Allá por la década de los 90, tras la batalla contra Onslaught, el Universo Marvel presentaba un escenario algo huérfano de superhéroes, sobre todo por la ausencia de Los Vengadores y Los 4 Fantásticos.
Sin embargo, Kurt Busiek, acompañado con los dibujos de Mark Bagley, llegaría con un nuevo grupo llamado los Thunderbolts, con una clara influencia de Stan Lee y su primera renovación de los Vengadores en el número 16 de su serie clásica (MMW Nº 2), nada menos que a mediados de la década de los 60. Aunque en esta ocasión Busiek daría una vuelta de tuerca al tema de la redención, ya que todo el grupo estaba formado por villanos, cuyo comportamiento comenzó como algo fingido, pero que con el tiempo ya no lo fue tanto, algo que en cierta forma contravenía a los planes de su líder, cuya identidad no revelaré por si estáis siguiendo la serie en los recopilatorios de la Colección Extra Superhéroes.
Quizá tras la marcha de Busiek, la serie decayó un poco, pero sin duda la etapa recopilada en este tomo supone todo un punto de inflexión en la trayectoria del grupo, pero sobre todo supone una reformulación del concepto del creador del grupo, que no de los personajes, llegando un poco más lejos aún.
A Busiek lo podríamos considerar un autor de la vieja escuela, algo que su estilo clásico le delata, pero el guionista de esta etapa, Warren Ellis, es de un estilo más moderno, incluso más oscuro, algo que se refleja en esta etapa a la perfección, además de tener parte del sello característico de los autores británicos que desembarcaron en tropel en el comic americano.
Warren Ellis, conocido por obras como Planetary, The Authority o NextWave, será el encargado de conseguir ese ambiente oscuro y retorcido, junto a Mike Deodato Jr., cuyo dibujo se acopla perfectamente a la historia, incluso esa forma de abusar de las sombras del dibujante juega a su favor con el ambiente del relato.
Este dúo de autores recoge al grupo tras los sucesos de Civil War, donde la comunidad heroica se ha visto convulsionada debido al acta de registro de los superhumanos. Aquel que no acate el acta será perseguido y encarcelado, precisamente esa será la nueva misión de los Thunderbolts.
El grupo liderado por Norman Osborn, se convierte en una herramienta más del gobierno para que se cumpla la nueva ley, algo que de alguna forma invierte los papeles habituales en este universo de ficción, ya que por primera vez los villanos persiguen a los héroes. Y no serán unos villanos cualesquiera, sino que tendremos a una serie de personajes psicópatas, sádicos y cuyas obsesiones tienen carácter homicida.
Esta nueva formación del grupo cuenta con Piedra Lunar, Karla Sofen, erigida como líder con la llegada de Norman Osborn, una mujer de marcada tendencia a la manipulación de las personas de su alrededor para su beneficio propio, cuyo papel será importante en los planes del nuevo jefe.
Tendremos al Espadachín, hijo del Barón Strucker, Pájaro Cantor y el Hombre Radiactivo, como miembros veteranos del grupo, pero Osborn no llega solo y añade algunos miembros que puedan servir a sus planes.
Veneno, en cuyo interior encontramos a Mac Gargan gracias a Millar en su MK Spiderman. Aquí Ellis lo llevará a un punto extremo donde comenzará el simbionte a tomar control sobre el portador, hasta el punto de que su hambre debe ser saciada con carne humana.
Bullseye, creo que poco hay que decir de este enemigo de Daredevil que no se sepa ya, un asesino profesional, que supondrá el as en la manga de Osborn y cuya necesidad de matar no tiene límites, algo que podremos comprobar a lo largo de esta etapa.
Y la última incorporación será Penitencia, el antiguo Speedball, Robbie Baldwin, al que tras la catástrofe de Stamford el sentimiento de culpa le obliga a autolesionarse para emplear sus poderes, que dicho sea de paso nada tienen que ver con los anteriores y cuyo poder es mucho mayor.
Quizá uno de los personajes más profundizados en esta etapa que recibirá una terapia de lo más interesante gracias a Leonard Samson, a quien podríamos llamar el psicólogo de los superhéroes y que Ellis utiliza con mucho acierto, sobre todo teniendo en cuenta su antigua relación, nada amistosa, con Karla Sofen.
A pesar de ser un grupo, no será precisamente la unión entre ellos su característica principal, ya que la mayoría pertenecen a él por unas razones puramente egoístas o simplemente por algún tipo de chantaje ejercido por Osborn, cuya nueva situación solo es un prólogo de lo que está por venir a un personaje cuya escalada en el organigrama de poder solo acaba de empezar, solo hay que estar atento al final de Invasión Secreta.
Pero lo más interesante es el tratamiento que tiene el antiguo enemigo de Spiderman en esta etapa, donde su enfermedad mental se apodera de él a pesar de su medicación y al final consigue dar rienda suelta a su otro yo convirtiéndose en otro homicida más de un grupo donde todos están locos de atar.
Quizá lo que más me ha sorprendido de Ellis es cómo ha rebuscado en la historia del Universo Marvel para poder colocar a objetivos disponibles para sus historias sin necesidad de recurrir a alguien famoso, de esta forma el inglés puede llevar la historia a su terreno, aunque más me sorprende que después nadie sepa que Osborn es el Duende Verde.
En definitiva una saga durante la cual vemos cómo se establecen ciertos esquemas, que debieron de gustar mucho, porque Bendis los reutilizaría en sus Vengadores Oscuros, aunque debo reconocer que Ellis me ha gustado mucho más, y que casi parece ser un pequeño aperitivo de en lo que se convertirá el Universo Marvel tras Invasión Secreta y su Reinado Oscuro, donde Osborn habrá conseguido algo que ya deseaba en este tomo. Incluso su actuación final en la saga es un reflejo de lo que veremos en Asedio. Así que sin ninguna duda el autor inglés adelantó y condensó de forma más que satisfactoria el comportamiento futuro de Norman Osborn.
Una historia muy autocontenida, que a pesar de estar en cuadrada en un momento concreto de la historia del Universo Marvel se comprende con total autonomía y tampoco es necesario haber leído nada de lo anterior de la serie, quedando un bonito tomo cuya trama te envuelve y a pesar de su extensión, no puedes parar hasta acabar. Muy recomendable, sin duda Warren Ellis marca un antes y después en la serie que merece la pena leer.
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