Universo Comic-Books! – Direcciones Cruzadas

En los años ochenta, la implantación del sistema de “direct sales” parecía imparable, pero Jim Shooter no estaba de acuerdo con dejar de lado los “newsstands” porque entendía que eran básicos para captar nuevos lectores. En una decisión que iba un poco a contracorriente de la evolución del mercado, canceló The Micronauts, Moon Knight y Ka-Zar, tres series con venta exclusiva en librerías especializadas, para acto seguido relanzarlas de nuevo con otro formato más económico y una distribución que incluyera también los quioscos. No se puede decir que el experimento se saldara con éxito: Micronauts The New Voyages sólo aguantó 20 números, Moon Knight Fist of Konshu se quedó en 6, y la prometida colección de Ka-Zar ni tan siquiera llego a ver la luz. Aunque el tiempo se encargaría de demostrar que los recelos de Shooter estaban más que justificados, el camino que se había iniciado ya no tenía marcha atrás…

La transformación del mercado también se tradujo en una mejora de las condiciones contractuales para los autores. DC fue la primera en introducir un plan de royalties, sujeto a que se alcanzaran unos objetivos mínimos de ventas. Venía a ser como un “bonus” que se añadía al salario base. Marvel no tardaría en hacer lo mismo a partir de diciembre de 1981. Según explicaba John Byrne, que vivió todo aquello en primera persona, estos incentivos ascendían a un 4 % sobre el precio de cubierta del cómic, repartidos del siguiente modo: 1.5 % para el guionista, otro 1.5 % para el dibujante y el 1 % restante para el entintador. Si el título era de nuevo cuño, como podía ser el caso de Alpha Flight, se pagaba un 1 % adicional. Estas cantidades sólo se hacían efectivas cuando se lograba traspasar un umbral de ventas establecido en 100.000 copias. Quiere esto decir que, si un cómic vendía 175.000 ejemplares, los royalties sólo se pagaban sobre 75.000. Por eso, aun aceptando que el nuevo sistema representaba un avance, tampoco puede decirse que fuera el bálsamo de Fierabrás. De hecho, el propio Byrne confesaba que su trabajo en Alpha Flight terminó siendo el menos rentable de toda su dilatada trayectoria marveliana: el “bonus” obtenido por el primer número alcanzó una cifra muy respetable pero, a medida que las ventas de la colección encogían, también lo hacía el tamaño de los cheques de royalties. Por contra, la serie que a la postre le reportaría unos mayores ingresos resultó ser Next Men, el supergrupo que Byrne creó para el sello Legend. No tanto porque fuera un éxito apoteósico de ventas, sino porque consiguió negociar un contrato muy favorable con la editorial Dark Horse que le garantizaba, además, poder conservar los derechos de copyright de sus personajes.

John Byrne nunca se sintió completamente satisfecho con su trabajo en Alpha Flight, ni en su faceta artística ni en la económica. Sin embargo, a esta impactante portada de Aurora, todo un prodigio de diseño y composición, parece difícil ponerle ninguna pega. El autor la considera su favorita de cuantas ha realizado hasta la fecha, y no seremos nosotros quienes cuestionemos su criterio de selección.

John Byrne nunca se sintió completamente satisfecho con su trabajo en Alpha Flight, ni en su faceta artística ni en la económica. Sin embargo, a esta impactante portada de Aurora, todo un prodigio de diseño y composición, parece difícil ponerle ninguna pega. El autor la considera su favorita de cuantas ha realizado hasta la fecha, y no seremos nosotros quienes cuestionemos su criterio de selección.

Y ya que hablamos de comic books “de autor”, es un dato conocido que el Ronin de Frank Miller estuvo a punto de formar parte de la escudería Epic. Lo que tal vez ignoréis es que en un principio no se contemplaba publicarlo como título independiente. Tras la consolidación de la revista Epic Illustrated, el editor Archie Goodwin comenzó a trabajar en una nueva antología mensual que debutaría con dos seriales compartiendo la misma cabecera: uno de ellos era Ronin… ¡y el otro era el Dreadstar de Jim Starlin! Al final, Miller se lo pensó mejor y aceptó la oferta de DC, supuestamente más ventajosa. Para ayudar a Marvel a sustituirlo, Starlin se apresuró a contactar con Steve Englehart y le invitó a incorporarse al proyecto. Englehart rehusó el ofrecimiento, recordando las circunstancias que habían provocado su agria salida de la editorial en 1976, pero la insistencia de Starlin lograría persuadirle para llevar a Epic su personaje Coyote, originariamente concebido para la compañía Eclipse con la colaboración gráfica de Marshall Rogers. En el curso de las negociaciones, se concluyó que incluir Dreadstar y Coyote dentro de la misma colección acarreaba demasiados problemas burocráticos, por lo que en última instancia se prefirió publicarlos separadamente.

Otro título que sobrevoló las dos grandes editoriales fue Camelot 3000, la maxiserie ideada por Mike W. Barr que planteaba una revisión futurista de la mitología artúrica. Aunque el embrión del cómic surgió alrededor de 1974 o 1975, el guionista lo guardó en un cajón una temporada hasta que finalmente se animó a presentárselo a la Distinguida Competencia, donde su propuesta fue recibida con cierta indiferencia. Lejos de darse por vencido, Barr volvió a intentarlo un año después, y esta vez sí logró que le dieran el visto bueno, tras lo cual se encomendaría la realización gráfica de la obra al sensacional Brian Bolland. Ahora bien, como no las tenía todas consigo, entre una reunión y otra Barr tuvo la previsión de acercarse también a las oficinas de Marvel para ver si allí le hacían más caso. Y así fue: la dirección de la editorial pensó que Camelot 3000 podría encajar perfectamente con los contenidos de uno de sus magazines en blanco y negro, aceptando tirar adelante el proyecto. Sin embargo, por algún motivo, aquello quedó en un “comic interruptus”… Barr no recuerda si fue porque él no llegó a entregar los guiones a tiempo o si el serial quedó paralizado al cerrar el magazine en cuestión. Lo único que sabemos seguro es que faltó muy poco para que Camelot 3000 acabara recalando en Marvel. Imaginaos cómo podría haber sido el resultado final con los lápices de John Buscema y las tintas de Tony De Zúñiga. Mmmm…

A veces los gazapos editoriales pueden dar lugar a situaciones tan delirantemente cómicas como la que se vivió en 1978 cuando Vértice anunció a bombo y platillo el encuentro de Spiderman y Batman para inaugurar su nueva colección Super Star. No os esforcéis en hacer memoria, que dicho crossover jamás existió: el problema es que el rotulista de Vértice andaba despistado aquel día y había confundido a Spiderman… ¡con Superman! Menudo chasco se llevaron algunos tras comprobar que en realidad se trataba de un tebeo de la venerable Sociedad de la Justicia de América. Por cierto, que el auténtico título del cómic era Super Stars… ¡El lince del rotulista también se había comido la “s” final! Tuvieron que pasar casi dos décadas para que se materializara aquella profetizada reunión “superestelar” del trepamuros con el Hombre Murciélago

Así nos lo vendían en Vértice: “Super Star, el cómic en cuyos relatos participan héroes tan famosos como Spiderman y Batman.” ¡¡Luego resultó que la araña era de Krypton!! Los dos personajes sí tendrían ocasión de coincidir con posterioridad en un número especial editado por Marvel en 1995, con J.M. DeMatteis y Mark Bagley como equipo creativo. En 1997 le seguiría un segundo one-shot, esta vez presentado por DC, donde DeMatteis repetía como guionista y Graham Nolan le daba réplica en la parcela gráfica.

Así nos lo vendían en Vértice: “Super Star, el cómic en cuyos relatos participan héroes tan famosos como Spiderman y Batman.” ¡¡Luego resultó que la araña era de Krypton!! Los dos personajes sí tendrían ocasión de coincidir con posterioridad en un número especial editado por Marvel en 1995, con J.M. DeMatteis y Mark Bagley como equipo creativo. En 1997 le seguiría un segundo one-shot, esta vez presentado por DC, donde DeMatteis repetía como guionista y Graham Nolan le daba réplica en la parcela gráfica.

Buena parte del atractivo de los universos superheroicos reside en su diversidad: todos los personajes tienen sus seguidores incondicionales, y el Toro de la Golden Age no es una excepción a esta regla, aunque ya sabemos que no juega en la misma liga que Spiderman o Batman. Durante muchos años, el compañero de batallas de la Antorcha Humana original careció de origen propio. Tan sólo se sabía que había sobrevivido al descarrilamiento de un tren, adquiriendo sus habilidades flamígeras tras un encuentro fortuito con la Antorcha. Naturalmente, los aficionados tenían sus propias teorías al respecto, y uno de ellos era el mismísimo Roger Stern. En su escenario, Toro y sus padres se revelaban como emisarios secretos de los Inhumanos. La historia parecía de lo más sugerente, pero a “Sterno” no le quedó más remedio que archivarla después de que Roy Thomas se le adelantara y descubriera que Toro era mutante en The Invaders Nº 22 USA. Ay, estas cosas pasan incluso en las mejores familias bullpenianas

Otra anécdota curiosa relacionada con Roger Stern data de la época en la que se hizo cargo de los guiones de Spiderman. De repente empezaron a recibirse en las oficinas de Marvel numerosas cartas solicitando el regreso del clon de Gwen Stacy. Por mucho que las misivas vinieran firmadas por personas diferentes y procedieran de direcciones variopintas, ciertos detalles dejaban entrever que se trataba del mismo corresponsal, un fan marveliano de Wisconsin dispuesto a lo que fuera con tal de conseguir que la dulce Gwendolyne clonada volviera a integrarse en el universo de Peter Parker. Como se suele decir en estos casos, todo está permitido en el amor… ¡y en la guerra!

Guerra como la que pensaba dar Benny Hill en “La Casa de las Ideas”. Lo creáis o no, a finales de los setenta se discutió la posibilidad de que el popular cómico británico tuviera su propio cómic Marvel. Quizá algún ejecutivo avispado se acordó de los tebeos de Jerry Lewis publicados por DC y pensó que un título así podía ayudar a diversificar la línea. El proyecto no parecería tan descabellado si no fuera porque en los sketches del programa televisivo abundaban las escenas en las que el eternamente sonriente Benny perseguía con frenesí a mozas exuberantes ligeritas de ropa mientras sonaba una infecciosa sintonía de fondo. ¿Se podría haber remitido al Comics Code un título Marvel desarrollado a partir de semejante premisa…? Nunca lo sabremos, porque las conversaciones preliminares no llegaron a fructificar. La única muestra de lo que pudo haber sido aquel crossover inequívocamente bizarro se vio en la pequeña pantalla a principios de 1981, cuando El Show de Benny Hill se atrevió a emitir un sketch donde el lascivo humorista medía fuerzas con la salvaje e indomable She-Hulk. Lo digo en serio, ¡sucedió de verdad! Aquí tenéis la imagen del delito ….

Hulka

El vídeo completo circula por Internet y podéis encontrarlo con facilidad. Desde aquí lo hemos enlazado en más de una ocasión, pero al final siempre lo acaban retirando por cuestiones de derechos. ¡Si queréis un enlace válido, buscadlo por vuestra cuenta! Eso sí, para evitar malos entendidos, debemos advertir que el contenido sexista y un pelín casposete de las imágenes podría herir algunas sensibilidades «delicadas». Nosotros dejamos constancia de su existencia movidos únicamente por nuestro inquebrantable afán historiográfico (ejem). ¡Que nadie venga después con reclamaciones!

Miguel G. Saavedra

 

 

 

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Miguel G. Saavedra

9 Comments

on “Universo Comic-Books! – Direcciones Cruzadas
9 Comments on “Universo Comic-Books! – Direcciones Cruzadas
  1. La ilustración de Alpha Flight es un homenaje que hizo Byrne a la cubierta de Fantastic Four Nº 17, ese cómic que tanto le entusiasmaba al «gumbero» George R.R. Martin: http://www.universomarvel.com/fichas/usa/ff017.html#

    Como se puede apreciar, Byrne sustituyó a la Chica Invisible por Aurora… Alguno pensará que lo que digo es una herejía pero, en mi opinión, la portada mejora sustancialmente el original de Kirby.

  2. Muchas gracias por el comentario, como siempre. Con este artículo nos despedimos ya hasta Septiembre, pero antes os voy a dejar con otra noticia USA con sabor a clásico. Si la semana pasada anticipábamos que IDW se ha hecho con los derechos de Rom y Los Micronautas, ahora puedo confirmaros también que Dynamite va a sacar un tomo recopilando la colección completa de Atari Force. Aquí Zinco sólo publicó los primeros trece números, así que esta podría ser una magnífica ocasión para recuperar la serie en su totalidad. Y no olvidemos que Panini trabaja habitualmente con material del catálogo de Dynamite …

  3. Estupendo articulo, por cierto es pegadiza la musiquilla de Benny Hill en sus persecuciones a camara rapida. No he visto el video pero aún la recuerdo de mi infancia en los 80.

  4. Pingback: Universo Comic-Books! – Álbum de fotos

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