Reseñas: Iron Man: Omnigold 2: «¡Por la fuerza de las armas!» (1966-1968)

El primer, y muy flojo, tomo que reúne las aventuras del vengador dorado, terminaba con Happy en la UCI tras hacerse el héroe y la tímida presentación de un personaje que auguraba un acercamiento a contenido político, el senador Byrd.

Esas son, en síntesis, las premisas de las que parte este segundo volumen.

En el apartado creativo, la gran novedad sin lugar a dudas es la entrada del gran Gene Colan como dibujante. Un Colan que empieza un poco titubeante, sin dar todavía lo mejor que tiene, aunque a buen seguro muy perjudicado por el entintado del flojo Gary Michaels.

El senador Byrd pronto empieza a tomar protagonismo, como representante del departamento de Defensa que pretende controlar a Iron Man, a quien ven como un arma demasiado peligrosa para ser propiedad de un civil.

En cuanto al devenir del bueno de Hogan, tras intentar revertir su coma con un invento de Tony Stark, un enervador, se convierte en un ser gigantesco y sin cerebro. La idea, no especialmente original, recuerda a las leyendas de la Momia o Frankenstein, especialmente cuando el monstruo despierta sus sentimientos al encontrarse con Pepper.

De ésta Happy se recupera, pero queda amnésico transitoriamente. Una amnesia que va diluyéndose sin que apenas obtengamos explicaciones. Creo que es uno de tantos detalles que denotan improvisación por parte de Stan Lee y de no saber muy bien hacia donde quiere llevar la colección.

En este primer tramo, nuestro héroe se enfrenta al Mandarín, o más concretamente a Último, un gigantesco y poderoso androide de su creación con el que pretende dominar el mundo. Lo primero que llama la atención es el gran parecido que existe entre Último y el Happy monstruoso del anterior arco.

Último luce imponente y su pelea con Iron Man resulta bastante explosiva en un aceptable arco.

La política entra de lleno en la serie cuando Tony Stark se encuentra que el gobierno ha cerrado Industrias Stark por desacato. Se agradece que se entre en este tipo de temática, no escasa en posibilidades, pero creo que todavía no se le saca el rendimiento que debería.

Otra de las constantes en esta etapa, diría qué hasta el aburrimiento, son los problemas de Tony con la insuficiencia de energía de su armadura que, en consecuencia, ponen en peligro su delicado corazón. Un recurso que se usa en demasiadas ocasiones como ingrediente dramático, seguramente a falta de mayor variedad de ideas.

Siguiendo con las líneas argumentales, el crossover con la colección de Namor no tiene otro interés que la narrativa de Colan en la lucha cuerpo a cuerpo entre ambos héroes.

Poco más o menos lo mismo que el siguiente enfrentamiento con el Hombre de Titanio, en este caso bajo el trasfondo de la entrega del secreto de la armadura de Tony a las autoridades, y como consecuencia, de la revelación de su identidad secreta.

Aquí tenemos una de esas escenas de lo más inverosímil con las que nos deleita el bueno de Stan de vez en cuando. Resulta que, alrededor de la violentísima lucha entre Iron Man y el Hombre de Titanio, se emplazan cámaras de TV para retransmitir el combate en directo. Y no sólo eso, sino que también se forma una gruesa hilera de público, incluyendo Pepper y Happy, como si de un estadio y un ring de lucha libre se tratase, en el que a los luchadores no les está permitido saltar las cuerdas.

A partir de aquí por lo menos el dibujo empieza a escalar a altos niveles de satisfacción cuando Frank Giacoia pasa a encargarse de las tintas. Creo que la diferencia es notable respecto al anterior entintador.

Cosa que no se puede decir de los guiones, que siguen siendo muy mediocres, lo mismo que los diálogos, faltos de chispa.

Como acontecimiento a destacar se confirma que Happy sabe que Tony Stark y Iron Man son la misma persona. Estamos ante el primer personaje de la serie que goza de tal privilegio.

Respecto al resto, poco más. Un nuevo enfrentamiento con el Mandarín que no está mal, en el que el villano secuestra a Happy creyendo que es Iron Man.

A continuación, un invento de Stark para perforar la Tierra en el que, ¡oh, sorpresa!, se acaba enfrentando al Hombre Topo. Y finalmente la etapa toca fondo con las tramas frente al Fundidor y al Triturador.

Por otra parte, no cesa la disputa amorosa entre Tony, Pepper y Happy, eso sí, sin salirse en ningún momento de los bocadillos de pensamiento. Eso hasta que Stan Lee decide cortar por lo sano. Tony se vuelve mujeriego de la noche a la mañana, disfrutando de una belleza diferente cada día, mientras que, para sorpresa de todos, Happy y Pepper regresan de viaje como marido y mujer. Sospecho que el propio Lee estaba tan cansado del culebrón como nosotros, los lectores.

Afortunadamente, la serie da un vuelco a partir de aquí.

De entrada, tenemos la saga de Media Cara, ambientada en Vietnam en plena guerra. Media Cara es un genio perturbado de dramático pasado, que ordena al Hombre de Titanio, de nuevo, incansable, que aniquile a toda una aldea para así culpar a los bombarderos americanos de la matanza. Guión y desarrollo interesantes y final mejorable.

Pero lo más importante viene con la entrada en la serie, como secundario, de Jasper Sitwell, conocido de la serie de S.H.I.E.L.D., a quien Furia destina como medida de protección para Stark. Además del distanciamiento de Happy y Pepper de la colección. Creo sinceramente que les era necesario tomarse unas vacaciones para regresar fortalecidos en un futuro.

Una incorporación inteligente la de Sitwell, que de alguna manera propicia que Stan Lee tome interés en la serie, algo que se echaba en falta. Sus diálogos pasan a ser mucho más ingeniosos, incorporando parte del sentido del humor abandonado, y las historias resultan interesantes. Hemos pasado del sopor a la diversión en un instante.

Hasta el desfile de multitud de novias de Tony Stark acaba dando para situaciones divertidas.

Además, Gene Colan está ya pletórico, en uno de sus momentos sublimes por los que pasa en todas sus colecciones.

Por lo que respecta al apartado argumental, tenemos un estupendo arco contra Gárgola Gris, quizás uno de los villanos más usados de la segunda mitad de los 60.

Y finalmente una extensa saga con la Maggia como protagonista, con la presentación del villano Latigazo y del primo canalla y cobarde de Tony, Morgan Stark. Una interesante trama donde se produce un enfrentamiento entre organizaciones criminales por el poder, puesto que acaba interfiriendo I.M.A.

Como hecho relevante tenemos la presentación de Whitney Frost, futura Madame Máscara.

A media saga Stan Lee deja su sitio como guionista a Archie Goodwin, sin tiempo para ser valorado convenientemente, mientras que Johnny Craig pasa a las tintas.

Un volumen que se resume de la siguiente forma. Una primera parte bastante mediocre en materia de guión, con un Gene Colan a nivel medio y mal entintado; una segunda en la que el dibujo de Gene Colan está ya a un muy buen nivel, a diferencia de la parte escrita que va de mal en peor; y finalmente una tercera parte, que ocupa aproximadamente el último tercio del tomo, con un Gene Colan prodigioso y una labor argumental y dialéctica muy interesante.

Así que el tomo sería recomendable sólo por esta última parte. El resto no llega ni al aprobado, dejando a salvo la parte gráfica.

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rockomic

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on “Reseñas: Iron Man: Omnigold 2: «¡Por la fuerza de las armas!» (1966-1968)
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  1. Segundo Omnigold de Iron Man. Los guiones siguen siendo más bien flojitos, pero hay una mejora ya (y el tramo final del tomo hasta es legible, ja)…y tenemos a Gene Colan, claro, que es el auténtico punto fuerte (con algunos peros todavía, no solo en el entintado) a favor a la hora de valorar este tomo. Colan ya era un dibujante con tradición dentro de Marvel. Por aquí ya le hemos visto en tomos anteriores con DD y Namor, pero el buen hombre ya rondaba desde los tiempos en que la Timely de Goodman usaba el sello de Atlas, con cómics de misterio, románticos y western, principalmente,… pero también otros, por ejemplo, el otro día en el hilo del segundo tomo de los Comandos Aulladores mencionábamos a Combat Kelly y Colan fue uno de los dibujantes del primer personaje en llevar este nombre (aunque en la cronología interna del universo Marvel sería el segundo, puesto que el Combat Kelly de los cincuenta sirvió en la guerra de Corea, mientras que el de los setenta sirvió en la Segunda Guerra Mundial… supongo que algún día un guionista con dos dedos de frente verá ahí una «historia jamás contada» y nos dirá que el original era el hermano pequeño del posterior). Colan destaca especialmente con gigantes, monstruos y escenarios sombríos…no es lo más habitual en estas páginas, pero algo hay…y no se le dan mal las armaduras (es que ese dominio de la luz y la sombra ayuda, coño, el punto fuerte de Colan al fin y al cabo…y en las armaduras no faltan reflejos y sombras…no?). No poco ayuda la llegada de Frank Giacoia (que usó también los seudónimos de Frank Ray y Frankie Ray, y al que ya habíamos visto también en Comandos Aulladores), un artista poco reconocido pero con méritos sobrados como dibujante y entintador (en lo tocante a Marvel como entintador), con sobrada experiencia en el disciplinado campo de las comic-strips. En Marvel su obra fue voluminosa y muy dispersa a lo largo de los sesenta y setenta como entintador, especialmente en DD, Vengadores y las series de Spiderman (recuerdo todavía con cariño sus contribuciones a Marvel Team Up), pero hizo aportaciones a todo tipo de series: Sargento Fury, Nick Fury Agent of SHIELD, DD, Namor, Hulk, 4F, Tower of Shadows, Ka-Zar, Killraven, Conan, Powernan, Invasores (entintando a un viejo conocido suyo: Frank Robbins), Motorista Fantasma (otro de mis trabajos favoritos suyos), Nova, Thor, Caballero Luna, Defensores, Capitán América, Adam Warlock,…y en DC con el As Enemigo (Hans Von Hammer, el solitario «Asesino del Aire»), el Phantom Stranger y la Cosa del Pantano. A su relevo, Johnny Craig, se le recuerda mucho más por su gran labor como dibujante en los EC Comics y en la célebre revista satírica Más, pero alguna otra cosilla hizo para Marvel. La llegada de Archie Goodwin para relevar a Stan Lee bien recibida, coño, bien podría haber sido mucho antes.
    …En cuanta a personajes, aparte del culebrón del malogrado Happy y el regreso del archivillano El Mandarín (el Fu Manchu particular de nuestro Hombre de Hierro), tenemos a la bobisosa Pepper, al justamente olvidado senador Byrd (creo que solo le gustaba a Busiek y a Waid), a Namor (con duelo que en su día, en tiempos de Vértice sorprendió bastante, hoy resulta que no era para tanto, pero que quieren que les diga, hay algo llamado nostalgia…y este episodio me la despierta, ja), al Fundidor, al Hombre de Titanio (que como con Dinamo Carmesí es fácil perder la cuenta de cuantos se han enfundado la armadura, ja… más culebrón tiene todavía el Guardián Rojo, equivalente soviético del Capi, con incluso versión femenina y robótica…y muertes más falsa que una moneda de doble cara) o cierto villano con afición por lis látigos (y los uniformes de fantasía), a Jasper Sitwell (secundario de más largo recorrido del que hubiésemos imaginado el del entonces agente novato y un tanto friqui de SHIELD, triángulo amoroso incluido… pero me adelanto, ja), a Madame Máscara (la princesa de Maggia, la versión Marvel de la Mafia originalmente, luego simplemente una organización criminal más de tantas y tantas), Maggia, I.M.A. (Ideas Mecánicas Avanzadas),…
    … Saludos a todos. Buen domingo.😎

  2. Por cierto, al bueno de Johnny Craig, aunque lo recordemos mucho más por los cómics de la EC (que pronto empezará a reeditar Diábolo Ediciones, al fin los veremos en castellano a color y sin jibarismos…aparecía también en la antología Four Color Fear, editada hace años por Diábolo y que se puede considerar que acabó dando origen a su exitosa y elogiable Biblioteca dedicada a los cómics de terror de los cincuenta), ya lo vimos en bocaditos en otros de estos tomos de la Marvel primigenia: Namor, Nick Fury Agente de SHIELD y Doctor Extraño…y le volveremos a ver en DD (entintando a BWS si la memoria no empieza a patinarme cosa mala) y en Defensores (MLE) cuando toque. También hizo alguna historia de terror, pero en este género mejor remitirse a lo de la EC y también su contribución a los estupendos magazines de la Warren (Creepy y Eerie, principalmente), que aquí pudimos leer en su día en Campus y Rufus…y algo suyo cayó en Dossier Negro. Para gozar con los pelos de punta. Salud y cómics.😎

  3. Pues creo que coincidimos plenamente en la valoración del tomo, Suso.
    Luego, lo comentado sobre Frank Giacoia es aprendizaje total por mi parte. 😀

  4. A eso estamos precisamente, a compartir con los compañeros lo adquirido en años de lectura, Rockomic, majo, como bien haces con estos repasos cronológicos (o casi casi) de la historia del universo Marvel a través de los Omnigold y los MLE (cuando haya más material que el primer tomo de Ditko y el de Amazing preSpidey te animaría a retroceder también a la etapa Atlas… más trabajo, ja! Aunque igual habría que esperar a ver si publican el estupendo Caballero Negro de Joe Maneely y algo de western). Un saludo, Rockomic, por la espada de Manolete… Eloganto! (Saludo puritito Magneto Skull) 😉😋😎
    …PD: La célebre revista satírica era MAD, no Más, claro, eso ya fue cosa de mi archienemigo el corrector, mi Fu Manchu particular. …Y PD2: Alguien comentó que la exclusión del número de Shang-Chi del segundo tomo de What If…? no se debería a problemas de derechos sino más bien a que Marvel quería evitar acusaciones de racismo por tener ahí a su héroe chino más célebre ejerciendo de malvado (que ya bastante polémica y acusaciones de racismo han recibido por Fu Manchu, Zarpa Amarilla y El Mandarín), que el está la cosa muy sensible en internet ya…y los mercados chino e hindú son el nuevo objetivo prioritario de Marvel Studios. Así que ese cómic es otra víctima de la corrección política.

  5. Lo anterior a Fantastic Four 1 de momento no lo comento, amigo Suso. Quizás algún día, porque me encantan esas historias cortas de los últimos 50.
    Pero el proyecto de momento consiste en lo que entra dentro del UM.
    Todo lo que he reseñado y reseñaré está en estricto orden cronológico, siempre teniendo en cuenta el primer número incluido.
    Lo único que me he saltado es el serial de la Antorcha en Strange Tales.
    Un saludo. 🙂

  6. Como ya he dicho habría que esperar a tener cierto volumen de tomos publicados también. Ahora ni tendría sentido. Llevamos el de Amazing Fantasy y el primero de Ditko (y presumo que el segundo no caerá hasta enero del 2022). Con suerte habría que esperar tres o cuatro años para hacer esa marcha del cangrejo (y a lo mejor muy optimista lo pongo).
    …De los cincuenta, las historias cortas de Kirby (especialmente las de monstruos gigantes) y de Ditko están entre mis cómics favoritos de la Marvel… aunque en sentido estricto no son cómics Marvel, claro. Aunque en el caso de las mencionadas historias cortas de Kirby, al menos en las de finales de los cincuenta y comienzos de los sesenta y con Dick Ayers a las tintas (especialmente en las de gigantismo o aliens de por medio) ya teníamos el sentido de la maravilla de los ya próximos cómics de la Era Marvel, esas historias de Lee, Kirby y Ayers fueron el ensayo, por así decirlo, como también los anteriores cómics de los Challengers of the Unknown de Kirby para DC, sin los que probablemente nunca hubiesemos visto a unos 4F parecidos a lo que fueron.
    …En cuanto a un hipotético Omnigold con los Strange Tales de la Antorcha y la Cosa, me da que Clemente se lo reserva para el estreno de la peli de los 4F (vamos, que también toca esperar lo suyo todavía). Espero que Panini no nos haga esperar también al estreno de los 4F para sacar la versión española (creo que tendría buenas posibilidades en MLE…y que sería para ellos un buen test de cómo funciona el material previo a la Era Marvel) del tocho aquel con los cómics del mes en que debutó el Fantastic Four #1 (sin excluir nada, ni los cómics románticos, aunque hagan lo habitual de partirlo en dos entregas aquí para su máxima rentabilización, para que no nos cobren un centenar de euros de golpe como en los tomos de homenaje a Kirby o Lee), aunque no me sorprendería nada que sea la única forma de que lo veamos acá.
    …Y recordarles a los fans del Rey (y del gran Mort Meskin) que el próximo mes Diábolo Ediciones sacará al fin la edición española de una golosina de los primeros cincuenta acá completamente inédita: The Strange World of YOUR DREAMS, serie de horror onírico y surrealista…o Kirby llevando a Sigmund Freud y a Salvador Dalí a los comic-books en cuatricromía. También, más adelante se atreverán con la reedición a color y buen tamaño de los EC Comics, empezando por Tales from the Crypt, claro.

  7. Creo que tras la buena recepción del primer tomo de historias cortas de Ditko ese tocho con los cómics que acompañaron al primer número de los 4F (cuando el universo Marvel todavía no lo era pero acababa de colocarse el primer ladrillo sin que ni los obreros ni el capaz se diesen cuenta siquiera) y un tomo con el Caballero Negro original (el artúrico Sir Percy de Scandia…ya sea en solitario o acompañado de todos los demás cómics del Caballero Negro clásicos, que tampoco son tantos ni abarcando de los sesenta al cambio de los ochenta a los noventa, incluso contando el serial británico de Hulk Comics Weekly de Steve Parkhouse con el gran John Stokes y Paul Neary) serían una buena forma de chequear sin mucha inversión ni riesgo si hay mercado con el material de los cincuenta y los primeros sesenta (y géneros como el terror, la aventura pseudo histórica y el western). Visto lo bien que les funciona a Diábolo lo de terror preCode yo diría que mercado sí hay mientras no nos metamos en grandes tiradas …pero cuantos personajes y autores tienen ya grandes tiradas?

  8. Sí está confirmado, Rockomic. Hacia finales de abril o así debería salir el tomo de Kirby (y Simon, Meskin y Draut) que mencionaba (esta era una serie del ’52 que editaban los propios Simon & Kirby para la Prize…y la edición de la que parten un tomo antológico de Craig Yoe para IDW de hace ya casi una década) y en abril o mayo (supongo que en mayo) debería salir el primer tomo de su Biblioteca EC Comics, que será el primer tomo de Tales from the Crypt…si no hay incidencias ni retrasos, vamos. Obvio que empezarían por Tales from the Crypt, puesto que es su serie más famosa, suena aún a los que no suelen leer cómics (por las polémicas de la «caza de brujas» de los cincuenta, que también afectó a los cómics, aunque no por el comunismo, ja…y por la célebre serie de televisión de los noventa, claro). El segundo tomo, parece que ya para finales de año será el primero de Weird Science (mis series favoritas eran las antimilitarista serie bélicas y las de SciFi, así que muy contento con esta segunda elección). Luego se irán alternando ambas…ya si la cosa se asienta rápido debido al éxito se plantearían ampliar…pero en principio serán una serie de terror y otra de SciFi alternándose cada pocos meses y siendo relevadas cuando las sucesivas series se vayan completando si el éxito vuelve a sonreír a estas reediciones de Dark Horse como pasó con los tomos de IDW de su Biblioteca de los cincuenta.

  9. Yo al que no la conozca Weird Science se la recomiendo vivamente. Fue una de las series más interesantes de la EC. Y vaya terma de autores: Al Feldstein, el propio Bill Gaines, Harvey Kurtzman, los escritores pulp Ray Bradbury, Harry Harrison y Gardner Fox (aunque muy pelado tenía este ya el culo haciendo cómics para DC como guionista y editor) y Graham Ingels (que tras cerrarse la línea de comic-books hizo el petate y desapareció durante décadas, ni la familia volvió a saber de él, creo que lo encontraron de casualidad por Florida o así haciendo chapuzas varias y dibujando caricaturas para turistas por cuatro perras cuando no pintaba o estaba borracho…o estaba borracho pintando o haciendo alguna chapucilla, sorprendente que sobreviviese a manejar el hacha borracho), Jack Kamen, Joe Orlando, Bill Elder, George Evans, Wallace Wood, Al Williamson, Frank Frazetta,… Bien pensado, no me sorprende tanto que está cabecera fuese la segunda elegida por Diábolo Ediciones pese a no ser de terror, es no solo probablemente la que tuvo una mejor selección de autores (aunque en eso pocas series EC de la etapa en la que dirigía el cotarro William Gaines tras la prematura muerte de su padre podrán quejarse, claro), también la segunda más mediática gracias a la popular película (una comedia chusca con dos adolescentes salidorros que generan por ordenador a la «mujer perfecta») de mediados de los ochenta conocida acá como La mujer explosiva (aunque creo que en Hispanoamérica es más conocida la serie de televisión de los noventa, en plan reboot de la peli). …Y el mencionado tomo con el breve serial de comienzos de los primeros cincuenta de Kirby, Meskin y compañía también lo recomiendo MUCHO (considero que de los Kirby menos conocidos es de lo mejorcito junto con Boys Ranch, otra breve serie de la época sobre un mocetón y unos chavales metidos a rancheros…en ambas series se veía ya a un Kirby en plena forma). Tales from the Crypt también es buena, claro, pero necesita menos la publicidad…y prefiero las otras, ja.😋😎

  10. Quizás no vivamos buenos días para la economía o la salud, pero sin duda vivimos buenos días para los clásicos: comic-books, comic-strips, BD francobelga, manga (Tezuka, Takahashi, Hagio, Matsumoto, Nagai, Taniguchi, Ishinomori, Tatsumi, pronto de nuevo Hojo,…),…nunca hemos estado tan bien servidos. Salud y cómics!😎

  11. Personaje con una base y premisa muy interesante, pero que no enganchó al comienzo probablemente por sus guiones bajos (¿carga de trabajo?, ¿ideas poco desarrolladas y apuradas al momento de su plasmación?, ¿muy forzada su inclusión en la dinámica superheroica?). El concepto estadounidense del «self made man» en versión superhéroes Marvel. No cuajó lamentablemente.

  12. Hubo varias series con las que Stan no conectó mucho…y escribía demasiadas series, sí (varias en piloto automático, nada nuevo, MFD, ya lo hacía en los cincuenta) y está claro que sin Kirby o Ditko de por medio solo vimos a un gran Stan en Asombroso y en el Surfista (y ahí tuvo a otros dos genios ya muy rodados durante los cincuenta también: John Romita y John Buscema, los dos John más grandes de Marvel, con el permiso de Byrne y Romita Jr, ja). En todo caso Stan no se lució ni con el Hombre Hormiga, ni con DD ni con el Hombre de Hierro.

  13. En los cincuenta su gran salvavidas fue Joe Maneely. También con Dan De Carlo (luego célebre por los cómics de Archie y Betty & Veronica, además de como creador de Josie & The Pussycats… aunque mis favoritos suyos fueron sus chistes gráficos picantes para revistas sicalípticas…ya sabes «good girls» al estilo «pin up») hizo buenas migas (trabajaron en series tan cuquis como Muy Girl Peach, casi un plagio de My friend Irma, licencia ajena que previamente había publicado Marvel con éxito…la serie adaptaba una comedia de situación televisiva que a su vez venía de una serie de películas que a su vez venían de una serie de radio de los cuarenta de Cy Howard, que además ya había tenido una breve comic-strip de Jack Seidel en el ’50, retomada luego en la revista Look por Lee & DeCarlo, que luego se encargarían también del comic-book con el sello de Atlas durante toda la primera mitad de los cincuenta, sacando luego el casi clon My Girl Peach…esta rubia y su pelirrojo aguantarían toda la segunda mitad de los cincuenta hasta el ’61, la publicitaban como la «America’s Darling Dim-Wit», ja…entre el ’56 y el ’57 también hicieron a la muy breve Sherry The Showgirl, solo media docena de coquetones números, aunque intentaron resucitarla casi de inmediato como Showgirls, por supuesto, con ese título y en los pacatos últimos cincuenta la serie no pasó del primer número, ja…una auténtica pena). Y con ambos intentó pegar el salto a las comic-strips, que era donde todavía estaba el dinero y el prestigio (pero donde cada vez era más complicado conseguir una serie de éxito…ni Lee ni Kirby lo lograrían). De hecho, una versión cómica y joven de Willie Lumpkin (así se titulaba la tira, que combinaba tiras diarias y dominicales a color) nació como breve comic-strip, de la mano de Lee y DeCarlo a finales de los cincuenta (tira sobre un joven cartero de los suburbios, casi «vieja» ya para el cambio de los cincuenta a los sesenta). Otra comic-strip de Stan fue Mrs. Lyons’ Cubs, también cómica. Otro día ya si tal (si encontramos una excusa medio decente) hablamos de la revista erótica de Stan Lee (no, no me refiero a la fallida revista underground de Marvel que nunca llevo el sello Marvel: Comix Book …y que Stan le insistía a su director/editor Denis Kitchen en que la revista no tenía … suficiente sexo! Ja, para una vez que se metía Stan a publicar underground y esos hippies cabrones querían hablar de política en vez de meter tetas, ja…tras tres números y un sonoro fracaso, el cómic underground con la mejor tarifa por página de la época, la mayor tirada y la mejor distribución cerró a mediados de los setenta, un año después de iniciar su aventurilla, los dos números que ya tenían acabados, al ser los autores únicos propietarios de todo el material acabarían saliendo con el sello Kitchen Sino Press, que se salvó de su primera amenaza de quiebra gracias al «despreciable» dinero de Marvel, lo de despreciable se lo preguntáis a Robert Crumb, ja …Sobre la otra revista, ya si tal otro día «Quizás, quizás, quizás»).

  14. La versión que tenía entendida era que, al contrario, a Stan Lee le preocupaba mucho que el material fuese demasiado explícito. Y que la verdadera razón por la que canceló la revista fue, más que las malas ventas, que su plantilla de la Marvel tradicional se le estaba amotinando al ver las condiciones de derechos de autor que había pactado con Denis Kitchen.

    Como curiosidad, en aquella época James Warren tenía pensado un proyecto similar. Al ver que Marvel le iba a tomar delantera sacó precipitadamente Comix International a base de refritos de antiguas historias de la Warren, fundamentalmente de Richard Corben, que era lo más underground que tenía a mano. Por supuesto, la revista fue un fracaso y cerró al sexto número.

    Años después Josep Toutain recogería la cabecera y publicaría nuestro Ilustracion+Comix Internacional. En mi opinión una de las tres mejores revistas de lo que fue el Boom de los comics de los 80. Aunque, salvo un especial dedicado al tema, de underground tenía poco o nada. Tampoco hubiese podido competir con El Víbora, claro.

  15. No, Stan quería más tetas (cincuentón verde?… Bueno, recuerda que en los magazines setenteros, que ni siquiera llevaban el sello Marvel, los desnudos sí estaban permitidos mientras no se viesen genitales). A Stan lo que le molestaba era otra cosa: no quería historias tristes ni deprimentes, quería una revista divertida, con humor, por muy underground que fuese en autores y aspecto (Stan quería historias divertidas, no cosas reflexivas o tristonas…lo demás no le molestaba, de hecho tras las historias del primer número le pidió a Kitchen que intentase meter contenido «más provocador»…hay alguna viñeta con algún desnudo frontal, en cambio se rechazaron historias a grandes como Russ Heath y Alex Toth por considerarlas deprimentes…el material «profundo» no interesaba, ja), eso sí, Marvel no quería escenas de sexo explícito…y había que rebajar el tono con el lenguaje, claro (tacos y blasfemias más bien pocos, amiguitos). Por su parte Kitchen exigía que se devolviesen los originales a los autores y se respetasen sus derechos de autor y se reconociese su propiedad sobre su producción, cosas que a a un editor de la vieja escuela como Stan no hacían puta gracia y que intentó solventar con labia y con más pasta, pero ahí tuvo que tragar, irónicamente, para los hippies la propiedad no era negociable. La negociación fue larga, pero como no se bajaban de eso tuvo que admitir que Marvel solo tendrían derechos sobre la primera edición, no la propiedad.
    …Sí aciertas de pleno en que hubo rebelión a bordo (a esta peña del underground no les gustaba ninguna imposición), así que parte acabaron abriéndose… y fundando su propia revista (Arcade. The Comics Revue, creada por los «rebeldes» Art Spiegelman y Bill Grifith) para hacerles la competencia. Y pese a la mucho mejor tarifa por página de Marvel (Marvel pagaba 100 dólares frente a los 50 de Arcade, pero esta daba libertad total a los autores), ya antes de surgir problemas algunos de los habituales de la escena (como el gran Robert Crumb, que en cambio se sumó encantado al plantel de la nueva revista) no quisieron saber nada de trabajar para Marvel directa o indirectamente, los veían como al enemigo…y trataron a Kitchen y a los que se le unieron como a vendidos (luego, tras la aparición de Arcade, aunque nunca fueron realmente competencia directa dados sus distintos canales de distribución, llegó a haber durante meses muy mal rollo entre los miembros de la escena underground, casi de guerra civil). Y sí, fue un fracaso comercial: los lectores habituales de Marvel (o de los magazines con el sello de distribución Curtis) en su mayoría ni de coña iban a acercarse a eso (al fin y al cabo era lo que parecía: una revista underground) y la mayoría de lectores habituales de ese tipo de publicaciones tampoco iban a comprarse por militancia (y menos con Crumb y otros diciendo pestes del asunto) a algo distribuido por una major por mucho que pareciese (y fuese) una revista underground. Nació condenada (y la tirada era excesivamente optimista…es que se volvieron locos, coño…la tirada era de 200.000 ejemplares…no de coña una revista underground se había acercado a eso…y pagaban cuatro veces la tarifa habitual en la epoca). La cosa fue mal en casi todo desde el principio, ya cuando empezaron con el proyecto, James Warren, que también le había propuesto a Kitchen que trabajase para él en una revista se picó con el tema y les «robó» el nombre, adelantándose a sacar una revista llamada Comix International por joderlos un poco. Warren incluso inventó a comer a Stan para darle la noticia, ja. Cuando Stan le dijo que él también pensaba sacar una revista con ese nombre, Warren se rió sacó una revista de su maletín y le dijo: No. Demasiado tarde!
    …La Ilustración + Comix International del malogrado Josep Toutain era infinitamente mejor, por supuesto. Me gustaba mucho la primera etapa de Creepy, también la versión española de 1984 (luego Zona 84), pero Ilustración + Comix International era mi revista favorita de Toutain Editor, sin duda.
    …La revista de Marvel pasó a llamarse a última hora Comix Book. Salió con el sello de Curtis, claro. El primer número saldría hacia finales de 1974. Y en la primera bizarra portada la mano del dibujante acuchilla a sangrientamente una ilustración en B/N en su tablero de dibujo: una viñeta en la que un monstruo atacaba a una pareja desnuda. El acuchillado era el pobre monstruo.
    …El problema que supuso la secesión en las filas de la revista fue que tras haberse asegurado a los autores que conservarían los derechos totales de todo su trabajo, al llegar a sus casas los cheques de las historias del #1 estos eran los cheques estándar de Marvel que en su letra pequeña indicaban que su cobro suponía la renuncia a los derechos sobre los personajes. No era lo pactado y los autores montaron en cólera…y algunos, con Spiegelman al frente (que más recientemente tuvo otro encontronazo con Marvel por culpa de «Cráneo Naranja» y un prólogo que había escrito para una antología marvelita de superhéroes de la Golden Age) desertaron y montaron su propia revista, reclutando a Crumb (autor de una maravillosa primera portada) y a otros que no habían querido saber nada del tema. La «confusión» con los cheques no se resolvería hasta que el Comix Book #3 estaba listo para marchar hacia los kioskos (y todo parecía empezar a marchar bien al fin, pese al mal ambiente con el resto de autores underground)… Quién iba a decir que sería el último número? No vendían gran cosa. …Lo ventajoso de las condiciones, cuando se conoció el percal, ni hizo puta gracia a los autores de la casa, pero la revista cerró porque nunca fue rentable.
    …Otro problema (menor) fue que Stan quería que saliese con la ya clásica leyenda de «Stan Lee presenta» en la primera página (incluso quería que se insertase en el cajón de créditos de la revista un «creado por Stan Lee», aunque se garantizaban plenamente los derechos de los autores sobre todas las páginas, por eso Marvel nunca podrá reeditarlo), pero ni a Kitchen ni a Marvel (una cosa era pagarlo y publicarlo y otra cosa es que sus lectores fieles les relacionasen con «eso») les pareció buena idea que figurase su nombre en ningún sitio. Marvel no quería que algún inocente pensase que esos personajes eran producto del papá de los 4F y Spidey. …Pero Stan sí llegó a aparecer en el primer número: como personaje! …En una de las historias el propio Denis Kitchen cuenta en forma de cómic el origen de la revista (a su manera, ja) y representa a Stan (podríamos decir que la principal referencia para su físico y su carácter es el inefable J. Jonah Jameson) como un editor desquiciado con una muy particular personalidad.
    …A Kitchen el episodio, pese a ser un fracaso editorial, le salió bien. Los 15.000 dólares anuales que le pagaba Marvel por ejercer de editor (sumado a restar su nómina del «debe» de su propia compañía durante ese período) le permitió salvar a su editorial de la quiebra a cuyo borde estaba. En cambio la Marvel de Stan Lee como jefazo máximo (no hacía mucho que Martin Goodman había logrado vender la compañía tras satisfacer la petición de los nuevos propietarios de atar a Stan a esta por contrato…no, el agarrado de Goodman nunca tuvo a Stan bajo contrato hasta el final, que tocó vender) y sus inmediatos continuadores (Roy Thomas y el club de «los breves») no dejaba de acumular deudas y acercarse a una situación peligrosa (además de que las ventas solo bajaban en la industria en los setenta, pese al estupendo material)… afortunadamente, en el ’77 llegaría Star Wars y también Marvel se salvaría de una quiebra ya segura por el montante de deuda. La buena gestión del denostado Jim Shooter también ayudaría.
    …Tras esta ya remota aventurilla en los insignes anales marvelitas, lo más cerca que la editorial de Spidey volvió a estar del underground fue con el casi entrañable (aunque me sé de alguno que montó en cólera, ja) Relatos Extraños (los bizarrísimos Strange Tales de hace ya una década larga), que tenía en su nómina a Paul Pope, Peter Bagge, Nick Bertozzi, Chris Sinderson, Junko Mizuno, James Kochalka, Johnny Ryan, Dasfi Shaw, Jason, Jim Ruge, Tony Millionaire, Stan Sakai, Jeffrey Brown, Paul Hornschemeier, Becky Cloonan y otros, jugando con el Vigilante (creo que todos sospechabamos que era un despreciable voyeur), Mary Jane, Hulk, Spiderman, Namor e incluso el Castigador. Comparable con Art Spiegelman, Basil Wolverton, Skip Williamson, Trina Robbins, Bill Sanders y compañía? Pues no, pero en esta ocasión jugaban con los valiosos juguetes del universo Marvel…algo con lo que pocos soñarían (y con lo que algún fan especialmente talibán debió tener pesadillas…y sí, Pesadilla también salía, claro).

  16. Por lo que yo se (o creo recordar haber leído) es que la producción underground, a pesar de su distribución marginal era
    bastante importante hasta principios de los 70. Lo necesario como para no pasar desapercibida.

    Por un lado, no está muy clara, dada su forma de distribución, las tiradas de este tipo de publicaciones pero era lo suficientemente grande como para que Denis Kitchen se pudiese permitir el lujo de rechazar las propuestas de Stan Lee durante un tiempo. Parece que un título tan emblemático como Zap Comix, que comenzó con una tirada de un puñado de ejemplares pudo alcanzar cifras mareantes, al nivel como mínimo de las que manejaba Marvel en sus títulos de la época. Eso no pasaría desapercibido para dos viejos zorros como Lee o James Warren.

    Por otro lado, parece que estas propuestas de la contracultura también llamaron la atención de la administración de los Estados Unidos. Por un lado está el suceso del atentado contra las oficinas de un periódico alternativo fundado precísamente por Denis Kitchen. Tiene gracia que menciones la historia de Comix Book en la que Stan Lee es representado con J.J.J. (yo siempre he visto a este personaje como el particular Filstrup del propio Stan Lee). Tiene gracia porque aquel periódico se llamaba precísamente, y no es ninguna casualidad, The Bugle American. A este atentado le siguió otro hacia un periódico clandestino similar y, aunque jamás se llegó a esclarecer, o investigar debidamente, todo apunta a que el FBI podría estar detrás con sus nefastos escuadrones rojos.

    Y más importante, en 1973 el Tribunal Supremo dictó una sentencia ppor la que los materiales considerados «obscenos» no estarían amparados por la primera enmienda que garantizaba el derecho a la libre expresión. Así el gobierno de cualquier estado podría usar su subjetiva definición de la «obscenidad» para ejercer la censura pura y dura. El recientemente fallecido Larry Flint (el editor de Hustler) fue uno de los principales activistas contra esta sentencia, como ya sabrás si has visto la celebre película de Milos Forman. Pero para el mundo de la contracultura fue la puntilla definitiva que se sumaba al descenso del interés por parte de la juventud de la época y el aumento de los costes de producción (fue el año de la crisis del petróleo, no olvidemos).

    En esta situación Denis Kitchen ya estaba lo suficientemente tierno, o desesperado, como para aceptar las propuestas que le estaban haciendo Stan Lee y, según el aludido, James Warren. Este último contaría otra versión, pero según Kitchen, acabó aceptando la de stan Lee y provocando la furia de Warren, que acabaría robándoles el título que manejaban y del que ya habían hecho pruebas de imprenta. Kitchen contaba la anécdota del almuerzo de Lee y Warren donde este último le pasaba la mano por la cara a Lee.

    La sentencia del supremo era la que, según tenía entendido, hacía que Lee estuviese preocupado por el tono de la revista y exigiese a Kitchen un cierto grado de moderación, que fue lo que usó para cerrarse en banda en cuanto al tema de derechos de autor, que de todas formas hubiesen sido innegociables conociendo a los «popes» de la contracultura. De todas formas el proyecto llegaba tarde y en realidad traicionaba la esencia de publicación clandestina que tuvo siempre este material.

    La versión de James Warren la dejamos para otro rato porque es particularmente poco creíble y el susodicho no tiene tampoco un historial que le haga especialmente fiable.

  17. La tirada normal de una revista underground ni se acercaba remotamente a lo que vendían las revistas de Curtis Magazines (Marvel Comics) o las mucho más exitosas de la Warren, eran tiradas muy pobres (aunque en el caso de la mítica Zap fueron creciendo y llegaron a reimprimir, dos cosas que se salían completamente de lo habitual… aunque en algún artículo se llegó a escribir que llegaron a tirar más ejemplares que Asombroso es leyenda generada por «expertos» interesados y antisuperhéroes…y más falso que una moneda de dos caras, ni se acercaron). Y tanto Jim Warren como Stan Lee salieron de la aventura pronto y mal, palmando bastante pasta. Tampoco Arcade sobrevivió demasiado, pese a tener al peso pesado de la escena underground (Robert Crumb) y a Art Spiegelman (y luego a cualquiera, tras la caída de Comix), se habían sumado a la burbuja creada artificialmente por Stan (aunque pagaban solo 50 dólares frente a los 100 por página de Stan, seguía siendo el doble de la tarifa habitual en la época para este tipo de revistas, otro ejemplo más de su reducido potencial y alcance, ….el dinero para los autores underground estaba en poder volver a venderles las mismas historias a otras revistas de nuevo, pues las más modestas no tenían problema alguno en admitir material no inédito, al fin y al cabo muchas no se distribuían fuera de su ciudad o estado, lo que acababa además siendo una ventaja ante las leyes antipornografía,… en cambio un autor de «la industria» del cómic en la época todavía no obtenía ni un dólar en regalías por las impresiones, aunque los freelancers de DC venían reclamandolo desde los cincuenta). Los únicos que ganaron fueron Kitchen (que había rechazado al menos un par de veces a Stan y al menos una o dos también a Jim, pero no porque el negocio fuese bien sino por postura ideológica, él era «independiente» a muerte y contrario a las grandes compañías, como muchos otros en el underground, precisamente por eso se les consideró traidores a él y a los demás…y no se les permitía colaborar en Arcade y alguna otra revista hasta que abandonasen Comix Book y Curtis/Marvel…y cuando Kitchen aceptó finalmente la propuesta de Stan no fue porque hubiesen cambiado sus opiniones, sino porque estaba hasta el cuello de deudas, pero ideológicamente despreciaba a Stan y a Marvel y su comportamiento empresarial con los autores) y los autores que colaboraron en estas revistas (que con Comix Book y Arcade consiguieron tarifas muy superiores a la habituales y una mayor distribución, aunque excesivamente ambiciosa en ambos casos). Lo que Stan pretendía con la aventura es demostrar que en los setenta (cuando en los cómics ya empezaba a pintar poco, fuera de cómo promotor y publicista…y ahí ya tenía también mayores aspiraciones) todavía seguía en la cresta de la ola cómo innovador dentro de la industria. Fruto de ello fue también la revista satírica Crazy (que reciclaba el nombre y estilo – y la pretensión de competir con Mad – de una breve serie de comic-books de la etapa Atlas), mucho menos original y ambiciosa, pero mucho más exitosa…y si me lo permiten con momentos de gloria en sus páginas.
    …Bueno, Stan y Jim han estado décadas reescribiendo la realidad para que coincida con sus conveniencias, ja. 😋😉😎Y no son precisamente casos únicos en la industria, pero sí exagerados.

  18. El tema de las tiradas es bastante pantanoso ya que al ser un producto de distribución marginal, como ya he dicho, no existe posibilidad de saber las ventas reales. De hecho las ventas de las grandes editoriales que se supone había entonces se basan en estimaciones.

    Desde luego Kitchen estaba en las antípodas ideológicas y del trato a los autores que tenía Stan Lee pero no me consta que hubiese un desprecio personal hacia él. Se conserva la correspondencia que hubo entonces entre ellos (al menos parte) y su relación parece que fue lo suficientemente cordial entonces y después como para que le solicitase una introducción para la reedición de Comix Book que se hizo hace unos años. Lo que está claro es que esa relación estaba condenada al fracaso porque Kitchen no iba a ceder ni en su independencia ni en el trato a los autores y Stan Lee, que a fin de cuentas era el chico de la editorial, no iba a dejar que esas concesiones supusiesen un cambio en el trato empresarial de Marvel. Habría que esperar a que Jim Shooter se lo quitase de en medio y tuviese un control de la empresa suficiente (gracias a los buenos resultados económicos) para que hubiese una cierta apertura, primero con Epic y después con la devolución de originales y el pago de royalties. También es cierto que los tiempos estaban cambiando y esa postura empresarial ya no se podía mantener.

    Luego, estoy totalmente de acuerdo con la tendencia a reinventarse los hechos de la que hacían gala tanto Stan Lee como James Warren. No sorprende que se hayan ganado a pulso la cantidad de enemigos que acumularon a lo largo de los años. En este caso me fío mas de Denis Kitchen y su versión de la historia, con reservas, que la de Lee y Warren. La de Lee coincide en parte con la de Denis pero tengo claro que la de James Warren es un invent como una casa. La de Josep Toutain (otro que tal baila) tampoco era muy fiable ya que ni creo que se enterase de la misa la media y, aparte de cojear del mismo pie, le cegaba su prejuicio hacia Marvel y el género de los SH.

  19. En parte el prejuicio de Toutain hacia Marvel vino porque Jim Shooter fue el único que le rechazó venderle historias para su monumental (entonces era ciertamente un proyecto colosal, con sus errorcillos) Historia de los Cómics (Shooter consideró que la compra de tres o cuatro historias sueltas era demasiado pequeña para tenerla en consideración teniendo ya socios comerciales en España…luego, a posteriori, conociendo ya el alcance del proyecto y las firmas implicadas se arrepintió…pero poco, que era Shooter, y el mal ya estaba hecho, claro). Tan mal le sentó el rechazo que se puso dramático y juró odio eterno a los cómics Marvel (pasada la Historia de los Cómics, en la que por la seriedad del proyecto convenía ser medio imparcial, pero se notaba de qué pie cojeaba cada quien, en sus revistas ya habría que hablar mal de Marvel o ignorarla), aunque no es que antes tuviese feeling por los superhéroes, claro, solo por The Spirit, si tenemos la osadía de clasificar a dicho justiciero urbano como tal, que no deberíamos. Muy recordada su enciclopédica Historia de los Cómics, por cierto, pero un sonoro fracaso en su día también. Un saludo desde Galicia, estimado Víctor, por el fantasma underground de los cómics marvelitas pasados. Salud y cómics.😎

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