Reseñas. Capitán Marvel: Marvel Gold 1: «Llegada» (1967-1969)

El Capitán Marvel no es el primer héroe cósmico de la era Marvel, ese honor supongo que es propiedad de Estela Plateada. Pero sí es el primer personaje en obtener serie propia dentro del subgénero espacial.

De esta forma se inaugura un nuevo apartado dentro de la orientación estilística de las series de Marvel, las aventuras espaciales. Uniéndose a los otros géneros ya existentes hasta ahora, la acción urbana, la mitología, las aventuras submarinas, los monstruos, el bélico, el espionaje o las artes ocultas.

La serie empieza su andadura en la colección genérica Marvel Super-Heroes, donde se publican tan sólo dos números, para continuar al mes siguiente con el primer número del título propio.

Con guión de Stan Lee, y por lo tanto la idea principal, y dibujos de Gene Colan, se nos presenta a un personaje totalmente nuevo, pero no así su entorno, puesto que Mar-Vell es un Kree. Recordemos que esta especie de otro planeta fue presentada en la serie de los Cuatro Fantásticos.

Así que no se puede hablar realmente de spin-off porque el personaje principal no está extraído de ninguna otra colección, pero en cambio la premisa de sus aventuras deriva de forma ineludible del citado título de los Cuatro Fantásticos.

Así que Stan Lee es quien sienta las bases de la serie, con una premisa muy interesante. Los Kree envían a un oficial a la Tierra para castigar a sus habitantes por haberse atrevido a hacer frente, primero al Centinela y seguidamente a Ronan el Acusador, tal como nos contaron Stan Lee y Jack Kirby en los Cuatro Fantásticos números 64 y 65.

Pero ya en el segundo episodio Stan Lee pone a Roy Thomas en su lugar para hacerse cargo de los guiones.

Para mí la serie no pierde interés. Tenemos a un Capitán Marvel que adopta la identidad de un piloto de avioneta, que fallece fortuitamente al interceptar un rayo que iba dedicado al propio Mar-Vell. La víctima casualmente resulta ser un experto en robótica, el Dr. Walter Lawson, que se disponía a analizar al Centinela Kree, en manos del Gobierno. Y especialmente reluce la presentación de un nuevo personaje que acabaría siendo importantísimo en el Universo Marvel, Carol Danvers.

Todo ello bajo la atenta mirada del Coronel Yon-Rogg, el villano supremo de la serie y de Una, la médico Kree, amada de Mar-Vell, ambos desde la nave de la que partió nuestro héroe. Sin olvidarnos del Ministro Imperial en el lejano mundo Kree, siempre regido por la sapiencia ilimitada de la Inteligencia Suprema.

Interesantes primeros números, con algunos esquemas que se repiten de otras colecciones, pero bien escritos y pautados, y con un Gene Colan que hace un estupendo trabajo, aun sin estar entre lo mejor que ha hecho el dibujante.

A continuación entran en escena los Skrull, raza interplanetaria rival mortal de los Kree, que envían al Superskrull a la Tierra a indagar qué se traen entre manos los Kree. Y todo seguido un número con Namor como co-protagonista. Historias que tampoco están mal, justo antes de que Thomas y Colan abandonen la colección.

En este momento Mar-Vell ya ha entrado en conflicto interno, cuando empieza a apreciar a los terrestres pero al mismo tiempo es consciente de que debe seguir las órdenes que le indican desde su planeta natal. Unas órdenes que en algún momento podrían obedecer a la aniquilación de los habitantes de su nuevo hogar.

Arnold Drake y Don Heck son los encargados de seguir contando las aventuras del Capitán. A partir de aquí la serie empieza un descenso más pronunciado hacia la mediocridad.

Heck no es precisamente el mejor diseñador de monstruos, además de que su trabajo en estos números es bastante mejorable. A esto se suma cierta reiteración en los recursos de guión.

Los Kree, con Ronan como juez supremo, insisten una y otra vez en poner a prueba el amor de Mar-Vell con respecto a su pueblo. Amor que debe ser inversamente proporcional a la indiferencia con que considere a los terrestres, a quienes se le insta a poner en peligro mortal como prueba de fidelidad.

Luego está el malo de libro, Yon-Rogg, que quiere hacerse con el poder y robarle la chica a nuestro héroe. Por otro lado, va tomando forma el previsible triángulo amoroso entre Mar-Vell, Una y Carol Danvers, y finalmente está el propio Capitán Marvel, que se cuida de preservar su identidad secreta como Dr. Lawson.

No hay mucho más que rascar en estos números. Cuyo principal interés quizás esté en el creciente desapego del protagonista hacia su absolutista raza, al tiempo que se siente cada vez más cómodo como terrícola.

También se puede mencionar la indagación de Mar-Vell en los secretos que escondía el verdadero Lawson, que resultaba ser un genio inventor de artefactos, no queda claro con qué intenciones, y la presentación de una nueva raza alienígena, los Aakon.

Especialmente malo es el número en que debe aniquilar a una comunidad de ciudadanos a través de un virus mortífero, como prueba de fidelidad a los Kree, y acaba por engañar a los suyos simulando que vierte el virus en un grupo de falsos humanos creados por Quasimodo. Maniquíes, según el texto.

En el último número incluido en el tomo entra Dick Ayers a los lápices, que no logra mejorar el apartado visual.

Un número en el que ocurren dos hechos destacados. Por un lado fallece Una; en una muerte carente de un mínimo de emotividad, por cierto, aunque por lo que nos han contado del personaje no creo que se la eche en falta.

Y posteriormente, Marvel, a bordo de un cohete, es despedido hacia un lejano planeta. En un claro intento de romper con la línea seguida hasta ahora, nuestro héroe acaba recibiendo nuevos y mayores poderes de un ente llamado Zo, a quien a partir de ahora promete servir como agradecimiento.

Es un visto y no visto, pero por lo menos estamos ante una nueva premisa. En el segundo tomo veremos hacia donde nos lleva.

En resumen, el inicio del tomo me parece bastante interesante, pero va perdiendo fuelle hasta el punto de que más de la mitad del mismo me parece flojillo.

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rockomic

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on “Reseñas. Capitán Marvel: Marvel Gold 1: «Llegada» (1967-1969)
16 Comments on “Reseñas. Capitán Marvel: Marvel Gold 1: «Llegada» (1967-1969)
  1. Buen repaso, Rockomic, a unos modestos y dubitativos comienzos (y la serie avanzaría dando bandazos, sin mucha seguridad además de seguir mañana y sin nada parecido a un plan a medio o largo plazo …hasta la llegada de Jim Starlin, aunque esa es ya otra historia) para el que sería el gran campeón cósmico de la Era Marvel (aunque empieza como otro alien en la Tierra, este un espía de los suyos antes de convertirse en un renegado por favorecer a la humanidad). Estamos en todo caso todavía lejos tanto del campeón cósmico con «consciencia cósmica» (Eón mediante) como de que Starlin lo convierta en el otro Jesucristo cósmico (no tan literalmente como el Warlock de Thomas, Friedrich y compañía) de la compañía, incluso falta algo para que el friquifan de los cuarenta Roy Thomas lo use para hacer un guiño al Gran Queso Rojo de la Fawcett y su rayo con esa unión de circunstancias (Zona Negativa y bandas cuánticas mediante) con Rick Jones (míster servicio de sidekick para todos) al tiempo que se le aplicaba (gran trabajo del gran Gil Kane, ya solo faltaba convertirlo en rubio para conseguir la imagen canónica del personaje) un muy necesario lavado de cara con el cambio de trapitos y búsqueda de nuevos objetivos. Aquí tenemos todavía sus flojos (pero con cierta dignidad y elegancia) comienzos con los tópicos (ya en aquellos años sobreexplotados) de los problemas de conciencia, la división de lealtades y triángulos amorosos que a menudo nu lo son…y por supuesto esto se traduce en monólogos repetitivos y farragosos habitualmente. Stan Lee (incluso en los mejores momentos de su Spidey se pasa con los monólogos un tanto «moñas») y Roy Thomas a veces hacían estas cosas mejor …y otras peor. Aquí, lo mejor, sin duda, el maestro del claroscuro: Gene Colan. A destacar solo además de estos tres el nombre del currante y menospreciado (pero que tanto ha hecho ganar a Marvel Studios y Warner) Stan Drake, aquí con modesta contribución. …Por lo demás, y sin mucho esfuerzo, tenemos a krees y skrulls (cuando si enemistad de toda la vida todavía no era un tópico marvelita asumido) y alguna otra raza alienígena, al Superskrull, a Ronan el Acusador (todavía lejos de ser un personaje con matices más allá de su militarismo fascista fanático…con el tiempo, como Kl’rt el Superskrull se elevaría a patriótico antihéroe cósmico capaz de cualquier crimen o sacrificio por el bien de su pueblo), al malvado envidioso de libreto teatral Yon Rogg, a la todavía más tópica enamorada Una (condenada al desastre), a Namor, …incluso a Quasimodo (que ahora con lo de los problemas con las IAs en el 2020 hemos vuelto a ver, tras caer en el olvido)…y, claro, a la aguerrida Carol Danvers (futura estrella, con deriva fascista y pasado kree incluidos en los últimos tiempos). Saludos. Salud y cómics.😎

  2. Para buen resumen el tuyo, Suso. 😉
    La verdad es que hay una serie de número malos a rabiar, en este tomo. Reiteración de recursos argumentales por doquier, dibujo flojillo… Al final es lo de siempre, el gran Colan salva la papeleta. Y bueno, los guiones de los primeros números.

  3. (Uf, me ha costado poder volver a acceder a los comentarios del hilo) Abuso de los tópicos aparte, en los sesenta, tanto Stan Lee como su disciplinado discípulo Roy Thomas tenían la mala costumbre de reciclar ideas, argumentos e incluso tramas, tanto en la parte superheroica como para la atribulada vida personal de los personajes. Si seguías varias series lo notabas pronto. Por eso parte del material sesentero es durillo (a veces incluso más que el cincuentero…y no había tópicos ni nada ahí, aparte de que ni se preocupaban de cualquier apariencia de continuidad pues creían que el grueso de los lectores se renovaban cada dos o tres años) a la hora de ser revisitado. La cosa suele mejorar en Marvel a partir del ’66, pero como ya hemos visto otras veces no siempre es así …y menos con un Stan de por medio al que ya le hacían más tilín sus otras atribuciones como editor y rostro público de la empresa que el día a día de sacar adelante de los cómics (labor que como guionista y editor delegaba cada vez más en un ya también saturado Roy, aunque este sí amaba lo que hacía). …La primera etapa de las aventuras y desventuras de Mar Vell (hasta el cambio de uniforme…y aún esto no pasa de lo correcto, esas historias de Roy Thomas y Gil Kane, aunque dignas, parecen ya hechas unos años antes) no pasa en ningún momento (en calidad literaria e interés de las tramas) de subir y bajar entre lo correcto y la medianía (con momentos de dignidad), pero entre el cariño que le tenemos al personaje (subido además a los altares tras su muerte, además en una historia magistral y digna de figurar entre los grandes momentos de Marvel Comics), a los propios Stan y Roy y la más que digna labor de Colan (Heck y Ayers desde luego no están a la altura, lo que hace que sus números pierdan muchos puntos y bajen de la medianía), que hace que tendamos a sobrevalorar estos cómics…bastante bien recibidos en la etapa Vértice, por cierto. Aunque hoy nos suene raro entonces DD, Iron Man, Namor y el Capitán Marvel (ya en la etapa del poco emblemático uniforme de oficial kree blanco y verde) eran populares en España (recordad que Vértice dedicó pegatinas y posters ilustrados por el gran Rafael López Espi a los personajes que mejor le funcionaban en su merecidamente denostado Volumen 1…tomitos chulísimos …hasta que los abrías, ja!). DD recuperaría la popularidad con Miller, la volvería a perder y la retomaría con Bendis y Brubaker (y más recientemente con la estupenda serie de Netflix), los demás tuvieron que esperar a los fastos de Hollywood y su pantalla grande (aunque Marvel sería otro Marvel, con Mar Vell olvidado, incluso como un posible mentor de Carol) …y el pobre Namor sigue esperando. También tremendamente populares fueron en su día La Tumba de Drácula y Shang-Chi (este se ganó una camiseta, al igual que el Motorista Fantasma, un merchandising entonces muy poco habitual en España …y muy apreciado, si tenías camisetas o gorras de un personaje molón eras lo más entonces, además, por lo general tenías que conseguirlas vía Francia o Reino Unido), pero los reyes en ventas con mucha diferencia sobre los demás eran Spiderman y Conan… aunque vuelvo a divagar…y a salirme unos cuantos pueblos del tema.

  4. Curiosamente, Heck no lo hizo mal en los cincuenta en los cómics de terror (incluso cosillas ahí en los sesenta, aunque su estilo se había quedado anticuado y su capacidad artística daba para pocas renovaciones), aunque a mí parecer su punto fuerte eran los cómics románticos.

  5. Como ya vimos en tomos anteriores, pese a sus justitas habilidades y su estilo anticuado, Heck no tuvo problema en hacer la transición de los cincuenta a los sesenta y una vez en estos la de la Era Atlas a la Era Marvel como dibujante y como entintador (le ayudó sin duda su gran capacidad de trabajo…y su velocidad como entintador, vale que a costa de «rebajar» a los dibujantes buenos, como ese fascinante autor que era Vinnie Colletta, más por su vida que por su obra, claro…el Tunet Vila de Marvel…y DC). En estos años de la Era Marvel ya le hemos visto dibujando y/o entintando a Vengadores, X-Men, Iron Man (arg!), DD, Namor, Mar Vell,…su relación con la compañía ya venía de los cincuenta. También hizo westerns, claro. Y en los sesenta también haría cosillas para Dell y Gold Key (las tarifas bajas, como bien nos recordaba Dick Ayers, obligaba a producir una enorme cantidad de trabajo, especialmente a entintadores, especialmente si tenían familia), como El Agente de C.I.P.O.L. (The Man from U.N.C.L.E.). Y como Vinnie se pasaría a DC (series variadas, de House of Secrets a Flash le recibirían). Ya tardíamente, Kirby le reclamaría (como a Ayers) para su proyecto retro en Topps Comics. Aunque me suelen gustar los autores de estilos retro como Heck, yo a este nunca le he tragado, solo se me ha hecho soportable en cómics románticos y de terror y misterio (Strange Tales, Tales of Suspense,…)…y en pequeñas dosis.

  6. 1967: El Planeta de los Simios en pantalla grande. El Prisionero y Los Invasores en la pantalla chica. Valerian Agente Espacio Temporal y la peculiar Pravda en las viñetas europeas. Las cosas estaban cambiando desde que un lustro antes la Era Marvel llegaba a una compañía que publicaba westerns y comedias románticas (y algunas historias de terror, misterio y aliens en las que empezaba a intuirse un cambio de ciclo) con los 4F, Spidey y Hulk, …y en Francia surge Barbarella, mientras los USA ponían en órbita a John Glenn y se metían en su triángulo de las Bermudas geopolítico y militar con su intervención abierta en Vietnam.
    …1968: En palabras de Agustín Riera: «es el año de las barricadas, revueltas estudiantiles, revueltas reprimidas en Polonia y Checoslovaquia, el genocidio de Biafra y el final de la revolución cultural china. En el cine: 2001 la odisea del espacio, Barbarella; en literatura La noche de los tiempos, de René Barjavel; en historieta: Orion, de Gigi y Moliterni.».
    …1969: La Luna. Oh, la Luna! (Riera nos recuerda también que Dani Futuro llega a la revista Gaceta Junior … así pues, el lujurioso ’69, año del amor …y de la guerra, es también un año muy futurista). Por Conan el bárbaro! (Que diría el entusiasta Magneto Skull)

  7. Y esos años se podía seguir en la tele: El hombre de CIPOL, Doctor Who, Perdidos en el Espacio, Star Trek, El Túnel del Tiempo, El Prisionero, Los Invasores, Thunderbirds,…

  8. En el cómic francobelga se publicaban Los Náufragos del Tiempo de Paul Gillon, Valerian Agente Espacio Temporal de Christin & Mezieres, la Barbarella de Jean Claude Forest (ayudado por el erotómano Pichard…e inspirados por la carnalidad de Brigitte Bardot), Scarlett Dream de Gigi, la saga de Xam de Nicolas Devil, Pravda la Survireuse de Guy Pellaert, Luc Orient de Greg y Eddy Paape, Lone Sloane de Philippe Druillet, …En el Reino Unido siguen los clásicos Garth y Dan Dare Piloto del Espacio, también la más reciente (mediados de los sesenta) saga El Imperio Trigan (Mike Butterworth & Don Lawrence), y sigue también en Eagle Heros the Spartan (ya sin el gran Frank Bellamy, pero sustituido por un estupendo Luis Bermejo), y van apareciendo los bizarros héroes de la IPC/Fleetway (The Spider, Zarpa de Acero, Adam Eterno, Janus Stark, Mytek el poderoso,…)… En España nos llegan los mencionados héroes de la Fleetway en los taquitos sobremanipulados de Vértice y se empiezan a publicar cosillas un poco distintas como 5 por Infinito (Esteban Maroto), Delta 99 (Jesús Flores Thies y Carlos Giménez), Lavinia 2016 o la rebelión de los poetas (Enric Sió) o Dani Futuro (Víctor Mora y Carlos Giménez)…y más que se moverían las cosas con la aparición de la revista Trinca hacia finales del ’70. Pero ya estoy adelantándome de nuevo. Saludos. Salud y cómics.😎

  9. En el cine, relacionado con la SciFi a la que podríamos asociar al atribulado Mar Vell tuvimos Radiaciones en la noche (Night of the big heat, de Terence Fisher, con Christopher Lee y Peter Cushing), la tercera peli del Doctor Quatermass: Qué sucedió entonces? (Quatermass and the pit, de Roy Ward Baker, con Andrew Keir y la bella Bárbara Shelley, de defunción todavía cercana), Invasores de otro mundo (They came from beyond space, de Freddie Francis, con Robert Burton y Jennifer Jayne, adaptando la novela de Joseph Millar Los dioses odian Kansas), Chiflados del espacio (Rocket to the Moon, de Don Sharp, con Burl Ives, el imponente Gert Froebe, el demente y vicioso Klaus Kinski y el inefable Troy Donahue), 2001 A Space Odyssey (una de las obras maestras mayores de Kubrick…y de la SciFi), Barbarella (festivo delirio de Roger Vadim con la bellísima Jane Fonda, a la que Vadim daría muy mala vida), El Planeta de los Simios (Schaffner adaptando muy libremente el guión del mítico Rod Serling, que adaptaba muy libremente la novela de Boulle,…con Heston rodeado de Simios), Regreso al Planeta de los Simios (más monetes pero con Ted Post a la dirección y con James Franciscus sustituyendo a Heston la mayor parte del tiempo, aunque Heston y compañía repiten), Está vivo (Larry Buchanan adaptando el «Being» de Richard Matheson), El hombre ilustrado (por Jack Smight, con Todo Steiger, adaptando a Bradbury), La ciudad de oro del Capitán Nemo (Captain Nemo and the Underwater Sea, de James Hill, con Robert Ryan, Chuck Connors y Nanette Newman), THX 1138 (George Lucas antes de ser el señor de los dólares, con Robert Duvall y Donald Pleasance), Luna Zero Dos (Roy Ward Baker, con James Olson y Catherina von Schnell),…
    …Y en la literatura de Fantasía/SciFi teníamos: «Supernova» (Poul Anderson), «No tengo boca y debo gritar» (Harlan Ellison), «Un chico y su perro» (Harlan Ellison), «La bestia que gritaba amor en el corazón del universo» (Harlan Ellison), Blade Runner (Philip K. Dick), Todos sobre Zanzibar (John Brunner), Órbita inestable (John Brunner), Matadero 5 (Kurt Vonnegut, recientemente adaptado al cómic por North y Monteys), Los hombres máquinas contra Gandahar (Jean-Pierre Andrevon), La noche de los tiempos (René Barjavel), Ortog y las Tinieblas (Kurt Steiner), Macroscopio (Piers Anthony), La amenaza de Andrómeda (Michael Crichton), Eco alrededor de sus huesos (Thomas Disch), Campo de concentración (Thomas Disch), Nova (Samuel R. Delaney), La intersección Einstein (Samuel R. Delaney), Flores para Algernon (Daniel Keyes), He aquí el hombre (Michael Moorcock), Agentes del Caos (Norman Spinrad), Incordie a Jack Burron (Norman Spinrad), La mano izquierda de la oscuridad (Ursula K. Leguin), El Señor de la Luz (Roger Zelazny), Criaturas de Luz y Tinieblas (Roger Zelazny), …oh, y aquí en España tuvimos al fin una revista con enjundia, como las británicas y francesas: Nueva Dimensión (con formato librito, como la Planeta francesa), revista seria dedicada a la Ciencia Ficción y Fantasía, que para muchos sigue siendo la mejor que se hizo por estos lares (en rollo pulp al menos estamos contentos ahora con Barsoom y Delirio). …Se quedan fuera…uf! Pero sobra como contexto de por dónde se movían las fantasías y la Fantasía de la que surgían estos Adam Warlock, Mar Vell, 2001, Machine Man, Man Wolf, Killraven, Deathlock, Guardianes de la Galaxia, … con banda sonora de Beat, Rock y Psicodelia.

  10. El Planeta de los Simios es una de mis películas preferidas de todos los tiempos, y lo mismo para 2001.
    De todo lo demás, Radiaciones en la Noche es un título muy menor de Terence Fisher, al lado de la larga lista de peliculones del maestro. La tercera de Quatermass me encanta y me fascina, tengo debilidad por esta película. They Came from beyond Space tiene su encanto. Barbarella es tremendamente kitsch, siempre me ha gustado sin entusiasmarme. La segunda del Planeta de los Simios está bastante bien pero muy inferior a la primera.

  11. Es una representación de lo que daba la escena de la SciFi, ja. La de Troy Donahue es muy mala, Rockomic, en cambio me he dejado casi aposta alguna peli buena. Las británicas son principalmente de Serie B y tirando a flojas (como pasaba con el terror también, aunque ahí algunas salían por encima de la media, de tantas que hacían esos años la Hammer, la Amicus y sus competidoras). Sí debería haber metido alguna francesa de SciFi aparte de Barbarella (que además es de producción internacional, de DeLaurentis,…a mí me parece bastante mala, pero tiene su encanto pop y kischt), que en esos años hubo varias, incluso alguna comedia (y una rollo romántica pero con viajes en el tiempo). Pero, vamos, para dar un pincelazo representativo de la escena y contextualizar los cómics como que sobra ya.
    …La del Planeta de los Simios es también de mis grandes favoritas del género de todos los tiempos. Otra sería El tiempo en sus manos, como aquí se llamó a The Time Machine…y otras dos tienen también de protagonista a Heston: Cuando el destino nos alcance (Soylent Green) y El último hombre (The Omega Man, adaptación del Doy leyenda de Matheson, que ya los italianos habían adaptado con Vincent Price de prota). Mis grandes favoritas. Aunque 2001, La Naranja Mecánica, El Imperio Contraataca (mi Space Opera favorita), Blade Runner, Rollerball, El increíble hombre menguante, 1997: Rescate en Nueva York, el Dinero de Lynch (muchos detractores, pero a mí me gusta, pese a ser una adaptación fallida), Terminator, Ultimátum a la Tierra (The day the Earth stood still, la clásica, claro con su ingenuidad incluida), Planeta prohibido (con la bella Anne Francis y Robbie el robot … qué más se le puede pedir a una sesión doble de Ciencia Ficción?), La invasión de los ladrones de cuerpos (la de Don Siegel, en B/N), El pueblo de los malditos y El ataque de la mujer gigante (Attack of the 50 foot woman, delirio de Serie B 50s que me encanta, con sus defectos) puntúan muy alto en mis preferencias. En todo caso no nos sirven para contextualizar estos cómics, a lo sumo las anteriores temporalmente, como la gasolina que habían mamado Lee, Thomas, Drake y Colan y que les inspiraría al acercarse al género. Desde luego el gigantismo era muy importante para Lee, ja.(Drake, como hijo de sus tiempos también lo usaba) Saludos desde Galicia.

  12. Uf, maldito corrector (si yo solo le pido que no «corriga» nada): Donde pone «Todo Steiger» (respecto a El hombre ilustrado) es Rod Steiger, claro. «Doy leyenda» de Matheson es Soy Leyenda, claro. Y «el Dinero de Lynch» es el Dune de Lynch (Dinero?!!! Seriously?😮). Ay, que nos quedemos como estamos! Salud y cómics.😎

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