Reseñas. Spiderman: Omnigold 3: «Días de Gloria» (1966-1968)

Al momento de aparecer el primer número de Spiderman sin los dibujos de Steve Ditko, te imaginas que a los lectores de la época se les debió hacer extraño. Más que nada por lo intensa que fue la etapa Lee-Ditko, tanto que visto ahora parece como si la colección sólo fuera posible dibujada por Ditko. En realidad, los lectores de aquella época no se fijaban tanto en los autores, pero esa es otra historia.

Como ya conocemos, el sustituto de Ditko siguió como mínimo a la misma altura, e incluso superándole. Y hasta apropiándose de la imagen icónica de muchos de los personajes básicos, entre ellos Peter Parker.

La altísima creatividad de los tebeos incluidos en los dos primeros tomos ya reseñados no puede sino sentar las bases de la colección para su futuro, casi se diría que para toda su historia. Los personajes secundarios, desde luego, la gran mayoría van a permanecer ahí por siempre.

Pero hasta los supervillanos, que podrían ser más volátiles, pocas novedades reseñables van a ofrecernos en muchos años. El grueso de antagonistas seguirá copado por los concebidos por Stan Lee y Steve Ditko.

Ignoro si fue para dar un mayor impacto a la entrada del nuevo dibujante o simplemente era el orden natural de acontecimientos que ya tenía pensado Stan Lee, pero el debut de Romita no puede empezar con una historia más memorable.

Ni más ni menos que el arco en que por primera vez alguien descubre la identidad secreta de Spiderman y, por si fuera poco, también descubrimos la identidad del Duende Verde.

Resulta tan impresionante como hace cincuenta años encontrarse con Peter a merced de Norman Osborn en su escondrijo y descubrir como éste es un psicópata. Stan Lee juega a tensionar al lector magistralmente cuando nuestro héroe intenta librarse de sus ataduras durante medio comic-book, para que al final sea el desequilibrio mental del propio Duende el que lo conduzca a soltar a su oponente.

John Romita, en estos primeros números, se ve bastante influenciado por Steve Ditko en su estilo, además de mantener una estructura de viñetas pequeñas en la mayoría de páginas. Más o menos a partir del número 45 es cuando podemos ver ya al Romita más puro, mientras que la composición en viñetas grandes pasa a ser más regular.

Mary Jane amplía la nómina de secundarios.

Llega el turno del primer supervillano creado por Romita, el Rino. Un villano que siempre me ha parecido que encajaba mejor en la serie de Hulk.

A éste le sigue el regreso del hijo de Jameson, John, en su primera transformación. De momento en un tipo trastornado, grande y fuerte a causa de la contaminación sufrida en sus viajes espaciales.

Pero desde luego el gran acontecimiento de esta etapa es la presentación de Mary Jane Watson tras decenas de números de intriga.

No hace falta más que una viñeta para que Peter, y de hecho todos los lectores, quedáramos embobados ante la estelar aparición de la nueva atracción de la colección. Me atrevería a decir que una de las viñetas más recordadas de la Marvel de los 60, por la deslumbrante imagen de MJ y por la mítica frase de bienvenida: «¿Sabes, tigre?, ¡Te acaba de tocar la lotería!»

La vida personal de Peter Parker, desde luego, sigue siendo uno de los grandes alicientes de la colección. Pasa de la felicidad a la depresión en pocas páginas, y es que la vida de un chaval convertido a superhéroe así es y así te la imaginas. La frase final del número 43 lo dice todo “He derrotado a los peores villanos sin pestañear, ¿Por qué tengo tantos problemas en organizar mi vida?”

El trabajo de Stan Lee tejiendo la red de personajes resulta magistral. Echando mano de los amigos de Peter y sus propios problemas, de Doc Connors como secundario funcional, la creciente relación de Peter con Gwen, tía May, el insensible Jameson al que tiene que sufrir porque le sirve de sustento económico…

Contando siempre con ese humor socarrón que tan bien se le da a The Man, siempre sirviéndose de Spiderman y Jameson como vehículos (a los que sumaría La Cosa, Volstagg y el Sargento Furia en el global de series que guioniza Stan).

Spiderman no more.

El nivel de la colección, lejos de flaquear, no hace más que ir al alza. Tenemos una brutal batalla con el Lagarto, la presentación del Conmocionador y una serie de números geniales con el protagonismo de Kraven y el nuevo Buitre, Blackie Drago. Kraven intentando ajustar cuentas con un amnésico Norman Osborn, y el nuevo Buitre robándole las alas al antiguo, para desembocar en una alianza entre Kraven y Drago.

¿Y qué decir de John Romita? Menuda forma de narrar las escenas de acción, absolutamente magistral. Ya no hay ninguna duda que el tándem Lee-Romita es uno de los más importantes de la historia de Marvel, un TOP 3 claro para mi gusto.

Paralelamente, la profunda amistad de Peter con sus compañeros de universidad ya es un hecho, especialmente con Harry, hasta el punto de irse a vivir juntos. Gwen cambia su peinado al clásico y definitivamente abandona su expresión de picarona por la de muchacha frágil y angelical. Hecho que ocurre justo antes de certificar la relación sentimental con Peter. Todo parece ir sobre ruedas.

Pero no estaríamos hablando de Spiderman si el protagonista tuviera una vida plácida, así que Peter pronto se da cuenta de que ser Spiderman sólo le acarrea problemas. No puede hacerse cargo de tía May mientras juega a ser superhéroe, no tiene tiempo para las chicas, para sus amigos, y por más inri buena parte de la ciudad desconfía de él ante los artículos difamatorios del Bugle. Es la primera gran crisis existencial como Spiderman, que le hace tirar la toalla.

Finalmente comprende que no puede renunciar a ser Spiderman, es su deber, su destino, su fin.

Es el celebrado número 50, una obra maestra absoluta. Y lo que sigue no se queda muy atrás.

Realmente Jameson aquí se erige en el principal villano para nuestro héroe. El huraño editor es la gota que colma el vaso de la paciencia de Peter, lo que le hace abandonar después de ver una entrevista televisiva a mister sonrisas. Magistral el retrato de Jameson por parte de Lee y Romita, como no podía ser de otra forma.

Una ciudad sin Spiderman es el escenario ideal para que proliferen los malosos, así que es momento de presentar al, posiblemente, gran villano creado en la etapa Romita: Kingpin.

De esta forma sigue la carrera por el liderato del hampa, uno de los clásicos sustentos de la colección, siguiendo la senda dejada por el Duende Verde o el Gran hombre.

Estamos ante otro arco espléndido, en qué Spiderman y un aterrorizado Jameson son capturados por Kingpin. Así, el habitual relato de Jameson recibe una estocada cuando Spiderman le salva la vida, cosa que, por supuesto, no logra disminuir su soberbia en lo más mínimo.

La saga termina con la muerte como un héroe de Frederick Foswell, cuando pensábamos que había regresado al crimen.

Cuando parecía que la cosa no podía mejorar, Lee y Romita se cascan una de las mejores sagas del personaje en los 60: el Spiderman amnésico.

Ya desde la entrada triunfal del Doctor Octopus nos damos cuenta de que estamos ante algo grande. Cuando Octopus acaba de inquilino de Tía May ya nos quedamos de piedra, pero no más que cuando Spiderman recibe un rayo del nulificador robado por Doc Ock que le provoca amnesia, con lo que el villano le convence para servirle en su carrera delictiva. No hace falta decir lo feliz que hace tal suceso a J.J.Jameson.

Mientras tanto, entran en escena dos nuevos personajes secundarios, el Capitán Stacy, padre de Gwen, y Robbie Robertson, segundo de a bordo en el Daily Bugle.

Los dos últimos números de Amazing incluidos inciden en el odio vanidoso de Jonah por Spiderman. Primer engañando a Ka-Zar para que capture al trepamuros y a continuación por medio de otro de los mataarañas de un vengativo Smythe.

Son buenos números, aunque al lado de lo anterior los calificaría de menores. Además, Don Heck dibuja sobre bocetos de Romita, lo cual desluce un poco el resultado final.

La cuestión es que Peter recupera al fin la memoria. El problema que se le presenta ahora es dar una explicación convincente a Tía May y a sus amigos, todos de los nervios ante tantos días desaparecido.

El tomo termina con lo que fue un intento de magazine para Spiderman. El título de la colección fue The Spectacular Spider-Man y contó tan sólo con dos números. El primero, en blanco y negro, es el que se incluye aquí. Un magnífico relato, a la altura de la serie regular, en la que precisamente fue insertado más tarde tras, el pertinente acople en varios comic-book. Como desde el primer momento leí está historia en la versión de Amazing Spider-Man, ya la comentaré en la reseña del Omnigold donde se incluya.

Finalmente, no quiero dejar de mencionar otros tres números especiales que se incluyen a lo largo del tomo, pero en este caso prescindibles, tanto por su nula incidencia en la serie regular, como por su calidad justita.

Se trata del Annual 3, donde los Vengadores invitan a Spiderman a unirse al grupo; el Marvel Super-Heroes 14, que incluye una historia de relleno dibujada por Ross Andru, que inicialmente estaba destinada para Amazing; y el Annual 4, donde el lanzarredes comparte protagonismo con la Antorcha.

Imprescindible suena a poco para semejante volumen. Una etapa que yo podría calificar de obra maestra en un tomo que, personalmente, estaría entre mis preferidos de todos los Omnigolds publicados.

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on “Reseñas. Spiderman: Omnigold 3: «Días de Gloria» (1966-1968)
19 Comments on “Reseñas. Spiderman: Omnigold 3: «Días de Gloria» (1966-1968)
  1. Este es el material con el que conocí a Spidey….y es que trás la marcha de Ditko, la serie, con el gran John Romita, cogió una velocidad de crucero bestial, hasta acabar situándose como la serie más vendida de Marvel, situándose por encima de la hasta entonces intocable 4 Fantásticos de Jack Kirby….lo que es un hecho innegable es que ambas series fueron la columna vertebral de lo que acabarían siendo la editorial más popular y comercial del mundo….uan gran calidad en sus guiones y dibujos, hizo del Spiderman post Ditko la serie a seguir, sin ninguna duda por entonces…

  2. Muchos en España conocieron a Spiderman por la imagen de Romita, ya avanzada la edición de Vértice o por la edición de Bruguera. Y puede gustarte más o menos Ditko o más o menos Romita, pero hay que reconocer que este supongo reconstruir y hacer suya la imagen del personaje (en sus dos identidades) y toda su mitología, pasando su versión a ser la icónica, el canon referencia para Gil Kane, Ross Andru, Jim Mooney, Sal Buscema,…
    …Sobre lo otro. Los 4F (al menos hasta casi el final de Kirby, cuando pasó de aportar nuevos conceptos a Marvel porque empezaba a pensar en irse) siguió siendo por así decirlo el centro del universo Marvel, pero Spidey pasó a ser su personaje más popular con diferencia (y casi su imagen corporativa en aquellos años, algo así como Mickey con Disney, ja), aunque más centrado en su microcosmos (para moverse por todo el universo Marvel o que este acudiera a él como la montaña de Mahoma surgiría la orgiástica Marvel Team Up) arácnido.

  3. Stan Lee, sin Jack y Steve sería ya pocas veces un «creador» a tener en cuenta, pero seguía siendo todavía en los sesenta un magnífico «storyteller» (en los setenta ya lo discutiría) y también John Romita era muy bueno en eso y era además un gran diseñador de personajes (para mí en eso él y Cockrum superaban incluso al gran Jack Kirby, conseguían que incluso personsjes muy secundarios o más bien anodinos luciesen bien con un buen lavado de cara y trapitos nuevos… aunque no se le suele reconocer también Marie Severin era una buena diseñadora). Pero Kirby y Ditko tenían un genio creativo (no siempre acertado claro, pero nunca escaso, ni en la vejez) que desbordaba.

  4. Empezamos con la manzana envenenada de la discordia: la identidad del Duende (y de rebote este descubriendo la de Petey…la bomba! No hay como soltar cargas de profundidad en aguas revueltas). Otra bomba: Al fin Mary Jane (Watson, so fumetas). Nos ha tocado el bote de la lotería!

  5. Maravilloso comic, LEE y ROMITA lo bordan. Y esto acaba de empezar como diría Súper ratón «aún hay mas».

    SPIDERMAN es el héroe con la mayor calidad» prolongada «grafica y narrativa de numeros de todo el universo MARVEL.

    Yo muchas de las historias de este tomo las había leído en formato vértice «taco»
    me acuerdo de ser mis comics preferidos y tenerlos guardados como «oro en paño».Son comics magníficos.

    LEE con unos guiones estupendos y sobre todo centrándose en todos los personajes, y ROMITA dibujandolos que «perfección «dios, pocas veces veremos a chicas tan guapas jajaja, bueno si hay uno, que para mi le superaba dibujando a las chicas (BUSCEMA ).

    En el tomo veremos a todos sus enemigos clásicos; DUENDE , LAGARTO, OCTOPUS , CONMOCIONADOR, KRAVEN , KINPING, RINO,etc

    Lo mejor de este tomo para mi sería la TRILOGIA DE OCTOPUS

    Conclusión de lo mejor que uno podría leer en aquellos años se nota que los dos maestros se entendían a la perfección.

    Opino como ROCKOMIC es una obra maestra, que todos deberían tener en sus estanterías.

    Y aún queda por llegar mejores tomos conforme avanza los números la calidad sube proporcionalmente.
    Para mi el número «number one» de SPIDERMAN es la muerte de GWEN , este número en concreto es una obra maestra , lo veremos en proximos tomos me estoy adelantando.

    Repito este tomo obra maestra , de todas maneras personalmente a mi me gusta más , el tomo anterior de DITKO.

    La dos sagas de Ditko del anterior tomo la trama estaba mucho mejor elaborada
    Por lo que los guiones eran de mayor calidad.

    Como anecdota SPIDERMAN apareció en el último número de AMAZINE FANTASY, cuyo cierre ya estaba lógicamente decidido.
    Resulta que a las pocas semanas ese número 15 de AMAZINE FANTASY había vendido muy bien.

    A partir de hay nacio AMAZING SPIDER-MAN.
    GRACIAS STAN desde donde estés.

    Un saludo por MARY JANE👸

  6. Gracias a ti y a todos por vuestras valiosísimas aportaciones.

    Desde luego a Romita las chicas le quedaban, en mí opinión, mejor que a nadie. Era un monstruo en ese aspecto y donde más cláramente aventajaba a Ditko.

  7. Cayos en los dedos tenía el buen hombre de dibujar cómics románticos (e ilustraciones con mujeres guapas para agencias publicitarias), compañeros. Era un maestro ya de las «caritas moninas» antes de entrar en Asombroso. Pero con Mary Jane, el rediseño de la Viuda Negra y la Lyra de las Femizonas (Savage Tales) el maestro se superó, ja. Y fue uno de los que mejor dibujaron a Medida, sin duda (mis interpretaciones favoritas del personaje son muy clásicas, ja: la primigenia de Kirby, la de Romita, la muy teen de Win Mortimer en Spidey Super Stories y la de Neal Adams). Y no solo hembras… Quién dibujó con tanta personalidad visual al capitán Stacy o al ético Robbie Robertson? Y qué decir del genial rediseño de Halcón Nocturno, el colorista pero chulísimo diseño del Hermano Vudú, el diseño de Bullseye, el del Merodeador o el de la Mosca Humana? Suyo es también el uniforme setentero de Namor, el de cuero negro (que algunos llamaron «el uniforme Elvis de Namor» o el «traje las Vegas»….otros fueron más crueles, pero con todo lo purista que soy el uniforme molaba un montón). También son suyos los primeros bocetos (ya próximos a la imagen final) de Wolverine, el Castigador y del Duende. O de Satana, la hija de Satán. …Y esa portada para Unknown Worlds of Science Fiction #1 de John Romita y Kelly Freas? .
    …Y alguien se acuerda de los Spider-Man Rockomic de 1974? (Aparte de nuestro Rockomic, claro) Powernan al bajo! (Luke Cage, of course) Un saludo desde la hoy gris y fría Galicia, oh héroes de la fantaciencia marvelita. Amazing! Salud y cómics.😎

  8. No sabía lo de los motes del uniforme setentero de Namor. Qué bueno. 😉
    Sí, a mí también me gustaba mucho el uniforme setentero de Namor, creo que lo clavaron. Aunque siempre seré más del Namor con bañador, su «uniforme» clásico. De alguna forma lo hacía diferente al resto de superhéroes.

    Respecto a mi nick, aunque pueda sorprender, no tiene nada que ver con ese rockomic de Spiderman. Es un nombre que me inventé por allá los 90 como mi primer nombre para un correo electrónico. rockomic@mixmail.com. Creo que era mixmail, si mal no recuerdo. Por necesidad me lo tuve que inventar rápido y pensé en dos de mis aficiones, rock y cómic. Y así se ha quedado como mi nombre de guerra por siempre jamás. Lo uso como usuario para todo.
    El Spider-Man Rockomic descubrí que existía hace pocos años.

  9. Sobre Steve Ditko y su estilo: «Era muy distinto y también un poco excéntrico para mi gusto. No era el Capitán América guapo y bueno. Incorporaba muchos elementos sutiles y yo no sabía si estaba capacitado para hacerlo. Desde luego no me gustaba la idea de hacer tantas viñetas por página, pero me sentía obligado a hacerlo igual que Ditko. Traté de imitarle porque muy en el fondo pensaba que Ditko volvería. No creía que nadie pudiera pasarse tres años asentando una serie, tener un éxito increíble y luego dejarlo. Entonces no sabía hasta qué nivel llegaba la entrega y dedicación de Ditko. Él nunca miraba atrás. Yo pensaba, «dentro de tres o cuatro meses volverá y arreglará sus diferencias.» Yo juzgo a todo el mundo según mis estándares. Supuse que cualquier enfado que hubiese podido tener se le pasaría. Por qué iba uno a abandonar un personaje como Spiderman? Yo seguía pensando: «Va a volver y yo tengo que dibujar como él hasta que vuelva.» Creí que era mi obligación. Pero nunca regresó.» (John Romita).

  10. «Stan piensa que fue una progresión natural, pero yo tenía que hacer un gran esfuerzo mental para olvidarme de ello. Empecé a hacer a Peter Parker demasiado guapo, demasiado musculoso, y siempre dibujé a las chicas de un modo diferente. Le quité treinta años a Tía Mary porque cuando empecé parecía que tuviera noventa. Parecía que fuera su tía abuela, era demasiado mayor. Yo quería hacerla más vital, así que la dibujé un poco más joven, aunque no dejé de ponerle arrugas.» … «La verdad, me sentía muy incómodo haciendo Spiderman. Me pasé seis años completos en la serie y luego quizás un par más haciendo esto y aquello, y siempre me sentí como un artista invitado, como si no estuviera dibujando mi propia serie. Es muy extraño, porque eso es mucho tiempo y Ditko sólo estuvo tres años en la serie. Yo estuve seis y pico, más cuatro en la tira de prensa, y durante todo ese tiempo nunca me sentí cómodo.» … «(…)al cabo de un tiempo lo de los argumentos ya me resultaba un poco más fácil. Y a medida que pasaba el tiempo me sentía más capacitado, pero nunca me resultó fácil. Era como si me sacaran las entrañas.» (John Romita).

  11. Ahí está, el estilo seguidista de Romita respecto a Ditko al principio. Afortunadamente al cambo de unos meses empezó a hacer las viñetas más grandes.
    Realmente parece un tío humilde, Romita, por todo lo que cuenta.

  12. «Era de 9 a 5, pero al principio era bastante informal, pues Mattin Goodman no me controlaba demasiado porque las series se vendían muy bien. En aquellos tiempos Goodman no estaba demasiado al corriente de cómo funcionaban las cosas. Yo iba a la editorial dos o tres días seguidos y luego me quedaba en casa unos cuantos días para hacer Spiderman. Al principio fueron tres días, luego cuatro a la semana durante un tiempo y luego llegaba a casa y tenía que hacer un cómic mensual en mi tiempo libre.» … «En el 66 y en el 67 ganaba un sueldo decente, porque le había explicado a Stan que no podía ganar el suficiente dinero dibujando debido a que tenía un bloqueo creativo. Él me dijo que la solución era venir y trabajar en la oficina. «Será más estimulante, no tendrás que trabajar solo. Si te atascas, puedes venir a preguntarme y yo te ayudaré.» Y además me ofreció un sueldo fijo. Creo que eran 275 dólares, para así poder superar la oferta de BBDO, que me habían ofrecido 250 dólares a la semana. Me dijo: «Te daré ese dinero tanto si produces páginas como si no.» Pero Martin Goodman no lo aceptó. Como estaba en plantilla, Stan siempre me llamaba a mí para hacer correcciones de emergencia. Solía poner un cartelito en mi puerta que decía «No molestar». Al cabo de dos minutos, él era el primero que violaba sus propias indicaciones y entraba a molestarme. Se suponía que estaba trabajando en Spiderman y plas!, ahí entraba él. No dejaba de interrumpirme continuamente con cuestiones de portadas y correcciones. Cambiaba viñetas enteras de Kirby, viñetas enteras de Colan, hacia bocetos para portadas, o las dibujaba, y también tenía que hablar con otros dibujantes sobre sus portadas. Terminé adoctrinando a los demás. Cuando Stan estaba demasiado ocupado para darles el discurso Marvel, lo hacía yo. (…)Todo esto se comía mi tiempo. Venía a la oficina de 9 a 5, y luego volvía a casa y tenía que hacer el trabajo del día. Creo que en parte mi pelo gris y mi barriga se deben a eso. Envejecí diez años en esos primeros dos años. Era agotador. Y como estaba allí fui también el tipo que utilizó Stan cuando Kirby dejó Los 4 Fantásticos. Yo era el tipo que, cuando Capitán América empezó a flojear, dejaba Spiderman para hacer Capitán América durante seis o siete meses. Estaba siempre disponible, era demasiado accesible. Debí haber hecho que me examinaran la cabeza. Debería haber estado en casa viviendo una vida tranquila y tratando de organizarme de un modo disciplinado. Debí haber peleado por ello en vez de rendirme. Más tarde me di cuenta de que la parte del trabajo de oficina era lo realmente extraño, porque mientras que podría haber volcado mi energía principal en las historias, les estaba dedicando mi energía secundaria. Gastaba casi toda mi energía yendo a la oficina y resolviendo los problemas de la empresa. Nunca dispuse del lujo de utilizar la energía de la primera hora de la mañana en un cómic. Es imposible saber lo que hubiera conseguido de haber tenido el sentido común de abandonar el trabajo de la oficina, pero una vez empecé a disponer de un dinero fijo, no quería arriesgarme a pasarme semanas enteras sin tener ningún ingreso. Como freelance, si.queria tomarme unas vacaciones, eran sin sueldo. En quince años de freelance jamás me tomé unas vacaciones. Cuando entré a trabajar en la oficina como asalariado, conseguí irme de vacaciones por primera vez. Me tomé una semana libre y además seguí cobrando: era como estar en el cielo. No quería renunciar a eso, así que me tiré treinta años como empleado fijo.» (John Romita). Ay, las vacaciones pagadas, que tantas libertades (artísticas …y otras) han quebrado con sus sensuales cadenas!😈😅😎

  13. «Cuando diseñaba un personaje como el Conmocionador tenía en mente ondas de choque y absorción, así que dibujé un traje acolchado, aunque la gente no tenga ni idea de por qué lo hice así. De hecho la gente cree que su nombre original era El Vibrador! Es gracioso, porque cuando diseñé al Conmocionador (The Shocker), hice que la hebilla de su cinturón tuviera forma de»V». También diseñé el traje de modo que una zona de su torso tuviera forma de»V» coloreada de amarillo, y luego le añadí el cinturón. Todo el mundo aseguró: «Creímos que el Conmocionador se llamaba el Vibrador en un principio, y Stan se acobardó y lo cambió por el Conmocionador.» Yo dije que no, que esa forma de «V» no tenía nada que ver con el nombre. Nunca me creyeron. Mucha gente todavía tiene sus propias teorías sobre ello.» (John Romita).

  14. Bueno, no sonaba tan loco, ja, en el ’68 Stan fue el hombre fuerte de una efímera revista de cómics masculina (en el ’69 habría dado más juego, claro😈): The Adventures of Pussycat (de Magazine Management Company, otra empresa hermana de Marvel, como Curtis Magazines, todas propiedad del avaro tío G…esto Martin).

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