Universo Comic-Books! – Generación Vértice

¡Ah, la nostalgia! Uno siempre rememora con un cariño especial las lecturas de los años de infancia y preadolescencia, esa época de la vida en la que tu capacidad para el asombro todavía se mantiene intacta. En mi caso, que es el de tantos aficionados de mi generación, gran parte de esas lecturas que avivaron mi afición por el cómic fueron los tebeos Marvel publicados por Ediciones Vértice.

Eran los años setenta: El Capitán Trueno, El Jabato, El Guerrero del Antifaz y demás héroes patrios parecían haber iniciado su lento pero inexorable declive, al tiempo que emergía con fuerza una nueva clase de personajes, los superhéroes, completamente distintos en concepto y mentalidad. Ya desde un principio, dicha pujanza provocaría la reacción airada de quienes se apresuraron a descalificarlos, cegados por sus prejuicios ideológicos o por cualquier otro motivo inconfesable. Algunos nunca tuvimos ese problema, pero me figuro que debe de ser bastante difícil intentar explicar las excelencias de  los universos superheroicos al que no los ve más que como una colección de monigotes en ropa interior larga. O entras en el juego o no lo haces, esa es la cuestión.

Pero dejémonos de digresiones y volvamos a nuestro tema, los cómics de Vértice. Yo los descubrí poco antes de que el formato libro supermanipulado –aquello que llamaban el Volumen 1– dejara paso al formato magazine más próximo al original americano –el Volumen 2 y, posteriormente, el Volumen 3–. De entre las muchas joyas de aquella época, resulta obligado destacar la prodigiosa etapa de Steve Englehart y Sal Buscema en Capitán América, para la cual todos los elogios se quedan cortos. ¿Qué podemos decir sobre la saga del Imperio Secreto y el Nómada que no se haya dicho ya? Englehart tenía una habilidad única para atraparte con sus guiones, no sólo en esta colección sino también en otros títulos como Los Vengadores: tan pronto introducía a Mantis para crear tensión en el grupo como orquestaba una vibrante Guerra Vengadores/Defensores , modelo a imitar por tantos “crossovers” que habrían de venir.

El cambio –o la apariencia de cambio– seguía siendo la principal fuerza motriz del Universo Marvel: Reed y Sue Richards se enfrentaban a su primera gran crisis matrimonial tras la “lobotomía” forzosa de su hijo Franklin, El Hombre de Hierro lucía un vistoso apéndice nasal, Thor recuperaba a Jane Foster sólo para perderla de nuevo, y Dan Defensor se balanceaba entre los edificios de San Francisco en compañía de cierta ex espía rusa llamada Natasha Romanoff… ¿Quién diablos necesitaba a Elektra?

Se ha llegado a calificar la Marvel de los setenta como una época de “anarquía creativa ” pero, incluso aceptando que fuera así, uno no puede por menos que exclamar… ¡bendita anarquía! Y como botón de muestra, aquella línea de terror tan diferente a lo que nos ofrecían otras editoriales, con Drácula, Michael Morbius, Simon Garth, Jack Russell , Daimon Hellstrom y Satana. O el impresionante arranque de Roy Thomas y John Buscema en Conan, pura adrenalina en viñetas. Aunque los episodios ilustrados por Barry Windsor Smith también eran formidables, fue Buscema quien consiguió transmitir la auténtica esencia bárbara del “cimmeriano”, que es como lo denominaban en los albores de Vértice.

Ciertas sagas encendían la llama de la polémica más que otras: mucho antes de que el término se convirtiera en un cliché, el drama del clon de Gwen Stacy abordaba cuestiones que hasta entonces nadie se había atrevido a sugerir en un comic book. Ahora sabemos que Gerry Conway fue presionado para escribir aquella áspera historia, pero lo cierto es que en ella lograba que la Gwen clonada se revelara como un personaje mucho más fascinante y cautivador de lo que jamás fue el original.

Contemplada en su conjunto, era aquella una Marvel audaz e imaginativa que hacía honor a su reputación de “Casa de las Ideas”, siempre atenta a las últimas modas y tendencias. Como la de las Artes Marciales, de la que surgieron Shang-Chi, Puño de Hierro y Los Hijos del Tigre. En el escaparate marveliano podían encontrar acomodo cómics para todos los paladares, desde el “héroe de alquiler” Luke Cage hasta el cósmico Starlord, pasando por el sabor “pulp” de Doc Savage, el mesiánico Adam Warlock, los futuros apocalípticos de Deathlok y Killraven, la furia incontrolable de un “Lobato” que pronto pasaría a ser conocido como “Lobezno”, o ese arrollador Motorista Fantasma que acabaría convirtiéndose en un símbolo para los amantes de la velocidad sobre dos ruedas. ¿Alguno de vosotros recuerda a Omega… o a Skull El Matador?

Ir al quiosco para hacerse con las últimas novedades suponía toda una aventura por aquel entonces. En las publicaciones de Vértice no existía comunicación alguna con el lector, los nuevos títulos apenas si se anunciaban previamente, y los que cerraban lo hacían con el más absoluto de los sigilos. Y sin librerías especializadas a tu alcance, los comic books USA resultaban tan difíciles de encontrar como una aguja en un pajar. Pero era precisamente esa ausencia de información la que dotaba a los relatos de un ingrediente extra de emoción y suspense que hoy en día, para nuestra desgracia, se ha perdido.

La desaparición de Vértice, precedida por la brusca irrupción de Bruguera, significó el fin de una era de inocencia para los seguidores Marvel en España. La llegada de Forum alteraría por completo nuestra manera de leer cómics de superhéroes. A partir de ese momento, la actualidad americana pasó a ser el referente principal, iniciando una tendencia que se acentuaría a medida que pasaban los años.

Habrá quien argumente que tal inocencia era más bien ignorancia… Supongo que es otro modo de verlo. En todo caso, sin necesidad de regresar a tiempos de oscurantismo, tal vez interesaría encontrar una fórmula para evitar que el bombardeo continuo de noticias, avances y listados de novedades –al que tan difícil resulta sustraerse– se lleve por delante aquel sense of wonder, inocente o ignorante, que tanto nos deleitaba en las historietas de entonces. A veces uno tiene la impresión de que, para cuando aparece la edición española de cualquier saga medianamente importante, los lectores saben ya lo que van a encontrarse dentro: ¿Dónde queda el elemento sorpresa?

Con todos los aspectos positivos que pueda tener el nuevo escenario, que los tiene, hay una parte de mí que siempre añorará los viejos y entrañables tiempos de Vértice.

Miguel G. Saavedra

 

 

El artículo que acabáis de leer no es nuevo; al menos, no del todo. Cuando acuñé el término “Generación Vértice” en 1989, coincidiendo con la celebración del vigésimo aniversario de Marvel en España, lo último que podía imaginarme es que volvería sobre el tema un cuarto de siglo después, revisando y ampliando el texto que redacté entonces. No sé si podríamos considerarlo un ejercicio de nostalgia sobre la nostalgia… ¡Tampoco me hagáis mucho caso!

A los que no lo vivieron quizá les cueste entenderlo, pero yo siempre he pensado que la Era Vértice merece ser valorada por lo que realmente fue. Dejando al margen los desastrosos inicios del Volumen 1, con todo su condicionante político, como mínimo habría que reconocer que el cambio de formato permitió que la calidad de las ediciones mejorara ostensiblemente, sobretodo en comparación con lo que podíamos ver –y padecer– en las publicaciones de Bruguera o Novaro. Juzgar lo que hizo Vértice según los parámetros que rigen en la actualidad sería tan injusto como pretender etiquetar aquella etapa en función de una determinada ideología o clase social. Lejos de cualquier planteamiento reduccionista, la Generación Vértice enarbolaba su diversidad casi como una bandera: allí tenían su punto de encuentro aficionados marvelianos de toda índole y condición, exactamente igual que sucede hoy con la que algún día se denominará “Generación Panini”.

En fin, después del vehemente discurso que os acabo de soltar, creo que lo que corresponde es dedicar nuestro complemento musical a todos esos lectores anónimos que, en un momento u otro, llegaron a sentirse orgullosos de pertenecer a la Generación Vértice. Para ellos, para vosotros, hemos seleccionado una etérea composición de la extinta banda británica Mainstream que lleva por título “Castaway”. Que conste que el nombre del grupo es sólo una afortunada coincidencia… Si no os convence, siempre podéis buscar otro “himno” de vuestro agrado, pero nosotros nos permitimos sugeriros este:

¿Habéis ajustado el volumen? Perfecto, pues ahora ya podéis pasar a las ilustraciones. Excepcionalmente, las hemos agrupado todas al final para que las repaséis mientras todavía suena la música. También en eso, este Comic Books! va a ser un poquito diferente al resto. Tomaos vuestro tiempo, que la canción dura cuatro minutos y medio…

Steve Englehart y Sal Buscema hicieron del Capitán América el título Marvel más emocionante de la época. Algunos lectores casi entramos en estado de shock cuando Frank Robbins se incorporó como nuevo dibujante titular, incluido el propio Englehart, que no vio con agrado la sustitución y abandonó la serie pocos números después. Y es que, pese al bien ganado prestigio de Robbins como creador de Johnny Hazard, estaba claro que los superhéroes no eran lo suyo.

Mucho antes que The Walking Dead estaba… ¡Simon Garth, el zombie comiquero por excelencia! Parece mentira que la Marvel actual no haya sabido sacarle más partido al concepto en pleno furor de los muertos vivientes.

De vez en cuando, Vértice nos sorprendía con cosas tan marcianas como Omega El Desconocido, de Steve Gerber y Jim Mooney. Un cómic raro, raro… aunque no exento de interés.

Uno de mis primeros tebeos Marvel fue el V.1 Nº 15 de Conan, “Dos contra Turán”. ¡Qué grande era John Buscema! Aunque desde hace una década los derechos los detente el sello Dark Horse, para muchos de nosotros el cimmerio siempre será un personaje marveliano.

Un enigma sin resolver: ¿Por qué diantres llamaron Triple Acción a Los Defensores? Podría pensarse que fue debido a que el nombre estaba ya registrado, pero entonces ¿cómo se explica que Vértice sí publicara una cabecera de Los Defensores dos años después?

Mundos Desconocidos sigue siendo recordada como la mejor revista de historietas de Ciencia Ficción que nunca se haya visto en este país. Su calidad media era muy superior a la del magazine 1984, presentado con posterioridad por Toutain Editor.

Gracias al talento de Chris Claremont, Dave Cockrum y John Byrne, con una ayudita de Terry Austin, La Nueva Patrulla-X pasó a convertirse en la gran sensación superheroica en la segunda mitad de los ´70… ¡y más allá!

Nuestro último párrafo queremos reservarlo para los profesionales que trabajaron en la editorial: José Torra Mas, Fernando M. Sesén, Eduardo Chimenos Vallverdú, Luis Rion Galan, Salvador Dulcet, Rafael López Espí, Enrich, Tunet Vila… y tantos otros que se quedan en el tintero.

Ellos fueron, quizá más que nadie, la auténtica Generación Vértice.

 

 

 

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Miguel G. Saavedra

33 Comments

on “Universo Comic-Books! – Generación Vértice
33 Comments on “Universo Comic-Books! – Generación Vértice
  1. Hace escasas fechas llegó a mi conocimiento que El Boletín había distribuido en Octubre de 2012 una edición facsímil de Fasman, el cómic más raro y extravagante de toda la historia de Marvel en España. Sobre este incunable de Vértice circulan toda clase de leyendas urbanas y durante mucho tiempo se dudó incluso de su misma existencia. Precisamente, acaba de colgarse en Universo Marvel la ficha correspondiente y esta misma tarde habéis podido leer el exhaustivo artículo de Chimov sobre el tema. Por eso voy a ahorrarme comentar aquí los contenidos del tebeo, aunque sí intentaré aportar algún elemento adicional para el debate en el siguiente comentario.
    Antes, ahí van los enlaces para acceder directamente a la ficha de Fasman y al ensayo de Chimov:
    http://www.universomarvel.com/fichas/esp/fasmanv101.html
    http://www.universomarvel.com/la-leyenda-de-fasman/

  2. En realidad, “Fasman” y “Batman” se parecen más bien poco. Y aunque los logos sí resulten similares, no parece que haya ahí motivo suficiente para un pleito. De hecho, Vértice mantuvo ese mismo diseño de logo de inspiración batmaniana a lo largo de los meses siguientes, cuando inició la nueva etapa de la revista Fantom. Sin embargo, yo diría que existe otra conexión mucho más obvia con un mentalista catalán de la época llamado José Mir Rocafort que utilizaba el nombre artístico de Fassman (con dos “s”). Incluso llegó a funcionar en Barcelona un Instituto Fassman para enseñar técnicas de lo que él denominaba “Dinámica Mental” (seguro que ese nombre le habría encantado a Tunet Vila). Sólo estoy especulando, naturalmente, pero la súbita decisión de Vértice de retirar su cabecera de Fasman después de haberla anunciado como publicación quincenal podría tener que algo que ver con esta cuestión…

  3. Imaginad que a Vértice le hubiera dado por llamar a su revista “Urri Geller». No hay que ser un lince para deducir que el equipo legal del auténtico Uri Geller hubiera puesto el grito en el cielo, exigiendo la retirada inmediata del cómic. Tal vez sucediera algo parecido en este caso y tengamos aquí la solución más lógica para uno de los grandes misterios de las ediciones Marvel en nuestro país.

  4. Yo también pertenezco a la generación Vertice.
    Y, raro que es uno, disfrutaba con cosas tan raras como Omega, Skull, Goliat Negro, Kabur o Solomon Kane (entre otras extrañas cabeceras, bueno, siendo realistas salían en colecciones genéricas como Superhéroes,Heroes Marvel o Insuperables) o ese Mundos Desconocidos.
    También con todo lo relacionado con el Oeste (Rayo Kid, Kid Colt,2 Pistolas Kid, Jinete Fantasma) y sobre todo Con El Sargento Furia.
    Disfrutaba tanto que todavía los conservo.

    • Una de las sorpresas de la nueva Weirdworld de Jason Aaron y Mike Del Mundo es que recupera el personaje de Skull el Matador… ¡Espero que no lo destrocen! Supongo que sabes que Kabur es un personaje francés, no de Marvel.

  5. Exelente artículo, Miguel, como siempre. Por cierto, debo felicitar por la inclusión de la música de fondo para ver las imágenes. ¡Toda una experiencia!
    Yo no me puedo identificar con la «Generación Vértice», ya que me considero perteneciente a la «Generación Bruguera», pero la verdad es que para el caso es exactamente lo mismo. Lo que está claro es que sin ese componente nostálgico, quizá a día de hoy, ya no leeríamos comics. O no lo haríamos con tanta ilusión y ganas.

    • “Castaway” significa naufragar… En el fondo, a todos nos gustaría poder naufragar a aquellos tiempos en los que disfrutábamos los tebeos de otra manera. Así se explica el éxito continuado de las reediciones de clásicos.

  6. Los primeros comics que leí de supers en mi vida, de ediciones Vértice, el número 24 de los Vengadores (Reunión de Vengadores) y el 6 de la Patrulla-X (Juggernaut). Tiempos en los que uno leía, releía y volvía a leer cada número hasta saberselo de memoria… tiempos idealizados… aún los conservo… con esas portadas de Espí, y esas páginas en blanco y negro y aquellas caprichosas y caóticas decisiones editoriales de Vértice. Tenía su encanto recorrerse todos los kioskos de la ciudad en busca de un número nuevo, no vaya a ser que se te pasase, con 25 pelas en el bolsillo.

    • Para muchos, el problema era conseguirlos en los lugares de veraneo, donde la distribución era muy irregular. Pero había que estar atento, porque con Vértice las novedades siempre eran algo completamente inesperado. Por ejemplo, recuerdo la expectación que trajo consigo el debut de los Eternos en el verano de 1977… ¡Kirby había vuelto a Marvel a lo grande!

  7. Magnífico recorrido por la era Vértice, yo también me considero de aquella generación aunque llegue ya avanzado el formato revista. Gracias Miguel por el apunte del mentalista Fassman, es un factor muy interesante y a tener en cuenta en esa historia.

    • Muchas gracias a ti, Chimov, y felicidades por tu ensayo. Me daba a mí que «Generación Vértice» iba a ser muy popular entre los lectores de Universo Marvel, y veo que no me equivocaba. La gente que critica a la editorial no se da cuenta de que la afición Marvel en España es lo que es gracias a Vértice. No quiero pensar en lo que podría haber sucedido si Marvel hubiera llegado a nuestro país a través de Novaro… ¡Es para echarse a temblar! En cuanto de Fassman, yo creo que es una hipótesis bastante más creible que lo de Batman. No sé si algún colaborador de Vértice estaría en condiciones de confirmarla… o desmentirla.

    • Es por una cuestión de derechos. Por eso tampoco se ha reeditado en USA. Hay que destacar que Roy Thomas realizó un trabajo formidable como editor de la revista. Sólo en el primer número ya consiguió la colaboración de estrellas del calibre de Neal Adams, Gene Colan, Frank Brunner, Ross Andru, Wally Wood, Al Williamson, Esteban Maroto, Mike Kaluta, Rick Bryant y Kelly Freas…

  8. Respecto al mentalista Fassman no se si Espí nos puede ayudar, yo presenté este ensayo mucho más resumido en su revista y no tuvo objeciones a la argumentación, pero le preguntaré. Tal vez con la lectura de estos artículos alguién pueda aportar algún dato. En cualquier caso quería desmentir definitivamente el rumor eterno de que Vértice fue obligada a retirar la revista por la similitud con Batman.
    Me hago eco de tu comentario relativo a que la gente no se da cuenta de la importancia que tuvo Vértice en la introducción de los superheroes Marvel en España. Cuanto mas estudio este periodo mas me conciencio de que no se ha entendido nada.

    • Me parece que lo de Fasman/Batman podemos etiquetarlo definitivamente en la categoría de «leyenda urbana». Ese punto sí ha quedado más que demostrado. La mejor prueba de ello es que el diseño original del Volumen 2 de Fantom mantenía ese mismo logo “inspirado” en el de Batman. Si hubiera existido alguna presión por parte de DC, lo habrían modificado de inmediato. Sin embargo, lo conservaron hasta el Nº 5. Está claro que el problema era el título, no el logo de la colección. Y, partiendo de la base de que Fasman y Batman son nombres muy diferentes, por ahí no había fundamento para ningún conflicto legal.

  9. Transcribo la respuesta del maestro Espi respecto al tema del Dr. Fassman
    «Hola Joaquin, la verdad es que no me suena de nada. La primera vez que me entero de tal cosa. Lo siento»

    El misterio continua…

  10. Ya, ya lo sé. Kabur es de Lagard. Pero me refería a que me encantaban las historias de personajes «no principales» Y disfrutaba como un enano con personajes ingleses como los Hermanos Wing, Archie, Dollman etc. O con las historias de monstruos de complemento.
    En lo referente a la importancia de Vertice, parece que hay gente que no se quiera dar cuenta lo que significó en la implantación de los personajes en este país. Sólo quieren recordar las escabechinas con el formato de las páginas en el volumen 1 o la falta de color. No se paran a pensar en el mundo que se nos abrió a los niños de aquella época.
    Y lo que comentas de Novaro …la verdad es que también hay que explicarlo muy bien para que la gente lo entienda. Cuando tenías en las manos un ejemplar de esta editorial y Supermán iba detrás del pillo López y el pillo Pérez se te caía el alma a los pies. Y ojo que estas si que eran en color, pero …no había color entre unas y otras historias.
    Ya no entro en las portadas de Enrich o Espí, eso ya son debilidades mías.
    Ya no me lío más. Sólo decirte amigo Joaquín que es muy complicado desenmarañar los líos de Vertice. Los que quedan no se acuerdan o como el caso de Rafael no tenían el día a día con la edición. Trabajaban con los encargos que recibían y los entregaban. De casas editoriales sabían poco.
    El que si que estaba al tanto de todo esto era Tunet Vila. Creo que la persona que más me ha sorprendido de este mundillo. Un verdadero genio.

    • Coincido contigo. Después de más de cuatro décadas, resulta sumamente complicado desenmarañar la madeja de Vértice. Sucede también con los autores norteamericanos. El año pasado tuve ocasión de entrevistar a Herb Trimpe y le pregunté quién había diseñado el uniforme original del Capitán Britania. Y el hombre no supo responderme, no se acordaba… Por cierto, ya que he sacado el tema, os adelanto que el próximo Comic books! en los tebeos de Panini estará dedicado a la memoria del gran Herb, tras su fallecimiento el pasado mes de Abril. Va a ser algo muy diferente a los demás artículos de la sección. Creo que os va a gustar incluso a los que no seais fans de su trabajo.

  11. Los datos que aporta Chimov en su artículo son muy interesantes y me reafirman en la idea de que aún quedan muchas cosas por descubrir de Vértice. Al final, todo es como un gran puzzle. A López Espí no le suena de nada el Fassman mentalista, pero podría ser que a Luis Rion Galán sí…Ya sabemos que va a ser imposible reunir todas las piezas, pero quizás podría arrojarse luz sobre algunos puntos oscuros contrastando información con los colaboradores que aún viven. El problema estriba en conseguir entrevistarlos, claro. Ojalá tuviera la posibilidad de reunirlos a todos en la Comic Con de Gijón y dedicar cuatro días enteros a hablar de Vértice. Lo que pasa es que convencer a la organización del certamen sería bastante complicado, me temo…

  12. Efectivamente, que Espi no lo recuerde no quiere decir que no haya relación, simplemente hemos descartado una posible fuente de confirmación. De hecho sigo pensando como dije antes que es un factor muy interesante para esta historia porque no creo demasiado en las coincidencias y esta es muy sospechosa y si te parece bien añadiré una nota a mi artículo con el comentario del Dr. Fassman.
    Probablemente habrá cuestiones relativas al origen de Marvel en España que ya no recuperemos nunca y se habrán perdido para siempre con la desaparición de muchos de los protagonistas y pérdida de documentación y como dice mi amigo Spiderchen, desenmarañar los líos de Vértice es muy complicado, y cuanto más tiempo pase más complicado todavía. Pero al menos espero recuperar algunas cosas, de hecho algunas e importantes las he recuperado ya.

    • Desde luego, conocer que la tirada media de las publicaciones de Vértice rondaba los 20.000 ejemplares es uno de esos datos a los que aludía antes que realmente te ayudan a entender mejor cómo funcionaba la industria editorial en aquellos años. Abundando en el tema de los colaboradores externos, es verdad que no siempre están al tanto de lo que sucede en la «sala de máquinas». En la propia Vértice, sin ir más lejos, hubo quienes tardaron bastantes meses en percatarse del cambio al Volumen 2 y seguían funcionando como si el Volumen 1 permaneciera en activo. Revisando ejemplares del Volumen 2 de Los Vengadores, pueden encontrarse referencias estrambóticas a los números 54 o 55 del Volumen 1 en los recuadros a pie de viñeta. Por supuesto, dichos números jamás llegaron a publicarse, pero ni al traductor ni al rotulista les habían informado de que la colección original había concluido en el Nº 52.

    • Lo que hacía que los magazines Marvel destacaran tanto en los kioscos eran las espectaculares portadas de Neal Adams, Bob Larkin, Earl Norem, John Buscema, Boris Vallejo y otros autores. Eran como un fogonazo de color en aquel mundo en blanco y negro. Con todos los respetos para el trabajo de López Espí, a mí siempre me fastidió bastante que Vértice nos birlara las cubiertas originales en las demás colecciones.

  13. Bueno, ganamos unas cubiertas muy buenas.
    Algunas que incluso (antes de copiarlas directamente) mejoraban el original.
    Luego ya hemos podido comprar los cómics yanquis que nos interesaban y tenemos esas portadas.
    Lo que no hubieramos conseguido son las portadas originales USA y si hemos conseguido tener portadas del gran Rafael.
    Lo uno por lo otro.

    • Entiendo tu punto de vista, pero luego comparabas las portadas de Relatos Salvajes con las de Conan El Bárbaro… y la diferencia era bastante ostensible. Yo tengo la máxima consideración por lo que hizo López Espí, sobretodo durante los primeros años. Sin embargo, como lector, sólo podía pensar en todas las portadas de Kirby, Romita, Buscema, Kane y Adams que nos estábamos perdiendo… No te discuto que en algún caso López Espí podía incluso mejorar el original, ¡pero entonces no lo sabíamos!

  14. Totalmente de acuerdo.
    A lo que me refiero es que gracias a Dios hemos podido ver esas portadas e incluso comprar esos cómics y ahora podemos tener y apreciar las cubiertas originales.
    Y además, con la extraña manía de Vertice de no publicar las portadas originales (esto también da para un debate, yo he escuchado historias de todas clases sobre esto) conseguimos unas estupendas portadas (sobretodo las del Vol 1) que nunca hubieran existido.
    Pensando egoístamente también, pudimos hacernos con los originales de algunas de ellas cosa que de las originales yanquis y en aquellos años jamás hubiéramos podido soñar.
    Ahora lo puedes soñar …pero no lo puedes pagar XD.

  15. Aunque hubiese preferido que Vértice editara las portadas originales, tengo que reconocer también una atracción especial en algunas portadas de López Espí. Tal como explica Spiderchen… López Espí ilustró un buen número de portadas espectaculares para esos libritos del volumen 1, y casi todos los primeros números del volumen 2 son autenticas obras de arte, además de ciertas portadas para Fantom y Escalofrio. Incluso Enric realizó algunas muy buenas, como buenos ejemplos pondría el nº 1 de La Patrulla X y el nº 4 del Capitán América del comentado Vol. 1 o los trabajos de las mencionadas revistas de terror.

  16. Que las ilustraciones de López Espí hayan acabado reproduciéndose incluso en revistas americanas de tanto prestigio como Back Issue da fe de su innegable calidad. También hay que reconocer que el fantástico nivel de los primeros tiempos no se mantuvo después. Supongo que en ello influiría sobremanera el elevado ritmo de producción al que tenía que hacer frente todos los meses. Y lo que le pagaban por portada tampoco le permitiría dedicar demasiado tiempo a cada trabajo, evidentemente. Es una lástima que las circunstancias no hicieran posible que pudiéramos disfrutar del mejor López Espí más tiempo.

  17. Pingback: Universo Comic-Books! – Álbum de fotos

  18. Miguel, no había leído hasta ahora este artículo tuyo de «Generación Vértice».
    Me ha encantado y traído muchos recuerdos. Gracias!
    Parece ser que está cerca de ver publicada por Panini la inolvidable etapa del Capi de Englehart/Sal Buscema. Vaya tándem magistral! (Incluida la breve y chocante incursión de Robbins, a la que con el tiempo fuí cogiendo regusto, si bien la atlética figura del Capi de Sal siempre será insuperable, como su Hulk… nuestra Masa).
    Esta etapa del Capi, se sabe ya en que linea o formato se va a publicar? Si fuera en omnigold, me da algo…
    Un cordial saludo

    • Pue sí, parece que será en un omnigold. Aparecerá en el segundo semestre de 2016 y englobará los números 149 al 168 USA. Englehart entró en el 153 USA. En el momento de su publicación, aquellas historias de la etapa de Englehart/Buscema fueron los mejores tebeos del Capi que jamás se habían visto.
      Y cuarenta años después, todavía siguen siéndolo.

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