Reseñas: Biblioteca Marvel 100: El Increíble Hulk 7 (1968-1969)

Aviso de posibles spoilers si nunca has leído estos cómics.

Si el anterior volumen terminaba con la entrada de Herb Trimpe como nuevo dibujante estable, esta nueva entrega de la Biblioteca Marvel de Hulk empieza con otra novedad destacada. Ni más ni menos que el regreso de Stan Lee a los guiones, en lo que será su mejor etapa en la colección.

El primer episodio incluido finaliza la línea argumental, iniciada en la entrega precedente, en la que Hulk se enfrenta por primera vez a al Mandarín. Una historia que no está mal en la que el Mandarín intenta reclutar a Hulk para su causa en el dominio del mundo. Este segundo número tiene la suerte de contar con un Herb Trimpe, ya al completo, que nos deleita con su alto poder narrativo.

En esta línea argumental ocurre un hecho significativo. Creo que por primera vez una organización soviética no es retratada como un cuerpo de rojos despiadados a las órdenes de líder desalmado. De este modo, el comandante de la KGB, Yuri Brevlov, a quien ya conocíamos del anterior volumen, nos es presentado aquí como un colega de su homónimo americano, Nick Furia, junto a quien luchó contra los Nazis en los tiempos de la Segunda Guerra Mundial.

En este nuevo volumen también hay lugar para una aventura realizada por el anterior equipo regular, el formado por Gary Friedrich y Marie Severin. Hablo del primer número anual de la colección, un episodio en el que Hulk recala en las montañas del Tíbet donde, como no, tiene un encuentro con los Inhumanos. Pero en esta ocasión no es la familia real inhumana la que coprotagoniza la historia, sino Máximus el loco, que esta vez viene acompañado de un grupo de supervillanos. Se trata de la Liga de Inhumanos Malignos, una variopinta cuadrilla de nuevos Inhumanos que dan color a la historia, gracias también al buen trabajo de diseño por parte de Severin. No obstante, eso no impide que algunos de los más ilustres Inhumanos también dispongan de un papel en la obra, caso de Rayo Negro, Mandíbulas y Gorgón.

Un episodio bastante entretenido, en definitiva, en el que Máximus y los suyos intentan engañar a Hulk en su objetivo de derrocar el reinado de Rayo Negro.

Lo mejor de esta etapa se nos presenta a partir de este momento, en una serie de magníficas aventuras en los más variados escenarios. De entrada, en el tomo que nos ocupa ya podemos disfrutar de la historia en la Tierra Salvaje y de la primera mitad de la del Amo de la Galaxia.

Herb Trimpe, a nivel técnico podríamos decir que es un dibujante poco estético. Sus diseños anatómicos son, efectivamente, mejorables. Sin embargo, apreciados en su conjunto, los tebeos que ilustra tienen un vigor y una expresividad que ya querrían muchos dibujantes de la época. Para ello, Trimpe cuenta con un amplio catálogo de trucos elementales de la narrativa gráfica que sabe utilizar como pocos, caso de efectos de explosiones y rayos, primeros planos de marcada expresividad, impactantes composiciones a toda página, concatenación de viñetas que no necesitan diálogos, etc. El resultado son unos tebeos en los que no parece sobrar ni faltar una sola imagen para contarnos la historia.

Bien es cierto que sus trazos mejoran con la incorporación de un buen entintador, pero sus dibujos expresan tal dinamismo que prácticamente se leen solos. Indudablemente es un narrador gráfico de primera.

En el caso que nos ocupa, Trimpe se vale, en tres de los números, de los acabados de John Severin, posiblemente uno de los entintadores que mejor les han sentado a sus trazos. En el último número incluido entra como entintador Dan Adkins, que también hace un muy buen trabajo. De hecho, las mejores figuras creo que corresponden a los números acabados por Adkins.

En lo que respecta a Stan Lee, el guionista no se queda muy atrás puesto que sus textos, aunque simples, tienen la fuerza que necesitan las imágenes.

Volviendo al contenido, tras una buena dosis de género bélico, con placenteras imágenes de Hulk aplastando tanques del ejército chino, nuestro monstruo aterriza en la Tierra Salvaje, lugar donde es encontrado por el más famoso habitante del lugar, Ka-Zar. El resultado es una emocionante aventura que mezcla el escenario salvaje con ciencia ficción. Una carrera contra reloj de Bruce Banner para desactivar una siniestra máquina radiactiva que amenaza con desviar el eje de la Tierra, mientras un enorme ídolo de piedra llamado Umbu se interpone en su camino y el de Hulk. Hay que decir que, en el primero de los dos números de la historia, Trimpe dibuja sobre bocetos de Frank Giacoia.

De la Tierra Salvaje Hulk es trasladado al espacio profundo para vivir una de las mejores aventuras cósmicas de la colección. Hulk deberá hacer frente al Amo de la Galaxia, un espectacular y poderoso ser de energía que tiene sometido a todo un mundo, pero el desenlace de la historia queda para el próximo tomo.

El periplo de Hulk alrededor del Mundo y del Cosmos en esta serie de episodios deja transitoriamente de lado al elenco de personajes secundarios, pero eso no impide observar a Trueno Ross en algunas escenas, en su obsesiva persecución del monstruo.

Conclusión.

Un tomo altamente recomendable y, por el momento, el mejor de una colección que definitivamente ha despegado y que incluso va a mejorar en el siguiente volumen.

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