El Hermano Vudú es un personaje natural de Haití que nació en plena integración de la Blaxploitation al Universo Marvel. De hecho, la presentación del personaje, directamente en el primer número de sus propias aventuras, data de unos meses más tarde que la del héroe más emblemático de ese movimiento cultural dentro de Marvel, Luke Cage.
Efectivamente, el Hermano Vudú, de nombre real Jericho Drumm, se estrena en su propio título, en una colección que sirvió para reflotar una histórica cabecera de la editorial, la de Strange Tales. Strange Tales había finalizado su trayectoria en su número 168, justo antes de que el Doctor Extraño se la quedara en propiedad siguiendo la misma numeración. Cinco años más tarde, apareció por sorpresa el número 169 de Strange Tales que significó el inicio una nueva serie también dedicada, como la del Doctor Extraño, a las artes ocultas: Hermano Vudú.
El guionista Len Wein y el dibujante Gene Colan fueron los autores encargados de dar forma a las aventuras del nuevo superhéroe, si bien Roy Thomas y John Romita participaron en la creación del propio protagonista.
Un serial, Brother Voodoo, que se quedaría finalmente en tan sólo cinco números, aunque, en realidad, fueron seis los episodios de la serie. Ocurre que el último de ellos tuvo que ver la luz ya fuera de Strange Tales, concretamente en el magazine Tales of the Zombie.
Entrando en materia, los dos primeros números de la serie sirven de presentación del personaje en un extenso flashback que relata su origen. El doctor Jericho Drumm, establecido en los EEUU, acude a la llamada de su hermano gemelo Daniel en su Haití natal, para presenciar como Daniel fallece víctima de una extraña maldición. Un incrédulo Jericho descubre cómo el responsable es Damballah, el Dios Serpiente, y cómo las prácticas con el vudú son la causa.
El vudú es una religión originada en África e importada en las américas a través del comercio de esclavos. Religión fuertemente condicionada por creencias relacionadas con la magia, es bien conocido el ritual con muñecos a los que se les clava unas agujas, pero el vudú también integra componentes relacionados con espíritus de la naturaleza, zombis y rituales varios.
El vudú tuvo especial arraigo en Haití, de ahí que el escenario donde tiene origen la colección sea ese país caribeño. Len Wein realizó un notable trabajo de documentación para escribir la serie, tomando elementos del folclore del vudú. El propio Damballah es una figura real, que viene representada por una serpiente, lo mismo que otros personajes y elementos que vemos a lo largo de la colección como el Barón Samedi, la irrupción de muertos vivientes, el sonido de tambores, el culto a las serpientes, los sacrificios, la magia negra…
El caso es que Jericho cumple la petición de su hermano de ir en busca de un viejo hechicero, que vive aislado en la selva, llamado Papa Jambo. Allí nuestro protagonista descubre como Daniel era el primer Hermano Vudú y decide ser instruido por Papa Jambo para ocupar el lugar de su fallecido hermano. Un último ritual incorpora el espíritu de Daniel en su cuerpo, pasando a formar parte de él. El nuevo Hermano Vudú es, por tanto, un personaje dual, manifestándose la figura de Daniel en forma espectral cuando lo requiere la situación.
En definitiva, un muy buen relato de origen, muy de la Marvel de los setenta, destacando especialmente el estupendo arte de Gene Colan.
La batalla final con Damballah trae como consecuencia la incorporación del principal personaje secundario, acompañante del Hermano Vudú. Se trata de Bambu, fiel seguidor del amuleto vudú, ahora en manos de nuestro héroe.
El siguiente episodio no hace más que consolidar la buena línea de la colección. El Hermano Vudú recibe el encargo de investigar la invasión de zuvembies en Haití. Los zuvembies son los particulares zombis del Universo Marvel, que creo que hacen aquí su primera aparición.
Los zuvembies están controlados por el Barón Samedi, que a su vez trabaja para IMA. El siniestro plan de la organización criminal consiste en crear un ejército de hombres sin alma controlados mentalmente. Un estupendo relato que mezcla terror y espionaje que certifica el total acierto en la elección del artista gráfico. Gene Colan está realmente en su salsa, logrando un trabajo atmosférico de primera y un despliegue visual excelente.
Desgraciadamente, la siguiente línea argumental es la que cierra la colección. El Hermano Vudú se enfrenta esta vez al Culto del Señor Oscuro, una secta satánica liderada por el siniestro Garra Negra. Nuestro protagonista se aventura al rescate de la joven Loralee Tate de manos de la secta, en una oscura historia que circula por la senda de la magia negra. Mama Limbo, una anciana ciega que posee poderes clarividentes, marca el desenlace de la saga. Una saga que, aparentemente, queda inacabada al cerrar la serie del Hermano Vudú en su quinto número y siendo sustituida por El Gólem dentro de la cabecera Strange Tales. De este modo, al último episodio, el que cierra la línea argumental, tuvo que buscársele otra ubicación, apareciendo cuatro meses después en el magazine Tales of the Zombie. Un capítulo final que forzosamente tuvo que ser publicado en blanco y negro y que, lógicamente, también se incluye en esta recopilación. Un episodio que trae consigo un pequeño cambio en el equipo creativo al coger Doug Moench las riendas del guion, quedándose Len Wein el trabajo argumental. Por suerte, Gene Colan sigue a los lápices, completando otro trabajo sobresaliente. Un capítulo final que presenta sacrificios sangrientos y giros argumentales, rubricando una saga notable de terror y artes oscuras.
No terminan aquí las historias propias del Hermano Vudú, porque el personaje protagoniza otro episodio incluido en el último número de Tales of the Zombie, ya sin relación integral con la colección. Tan sólo un episodio aislado, guionizado por Doug Moench y dibujado por Tony DeZuñiga. Otra historia de terror, con sacrificio femenino, que trae de nuevo a los zuvembies y a Papa Jambo. Bastante menos interesante que todo lo comentado hasta ahora, pero bueno, tampoco está mal.
El último episodio a nombre del Hermano Vudú que se incluye en el tomo es mucho más moderno. Concretamente, un relato corto publicado en 1990 en el primer número de la serie contenedor Marvel Super-Heroes. Los autores son Scott Lobdell y Fred Hembeck y el relato es totalmente prescindible, amén de un trabajo gráfico muy pobre. El bueno de Hembeck hubiera sido preferible que se limitara a sus clásicas historietas de parodias del Universo Marvel. Por cierto, de manera incomprensible Loralee Tate pasa aquí a ser una mujer blanca.
El resto de material incluido en el tomo constituyen todas las apariciones del Hermano Vudú en otros títulos de la casa, concretamente en Marvel Team-Up, Hombre Lobo, la Tumba de Drácula, Marvel Two-In-One, Doctor Extraño y Caballero Luna. Números ya reseñados en los tomos de las correspondientes colecciones, así que se quedan fuera de este texto. Eso sí, muy buen material, en general.
Conclusión.
Clásicas aventuras setenteras que mezclan las artes oscuras y el género del terror, muy buenos guiones de Len Wein y, sobre todo, un Gene Colan que realiza un grandísimo trabajo.
Una colección cuya única pega está en que se hace demasiado corta.
Enlace a la ficha:
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Lástima de paupérrima planificación del tomo, que hace que bastante más de la mitad del contenido esté repetido a poco que tengas otros MLE.
Está bien tenerlo todo junto y es buen material. Lo más flojete son las historia corta de Lobdell y Fred Hembeck (sí, tenéis ahí la oportunidad de tener una historia de Hembeck dibujando con un estilo «realista», una rareza y un divertimento …Pena que no se incluyan en el tomo también los gags humorísticos de Hembeck dedicados al Hermano) y el serial de complemento en Doctor Extraño de Thomas y el matrimonio Lofficier (la superdotada Randy y el francés Jean-Francois) junto a un Geof Isherwood a medio gas sobre la historia del vudú en el Universo Marvel, y ninguno lo hace mal, así que tampoco es tan flojete, son cómics que a su estilo de historias aprueban también. Eso sí, resulta tremendo que tenga repe tanto de ese tomo. Pésima «inversión». Pero un tomo por sí mismo chulo y muy completo. Y con un buen y variado despliegue gráfico.
Corrección: Jean-Marc Lofficier (ay, la memoria!).
Y buen trabajo a Rockomic, claro. Gracias, majo.🤓🖖
Gracias, amigos.
Pues sí, una lástima que gran parte del tomo ya lo teníamos en otras ediciones.
Porque la colección propia está muy bien.