Reseñas: Rom: Marvel Omnibus: La Etapa Marvel Original 2 (1982-1984)

Turno para la segunda entrega de las aventuras del Caballero del Espacio recopiladas, al fin, en esta serie de lujosos Ómnibus.

Bill Mantlo y Sal Buscema siguen aferrados a sus labores de guionista y dibujante a lápiz a lo largo, también, de este segundo volumen, por lo que la estabilidad en el plano creativo sigue siendo absoluta.

El único cambio está en el puesto de entintador. Joe Sinnott, a quien todavía podemos disfrutar en los primeros números del presente tomo, cede su lugar al equipo formado por Ian Akin y Brian Garvey. Akin y Garvey completan unos acabados visiblemente distintos a los de Sinnott. De menor calidad a los de su predecesor, como era predecible, pero creo que también satisfactorios. En cualquier caso, Sal Buscema sigue ahí realizando un trabajazo, así que no hay nada que temer.

Venimos del regreso de Rom a la Tierra, al final del anterior volumen, tras el paréntesis cósmico que vivieron sus aventuras. Una fase de la colección que terminó con su planeta natal, Galador, perdido para siempre en algún lugar del Universo y lejos de su alcance. Así como el propio protagonista sufrió también la pérdida de su esencia humana, que había sido conservada en una cámara criogenizada, y con ella la esperanza de recuperar su humanidad en el futuro.

La cuestión es que Rom vuelve a residir en el humilde pueblo de Clairton junto a Brandy Clark, Steve Jackson y Torpedo, el héroe local que vino a sustituir a Rom en su ausencia, entre otros.

Una pequeña etapa, que significa cierto regreso a los inicios de la colección, en la que destaca la línea argumental de retorno de Híbrido, la criatura engendrada por un espectro y una humana, pero antes nos encontramos con la amenaza de otro alienígena, el Amo del Metal. Se trata de un viejísimo villano, con una única aparición en los primeros pasos del título de Hulk, que Mantlo decide recuperar para la ocasión. Un oponente que regresa dispuesto a conquistar la Tierra valiéndose de su control de todos los metales.

La nueva amenaza de Híbrido, como la primera, viene también acompañada de un grupo de mutantes. Sin embargo, en lugar de la Patrulla-X, esta vez los invitados son la Hermandad de Mutantes Diabólicos. Un supergrupo actualmente liderado por Mística y también integrado por Pícara, la Mole, Avalancha, Destino y Piros. Lo más asombroso del ciclo argumental está en la perfecta sintonía de Mantlo con el habitual estilo de contar historias de Chris Claremont. Mantlo parece ponerse en la piel del guionista de la Patrulla-X dejando fuera de combate a los tres hombres del grupo en los primeros compases de la historia, cediendo así todo el protagonismo al trío de mujeres formado por Mística, Pícara y Destino. Un grupo de féminas que, lejos de la clásica caracterización de villanas sin más matices, gozan de un distintivo desarrollo personal. De hecho, la historia significa un importante capítulo en la conversión de Pícara hacia el lado de los buenos. Un muy buen arco argumental afianzado por un Sal Buscema espléndido.

Esta pequeña etapa en Clairton finaliza con el primer número anual de la colección, el único de todo el volumen en el que no participa Sal Buscema, que cede aquí su puesto a Pat Broderick. Un episodio que cuenta la llegada a la Tierra de otra forma alienígena, desterrada por los suyos por su naturaleza criminal. El ente cósmico pronto se alimenta de la materia molecular de humanos y espectros para tomar una forma humanoide, naciendo así, Polvo de Estrellas. Un episodio correcto, sin más, cuya trama no deja de ser una repetición de la sinopsis inicial de la propia colección de Rom.

El anual también incluye un relato de complemento a cargo de Steven Grant y Greg LaRocque. Una historia prescindible que nos presenta a Gloriole, un caballero del espacio sin mayor recorrido.

De vueltas por el mundo.

Quizás la parte menos interesante de estos primeros números es la correspondiente al plano romántico. Brandy Clark ha enseñado definitivamente sus cartas al manifestar indisimuladamente su profundo amor por Rom. Esto ha llevado al triángulo amoroso a un punto muerto, con un resignado Steve Jackson que ve confirmado el idilio entre Rom y Brandy. Una pareja de enamorados tan cerca, pero al mismo tiempo tan distantes debido al insalvable obstáculo metálico que se interpone entre ellos, de ahí que nuestro Caballero del Espacio, que parece tener algo más de juicio que la joven, considere que la relación no puede ir a ningún lado y opte por largarse del pueblecito. Finaliza así, pues, la segunda etapa de Rom en Clairton.

El nuevo periplo de Rom por este mundo trae consigo cierta improvisación por parte de Bill Mantlo, que parece ir desarrollando la idea elemental número a número. De este modo, el siguiente paso consiste en un ciclo argumental que desemboca en un fenómeno astronómico que tiene su origen en la Nebulosa Oscura: la alineación cósmica. Un fenómeno consistente en la alineación entre la Tierra, el Mundo Espectral y el Sol Negro de la Nebulosa Oscura, que promete provocar algún tipo de amenaza mortal para nuestro planeta. Un fenómeno que, al parecer, necesita a niños humanos como catalizadores, de ahí que el secuestro de infantes por parte de los espectros sea uno de los elementos comunes en cada una de las historias. El otro ingrediente común son las sumas brujas espectro, una categoría de espectros que Mantlo introduce aquí y que, a la postre, significará el paso previo al total lavado de cara de los espectros espaciales en sí.

Lo cierto es que la repulsiva raza alienígena que justificó la llegada a la Tierra de Rom pasa, en lo que resta de tomo, a monopolizar el capítulo de los villanos. Efectivamente, los espectros espaciales están detrás de todas y cada una de las amenazas a las que debe hacer frente nuestro protagonista.

El primer arco argumental de esta fase de la colección se inicia contando la historia de una jovencita ciega que vive recluida por una suma bruja espectro, para pronto desembocar en una aventura en las profundidades marinas con Namor de estrella invitada. Los espectros han ocupado la sagrada Cueva de Neptuno, lugar donde se dedican a transformar a la inocente fauna marina en horribles criaturas mediante la Perla Negra, un objeto de poder de origen espectral. Una historia sencillita que rezuma ingenuidad por los cuatro costados, pero que es un bonito homenaje a los primeros tiempos de Marvel. A la era de los monstruos made in Lee-Kirby y de las gigantescas criaturas submarinas, no en vano Mantlo y Buscema recuperan a uno de los monstruos aparecidos en el título de Namor, en su primeriza etapa en Tales to Astonish.

Sigue la nostalgia en un relato de misterio y terror ambientado en el País de Gales, donde Mantlo aprovecha para echar mano de las leyendas artúricas. Una carrera de obstáculos a base del habitual desfile de amenazas espectrales (espectros, perros infernales de la Nebulosa Oscura, centinelas espectrales…) para rescatar a los niños de un pueblecito que viven secuestrados por otra suma bruja espectro.

Y a continuación, Mantlo mezcla antiguo Egipto y espionaje en otro entretenido relato con Shang-Chi de invitado. Un Shang-Chi que viene acompañado del equipo de personajes de apoyo de su propia colección al completo. Las víctimas son, esta vez, los niños de un orfanato, que son utilizados para revivir a la momia de una princesa egipcia/espectro que ya causó el terror en la ancestral civilización del Nilo.

Y así llegamos al punto culminante de este ciclo, cuando la alineación cósmica se completa y desencadena la irrupción de una nueva amenaza espectral. Se trata del Morador del Umbral, un ente que encarna el cenit de la magia negra espectral y que se dispone a cruzar el portal abierto por la alineación cósmica. Un desenlace que trae a un nuevo invitado en la figura del Doctor Extraño. El hechicero entra en escena dispuesto a prestar ayuda a Rom para evitar la llegada del Morador del Umbral, pero pronto se encuentra con la oposición de dos restauradores del equilibrio cósmico, bien conocidos de su propia colección, como son el Tribunal Viviente y el Intermediador. Los dos entes consideran que la magia negra está en inferioridad de condiciones respecto a la magia blanca, razón por la cual se debe permitir la llegada del Morador y así restaurar el equilibrio entre ambas.

En resumen, una línea argumental que ofrece tantos alicientes y variedad de escenarios que difícilmente la hacen aburrida, pero que, sin embargo, adolece de ideas un tanto inconexas y falta de claridad en alguna trama. En especial, no se acaba de entender demasiado bien para qué servían los niños en todo el asunto de la alineación cósmica. Con todo, el entretenimiento está garantizado.

Resuelta la amenaza del Morador del Umbral, Rom sigue su periplo por nuestro planeta haciendo esta vez parada en Rusia, por aquel entonces la URSS. Concretamente en la región del Khystym, lugar que será escenario de una significativa novedad en las aventuras del Caballero del Espacio.

La partida de Rom de Clairton números atrás no había significado, en realidad, la desatención por parte de Mantlo de los queridos amigos de Rom. A lo largo de estos últimos episodios, en sendos interludios, el guionista ha ido desarrollando una alternativa a la fallida relación entre Rom y Brandy Clark. Si él no puede recuperar su humanidad, será ella quien la pierda, de modo que Mantlo se las apaña para insertar el cuerpo de Brandy en el interior de la armadura de la fenecida Starshine. Un proceso que cuenta con la colaboración de un brujo espectral llamado Doctor Dredd, que manipula a la nueva Starshine como arma contra Rom.

La estancia en suelo soviético representa, precisamente, el reencuentro de Rom con su estimada Brandy, en una línea argumental que se inicia con una nueva amenaza de los espectros, esta vez en alianza con Quasimodo, la máquina viviente. Una historia en la que Rom peca de ingenuo hasta decir basta. Y es que nuestro héroe acepta la propuesta de Quasimodo de recuperar su humanidad mediante clonación de una de sus células, a cambio de ceder su armadura a Quasimodo, que ansía convertirse en una máquina con total autonomía. La entrada en escena de Starshine/Brandy viene seguida de la incorporación a la trama de viejos enemigos de Hulk, el Gremlin, que sorprendentemente se pasa al lado de los buenos, y el Devastador. El resultado es otro estupendo arco argumental que tiene un poco de todo, entre toneladas de acción, algo de política militar y un buen uso de la tensión dramática.

Todavía en terreno soviético, el siguiente turno es para el supergrupo local, los Supersoldados Soviéticos, que son enviados por el el KGB para contrarrestar a Rom. Un KGB, cómo no, que está bajo el control de los espectros. Rom, por su parte, cuenta ya con la alianza de Starshine, además del reformado Gremlin.

Se trata de una línea argumental que extrae un pequeño hilo de la colección de Hulk, en ese momento a cargo del mismo equipo creativo que Rom, Bill Mantlo y Sal Buscema. Lo cierto es que Mantlo introduce diferentes referencias al gigante verde a lo largo de esta etapa y también considero que las historias de este periodo son muy del estilo del Hulk de Mantlo-Buscema.

El caso es que el arco argumental acaba siendo un todos contra los espectros y sus creaciones, en esta ocasión, criaturas prehistóricas de la era cuaternaria. Sí, a diferencia de los tan recurrentes dinosaurios, Mantlo y Buscema se decantan aquí por los mamíferos extintos.

Los nuevos espectros espaciales.

Mantlo vuelve ahora a echar mano del título de Shang-Chi para recuperar la Isla de Mordillo, el peculiar paraíso de los juguetes donde habita Brynocki, el autómata con aspecto de dibujo animado. Un lugar de contrastes de breve paso para Rom y su compañera.

Pero lo verdaderamente importante ocurre en la siguiente historia. Pese a la novedad que significa la nueva Starshine, la colección corre el riesgo de caer en el estancamiento, de modo que Bill Mantlo inicia un profundo proceso de renovación. El guionista empieza por sacarse de la manga una segunda modalidad de espectros espaciales. O, mejor dicho, se inventa un pronunciado dimorfismo sexual en la raza alienígena, siendo los ejemplares que habíamos conocido hasta ahora, los machos, y los nuevos espectros, de aspecto muy distinto, las hembras. No terminan aquí las diferencias porque, mientras los machos dominan el campo de la ciencia, las hembras controlan el de la brujería. Dos géneros fuertemente enemistados que, sin embargo, se necesitan irremediablemente para reproducirse. También adivinamos que los espectros de género femenino no dejan de ser lo que Mantlo nos había presentado como sumas brujas espectro, pero que ahora muestran su aspecto real bajo las túnicas.

Las armas de qué disponen ambos géneros también difieren. Mientras los machos tienen a su servicio los centinelas espectrales, las féminas cuentan con el control de los perros infernales de la Nebulosa Oscura y de las alas mortales. Se inicia, así, una cruenta batalla por la supremacía espectral entre ambos sexos, resultando ganadoras ellas, las brujas espectro.

La idea es muy buena, pero parece evidente que la maniobra tenía como objetivo el lavado de cara de la raza alienígena cuando, en lo que resta de tomo, no vemos más espectros espaciales que los de género femenino.

Pero antes de pasar al último arco argumental de la etapa recogida en este volumen, nos encontramos con un episodio fuera de título. Se trata del número 99 de Marvel Two-In-One, la colección protagonizada por la Cosa, que trae como invitado a Rom. Un episodio aislado guionizado por Bill Mantlo y dibujado por Bob Hall en el que los dos héroes hacen frente a la armadura del caballero del espacio Firefall, que había caído en manos de las brujas espectro.

Para completar este volumen, coincidiendo con el número 50 de la colección, de doble grosor, Mantlo nos tiene preparada una traca final que rompe definitivamente con el pasado. Rom y Starshine regresan a Clairton ignorantes de que las brujas espectro han ocupado el pueblo y sustituido a muchos de sus habitantes, entre ellos los padres de Brandy y su antiguo prometido, Steve Jackson. También el héroe local, Torpedo, corre la misma suerte finalizando así su trayectoria en el Universo Marvel.

La masacre en la nómina de personajes secundarios es importante, pero no terminan aquí las novedades. Brandy, en pleno shock por la pérdida de sus semejantes, decide renunciar a su humanidad, a su identidad de Brandy Clark. De este modo, hace uso de los poderes de su armadura para hacer unas modificaciones estéticas, además de pasar a ser ahora una fría y vengativa guerrera. La verdad es que el diseño de la vieja armadura era un poco ridículo, así que son buenas noticias. Lo mismo ocurre con la conversión definitiva de Brandy Clark a caballero del espacio, ya que promete ser un nuevo punto de partida para la pareja que deje atrás el redundante tira y afloja romántico.

Para terminar esta ristra de novedades, Mantlo también modifica el origen de los espectros espaciales. Y lo hace echando mano de otros alienígenas metamorfos bien conocidos, los skrull. La raza de guerreros verdes se presenta en la Tierra en persecución de los espectros para largarse al poco, pero con tiempo suficiente para contarnos el verdadero origen de la repugnante especie. Una historia que cuenta cómo los espectros espaciales fueron una creación de los skrull, una rama desviante que se les escapó de las manos, derivando en despiadados asesinos dados a la práctica de la magia. Tras estallar la guerra entre ambas especies, los espectros lograron escapar estableciéndose en la Nebulosa Oscura. Desde entonces, los skrull viven para borrar del mapa del Universo a sus aberrantes creaciones.

Un impactante final de ciclo (o inicio, según se mire) hecho un poco a trompicones, pero que no deja lugar para el aburrimiento.

Este segundo volumen de las aventuras de Rom cierra con el segundo anual de la colección. Pese que el número esta vez corre a cargo del equipo creativo oficial, Mantlo-Buscema, estamos ante un relato que no sigue la continuidad presente, sino que se sitúa en el pasado. Un episodio, para entendernos, en la línea de los complementos de la Saga de los Caballeros del Espacio del primer volumen, que próximamente va a tener repercusión en el presente.

Nos situamos hace 200 años, cuando, en el transcurso de un combate frente a los espectros, Rom queda atrapado en Mundo Espectral. El Primer Director, gobernante máximo de Galador, envía entonces un escuadrón de caballeros del espacio al rescate y empieza la fiesta. Acción y más acción en una historia cuyo máximo aliciente está en vernos desplazados, por primera vez, a la superficie del planeta hogar de los espectros. Un caramelo para un Sal Buscema que está espléndido ilustrando los paisajes de terror que revisten Mundo Espectral. Pero también en presentarnos la mayor hornada de caballeros del espacio hasta el momento. Tarm el buscador, Plor el pulsar, Vola la cazadora, Raak el quebrantador, Unam el invisible y Skera la escáner son los nombres que reciben estos valerosos guerreros metálicos diseñados con oficio por Sal Buscema y distintivamente caracterizados por Bill Mantlo. En cualquier caso, otro chute de entretenimiento bien entendido.

Conclusión.

Esta segunda entrega de la recopilación en tomos de la colección de Rom, no está al altísimo nivel de la primera, pero sigue siendo un artefacto de alta diversión para cualquier aficionado a las aventuras de corte superheroico.

En resumen, otro estupendo tomo muy merecedor de ser recomendado.

Enlace a la ficha:

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rockomic
18 comments to “Reseñas: Rom: Marvel Omnibus: La Etapa Marvel Original 2 (1982-1984)”
18 comments to “Reseñas: Rom: Marvel Omnibus: La Etapa Marvel Original 2 (1982-1984)”
  1. Este tomo es impresionante en todos los sentidos y es de lo mejor dibujado por Don Silvio aparte de un esmerado Mantlo, canela fina, vaya. Puro Marvel del bueno

  2. Un Tomazo espectacular, se mire por donde se mire. El hecho de recuperar las apariciones de Shang Chi, Namor y la Cosa era algo impensable hasta ahora. Si le añades unos mutantes y unos Super Soldados Sovieticos … lo dicho. Un Omnibus espectacular !!. Marvel en estado puro. Make Mine Marvel.

  3. A ver si por fin ,panini que ahora tiene los derechos de DC publica por fin Warlord ,que ya les vale y otras cosas y personajes menos vistos como las series de terror de los 70 Jhonan Hex ,tanto lo clásico ,como lo moderno , Sargento Rock ect ,ya para 2026

  4. Con lo que todos vamos pidiendo esos comics Jose Maria y no solo en esta web o en el foro pues haber si Panini tomase nota. Yo si que creo que hay un mercado para ese material y con DC apenas hollado seria un tema muy interesante

  5. Gracias, compañeros!! 🤗

    Mantlo y Sal Buscema se ganaron el cielo con Rom y Hulk. Desde luego, merecen mucho mayor reconocimiento que el obtenido.

  6. Un tomo imprescindible. Muy entretenido y con un alto nivel tanto gráfico como de guion. Se de buena fuente que Panini va editar el próximo año más clásicos y si todo acompaña, es muy probable que Warlord esté entre ellos. La idea parece ser continuar con títulos como Flash o Starman e ir añadiendo cosas de Kirby y otros clásicos. Veremos que dicen en unos meses en el avance editorial que el próximo año promete ser interesante.

  7. Ayer lo pille y le ojee por encima y me encantó lo que ví, mucho entintador distinto para Sal pero bien todos, y las portadas nivelazo la mayoría me ha encantado ver que recuperan la intervención de Shang-chi, añado ademas que gran parte de estos números no los he tenido nunca ya que de los transformers no llegué a hacerme con todos los. números donde salía de complemento ROM, eso sí el estacazo y soltar semejante pasta de golpe me destroza todo el presupuesto del mes para comics, un mes encima que aparte de algo pendiente de agosto han sacado y faltan por salir varias cosas de las que hago.
    Por ejemplo el Creepy del que es curioso que historieta de Corben que ilustra la portada del tomo viene en blanco y negro… y yo recuerdo haberla leído y tenerla a color… No se si en un Spirit o Famosos Monster de Garbo o en alguno de los tomos de historias. completas que editó Toutain…
    Y la recuerdo que lucía micho mejor que en blanco y negro, pero vamos que puede que la memoria me edté jugando una maña pasada.

    Recomendación :Mezkal de Jef, México, balaceras, bellezas exóticas, lisergía y drogas, enanos aviesos, violencia extrema, persecuciones, realismo mágico, gente chunga, música, misticismo,y un espectacular y lleno de detalles dibujo, muy bueno, me ha encantado, lo malo es el final…. no tengo claro que sea ese si más o es que tienen pensado los autores más tomos por que te deja un poco fuera de juego…
    La edición muy buena por cierto.
    Saludos

  8. Disculpen las faltas, mi vista de cerca va fatal sobre todo para escribir desde el movil, y cuando las veo más daño me hacen a la vista, una pena que no se puedan editar los mensajes.
    Saludos.

  9. Se me está abriendo el apetito con lo de Rom, por el apartado gráfico de Don Silvio sobre todo, uno de mis dibujante en mi Top 5 particular…..y es que jamás leí nada de esta serie, pero todo lo que escucho es para alabarla….Difícil dilema se me presenta y no puedo demorar mucho la decisión o esperar a que lo editen en BM y correr el riesgo de que esto no llegue a ocurrir….

  10. A mí lo de la saga que desembocó en el ataque Skrull a Clairton me gustó mucho en su día (y me dejó con el culo torcido al asistir a semejante “limpieza” de secundarios habituales, ríete tú de la Masacre Mutante, que realmente apenas afectó luego a la deriva posterior de las series mutantes.

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