Olvidados Marvel: Nómada, de Fabián Nicieza

Hay veces que parece increíble que ciertos personajes adquieran alguna relevancia. El caso que nos ocupa, el del Nómada, es una de esas veces. No estamos hablando de Steve Rogers, sino de Jack Monroe, el Bucky que acompañaba al Capitán América de los 50. ¡El Bucky de los 50!

Fue revivido en la etapa de JM deMatteis al frente del Capitán América, quien rápidamente le dio una variante del antiguo traje de Nómada que usara el Capi y lo hizo su compañero. Buscando su aprobación, dudas sobre su capacidad… todos esos lugares comunes fueron el caldo de cultivo del personaje en esa etapa, limitándose a dar saltos de tejado e tejado, lanzar sus discos y pelear de manera noble. Etapa por cierto que ha sido recientemente reeditada por Panini dentro de su línea de clásicos Marvel Gold.

Mark Gruenwald, sucesor de DeMatteis en la serie, siguió utilizando al personaje durante unos cuantos números, y más tarde lo volvió a recuperar en sucesivas ocasiones. El punto de inflexión le llegó cuando Jack decidió dejar la tutela del Capitán América, al sentir demasiado pesada la sombra de Steve sobre sí mismo. Pasaron los números y en su siguiente aparición, Mark Gruenwald nos lo devolvió con una actitud más agresiva, menos “tarta de manzana”. Ya no vestía capa, sino una chaqueta, aunque seguía llevando su máscara y su “look” superheróico. Lo alejó poco a poco de la sombra del Capitán América y asistimos a cómo se iba deslizando hacia una sombra de grises en su actuación a la hora de utilizar sus puños.

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Tras una historia corta en un Annual en el que definitivamente le cambiaron en vestuario y la actitud, Marvel decidió que era el momento de dedicarle una miniserie.

Los encargados de la miniserie fueron un prolífico Fabian Nicieza y James Fry III, al que francamente tengo muy despistado y no sé de más trabajos suyos. Podríamos decir que la premisa principal fue conferirle a Jack Monroe una actitud ya completamente opuesta a la del Capitán América, creando el enésimo tipo duro de Marvel.

Estaríamos equivocados.

Ey, es cierto. El personaje dejó de dar discursos y empezó a llevar pistolas, dejó su máscara por unas gafas de sol. Se dejó el pelo largo y dejó también de afeitarse. Se enfrentó a su antiguo compañero no sólo dialécticamente, sino también a golpes (algunos bajos).

-“Estoy preocupado por ti, Jack. Estás cruzando la línea”
-“Sabré que he ido demasiado lejos cuando no vea el lado de la línea en el que te has quedado”

La trama era ciertamente sórdida, de corte más realista que lo habitual en el género superheróico, incluyendo tráfico de armas y drogas entre americanos y rusos con prostitución de por medio, todo ello bajo la atenta mirada de la Comisión de Actividades Superhumanas, que tenía gran interés en la figura de Jack en tanto en cuanto estaba interfiriendo en una operación gubernamental. Encargó a la psiquiatra Andrea Sterman un estudio psicológico del Nómada, que concluyó que éste era un riesgo y mandaron al Capitán América a detenerle. El ambiente era oscuro, opresivo y propiciaba una cierta sensación de agobio al lector. La trama no era nada simple, con Jack sumido en una investigación que lo llevaba de una ciudad a otra de los E.E.U.U. , de una pista a otra, engarzando historias a cual más sórdida con funestas consecuencias para todo aquél con el que Jack se cruzaba.

Todo estaba dispuesto. Teníamos a nuestro nuevo Punisher. Pero…

El final de la miniserie cambió todo eso. Jack Monroe fue demasiado lejos, y no hizo falta que el Capitán América le recriminara su actitud. Él mismo se dio cuenta de que aquello fue demasiado. Se vio perdido. Devastado. ¿Y qué hizo el Capi al respecto? Decidió no entregarle. En una decisión moralmente muy ambigua, el Capitán América se saltó la ley y quizá hasta el sentido común. Le dio confianza. Después de lo que había hecho, le animó a seguir su propia senda, y confió a ciegas en que el hombre que conoció no podía haber cambiado tanto. Que podía redimirse, aunque no fuera como era él. Y tenía razón.

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No solo eso, sino que quedó como responsable de la nueva Bucky. Solo que en este caso, su “sidekick” no tenía más de un año de edad… Hija de una prostituta drogadicta que se había encontrado durante su investigación, Jack se sintió en la obligación de alejar a la niña de ese mundo y de una madre que no estaba en condiciones de atender las necesidades más básicas de la niña. La miniserie tuvo éxito. Al menos, el suficiente para dar el paso siguiente: le concedieron serie regular.

La serie duró 25 números, y viendo su temática nada espectacular y los temas tratados, es casi un milagro que llegara a esa cifra. El guión corrió a cargo también de Fabian Nicieza, acompañado por diversos dibujantes en su mayoría bastante efectivos, como un Clarke Hawbaker en la línea de Neal Adams o Pat Oliffe. Algo más flojo fue Rick Mays, aunque cumplidor y adecuado al tono de la serie.

La serie realmente merece la pena. Nicieza se mostró en su faceta más social y experimental, completamente alejado de lo que podía escribir en X-Men o New Warriors. Quizá el hecho de saberse en una serie minoritaria le dio alas para sacar lo mejor de su repertorio con historias arriesgadas y poco habituales en un cómic Marvel mainstream. Había muy poco que perder en el apartado comercial y mucho que ganar creativamente hablando. Nómada se convirtió en una extraña mezcla: con Bucky en la mochila, Jack Monroe era una especie de nuevo Lobo Solitario con su Cachorro a cuestas, pero salpicado con todo tipo de episodios con conciencia social mezclado todo a lo “road movie”.

Todo tenía cabida en esas historias: la violencia racista, las drogas, la prostitución, el SIDA, los grupos neonazis de utraderecha, los derechos de los homosexuales, de los animales, de los indios americanos, el drama de los sintecho, travestis, corrupción política… historias de gran calado social en su mayoría, entremezcladas con el crossover de turno entre su serie y las de Daredevil y Punisher, un cruce con la Guerra del Infinito, su persecución por parte de un USAgente enrolado por la Comisión de Actividades Superhumanas que todavía perseguía a Jack … el personaje no se aburrió ni un solo instante.

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Aunque como vemos la serie no olvidaba que existía en un universo de superhéroes, sus historias iban a otra cosa y en determinados momentos no me hubiera extrañado nada que estuvieran pasando en un mundo basado en la realidad y no integradas en el Universo Marvel. Nómada era un tipo duro con estilo propio. No era el Capitán América, ya que no le importaba mancharse las manos y siempre tenía una pistola o escopeta a mano; pero tampoco el Punisher, ya que prefería siempre la salida no-letal a sus problemas. Pero aunque no le gustara el correr de la sangre, tampoco dejaba de hacerlo si no veía otro modo.

Todo ello sin que el Nómada dejara de hacer honor a su nombre, ya que no estaba quieto en un sitio durante mucho tiempo: toda la serie fue un ir y venir por distintas ciudades, pueblos, carreteras y caminos. Jack nunca tenía más de un par de dólares en el bolsillo y se ofrecía para todo tipo de trabajos para poder comprarle los pañales a Bucky, al tiempo que se embarcaba en las misiones ¡con ella a la espalda! , en lo que parece a todas luces una terrible negligencia aunque, ¿dónde estaba más segura la niña realmente? Bucky fue realmente co-protagonista de la serie, con sus aventuras y desventuras, idas y venidas y cambio de manos en el centro de todo. Sin embargo, curiosamente, no adoptó muchas veces el inevitable papel de niña rehén al que parecía abocada.

El final de la serie, inédito en España, veía como Jack moría aparentemente salvando el Senado de los Estados Unidos. Bucky sería adoptada por un enemigo de Jack que se sintió responsable de la niña. Su siguiente aparición fue ya en Thunderbolts, también de la mano de Fabian Nicieza: pero esa es otra historia. Un capítulo de la vida de Jack Monroe se cerraba para no volver a abrirse. También para Marvel, ya que no se ha vuelto a ver en la editorial una colección tan socialmente comprometida, que tratara tantos temas incómodos y de calado aunque fuera superficialmente. ¿En qué otra serie Marvel te puedes encontrar al protagonista irrumpiendo en una habitación en la que el tipo al que quiere interrogar está vestido con un conjunto de lencería femenina mientras tiene sexo con un travesti?

Te echaremos de menos, Jack.

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adamvell

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