Aviso de posibles spoilers si nunca has leído estos cómics.
Tercer volumen ya, de los dedicados a recopilar la colección de los Vengadores.
En este nuevo ciclo de aventuras del grupo, Jack Kirby regresa a su puesto para una pequeña tanda de episodios, pero es Don Heck quien definitivamente se convierte en el dibujante oficial de la colección.
Concretamente, Kirby se ocupa de los bocetos en un par en números y del dibujo completo en un tercero. Precisamente, este episodio es el más importante del volumen y uno de los más relevantes de los 60 para el título. Se trata del número donde el grupo sufre su primera gran remodelación; donde el grupo prescinde, por primera vez, de todos sus miembros fundadores; y también la primera ocasion en la que entran a formar parte de los Vengadores una serie de personajes hasta ahora de segunda línea, que ni siquiera contaban en el lado de los buenos.
Pero también es el número que marca la despedida definitiva de Jack Kirby de la colección.
Pero, si empezamos por el principio, la etapa recogida aquí nos trae otras novedades importantes.
La primera de ellas es la presentación del Conde Nefaria, villano nobiliario que acabará paseándose por varias colecciones del UM, así como de la organización criminal internacional llamada la Maggia. Se da la circunstancia de que la Maggia es la primera organización criminal en debutar en el Universo Marvel, por delante de Hydra e IMA.
Mucho menos significativo es el nacimiento de una nueva raza de alienígenas, los Kallusianos, pero el episodio en el que son presentados es uno de los más dramáticos hasta el momento. Una carrera contra reloj para salvarle la vida a la Avispa.
Un nuevo enfrentamiento contra el Barón Zemo y los Amos del Mal es el último conflicto a resolver por la alineación de los Vengadores saliente, la formada por Iron Man, Thor, Capitán América, Hombre Gigante y Avispa. Un Zemo que esta vez se presenta acompañado por la Encantadora, el Verdugo, el Fundidor y el Caballero Negro.
Para la nueva formación, Stan Lee vuelve a echar mano de personajes de otras colecciones. Tres nuevos integrantes que se pondrán a las órdenes del Capitán América, el único Vengador que sigue.
Por lo que respecta a Rick Jones, su participación como personaje regular también finaliza aquí.
Ojo de Halcón se había estrenado como antagonista en la colección de Iron Man, así que podemos afirmar que procede del lado de los villanos. Sin embargo, pronto queda un tanto matizada esa condición.
Otro tanto ocurre con los otros dos nuevos miembros del grupo, la Bruja Escarlata y Mercurio. Los gemelos debutaron en la serie de la Patrulla-X como integrantes de la Hermandad de Mutantes Diabólicos, un grupo de supervillanos, pero el recelo de ambos hacia su líder, Magneto, se pone de manifiesto ya desde un inicio.
En el plano anecdótico, la Bruja Escarlata y Mercurio tienen el honor de ser los primeros mutantes en engrosar las filas de un supergrupo no mutante.
El viejo orden cambia, como reza el título de este mítico número 16 de los Vengadores. Empieza una nueva era para los Héroes más Poderosos de la Tierra.
El primer villano al que deben hacer frente los nuevos Vengadores es el Hombre Topo. Un Hombre Topo que esta vez cuenta con la ayuda de un ser monstruoso, el Minotauro, en uno de los episodios más flojos de esta etapa.
Lo más curioso de este número es la estéril presencia de Hulk. Curioso porque en realidad el gigante esmeralda no interfere para nada en la trama, pero los autores quieren poner de manifiesto que el conflicto de los Vengadores en el mundo subterráneo ocurre en el mismo lugar y al mismo tiempo que la historia protagonizada por Hulk en Tales to Astonish 69. Y lo hacen de una forma bastante insólita, incluyendo algunas viñetas de ese número de Hulk. Escasas viñetas que incluso valen para hacerle un hueco en portada al verdoso. Un Hulk que, por cierto, a estas alturas ya lleva meses volviendo a disfrutar de serie propia.
Del mismo bajo nivel es el último número incluido en el tomo, donde vemos como los Vengadores tampoco se libran de la recurrente amenaza militar comunista. Amenaza que esta vez tiene su origen en un país ficticio de Asia, supongo que por aquello de no mojarse demasiado.
Lo más interesante de estos números está en la relación entre los nuevos miembros de los Vengadores. Así, mientras los guiones siguen siendo bastante planos, los diálogos van ganando fuerza.
El inesperado protagonismo concedido a Ojo de Halcón, la Bruja Escarlata y Mercurio es una ocasión inmejorable para el desarrollo de sus personalidades. Y el hecho de que vengan del lado de los villanos no puede jugar más a su favor, en este sentido.
Por el momento, empieza a tomar forma la personalidad del arquero, el arquetipo de joven rebelde al que le disgusta recibir órdenes. Su carisma está servido.
Conclusión.
De nuevo estamos ante una serie de episodios cuyo valor está más en su trascendencia histórica que en la calidad de sus guiones y dibujo.
De todas formas, el número en el que nace la nueva formación del grupo está bastante bien, además de significar el inicio de una nueva era y despertar interés en cómo se desenvuelven los nuevos Vengadores.
Enlace a la ficha:
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El momento de cambio de guardia son duda es importantísimo (es un momento histórico dentro de la saga ficticia del grupo) pero como cómics en sí, realmente solo destacaría el enfrentamiento con los Amos del Mal (también histórico pero menos … aunque capital para los Zemo y el Capi, claro).
Sí, el cómic del cambio de guardia es más importante por lo que significó que por su calidad, pero yo creo que en su momento debió tener bastante impacto, que no es poco.