Reseñas: Biblioteca Marvel 55: Los Cuatro Fantásticos 11 (1966-1967)

Aviso de posibles spoilers si nunca has leído estos cómics.

La etapa más gloriosa de la colección de los Cuatro Fantásticos sigue su andadura después del volumen en el que tenía lugar la presentación de personajes primordiales de la historia de Marvel como son Galactus, Estela Plateada y Pantera Negra. Un volumen excepcional, pero este undécimo tomo recopilatorio no le va a la zaga, como veremos.

La vertiente más aventurera de la colección no puede más que intensificarse en el arco que abre esta nueva entrega. La Antorcha, acompañado de su amigo Wyatt Wingfoot, inicia un fascinante viaje desde Wakanda hacia la cúpula donde viven los Inhumanos, en busca del amor de la inhumana Crystal. Una aventura fascinante coronada por un despliegue imaginativo apabullante, a base de una combinación de personajes de leyenda, ciencia ficción y monstruos.

Entramos aquí en una serie de números donde los autores nos ofrecen una lección de cómo se deben narrar tres líneas argumentales en tres escenarios diferentes y de forma simultánea.

Por un lado, tenemos a Johnny y Wingfoot viviendo su alucinante viaje, por otro a los Inhumanos tratando de romper la barrera que les impide salir de su refugio, y finalmente al trío fantástico restante haciendo frente a Estela Plateada primero y a Klaw posteriormente.

La lucha contra Estela, en realidad, la origina una celosa Cosa en modo matón de barrio, de nuevo con Alicia como objeto pasivo de la disputa. La batalla contra Klaw, por su parte, destaca por su potencia visual y narrativa.

Por ponerle un pero a esta línea argumental, no queda clara cuál es la relación entre la barrera que mantiene atrapados a los Inhumanos y la Zona Negativa, a la que Reed vincula los hechos. Parece más un lapsus de Stan Lee que otra cosa.

El anual número 4 de los Cuatro Fantásticos, que también viene incluido en este volumen, es un episodio que también tiene su importancia histórica, al significar el regreso de la Antorcha Humana original, la de los 40, a la actualidad del Universo Marvel. El androide flamígero regresa de la mano del Pensador Loco en lo que resulta otro buen número, aunque sensiblemente inferior a los correspondientes al título mensual. La computadora conocida como Quasimodo, por cierto, hace aquí su primera aparición en el Universo Marvel.

El tomo cierra con otro plato fuerte, el inicio de la saga del Doctor Muerte cósmico. Una saga cuya segunda mitad queda para el siguiente volumen.

Cuando parecía que Lee y Kirby se habían olvidado de todos los villanos y demás personajes creados para Fantastic Four durante los primeros años, vuelve a llegar el momento para el archienemigo del cuarteto. Y su vuelta no puede ser más triunfal. Ni más ni menos que una de las sagas más míticas de la Marvel de los 60. Dejo el análisis completo de la saga para el siguiente tomo, pero de momento añado que estos dos primeros números también nos traen un asalto al cuartel de los Cuatro Fantásticos por parte del Hombre de Arena.

En paralelo a la saga del Doctor Muerte y Estela Plateada también vemos como sigue su curso la línea argumental protagonizada por los Inhumanos. Una trama que también seguirá su desarrollo y obtendrá su desenlace en un próximo tomo que promete ser tan memorable como éste.

Conclusión.

Otra obra maestra al nivel del anterior tomo, si bien en este caso las líneas argumentales quedan totalmente abiertas a la espera de la siguiente entrega de la Biblioteca Marvel Los Cuatro Fantásticos.

Pocas sagas hay en los sesenta que puedan tratar de tú a tú a una obra excepcional como el Doctor Muerte cósmico.

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