Esta reseña corresponde a lo que podría ser el hipotético sexto Omnigold de Iron Man, teniendo en cuenta que podría incluir por entero los Marvel Masterworks 11 y 12.
Los números USA incluidos son: Iron Man 82-112 y Annual 3 y 4.
Este hipotético sexto volumen recopilatorio de la colección de Iron Man, sería el ultimo antes de entrar en la celebrada etapa de Michelinie y Layton. O, por lo menos, el último antes de enlazar con la serie de tomos en formato Marvel Gold.
Tras la pobre etapa guionizada por Mike Friedrich, empezamos este nuevo volumen con la entrada de un nuevo guionista. Len Wein es el elegido, aunque en su caso no sé si se puede hablar de etapa puesto que se mantiene en el puesto durante tan sólo cuatro números.
La parte gráfica va a cargo de Herb Trimpe, aunque con alguna ayudita de Marie Severin más allá de las tintas.
Lo primero que hace Wein es sacarse de la manga un hermano del malogrado Kevin O’Brien, más conocido como el Guardián. Michael, que así se llama el hombre, viene con el cabreo puesto, responsabilizando a Tony Stark de la muerte de su hermano y prometiendo vengarle.
La novedad no es especialmente original, pero al menos le sirve a Wein para marcar territorio.
La verdad es que los números iniciales, a cargo de Wein y Trimpe, son tan flojos que ni siquiera sirven para mejorar el pobre balance dejado en los dos anteriores volúmenes.
El recurso de traer de vuelta al Freak, el alter ego monstruoso de Happy Hogan, es de lo menos apetecible a estas alturas. Y el hilo argumental del Fantasma Rojo tampoco es gran cosa.
Pero lo que tiene más delito es la sobrada de turno. Tony crea un nuevo modelo de armadura polarizada, que se esconde bajo la ropa como si fuera licra ajustada, desplegándose, casco incluido, en la conocida forma de acero en caso de necesidad. Y para completar tan avanzado ingenio tan sólo necesita cuatro herramientas y encerrarse un rato en su taller. Todo excesivamente ingenuo para la época. Eso sí, al menos el nuevo traje tiene un lado positivo: la horrorosa nariz desaparece del casco para siempre.
Tras la breve estancia de Len Wein, la colección entra en un canje de guionistas que no parece augurar nada bueno para la salud del título. Bill Mantlo, Archie Goodwin, Jim Shooter y Gerry Conway se van relevado en tan sólo un puñado de números, y eso sin contar un anual a cargo de Steve Gerber, que viene intercalado.
Por contra, en lo que respecta al apartado gráfico se impone la estabilidad en la figura de George Tuska. El dibujante, regresa así al título más importante de su carrera.
Sin embargo, a pesar del caos autoril, la serie viene recuperándose paulatinamente a nivel argumental.
El arco de presentación del supervillano Ventisca, a cargo de Bill Mantlo, no está mal. El tipo es la nueva encarnación de Jack Frost, uno de los cutre villanos de la primera época de la colección, dentro de Tales of Suspense, pero aplicándole un lavado de cara en forma de nuevo uniforme la mar de chulo.
Ventisca pretende controlar el clima de todo el planeta mediante el Climatrón, un ingenio que roba de las instalaciones de Stark Internacional.
Pero el número que sobresale en este tramo, y diría que en todo el tomo, creo que es el anual número 3 de Iron Man. Steve Gerber, con la inestimable ayuda de Sal Buscema, lleva el argumento a uno de los terrenos en los que le sobra experiencia. Concretamente al de uno de sus mejores trabajos para Marvel, el del Hombre-Cosa y su ecosistema favorito, los Everglades.
Todo tiene inicio cuando Tony Stark se desplaza hasta la zona para financiar la reconstrucción de Omegaville, el proyecto de ciudad ecológicamente sostenible nacida en las páginas de la criatura del pantano. Ya con Iron Man y el Hombre-Cosa presentados, la historia toma un nuevo rumbo hasta derivar en una trama de lo más delirante. Una niña es engullida por el pantano para luego resurgir con la conciencia del Hombre Molécula. A partir de aquí, el desmelene.
Una locura francamente divertida, en la que tampoco falta cierta carga de mensaje social.
Entre Archie Goodwin, Jim Shooter y Gerry Conway se las arreglan para pasarse el testigo en una nueva saga en la que el Controlador vuelve a hacer de las suyas. El villano cuenta con la ayuda de un fiel mendigo y de los Hermanos de Sangre, mientras que Daredevil es la puntual estrella invitada. La verdad es que, pese a la aglomeración de guionistas, el arco no está mal, y creo que Tuska hace un buen trabajo narrativo.
Los autores aprovechan dicha saga para renovar el plantel de secundarios. Uno de tantos lavados de cara, seguramente a falta de mejores ideas. Mientras Happy y Pepper dimiten de Stark Inc, hace su entrada una nueva secretaria, Krissy Longfellow, y un viejo amigo de Tony, Abe Klein, se incorpora en un departamento más científico.
Tras un discreto número en el que Iron Man vuelve a vérselas con el Fundidor, Herb Trimpe da descanso a George Tuska en un pequeño arco, todavía bajo la batuta de los guiones de Gerry Conway.
Iron Man se ve envuelto en la clásica amenaza para controlar a la humanidad, esta vez bajo maquinación de un viejo conocido de la serie de Namor, el Comandante Kraken. El resultado es una aventura de piratas de lo más naif, pero también un divertido relato de misterio y fantasía que se ve beneficiado por la estupenda labor narrativa de Trimpe.
Mantlo coge las riendas.
Finalmente es Bill Mantlo quién se lleva el gato al agua y se hace con el puesto de guionista de forma estable, aunque ayudado puntualmente por Gerry Conway en los primeros números. Sin cambios en el apartado gráfico, que sigue en manos de George Tuska.
El cuarto anual del latas abre fuego en esta nueva etapa. Nuestro héroe pide ayuda a los Campeones para hacer frente a MODOK y a IMA, en lo que no pasa del típico anual con estrellas invitadas y fácilmente olvidable.
Volviendo a la serie mensual, Mantlo empieza recuperando a Último, el poderoso gigante, que viene a sembrar el caos y la destrucción en los alrededores de la Casa Blanca.
Pero pronto el guionista se pone el esmoquin de director y comienza a tomar decisiones. Primero trae de vuelta a la colección a Jasper Sitwell, y a continuación decide apropiarse de Michael O’Brien como personaje, dotándolo de mayor protagonismo y aplicándole un giro de 180°.
En su plan por vengar a su hermano Kevin, Michael se enfunda el traje del Guardián, el que precisamente vistió el propio Kevin. Un Michael O’Brien, por cierto, que pasa a engrosar la lista, cada vez menos privilegiada, de personajes conocedores de que Tony Stark y Iron Man son la misma persona. La cuestión es que O’Brien se da cuenta de que ha juzgado precipitadamente al latas y, avergonzado, decide jugar a ser superhéroe.
Todo esto ocurre en el transcurso de un arco asestado de personajes y situaciones, que acaba derivando en un juego de intercambio de armaduras de lo más loco. Tony Stark y Michael O’Brien acaban, los dos, vistiendo ni más ni menos que tres armaduras en unas pocas páginas, concretamente la actual de Iron Man, la primerísima armadura roja y dorada diseñada por Steve Ditko y la armadura del Guardián.
También anda por ahí Fuego Solar, mientras que, quién estaba detrás de todo no es otro que el Mandarín. Un Mandarín que estrena traje ajustado, seguramente para adaptar su imagen a los cánones de súper tipos pijameros.
En definitiva, no creo que sea un mal arco para nada. Quizás quede un poco saturado, pero es cualquier cosa menos monótono.
Menos suerte tiene la línea argumental que sigue, que creo que desentona un poco en la digna línea marcada por Mantlo. La historia encajaría a la perfección en la serie de Hulk. Iron Man se desplaza a la Europa del Este, a un escenario de estética y espíritu medieval, donde un tipo llamado el Caballero Temible siembra el terror. El Monstruo de Frankenstein también juega un papel en lo que resulta una historia un poco sensiblera, discretita.
Llegamos al momento de la gran saga de esta etapa. Una saga que yo calificaría de desconcertante por la diferencia entre lo que trasmite inicialmente y lo que acaba ofreciendo a la postre.
Estamos hablando de que el gran villano de la función es un patán como Midas, cosa que no ofrece muy buenas perspectivas.
Un Midas que compra Industrias Stark (sí, tal cual), con pasmosa facilidad mediante trapicheos de estar por casa.
Luego nos encontramos con la inesperada sorpresa de que Krissy no es otra que Madame Máscara vistiendo una máscara de mujer encima de la suya. Por si fuera poco, no pasan dos minutos que ya tenemos a Iron Man y a la enmascarada Whitney Frost de nuevo locamente enamorados y a Sitwell celoso perdido.
Un Tony Stark al que un supervillano le acaba de comprar su empresa armamentística, pero que parece vivir tan tranquilo como a quien le sacan un peso de encima.
Y, por último, Sota de Corazones se suma a la fiesta únicamente para acabar metiendo la pata.
De modo que nos queda un panorama inicial confeccionado a base de lo que parecen ideas ilógicas y precipitadas.
Sin embargo, Mantlo se las arregla para encauzar los diferentes hilos hacia algo mucho más consistente de lo que presagiaba la parte inicial de la saga.
No faltan ideas que de entrada descolocan, como la heterogénea unión de personajes que le deben favores a Iron Man, pero acaban teniendo su función en la trama. Se trata de un equipo formado por Michael O’Brien, ahora convertido en el nuevo Guardián, Eddie March, el boxeador fan de Iron Man, la Capitana Jean Dewolff, su hermano Brian en su identidad de El Espectro y Jack Hart, alias Sota de Corazones, que se une al grupo de fans del latas a sabiendas de su metedura de pata. Los hermanos Dewolff, por cierto, no conocieron al vengador dorado en su propia colección sino en Marvel Team-Up.
El tramo central de la saga se convierte en un todos contra Midas. Una batalla campal a la que también se suma SHIELD, contra el inmenso potencial de Stark Industries, ahora bajo la batuta del orondo supervillano. Aunque sólo sea por el ritmo frenético y golpes de efecto varios, acaba resultando un buen entretenimiento.
Por si fuera poco, Mantlo trae de vuelta a la colección a Marianne Rodgers. La ex de Tony provista de poderes mentales, sale del manicomio para presentarse en pleno clímax contra el Midas, dar el remate al villano y consecuentemente a la propia saga.
La pobre Marianne pronto regresa al manicomio y vuelve a desaparecer de la continuidad, pero eso no impide que volvamos a encontrarnos con el enésimo cambio de rostros en la nómina de secundarios. Madame Máscara y Jasper Sitwell vuelven a formar parte del entorno de Tony, pero lo más sorprendente es la decisión de Sota de Corazones de quedarse como comparsa del vengador dorado. Algo así como compañero en prácticas en el ramo de los superhéroes.
Antes de pasar a la saga que cierra este volumen objeto de reseña, Iron Man se enfrenta al Hombre Creciente en una especie de epílogo de la saga del Midas. Chaqueta Amarilla interviene como estrella invitada.
Ahora sí, esta etapa reseñada creo que termina de la mejor forma gracias a una nueva línea argumental que es pura fantasía. Bill Mantlo, claro está, es quien sigue sosteniendo la batuta, mientras que el dibujo a lápiz se lo reparten entre Keith Pollard y Carmine Infantino. Los dos dibujantes ya se habían encargado, por cierto, de ilustrar los dos anteriores números, sustituyendo así a George Tuska.
La cuestión es que un juguetón Mantlo se embarca en una trama cósmica cargada de golpes de efecto y adrenalina.
Iron Man y su nuevo compañero, Sota de Corazones, deben viajar a la luna donde ha aparecido una extraña construcción en forma de huevo. El armatoste resulta ser un portal hacia una nave rigeliana, una nave que comanda una interminable flota. Los rigelianos, conocidos comúnmente como colonizadores, se disponen a eso, colonizar un mundo en el que poder acomodarse tras echar a sus actuales habitantes.
Lo más interesante está en el susodicho planeta y en sus ocupantes. El nombre del planeta, Wundagore II, es más que suficiente para adivinar que estamos en un capítulo más de la saga de los Nuevos Hombres creados por el Alto Evolucionador.
La consecuencia es una batalla estelar en el otro extremo del Universo entre rigelianos y Caballeros de Wundagore. Y Iron Man y Sota de Corazones en medio.
Quizás el fondo del argumento sea algo inocentón, pero el arco no puede ser más entretenido. Todo por obra y gracia de un as en el arte del recreo en los tebeos llamado Bill Mantlo.
El elemento sobrante es la intervención de los Supersoldados Soviéticos, formados aquí por la Dinamo Carmesí, Estrella Oscura y Vanguard. Su única función, francamente, parece la de personificar una Unión Soviética débil y rendida a los pies de los todopoderosos Estados Unidos, una tenue manifestación patriótica que el propio Mantlo ya puso sobre la mesa en la serie de los Campeones.
Conclusión.
Considero que estamos ante un volumen más que correcto, sensiblemente por encima del desaguisado de los dos anteriores. De hecho, junto al segundo, es uno de los que más me han gustado de la trayectoria de Iron Man, que tampoco es decir mucho.
Principalmente, se ve beneficiado por buena parte de la etapa guionizada por Bill Mantlo, que resulta la mar de entretenida, mientras que la etapa inmediatamente anterior sin guionista estable tampoco está mal, con el anual de Steve Gerber coronando todo el volumen.
Lo peor es sin duda la breve etapa de Len Wein que inicia el tomo, mientras que el apartado gráfico, en conjunto, se mueve entre lo flojo y lo correcto.
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Buen trabajo, Rock. Buen análisis y buen resumen. Y buena producción la tuya. Añadir que la saga de Midas es de las más recordadas de la «Era Vértice», como podrá confirmarte el buen Luis, padrino espiritual de este foro.
Sin ser ningún imprescindible (eso llegará con el tándem Layton/Michelinie), esta etapa (etapas: Wein y Mantlo) es ya una notable mejora respecto a la lamentable media previa (hasta ahora solo alguna que otra historia suelta podía ser salvada …de hecho costaba ya seleccionar buenas historias para hacer una antología de lo mejor del Iron Man de los sesenta y primera mitad de los setenta).
Aunque sí, es difícil llamar etapa al paso episódico de Wein por la serie. Se centró en los mediáticos Asombroso Spider-Man e Increíble Hulk.😈
Mejor Trimpe y Severin que Wein en todo caso
El nombre de Guardián y la tecnología de su armadura acabaría en la prisión estatal para supervillanos La Bóveda. Y finalmente. Michael O’Brien acabaría recalando en Los Vengadores (en el personal del equipo de apoyo) como Jefe de Seguridad.
Lo de la nariz en la «máscara» del casco de Iron Man quedaba como el culo. Se supone que la idea era dar más expresividad a un personaje que lleva por cara la mayor parte del tiempo una máscara de metal …pero es que quedaba ridículo (como los pezones en la batarmadura …algo de lo que se choteaban hasta George Martin:»…tan inútil como unos pezones en una armadura», apropiado para el caso😈).
El baile de guionistas fue un ejemplo de los cómics escritos «en comité» (aparte del guionista acreditado solía haber implicados al menos otro par de personas, casi siempre uno de ellos el editor de la serie …y a menudo el propio Editor Jefe) de finales de la Era Goodwin y comienzos de la Era Shooter (Shooter ya había empezado como hombre de confianza de Goodwin …antes de hacerle un Juego de Tronos con ayuda de Stan Lee, al que le costaba mantenerse alejado de las cosas de palacio). Buen ejemplo de estos cómics escritos en comité en esos años fue la serie de Los Vengadores (así y todo con un sorprendente nivel de calidad …algo que no se repetiría ya en los ochenta y noventa con los numerosos cómics escritos con este sistema).
El Anual de Gerber (con su pantanoso amigo) y Sal Buscema sería la joya «oculta» (sin ser magistral) del hipotético tomo. Lo de Midas sería lo más recordado del lote.
Y sí, el nuevo diseño de Ventisca molaba. Y el de Sota de Corazones (Jack of Hearts) era una tortura para los dibujantes, ja (demasiados pequeños detalles).
Y sí, está etapa es seguramente lo más destacado del arte marvelita de George Tuska (fuera de Marvel podríamos sumar su colaboración en comic-strips como Buck Rogers, Superman y especialmente Scorchy Smith).
Nada raro en Mantlo que recurra a la repesca de algunos de sus personajes fetiche (en este caso Jean DeWolff y Jack Hart). Algo que repetirá en el futuro en series como Peter Parker e Increíble Hulk (con personajes como Tigre Blanco y Mapache Cohete).
…Y probablemente solo a Mantlo se le ocurriría darle un «sidekick» a Iron Man.😈
Que, ojo, me gusta mucho Sota de Corazones.
El afroamericano Keith Pollard (en una Marvel en la que todavía escaseaban los dibujantes «de color»: Arvell Jones, el bueno de Billy Graham, Ron Wilson y poco más …aunque en estos últimos setenta se suman Denys Cowan y Trevor Von Eeden en la serie de los Héroes de Alquiler …los editores y guionistas afroamericanos tardarían más, siendo un jovenzuelo Jim Owsley el primero unos años después, como protegido de Shooter) tampoco lo haría mal…o el veterano Carmine Infantino (al que se le suele dar MUY mala prensa en sus trabajos marvelitas.
Gracias Rocky, un tomo bastante decente e interesante. Nunca leí esta etapa, espero que vea la luz algún día, aunque el amigo latas parece que no agrada a Sir Julián Clement de Alejandría.
Un saludo
Lógico, esto tan solo lo publicó Vértice (en B/N).
Iron man no vende ni aquí ni en USA, ya lo comenté que desde marvel habian dicho que se estaba vendiendo bastante mal, espero que repunte o que, pese a todo, vayan saliendo tomos poco a poco porque es un material que yo creia inédito de hecho, pero aquí el compañero suso es una interminable fuente de conocimientos comiqueros.
Saludos.
Muchas gracias, amigos. 🤗
Esperemos noticias para el año que viene para el tercer tomo. Tengo buenas vibraciones. 😀
Recordad que todo esto ya lo publicó Panini en la BM Iron Man. O sea que ya van dos ediciones, y yo creo que no se van a quedar en dos.
Sí,Ben la Biblioteca Marvel de Forum también están, también en B/N (pero manda huevos que hasta lo de Vértice fuese más próximo al original …al menos no necesitabas lupa para leerlo😈).
Sí, pero Iron Man ya le tocó a Panini. Cuando salió la BM ya habían hecho el cambio de editorial.
Sí, aunque Panini se limitó a ser continuista (para no empezar con problemas) y publicar lo que ya estaba previsto (de hecho era una línea que por su baja cuota de beneficio respecto al trabajo que suponía no les resultaba nada atractiva a la nueva editorial).
Me alegro que coincidamos respecto a este tomo. Ciertamente, no está nada mal.
La parte de Mantlo y de Gerber no.
Muchas gracias Rock….
A mí me parece este junto con el de Colan el mejor de Iron man…
Y creo que lo lógico sería que se publicase antes que los anteriores.
De igual manera Daredevil, que también me parece el mejor el último.
En el caso de Hulk ya me iría al penúltimo, pues es el único que no ha visto el color en toda la serie del verde.
Y la saga de la Arpía que me parece genial…
Saludooooos!!!!
Muchas gracias, Aurelio.
Dudo mucho que se salten tomos. Seguro que van a ir en orden.
En el caso de Hulk ni siquiera estaría justificado porque todos merecen la pena.
Sí, Increíble Hulk puedes empalmar hasta Peter David y no hay desperdicios (apenas algún número suelto, no etapas).
Pues revisando las bibliotecas Marvel, veo que tenéis razón, incluso diría que el tomo de Daredevil próximo es bien bueno, y el siguiente también , la verdad es que Colan puede con todo.
El que veo más flojo es el de Gerber.
Aunque me encanta en otras series , Defensores, Howard y Hombre cosa…
En Dan defensor regu….
Iron man creo que comprare el tercero o el quinto, la verdad es que a mí Tuska me gusta mucho…
De Hulk considero mejores los cómics del posible 3, que los del 4, lo único que tengo casi todo en color de Bruguera que releí en la pandemia…
Ahh , se sabe algo de un posible MLE de Powerman?. Sus números de Robbins y Tuska me encantan….
Chao…
DD, como serie, antes de Roger McKenzie, era una mediocridad, como Iron Man antes de Mantlo y Layton/Michelinie (y Mantlo todavía no suscita consenso en esa serie y en Marvel Team-Up, pese a ser muy bien visto en Increíble Hulk y otras). Y eso que por la serie se pasó buena gente desde el principio (pero nunca destacó…y a los guiones les costó mucho levantar cabeza, fuera de alguna historia aislada …lo mismo Iron Man).
Hoy apenas se le recuerda, pero Tuska (y los más jóvenes, incluidos los de la «Era Fórum», que de jóvenes ya poquito, le suelen denostar) tuvo sus fans (principalmente por Iron Man …y especialmente por la saga de Midas) en España en tiempos de Vértice, como Frank Robbins (todavía apreciado por sus comic-strips pero ya no por sus trabajos marvelitas …y en su día sí habían gustado sus trabajo en DD, Capi y especialmente Invasores, incluso relativamente en Mosca Humana, pese a ser un fracaso Bruguera, en parte ya porque Bruguera ya estaba en implosión), Don Perlin (sobretodo en Hombre Lobo, que tuvo bastantes fans con Vértice) o Carmine Infantino (mucho más conocido en España en el milenio pasado por sus trabajos marvelitas que por Flash, al contrario que en USA y Latinoamérica). Para algunos (la mayoría de sus lectores actuales) DD empezó con Miller, pero ya los números previos de Robbins y Colan (y sus fill-ins en los inicios de la etapa Miller, todavía con McKenzie, al que pronto Miller se sacó de encima con la aquiescencia de O’Neil, aunque le hicieron hueco en el Capi y algunos What If).
Bueno, coño, hoy hay quien denosta a Trimpe, que en su día fue queridísimo por estos lares. A mí no me importaría que recuperasen más cosas suyas, incluso menores, como The Shogun Warriors o el muy curioso Godzilla, King of the Monsters (ambas series breves y en compañía de Doug Moench).
El MLE de Luke Cage no funcionó demasiado bien al parecer (pero muchos de los MLE en el pasado se han vendido muy lentamente, acuérdate del Silver Surfer del italiano, los magazines de Hulk o los Namor y Pato Howard …y se acaban vendiendo, vale que son solo 1500 ejemplares, se suelen recotizar bien e incluso los que les suelen resultar menos atractivos suelen acabar interesando a gran parte de los coleccionistas clásicos más «hard», que igual los dejan para más tarde pero muchos acaban picando igualmente cuando pueden… aunque igual va la cosa a menos en el futuro próximo con esta escalada de precios), pero se prevé que salga el segundo (problemas de materiales no habrá al menos), como también con Spider-Woman. Más me preocupa Defensores (que tampoco ha funcionado en ningún momento como de esperaba, pese a su calidad…pero, lo dicho, muchos otros MLE han empezado lentorros en ventas), en parte también por ser una serie extensa (y quedar lo menos glamuroso para los más clasicorros).
Muchas gracias…
Menuda máster class.
Yo empecé con vértice, y Hulk era Trimpe. Dan defensor Colan. El hombre de hierro Tuska .
Thor Kirby y en grande buscema, cómo los 4f. Etc.
Hulk en España fue sobretodo Trimpe (y mira que no era fácil ser el relleno del emparedado entre dos dibujantes con tanto estilo y personalidad propia como Kirby y Sal Buscema) casi hasta Bruguera (luego, con Bruguera y Forum se fue imponiendo don Silvio, claro). (Además que entre comic-books y comic-strips Trimpe se tiró décadas con el personaje… aunque eso se notó más en USA)
Entre Defensores e Increíble Hulk don Silvio se acabó quedando como el dibujante más icónico del gigante esmeralda, pero para los veteranos tito Herbie tiene todavía un rango.
Hola .
Pues la solución más eficaz para que se vendan bien los M L E.
Es aumentar el grosor…
Si editan un volumen con los números que faltan por editar de Powerman en lugar de dos del tamaño del primero, se agota en breve…
Lo mismo pienso para Spiderwoman…
Todos los tomos superiores a 600 páginas desaparecieron enseguida…