Reseñas: Shang-Chi: Marvel Limited Edition 5: «Triunfos de la Carne» (1980-1981)

El quinto tomo recopilatorio correspondiente a la colección del héroe de las artes marciales por excelencia de Marvel, a diferencia de los anteriores, no abarca una etapa marcada por un único dibujante regular (fill-ins aparte). Si el anterior volumen englobaba la primera parte del periodo de Mike Zeck como artista gráfico, esta nueva entrega completa la etapa, pero también da inicio, en el tramo final del tomo, a la correspondiente a Gene Day como dibujante a lápiz.

Si el anterior volumen constituía un bloque argumental por entero, culminando en el brillante acto en siete capítulos, «Guerreros del Amanecer Dorado», lo que aquí tenemos es bastante menos ambicioso, pero no necesariamente peor.

Una vez desmantelado el brazo corrupto del MI-6 entramos en una nueva era para el equipo protagonista.

De entrada, nos encontramos con un atisbo de cambio de escenario cuando Shang-Chi y Leiko deciden quedarse en Nueva York motivados por el deseo del primero de dejar atrás la vida de violencia, mientras Sir Dennis Nayland Smith, Black Jack Tarr y Clive Reston regresan al Reino Unido.

La estancia en Nueva York se salda con tan sólo un par de líneas argumentales, además de la presentación del hermano de Leiko, David Wu. Dos historias de ámbito urbano y carácter social.

El primer arco es uno de los más puramente propios del género de artes marciales. Una historia de violencia entre bandas rivales de Chinatown, en la que Chi, siempre fiel a sus convicciones, intenta jugar un papel diplomático, incluido discurso pacifista. El otro número es una historia sobre las supersticiones de una anciana china, amenizada con el ataque de un si-fan y su adiestrado gorila.

Precisamente, este deseo de Shang-Chi de alejarse de los juegos de engaño y muerte, como los llama él, sobrevuela toda esta etapa. Una lucha por abandonar la clase de vida que le ofreció Nayland tiempo ha, que marca decisivamente algunos episodios, en especial el que se enfrenta Al Asesino de Sombras. Una estupenda historia cargada de simbolismo, en la que el oponente de Shang-Chi es su antítesis. Un luchador cuya meta es ser el mejor en lo suyo, y para ello debe matar a Shang-Chi, o morir en el intento. Un tipo cuyo modus vivendi es la violencia frente otro que quiere huir de ella.

Pero la gran novedad de esta segunda parte de la etapa dibujada por Mike Zeck, es la nueva agencia de investigación creada por Nayland Smith, Restauraciones Independientes S.A., con sede en Escocia, en el espectacular castillo de Stormhaven. De alguna forma, un vuelta a empezar para Shang-Chi. El «chino» no es capaz de decir que no y acaba cruzando el charco e involucrándose en el nuevo proyecto.

La línea argumental que supone el regreso de Shang-Chi y Leiko junto a sus compañeros de andanzas, consiste en una trama muy marca de la casa dentro de este título. Espionaje con tintes de ciencia ficción, muy del estilo de James Bond, no especialmente novedosa pero sobradamente emocionante.

Una trama en la que un agente del KGB llamado Samisdat usa una secta, la Luz del Alba, como tapadera en su estratagema para incitar el caos y la subversión en occidente.

Un magnífico arco rubricado por el interés que despierta todo lo relativo al nuevo cuartel general capitaneado por Nayland Smith. Incluidas una presentación a fondo por parte de su propietario y unas páginas extra con todo lujo de detalles y planos, todo ello diseñado con elegancia por un excelente Mike Zeck, más el preciso entintado de Gene Day.

Sin olvidarnos de las piezas que hacen funcionar la maquinaria de Stormhaven, es decir, el equipo, ya instalado entre sus muros. No falta nadie, Black Jack Tarr, Clive Reston, Melissa Greville y los viejos socios de Nayland el Doctor Petrie y Lyman Leeks, más la presentación de Mandy Greville, la adolescente hermana de Melissa, que se une a la nómina de secundarios. Shang-Chi y Leiko Wu, por supuesto, pasan a ser también inquilinos de Stormhaven.

El siguiente episodio nos trae la presentación de otro interesante personaje, Rufus Carter, o el Tuerto Carter. Un luchador de karate al que le falta un ojo, que incrementa la cuota de artes marciales del título. Otra interesante trama a rebufo de la anterior, en la que Shang-Chi experimenta los juegos de engaño en primera persona, y en la que Moench pone sobre la mesa las malas praxis de la CIA.

De camino al número estrella de esta etapa, el número 100 de la colección, nos encontramos con uno de los episodios más chocantes. En el castillo de Stormhaven tiene lugar un guateque con invitados y un intento de robo, que son el escenario para un ingenioso relato lleno de ironía y humor fino. Un episodio conducido por una serie de textos a pie de página que podría haber firmado Steve Gerber.

A continuación, regresa el Tuerto Carter en una potente historia de corrupción policial que definitivamente sitúa a la CIA en los niveles del MI-6 en el anterior volumen. Moench no deja títere con cabeza tratándose de agencias de inteligencia gubernamentales.

En este punto, la inocente Mandy empieza a tomar protagonismo como la alegría de la casa, cuando recibe el permiso de Sir Dennis para abrir una escuela para ciegos en el propio castillo.

El número 100 de la colección trae consigo uno de los episodios más brillantes de esta etapa. Un número de doble grosor que nos cuenta una asombrosa historia de inevitable sabor pulp, dividida en tres partes acontecidas en diferentes épocas.

En el primer capítulo nos encontramos con las primeras páginas dibujadas directamente por Gene Day, en lo que es una primera cata del cambio que tendrá lugar un par de números más adelante, mientras que los otros dos capítulos siguen siendo obra de Mike Zeck.

Lo que empieza como un relato de espionaje protagonizado por unos jóvenes Nayland Smith, Petrie y Leeks en base a temática del antiguo Egipto, va hilando en una trama de misterio e intriga que revive la figura de Jack el Destripador. Una historia fascinante, tan lúgubre como romántica, que resulta un triunfo para Fah Lo Suee. La hermana de Shang-Chi obtiene aquí su más profundo desarrollo y, en buena parte, es el eje de la trama junto al elixir de la inmortalidad. Pero también Nayland Smith y Leiko salen fortalecidos como personajes. Sin olvidarnos de Fu Manchú, cuya vileza y su retorcido plan nos vuelven a cautivar en los dos primeros capítulos, situados ambos en el pasado.

Mike Zeck finaliza su largo recorrido en Master of Kung-Fu con un episodio que es una segunda parte del número 76. Shang-Chi se reencuentra accidentalmente con el anciano que protagonizaba aquel número autoconclusivo, en una interesante vuelta de tuerca en la que ambos cambian las tornas.

Empieza la etapa Gene Day.

Gene Day empieza su recorrido en Master of Kung-Fu como dibujante titular con un fill-in. Se trata de uno de los poquísimos números en los que Doug Moench se toma un descanso en el total de su larguísima etapa. Una historia de intriga guionizada por Peter B. Gillis, que no pasa de correctita, perfectamente prescindible.

Ahora sí, la etapa Moench-Day tiene inicio en los dos arcos argumentales que cierran este volumen, si bien la etapa obtendrá su mayor grosor en el tomo que sigue a éste.

El estilo de Gene Day con el lápiz es claramente de la escuela Paul Gulacy. Es algo que ya podemos constatar en estas dos primeras líneas argumentales, tanto en el aspecto narrativo como en el técnico. Lo suyo son la sucesión de viñetas encadenadas, las composiciones de página y los juegos de claroscuros y contraluces. Con eso se sobra para expresar todo lo que nos quiere contar, sin necesidad de un dominio técnico de las figuras, ni de los rostros. Dominio del que, en efecto, no está especialmente dotado. Es narrativa pura y dura, y el resultado creo que satisface cualquier expectativa.

Casualidad o no, el retorno a un estilo de dibujo parejo al de la mítica etapa de Moench y Gulacy trae de regreso una larga lista de nombres que hicieron fortuna en aquella etapa que vimos recopilada en el segundo tomo. Personajes como Juliette, Shen Kuei alias el Gato, Pavane, Velcro y una nueva y doble versión de Puños de Navaja vuelven a la primera plana en tan sólo dos arcos.

El primer ciclo argumental, con el puerto de Hong Kong como escenario, trata una siniestra operación para sacar a flote un viejo barco nazi que guarda un secreto letal. El segundo, por su parte, trae ecos de venganza en la figura de un renacido Carlton Velcro y sus lacayos, los hermanos Puños de Navaja. Guiones notables que se ven beneficiados por la destreza de Gene Day creando ambientes sucios y opresivos.

En la siguiente entrega, mucho más de Moench y Day.

Conclusión.

No creo que este quinto tomo tenga mucho que envidiar al anterior. Aunque sea algo más disperso, especialmente debido al cambio de artista gráfico a medio camino, contiene una serie de arcos estupendos, coronados por el excelente número 100 de la colección.

Sigue siendo un tomo muy recomendable.

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rockomic

18 Comments

on “Reseñas: Shang-Chi: Marvel Limited Edition 5: «Triunfos de la Carne» (1980-1981)
18 Comments on “Reseñas: Shang-Chi: Marvel Limited Edition 5: «Triunfos de la Carne» (1980-1981)
  1. Buena reseña y gran resumen Rockomic, como es habitual.
    Otro imprescindible de Shang Chi.
    Acaba la etapa Zeck y comienza la de Day (cuyos mejores números vendrán en el siguiente tomo, poesía pura).
    Como bien dices, un tomo de transición pero con números de calidad innegable, tentó en guión como en dibujo.
    Ese número introspectivo de Shang Chi, guerra de bandas en Chinatown, la ‘secuela’ del mítico Humo, abalorios y sangre, el número del centenario con Fu Manchu, Faa lo Sue y Jack el destripador etc etc.
    Grandes recuerdos me trae de la etapa Vértice, Surco y las grapas USA que tuve que conseguir con mucho esfuerzo gracias a una librería especializada porque recordemos que la entonces última edición española de esa etapa (la mencionada Surco), se quedó a mitad del número 99 americano.
    Muchos años después vendría aquel tomito en blanco y negro de Tesoros Marvel con la etapa final de Moench y Day que veremos en el próximo limited… pero se saltaban todos estos números del 99 al 106 creo.
    En fin, nostalgia de la buena y tebeos de los buenos también.
    Saludos para todos.

    • Nostalgia y no solo nostalgia. Buenos cómics. La etapa imperial es la de Gulacy, pero el tempranamente fallecido Day hizo un hermoso trabajo y también Zeck hizo un gran trabajo en esta serie, y Moench, con sus evidentes altibajos, se sentía cómodo trabajando con los tres (no tanto con otros). La serie, lamentablemente, se vería perjudicada por la nunca disimulada enemistad entre Shooter y Moench, que escaparía a DC.

  2. Tengo todos los tomos que sacaron de MLE y merecen muchisimo todos la pena. En concreto este contiene los primeros numeros de la etapa de G.Day que no estan incluidos en el Tesoros Marvel que se edito en su día. Es muy recomendable como toda esta colección.
    Con especial cariño guardo recuerdo de Sombras de un pasado silencioso ya que lo tenia de pequeño y no paraba de releerlo una y otra vez y ahora de mayor lo sigo haciendo.
    En este numero ademas aparece uno de mis villanos favoritos de MOK que es Puños de navaja.
    En definitiva un tomo muy recomendable de una de las mejores colecciones de Marvel de todos los tiempos

    • Otro saludo para ti, Suso.
      La enemistad de Shooter y Moench acabó, como dices, con la fuga de éste último rumbo a DC (no fue el único como ya sabes).
      De todas maneras, la muerte de Day y diez años seguidos en la colección ya evidenciaba el agotamiento de Moench.
      Si a eso le sumas que otros guionistas no sabían tratar al personaje ni coger el tono de la colección, amén de que empezaba a esfumarse en Occidente la furia setentera por todo lo relacionado con las artes marciales… lo mejor que le pudo pasar a la serie MOKF fue una pronta cancelación antes de que se arrastrara por los suelos.
      Además, este hecho (abrupto final de serie y no volver a ver al personaje en mucho tiempo) contribuyó en buena medida al estatus de serie de culto que pronto alcanzó la serie original y el personaje, por supuesto.

      • Ciertamente lo mejor que le pudo pasar a la serie tras la marcha de Moench fue que durase poco, pues no había muchos guionistas interesados en el personaje (o que tuviesen idea de que hacer con él …y de hecho tuvo que esperar por él a volver a tener unos mínimos de protagonismo, pero ya no fue lo mismo). Si ya el Caballero Luna no despertaba amores en la compañía…

      • Aunque con Shang-Chi todavía te queda luego el tomo «extra», el séptimo («Cruzando líneas») con los regresos es solitario (y en compañía del Caballero también) del personaje a finales de los ochenta, principios de los noventa, finales de los noventa y principios de los dosmiles.

          • Conozco un par de librerías donde todavía lo tienen a la venta y a su precio original… 40’95.
            No es lo clásico pero también merece la pena.
            Ya me dirás si te interesa.

              • Feige no quiere que se reediten los viejos cómics de Shang-Chi , así que si lo quieres vas a tener que tirar de lo que hay, que igual va para largo la cosa (no quieren ofender a China, aunque luego no les dejé estrenar igualmente una peli por otro motivo …o sin motivo a veces, por simple proteccionismo de su mercado).

  3. Elric, Rockomic tiene bastante razón no compares a los chimpancés con los editores de Panini, seguro que a los primeros no se les hubiese ocurrido publicar las aventuras del chino en formato limitado….

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