Reseñas: Biblioteca Marvel 26: Capitán América 1 (1964-1965)

Aviso de posibles spoilers si nunca has leído estos cómics.

Como bien sabrá cualquier seguidor Marvel mínimamente ilustrado, el Capitán América fue introducido en el universo superheroico creado por Stan Lee en la colección de los Vengadores, cuando fue despertado accidentalmente de su letargo en el interior del hielo del Ártico.

No pasa un año hasta que Stan Lee considera que es el momento de que el viejo héroe de los años 40 vuelva a protagonizar sus propias aventuras. La cabecera elegida fue Tales of Suspense, donde el Capitán América compartiría sus páginas con Iron Man. De esta forma, el Capitán América es la primera estrella de la vieja Timely en recuperar título propio. Namor seguiría sus pasos unos meses más tarde.

Stan Lee se acompaña una vez más por Jack Kirby, precisamente el creador gráfico del Capitán América, en este nuevo comienzo para el héroe de las barras y estrellas. El trabajo de entintado, por su parte, mayoritariamente corre a cargo de Chic Stone.

Los episodios que completan el presente tomo se pueden dividir en dos bloques.

La primera parte está constituida por diferentes episodios de la nueva vida del Capitán sin ningún tipo de orden. Pedazos de crónica en un mundo fuera de su tiempo puestos uno tras otro sin mediar conexión entre ellos, con personajes que aparecen y desaparecen sin ningún sentido de la continuidad, como es el caso de Rick Jones.

Relatos de lo más intrascendente que, al menos en el plano anecdótico, podrían haber dado para mucho más de lo que ofrecen.

De esta forma, vemos cómo el Capitán América se enfrenta a una banda criminal liderada por un tal Toro o al Barón Zemo y su ejército de asesinos. O también cómo se desplaza al Asia roja a pelearse con los comunistas del Vietcong o, finalmente, cómo le toca hacer frente a un motín en una prisión. En resumen, un cúmulo de peleas cuerpo a cuerpo ante pandas de patanes de escaso interés.
El segundo bloque de aventuras incluidas en este tomo sigue la misma línea de relatos episódicos, pero con la sustancial diferencia de que suceden en el pasado, en los tiempos de la Segunda Guerra Mundial. Me imagino que a Stan Lee se le ocurrió que los orígenes del recuperado héroe quedaban ya muy lejanos en el tiempo y que los nuevos lectores debían conocerlos de primera mano. Algo así como las «Historias Jamás Contadas» con la ventaja de contar con el padre gráfico del personaje, Jack Kirby.

Así, sin quererlo ni beberlo, nos encontramos con un remake del relato de origen del Capitán América tomándose algunas licencias para la ocasión, como que el escudo sea redondo desde el minuto cero y, a continuación, otras aventuras completamente nuevas del Capitán América y el malogrado Bucky en pleno reinado del III Reich.

A destacar un relato de origen del Cráneo Rojo como pieza de mayor interés entre una sucesión de historias bastante mediocres. Lo más chocante es el episodio anterior al de origen del Cráneo, en el que la pareja de héroes se las ve con lo que acaba resultando un suplantador del propio Cráneo Rojo. Chocante por la forma como está contado, como si el Cráneo Rojo en realidad fuera eso, un tipo con una máscara roja. No sería de extrañar que ahí Stan Lee pudiera haber metido la pata en los diálogos y en el siguiente número lo hubiera intentado arreglar recuperando al Cráneo Rojo real.

En definitiva, números que básicamente pertenecen al género bélico, algo mejores que los precedentes, pero bastante simplones e insulsos a nivel de guion si los comparamos con otras series contemporáneas.

Un buen ejemplo lo tenemos en el número correspondiente a la colección del Sargento Furia que cierra el tomo, que cuenta con el coprotagonismo del Capi y Bucky. Pese a ser un episodio hecho al mismo tiempo y por los mismos autores, el componente sarcástico y de mala leche que despiertan los diálogos contrasta con los textos planos de los episodios correspondientes al Capitán América.

Sargento Furia era una serie de género bélico ambientada en la Segunda Guerra Mundial que, con este número, confirmaba que compartía universo con los superhéroes de la casa. Por lo menos con los de su tiempo.

La inclusión de este episodio es una de las pocas excepciones de la Biblioteca Marvel en cuanto a números ajenos a la serie madre. La serie del Sargento Furia no cuenta, de momento, con su propia Biblioteca Marvel, de ahí su inclusión.

Conclusión.

El equipo formado por Stan Lee y Jack Kirby no tuvo, en el Capitán América, uno de sus estrenos más afortunados.

Una serie de episodios que parecen hechos para cumplir el trámite, sin mostrar ningún indicio de lo que se quiere hacer con el personaje.

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rockomic

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on “Reseñas: Biblioteca Marvel 26: Capitán América 1 (1964-1965)
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  1. Lo de la Segunda Guerra Mundial fue idea de Kirby (pese a que las pasó apuradas en la guerra le gustaba la ficción ambientada en dicho conflicto, aunque le tiraba más el rollo SciFi y mitología). De hecho su primer impulso al volver a la serie en los setenta fue ambientar de nuevo la serie en los días de la guerra (principalmente para escapar más fácilmente todavía de la continuidad marvelita, que a esas alturas ya no le importaba lo más mínimo), pero lograron convencerle de que eso no sería lo más comercial precisamente.

  2. Estos primeros números valen la pena por Kirby más que nada, que ya estaba cerca de su nivel óptimo. Las historias no tienen demasiado interés quitando alguna excepción.

  3. Estas primeras historias son entretenidas, y sólo por ver a Kirby entintado por Chic Stone hace que visualmente sea un tomito muy atractivo.

    Debido al estado incierto de las reimpresiones de algunos OG agotados del Capi, y para aligerar un poco el presupuesto, me he lanzado en este formato para recuperar tanto el Capi como Patrulla X.

    Como son estos, seguro que cuando lleve, yo que sé, 20 BM, empezarán a reimprimir los OGs, pero que me quiten lo bailao, entre tanta lectura de tomo gordo, la verdad es que había olvidado lo cómodo que es leer un tebeo más delgadito, quedarte con ganas de más, y no tragarte el tomo entero, algo que me he empezado a dar cuenta, satura demasiado y quizás no deja respirar las historias.

    • Si lo que realmente quieres es leer (y no tener un bonito ladrillo de papel estampado colorista en el estante), por encima de las cuatrocientas cincuenta o quinientas páginas ya no resulta cómodo (por encima de las setecientas ya no es cómodo ni moverlo del estante). La ventaja del tocho es solo tener muchos números de golpe sin esperar meses o años (y reducir ligeramente el precio a pagar).

  4. A partir de los numeroa con Nick Furia, IMA, el Craneo Rojo y el cubo cosmico es donde empieza de verdad la coleccion.Pero esto tambien es distraido.

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