Reseñas: Biblioteca Marvel 34: Namor 1 (1965-1966)

Aviso de posibles spoilers si nunca has leído estos cómics.

Namor. El primer personaje creado del Universo Marvel. El primer antihéroe de los cómics. Incluso el primer mutante de Marvel, dicen.

El Príncipe Submarino, que había sido el primer héroe de la vieja Timely en ser rescatado para el Universo que estaba edificando Stan Lee, intercambia posición con el Capitán América en la inauguración de sus respectivas colecciones. Tras el reciente estreno del vengador abanderado en Tales of Suspense, Namor hace lo propio en Tales to Astonish en sustitución del serial del Hombre Gigante y la Avispa. El otro 50% de la cabecera sigue estando en manos de Hulk, en una asociación que durará hasta la emancipación de ambos personajes en sendos títulos independientes.

Tras aquel mítico número 4 de los Cuatro Fantásticos en el que Namor regresaba a la actualidad, el atlante se ha ido paseando por numerosos títulos de la casa. Me atrevería a afirmar que es el personaje más utilizado como invitado en el Universo Marvel, como mínimo en la primera mitad de los sesenta.

Si bien Namor, en su regreso, fue inicialmente utilizado como pseudovillano, en sus últimas intervenciones anteriores a los números incluidos aquí ya figuraba en el lado de los buenos. Aunque siempre fiel a su carácter irritable, situando la integridad de su pueblo por delante de otros intereses ajenos.

De modo que, en ésta su serie propia, Namor está enfocado básicamente como un superhéroe. Un superhéroe que hace frente a cualquier amenaza que ponga en peligro la integridad de Atlantis, sea interna o externa.

En el plano creativo, Stan Lee se sitúa al mando del personaje creado por Bill Everett, guionizando la totalidad de los números incluidos en este primer tomo.

Stan elige como dibujante a Gene Colan, que hace aquí su primer trabajo dentro del Universo Marvel, que no así para la editorial. El problema del arte confeccionado por Colan (aquí firma con el pseudónimo Adam Austin) en esta serie de números tiene un nombre: Vince Colletta. Y es que el entintado de Colletta perjudica de forma ostensible los, a buen seguro, estupendos lápices de Gene.

La colección de Namor, a diferencia de la del Capitán América, empieza en plena actualidad y sin miramientos, dando rienda suelta a una línea argumental que se alarga durante varios episodios. Una saga que podríamos decir que tiene un pequeño prólogo en el estupendo número de Daredevil en el que aparece Namor.

Una crónica de aventuras submarinas que ocupa casi todo el volumen, en la que el señor de la guerra de Atlantis, Krang, busca usurpar el trono perteneciente a Namor.

También Lady Dorma, pretendida señora del Reino ya presentada con anterioridad tanto en la colección de los Cuatro Fantásticos como en la vieja colección de los años cuarenta, juega su papel como personaje de apoyo desde el minuto uno. Una Dorma tan orgullosa como su Príncipe, posesiva y obsesionada con obtener su amor hasta el punto de traicionarle. Desde luego, Lady Dorma dista de ser el elemento femenino corriente del resto de títulos de la casa.

Quien sí es presentado aquí por primera vez es Lord Vashti, gran visir de Atlantis y uno de los secundarios fijos de la colección.

La fase más ingenua de Marvel ya empieza a quedar atrás, con lo que aquí nos encontramos con guiones sencillos, pero diálogos bastante más maduros. El lenguaje aristocrático de los personajes, como en la serie de Thor, ayuda lo suyo en la más refinada prosa.

Luego, el exclusivo escenario en el que transcurren las aventuras de Namor, el fondo oceánico, da para infinidad de posibilidades, cosa que aprovecha Stan Lee para ir sacando todo tipo de criaturas marinas y seres mitológicos con los que mantener entretenido a nuestro protagonista.

En los números finales de este primer tomo la colección cambia de escenario y de temática. Los destrozos ocasionados en la misma Atlantis, causados por la irresponsabilidad y la desconsideración de los humanos, trae de nuevo el eterno enfrentamiento entre Namor y los hombres de la superficie. Stan Lee aprovecha la ocasión para crear conciencia ecologista y de lucha social con el que poder empatizar con Namor.

Es la eterna batalla que en ocasiones ha llevado al monarca a comportarse como un villano, visto desde el punto de vista de los humanos.

Lo que está un tanto fuera de lugar es el episodio del Amo de Marionetas. Creo que es un villano poco adecuado para este tipo de aventuras, y que además aporta previsibilidad. En cualquier caso, no era la primera vez que Namor era víctima del control del Amo de Marionetas, como bien recordaran los lectores de los Cuatro Fantásticos.

Conclusión.

Estamos ante una primera tanda de números, cuanto más, entretenidos, que no es poco.

Aventuras resultonas, lejos de explosiones de creatividad, que yo situaría a media tabla entre las colecciones iniciales del Universo Marvel.

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rockomic

5 Comments

on “Reseñas: Biblioteca Marvel 34: Namor 1 (1965-1966)
5 Comments on “Reseñas: Biblioteca Marvel 34: Namor 1 (1965-1966)
  1. Pues no descarto el hacerme con lo del Atlante que solapen el ya su inencontrable MLE#1, (el #2 y #3 los tengo) además esta Colan y completaria lo que me interesa del personaje, serían como 4 tomitos calculo.

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