Aviso de posibles spoilers si nunca has leído estos cómics.
Nick Furia nace en 1963 en una colección ambientada en la segunda guerra mundial titulada Sargento Furia y sus Comandos Aulladores. Una colección de género bélico, nada que ver con los superhéroes, y aparentemente sin intención de integrarla en el UM.
Pero debido al éxito de la serie y al carisma de sus protagonistas, a Stan Lee se le ocurre integrar a Furia y a los suyos en el universo superheroico en tiempo presente. De esta forma, Nick Furia aparece por primera vez en el presente en un número de los Cuatro Fantásticos, aun sin lucir su característico parche en el ojo, y aparentemente sin que se le note el más mínimo envejecimiento respecto a la serie ambientada en los 40.
El siguiente paso no es otro que brindarle su propio serial, Nick Furia Agente de SHIELD. Título que precisamente empezamos a recopilar en este primer volumen. El contenedor elegido para publicar la nueva serie sería Strange Tales, en sustitución de las aventuras de la Antorcha Humana.
El mismo equipo creativo de la serie de Sargento Furia, el formado por Stan Lee y Jack Kirby, se encarga de dar el pistoletazo de salida a las modernas aventuras de nuestro hombre.
Ya el primer número no deja lugar a dudas sobre el género en el que se enmarcan los relatos de Nick, el espionaje. Un género alejado del superheroico, no en vano Furia no dispone de ningún superpoder, cosa que no impide que la serie esté tan integrada en el Universo Marvel como cualquiera de los demás títulos. De hecho, el mismo Tony Stark juega un rol importante en estos primeros episodios. Un rol, por otra parte, que le va como un guante a este tipo de historias.
Del resto de los Comandos Aulladores, por cierto, Stan Lee decide traerse para este nuevo título tan sólo a dos: Dum Dum Dugan y Gabe Jones.
En lo referente a los personajes de nueva factura, el primer elemento que se estrena como secundario estable es Laura Brown, la Agente G de SHIELD e hija del líder de Hydra, Arnold Brown.
Pero más importante es la incorporación de Jasper Sitwell ya en los números finales del volumen. Sitwell es un agente novato que dará mucho juego de cara a ese humor sarcástico que Stan Lee pone en boca de Furia con tanta maestría.
Otra de las creaciones importantes de Stan Lee para este título son los SDV (señuelos dotados de vida). Copias robóticas de cualquier individuo a los que se les sacará buen partido, y no solo en la colección que nos ocupa.
Y otra creación más es la Unidad PSE (percepción extrasensorial). Una división de SHIELD que usa a tres telépatas conectados entre sí, cuya capacidad les permite prevenir crímenes. Algo parecido a la división policial basada en el mismo concepto que aparece en la película de Steven Spielberg, Minority Report. Aunque, en realidad, Stan Lee aprovecha una idea nacida en la literatura de ciencia ficción de mediados de siglo.
Desde luego, la premisa es de lo más atrayente. Furia es requerido para liderar una organización secreta gubernamental ilimitada en recursos tecnológicos. Un organismo que responde al nombre de SHIELD (Sistema Homologado de Inteligencia, Espionaje, Logística, y Defensa), preparado para hacer frente a una organización criminal, igualmente sofisticada, llamada Hydra.
Fácilmente, ya hay puntos a destacar desde el primer número. Un Stan Lee haciendo gala de unos diálogos maduros y dando trazos del humor mordaz que caracteriza al líder de SHIELD, y un Jack Kirby genial, especialmente en la constitución de algunas viñetas espectaculares.
Si bien Stan Lee mantiene su puesto de guionista a lo largo de todo este primer tomo, Jack Kirby se limita a realizar bocetos sobre los que ponen el lápiz otros dibujantes. Estamos hablando principalmente de John Severin, Don Heck y Howard Purcell, además del propio Jack Kirby. Artistas que van alternando sus dibujos a lo largo de todos estos episodios, destacando los realizados por Jack Kirby al completo.
En cualquier caso, el baile de dibujantes no afecta al rumbo de la serie, primero, porque quién narra sigue siendo Kirby, y segundo, porque los guiones y diálogos son lo suficientemente interesantes por sí solos.
Nick Furia se somete a todo tipo de peligros en una interesante y divertida primera fase de sus aventuras. Una fase en la que el antagonista es exclusivamente Hydra y sus muchas patas.
No es hasta los últimos números incluidos en este primer tomo, que Hydra pasa a la sala de espera y se opta por villanos de poca enjundia como Mentallo y el Arreglador o el Druida. Unos pocos números que bajan el listón a nivel de guiones, pero que son precisamente los que recuperan a Jack Kirby como dibujante a lápiz.
Conclusión.
Por el momento, no es que estemos ante tramas especialmente profundas o ingeniosas, sino que las historias incluso todavía conservan un punto de inocencia. Pero creo que son lo suficientemente entretenidas y dinámicas como para sacarnos una buena sonrisa.
Lo mejor está en los textos de Lee y su humor ácido, así como en la inventiva visual de Kirby.
Enlace a la ficha:
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El SHIELD de Kirby, con sus super, sus terroristas fascistas de cartón piedra, su acción dinámica, sus momentos cómicos y su fantaciencia con aparatos tecnológicos (y «robotejos») más grandes que la vida. Los guiones no son ninguna maravilla, pero son historias entretenidas, dentro de su sencillez.
Has dado en el clavo Jesús, lo suscribo palabra por palabra y añado …JOHN SEVERIN en este numero! (imposible resistirme). Tenia pensado rellenar las faltas que tengo en los tomos de los OG con alguna que otra colección, pero Nick Furia se merece volverla a completar en este formato BM. Saludos a todos y gracias otra vez a Rokcomic por tan excelente trabajo.
John Severin (ya sea como dibujante o como entintador) fue casi siempre un autor a seguir (incluso cuatro décadas después tenía todavía su aquel).