Aviso de posibles spoilers si nunca has leído estos cómics.
Tras la presentación, en la anterior entrega, de la nueva formación de los Vengadores, ya sin ninguno de los miembros fundadores entre sus filas, Stan Lee y Don Heck siguen explorando las posibilidades de la novedosa formación liderada por el Capitán América. Formación que completan los polémicos nombres de Ojo de Halcón, la Buja Escarlata y Mercurio.
Las disputas en el seno del grupo son el pan nuestro de cada día en esta serie de episodios incluidos en este cuarto tomo. Disputas interesantes, en cierto punto, por lo que representan en cuanto al desarrollo de las personalidades de los protagonistas. Pero también un poco excesivas en lo ingenuo y lo infantil.
Una de estas disputas incluso desemboca en una ruptura del grupo. El detonante no es otro que una de las muchas riñas de los tres novatos con el Capitán América. Una discusión de patio de colegio que termina con renuncias a dos bandas, primero los tres rebeldes y luego el Capi respondiendo a sus compañeros con la misma moneda. Los tres pobres diablos, por cierto, acaban metiéndose en la boca del lobo al encontrar trabajo en el Circo del Crimen. Ver para creer.
Entre las diferentes tramas que incluye este tomo, cabe mencionar la primera aparición el Espadachín, un enmascarado de habla francesa que se presenta como antiguo conocido de Ojo de Halcón. Más que nada teniendo en cuenta que el villano acabaría siendo Vengador, porque su arco destaca tan poco como el resto. De hecho, el Espadachín logra ingresar aquí en el grupo a instancias del plan del Mandarín para acabar con los Vengadores.
Otro personaje que debuta aquí es Power Man, pero no Luke Cage, el afroamericano que haría fortuna en los setenta, sino un villano con ese mismo nombre, pero anterior en el tiempo. Como ocurre con el Espadachín, los poderes de Power Man también son regalo de un supervillano mayor, concretamente la Encantadora.
En el arco que cierra el tomo, el archienemigo de los Vengadores, Kang el conquistador, regresa, pero en unos términos sustancialmente distintos. Stan Lee nos muestra, esta vez, a un supervillano capaz de albergar sentimientos, cosa muy poco habitual por aquellos tiempos. El elemento que condiciona la naturaleza tiránica del villano es Ravonna, princesa de una futura civilización. Y lo hace hasta el punto de pactar Kang una alianza con sus archienemigos, los Vengadores.
En lo que respecta al dibujo, Don Heck cumple. El problema es que, aparte de cumplir expediente, no aporta nada más. No hay riesgo. Ni juegos de luces y sombras, ni primeros planos expresivos, ni composiciones espectaculares… Es narrativa visual correcta en base a diseños planos. Suficiente para sumergirse en lo que nos están contando, pero insuficiente si quieres aspirar a un tebeo que marque cierta diferencia. El único episodio que sobresale por encima del resto es el que cuenta con el entintado de John Romita.
Conclusión.
Un tomo más en la trayectoria de los Vengadores, todavía muy lejos de los grandes periodos que nos depara el futuro de esta colección.
En este caso concreto, quizás uno de los tomos más flojos de esta etapa. La siguiente entrega subirá el nivel, por suerte.
Enlace a la ficha:
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- Reseñas: Namor: Marvel Limited Edition 4: «Olas de Cambio» (1972-1976) - 19 septiembre, 2024
Cómics que no serían precisamente lo más destacado de la Marvel del momento (pero tampoco de lo peor todavía) pero que hubiesen lucido un poco mejor con un dibujante más dotado para las escenas de acción y la espectacularidad superheroica que Don Heck (que solo destacaba en cómics de terror y romance de los cincuenta). En el género solo destacaría en su paso por Asombroso (claro, sobre bocetos de John Romita …que luego terminaba de alicatar el dibujo con su entintado, lo que se traducía casi en tener a John Romita).
Por lo demás números casi de transición en este tomito.
Power Man, Erik Josten, un ex soldado convertido en secuaz del Barón Zemo (original), que consigue poderes gracias al rayo iónico del difunto nazi (el mismo que dio sus poderes a Simon Williams, entonces supuestamente muerto a causa de la fuente de sus poderes, en realidad en proceso de metamorfosis física) por intervención de la asgardiana Amora. El primer Power Man perdería el derecho a usar el nombre en combate
Con los años, al estilo Pym, iría cambiando de nombre de guerra con frecuencia: Contrabandista (Smuggler), el Goliat villanesco y finalmente Atlas (con el que se cambiaría de bando como miembro de los Thunderbolts).
No recordaba que este hombre era el Contrabandista. La de vida que lleva este hombre a sus espaldas. Ha acabado superando al Espadachín.
Y pese a todo le costó alejarse de la influencia de los Zemo.😈
Su hermano Conrad retomaría el alias de Contrabandista en la serie de los Thunderbolts (cruzándose en el camino del «hideputa» de Henry Peter Gyrich, ese hermano perdido de «Big Jim»😈).
«Eres demasiado alto Jim.» (John Byrne).😂
Su momento tristemente famoso fue cuando inició la paliza brutal a Hercules de la Wrecking Crew, al que dejaron en coma.
Hubo intento de revancha en Thunderbolts.
Era también uno de los villanos a los que el Conde Nefaria usaba en su plan para convertirse en un sosias de Superman (números MUY recordados por la gente de la Generación Forum).
Pues yo diría que este será el tomo mejor dibujado de todos los de Don Heck. Aparte del episodio entintado por John Romita hay tres o cuatro episodios entintados por Wally Wood. A partir de ahora, travesía por el desierto hasta que llegue John Buscema.
No, el mejor dibujado por Don Heck será precisamente el siguiente.