Aviso de posibles spoilers si nunca has leído estos cómics.
Dejábamos el primer tomo de la Biblioteca Marvel Capitán América en plena vista atrás, en una serie de relatos situados en el pasado, en los tiempos del Capi y Bucky como combatientes en la Segunda Guerra Mundial.
Este segundo tomo empieza su andadura con el arco que precisamente cierra el período dedicado a relatar episodios del pasado de Steve Rogers. Una trama sin especial interés en la que Bucky resulta secuestrado por los nazis.
En cualquier caso, la vuelta al presente no cambia demasiado las cosas, puesto que el Capitán América se enfrenta a una amenaza de clara referencia a su lucha contra los nazis en el pasado. Me refiero a los Durmientes, enormes robots construidos dos décadas atrás por el Cráneo Rojo, que despiertan al fin para cumplir los objetivos del III Reich.
Cabe decir que en este tramo inicial el trabajo de Jack Kirby ha pasado a limitarse a los bocetos. El dibujo a lápiz pasa a manos de George Tuska, que hace así su debut en el Universo Marvel. Un Tuska, presentado aquí como un grande de la Golden Age, cuyo estilo de dibujo luce francamente primitivo.
No es hasta el testimonial paso por la colección de John Romita que Stan Lee empieza a tomársela en serio. Sin estar todavía ante historias especialmente destacables, se nota una mejoría en el trabajo de profundidad, un tono más adulto y unos personajes que le dan más a la mollera.
Lee, además, desvía al fin su mirada hacia el presente creando nuevos adversarios para el Capi, como es el caso de Batroc, el saltador. Sin olvidarnos de la presentación de un personaje secundario tan importante como Sharon Carter, de momento conocida solamente como la Agente 13.
Pero es en el regreso de Jack Kirby en los últimos tres episodios del tomo, cuando los autores sueltan toda la artillería. Atención a la lista: el regreso del Cráneo Rojo a la vida, al fin en tiempo presente; la introducción de Nick Furia y SHIELD en el título, esenciales para el futuro próximo del Capitán América, así como de la organización criminal IMA, que justo acababa de ser presentada en la serie de Nick Furia; y el estreno del Cubo Cósmico en el Universo Marvel.
No son números que se caractericen por unos guiones muy elaborados, sino que en ellos prima la acción. Historias más que correctas que ya coquetean con el género del espionaje, cuyo principal valor está en la colección de acontecimientos, personajes y objetos que se presentan y que serán cruciales en la historia del Universo Marvel.
Conclusión.
El interés de este tomo se centra, indudablemente, en su segunda mitad, con el paso de John Romita y el regreso de Jack Kirby a la colección.
Buenas historias que, sin todavía llegar a alcanzar un nivel de calidad alto, resultan imprescindibles por el sinfín de presentaciones y novedades que atesoran.
Enlace a la ficha:
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Capitán América de Kirby. Es necesario decir más? …Y Bucky, Cráneo Rojo, los Durmientes, I.M.A., el Cubo Cósmico,…incluso un presumido gabacho saltarín con un bigote espectacular.