Reseñas: Biblioteca Marvel 68: Los Vengadores 7 (1967)

Aviso de posibles spoilers si nunca has leído estos cómics.

Si al final de la anterior entrega de la Biblioteca Marvel de los Vengadores tenía lugar un cambio en el equipo creativo, al entrar Roy Thomas en sustitución de Stan Lee, al final del tomo que nos ocupa también viviremos un relevo, esta vez en el puesto de dibujante.

Thomas hacía su estreno en una línea argumental que concluye en el primer episodio incluido en esta nueva entrega. Una historia que no está mal sobre el secuestro de los Vengadores por una computadora extraterrestre y sus Ultroides.

Es a partir del segundo episodio incluido cuando empieza a notarse la mano de Roy Thomas. El guionista potencia las habituales disputas entre miembros del grupo, y creo que con buen criterio. Especialmente electrizantes son los enfrentamientos verbales entre dos fuertes personalidades como son las de Ojo de Halcón y Goliat. Las historias que nos cuenta el guionista, además, no son precisamente monótonas, y no son pocos los lances que acontecen.

Por otro lado, Thomas se trae a un héroe invitado que, tras la infaltable presentación a mamporrazos, pasa a acompañar al grupo en sus enfrentamientos, pero sin realmente ingresar todavía como vengador oficial. Se trata de Hércules, un personaje que viene a aportar el ingrediente de músculo puro al grupo.

Hércules se suma, de alguna forma, al papel que viene jugando la Viuda Negra. Natasha centra parte de la atención, y hasta cuenta con su propio hilo argumental, sin tampoco ser miembro de los Vengadores, ni tampoco ya una villana. Thomas nos cuenta como la exespía soviética ingresa secretamente en SHIELD, mientras los Vengadores están en pleno debate sobre si la Viuda debe ingresar en el grupo o no. Un debate impulsado por Ojo de Halcón, que sigue encaprichado con Nat.

Pero también hay lugar para una renuncia temporal, en estos números. El Capitán América debe ausentarse en pro de sus menesteres (llamémosle su serie propia), quedando por primera vez el grupo integrado únicamente por superhéroes sin colección propia.

En lo que atañe a los adversarios, en primer lugar, están la Encantadora y el Verdugo, villanos que están detrás de la irrupción de Hércules. Posteriormente es el turno del Pensador Loco y su Triunvirato del Terror, tres titanes de su creación. Finalmente, los Vengadores sufren la ira de Namor, en lo que acaba siendo un nuevo capítulo, poco relevante, en la saga del Cubo Cósmico.

En definitiva, una serie de tebeos que ponen fin a la etapa dibujada por Don Heck de forma correcta, a pesar de su cada vez menos estético dibujo.

Los dos últimos números incluidos dan la bienvenida al nuevo dibujante regular, ni más ni menos que John Buscema. La entrada de Big John, que acompañará a Thomas durante una larga temporada, no hace falta decir que supone una radical mejora con respecto a Don Heck. Sin embargo, el trabajo de Buscema durante el tramo inicial de su etapa estará por debajo de sus grandes momentos. La principal causa no es otra que el pobre nivel de los entintadores de turno. George Bell es el primero de ellos.

Diablo y su antigua creación, el Hombre Dragón, son los adversarios del arco de dos números que cierra el tomo. Un arco correcto sin más.

Conclusión.

La entrada de Roy Thomas logra revitalizar un poco la colección, mientras que la incorporación de John Buscema al final del tomo deja por fin atrás los malos tiempos en el apartado gráfico para los Vengadores.

Con todo, la serie sigue sin pasar de lo correcto.

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