Universo Comic-Books! – La Forja de los Transformers

Rebuscando en nuestros archivos CB!, hemos descubierto información extra que arroja nueva luz sobre aquella anunciada segunda novela gráfica de la Patrulla-X que jamás llegó a publicarse. Si recordáis, hicimos alusión a ella hace algunos meses. Por lo que hemos podido averiguar, el guión lo iba a firmar Chris Claremont y se titularía “Dancing with Doctor D” (Bailando con el Doctor D). Lo cual tenía toda la pinta de ser un homenaje a “Dancing with Mr. D.“, un tema de los Rolling Stones incluido en su álbum “Goats Head Soup“. Como ya os indicamos, la susodicha novela gráfica se anunció en 1984, estando planificada su publicación para el año siguiente. Inicialmente no se especificó quién la ilustraría, pero después se confirmó que Barry Windsor-Smith estaba interesado en aceptar el encargo. Según desvelaría Claremont, el argumento del comic giraba en torno a un mutante que conseguía hacer dormir a sus víctimas para que soñaran con todo aquello que el Doctor D deseaba. Su ambición de ingresar en el Club Fuego Infernal acabaría propiciando un mortal enfrentamiento con los Hijos del Átomo.

A día de hoy, no tenemos constancia de cuáles fueron los motivos que llevaron a paralizar la realización de la obra. Pudo ser cosa de Windsor-Smith, pero también de un Claremont que en aquella época andaba metido en más proyectos de los que podía abarcar. ¡Lo incluiremos en nuestra carpeta de Misterios Mutantes por resolver! Si os parece, vamos a ocuparnos ahora de algunos títulos Marvel de 1984 que sí se publicaron…

8 de Mayo. Y empezamos justamente con Uncanny X-Men # 184 USA. Este episodio registraría la primera aparición de Forja, trabajando para duplicar el armamento con el que Rom desterraba al limbo a los Fantasmas del Espacio.

Tras ser adaptada, se supone que la tecnología del inventor cheyene debía servir para neutralizar   cualquier amenaza superpoderosa de naturaleza terrestre o alienígena… ¿Cómo se explica entonces que su prototipo fallara al no identificar la condición mutante de Raven Darkholme? ¡Otro misterio más que añadir a la lista!

Además de hacer debutar a Forja, el comic brindaba a Coloso la oportunidad de exhibir su nuevo uniforme, sutilmente retocado por John Romita jr. para prescindir de los elementos coloreados de amarillo en pecho y botas.

En realidad, la remozada imagen del mutante acorazado se había estrenado ya tres meses antes en la cubierta de Uncanny X-Men # 181 USA, aunque prácticamente nadie se percató del detalle. ¡Yo mismo tengo que admitir que no había caído en la cuenta de la existencia de este alucinante “huevo de pascua” hasta que volví a revisar el ejemplar para documentar la cronología! Cabe añadir que el diseño no terminó de cuajar y sería objeto de una ulterior revisión en enero de 1985.

Mientras tanto, G.I. Joe # 26 USA dedicaba sus páginas a explorar la conexión vietnamita de Snake Eyes y Storm Shadow, sacando a relucir el origen de la rivalidad entre ambos. La saga concluiría el mes siguiente y Larry Hama la consideraba su favorita de todas las que desarrolló para la colección. Al guionista le interesaba mucho convertir en héroe a Storm Shadow porque no estaba dispuesto a resignarse a que el único personaje asiático del cómic fuera un villano. Otra curiosa anécdota de G.I. Joe que hasta ahora no habíamos reseñado guarda relación con Denny O’Neil, responsable editorial de la cabecera USA y una de las grandes leyendas de los comic books: ¡Apuesto a que ninguno de vosotros podría imaginarse que un señor tan serio tendría ocho figuritas del “auténtico héroe americano” expuestas en un estante de su dormitorio! Socarronamente, O´Neil se justificaba argumentando que le resultaba reconfortante que Scarlett, Snake Eyes, Rock ‘N’ Roll y los demás Joes velaran por él en la oscuridad de la noche. En fin, tampoco descartemos que lo dijera en plan de broma… ¡Todo es posible!

También en asociación con Hasbro aparecería a la venta el primer número de Transformers, contando con el respaldo de una potente campaña en televisión. ¡Aquí tenéis el spot televisivo original que sirvió para promocionar su lanzamiento! Hay que decir que esto de los robots transformables no era algo que viniera de nuevas para Marvel, ya que en Febrero de 1983 había estado a punto de publicarse The Mysterions, un comic que partía de una una premisa similar. En este caso, la propietaria de los derechos era la juguetera Knickerboker Toys. Jim Shooter esbozó las líneas maestras de lo que sería su adaptación a la historieta, pero aquel proyecto acabó frustrándose cuando Knickerboker Toys fue absorbida por Hasbro. Al nuevo equipo directivo de la empresa no le interesaba continuar adelante y todo quedó en agua de borrajas.

Se daba la circunstancia de que por aquellas mismas fechas Dave Cockrum andaba liado con sus propios The Mysterions, un supergrupo de creación propia que Marvel tenía pensado introducir en formato de novela gráfica. La coincidencia con la línea de juguetes obligaría a Cockrum a rebautizar a sus personajes con el nombre de The Futurians. ¡Visto lo visto, está claro que no le hubiera hecho falta tocar nada!

Pasado un tiempo, Hasbro llegó a un acuerdo con la compañía japonesa Takara para importar a los USA una línea de juguetes que también se sumaba a la moda de los robots convertibles. Una vez decidido que la línea se iba a denominar Transformers, el paso siguiente requería perfilar el universo que integraría a los personajes. Para ello contactaron con Marvel, repitiendo el mismo esquema de funcionamiento que tan buenos resultados había proporcionado con G.I. Joe. La primera idea de Shooter fue encomendarle a Denny O´Neil que elaborara un dossier donde quedaran definidos los elementos esenciales del comic. Luego su trabajo no le convenció y lo alteró sustancialmente antes de mostrárselo a Hasbro. Según parece, en la juguetera quedaron bastante descontentos con la propuesta marveliana y reclamaron numerosos cambios, tanto por lo que respecta a los nombres de los robots como a las especificaciones técnicas de los mismos. Optimus Prime fue una de las pocas aportaciones de O’Neil que sobrevivieron a la criba. También se mantuvo el concepto básico de Shooter del planeta Cybertron y las dos facciones robóticas enfrentadas. Como no le apetecía tener que lidiar con las objeciones de Hasbro,   “Big” Jim prefirió delegar tal cometido en Bob Budiansky. ¡Cuenta la leyenda que este fue la cuarta o quinta opción de Shooter, ya que nadie del Bullpen quería cargar con el muerto! Budiansky tan sólo dispuso de un fin de semana para currarse una nueva presentación que satisficiera las exigencias de la juguetera. Uno de los personajes más problemáticos resultó ser Megatron. En Hasbro consideraban que sonaba demasiado parecido a “megatón” y les preocupaba que pudiera tener una connotación nuclear negativa.   Budiansky tuvo que emplearse a fondo para hacerles entender que Megatron iba a liderar a los Decepticons, no a los Autobots. ¡Si era el malo, lo suyo es el nombre lo reflejara así!

Tras zanjarse las discrepancias, el guión de la serie se asignó a Bill Mantlo, quien ya había demostrado competencia sobrada en otros títulos relacionados con juguetes como Rom y The Micronauts. Por desgracia, su participación quedaría finalmente reducida a los argumentos de los dos primeros episodios. Ralph Macchio dialogó el primero y Jim Salicrup hizo lo propio con el segundo, manteniéndose como guionista interino para las dos siguientes entregas. La parte gráfica recayó en el veterano Frank Springer, una elección quizás un tanto extraña para un título de estas características.

Nunca sabremos cómo podrían haber evolucionado los Transformers si se le hubiera concedido a Mantlo un mínimo de autonomía creativa. Lo único que podemos certificar es que la calidad del comic que apareció publicado dejaba bastante que desear. Casi me atrevería a decir que lo único salvable era la portada de Bill Sienkiewicz. El propio Budiansky confiesa que en la editorial eran pocos los que apostaban por el producto, de ahí que en un principio se planteara como una miniserie   de cuatro episodios con cadencia bimestral. Eso sí, tan pronto como empezaron a llegar los datos preliminares de ventas y quedó patente que aquello era un éxito megatrónico, Marvel se apresuró a “transformar” el título en una colección mensual ilimitada. Fue entonces cuando Budiansky, que hasta ese momento había oficiado como editor de la cabecera, pasó a ser nombrado guionista fijo de la misma. Al fin y al cabo, aquel era su “bebé” más que de ningún otro… aunque algunos pensáramos que la “criatura” había salido así precisamente porque había tenido demasiados “padres”.

Miguel G. Saavedra

En los instantes finales del anuncio televisivo de los Transformers puede distinguirse la portada del comic marveliano. ¿Os habéis fijado? Sin embargo, la imagen que allí aparece no coincide exactamente con la cubierta ilustrada por Bill Sienkiewicz para el primer número de la colección USA. Tampoco la logoforma del spot es la misma, y el Spider-Man que ocupa el recuadro del código de barras muestra la versión clásica del trepamuros sin su indumentaria “black”. Son detalles verdaderamente curiosos, igual que la referencia a Coloso que mencionábamos antes, ¡pero hay que prestar atención para que no se le pasen a uno por alto!

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Hace mucho tiempo, Miguel G. Saavedra decidió que no quería crecer... y no lo hizo. A día de hoy, todavía sigue empeñado en sobrevivir a su propia reputación.

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