Aviso de posibles spoilers si nunca has leído estos cómics.
El tercer tomo correspondiente a la colección de Thor marca el regreso, ya definitivo, de Jack Kirby a los lápices. De esta forma da comienzo la etapa más decisiva y fundamental de la historia de esta colección, la realizada por Stan Lee y Jack Kirby.
El retorno, por largos años, de Kirby a los lápices, más el entintado de Chic Stone, suponen el salto de calidad que necesitaba la serie. Ya desde el primer número incluido en el presente tomo se nota que el Rey ha pasado definitivamente a interesarse por las aventuras de Thor.
A diferencia de lo que ocurre en los Relatos de Asgard, el hecho de que la acción transcurra en Nueva York restringe las posibilidades de Kirby en cuanto al diseño de mundos, reinos y criaturas. Pero la narrativa del dibujante está ahí, tan poderosa como en su trabajo en los Cuatro Fantásticos. Si a eso le sumamos unos guiones sencillos pero efectivos, el resultado son una serie de historias magnéticas, francamente entretenidas.
Podríamos dividir el tomo en dos partes.
En la primera, Thor se enfrenta a amenazas externas, y siempre con la figura de Loki como conspirador en la sombra. Destaca la primera aparición del letal dúo de asgardianos formado por la Encantadora y el Verdugo, mientras que Zarrko repite y, finalmente, Thor se enfrenta a Surtur y al Gigante de la Tormenta Skagg.
La segunda parte la forman historias de carácter netamente urbano. Aquí brillan con luz propia la alianza entre Cobra y Mr. Hyde y la primera aparición de la Gárgola Gris.
Creo que el gran atractivo del tándem formado por Cobra y Mr. Hyde está en que, aun siendo aliados, se llevan a rabiar. Las disputas entre ellos son tan interesantes como las que mantienen contra Thor.
La Gárgola Gris por su parte, es otro potente villano que también ha venido para quedarse.
Por lo demás, Odín manifiesta ya aquí su disconformidad respecto a la relación de su hijo con la mortal Jane Foster.
Un aspecto curioso, ya desde el inicio de la colección, está en como Don Blake se refiere a Thor indistintamente en primera o tercera persona. Y lo mismo al revés, Thor se refiere a Blake en primera o tercera persona según le viene. Ocurre especialmente en los devaneos amorosos con Jane Foster, se supone de la parte mortal del dúo.
Podríamos pensar que se trata de la confusión mental por la que pasan ambos al ver integrada una segunda identidad en su interior, pero seguramente obedece a que Stan Lee no tenía demasiado clara la relación existente entre ambas identidades.
Por supuesto, también debemos hablar de los Relatos de Asgard, que siguen su curso tras el estreno en el anterior tomo.
Este inicio de la serie de complementos consiste en episodios autoconclusivos y salteados en el tiempo. Episodios que sirven más que nada para presentarnos a la plana mayor de Asgard y aledaños.
Heimdall y Balder tienen la oportunidad de protagonizar sus propias aventuras, mientras que nombres tan importantes como Sif, Hela y Karnilla se estrenan en esta serie de episodios. Aunque a Karnilla de momento se la conoce simplemente como Reina Norna.
Conclusión.
Con la entrada de Stan Lee y Jack Kirby, la serie madre de Thor ya se sitúa aquí a un nivel cercano al de los Relatos de Asgard.
Desde mi punto de vista, estos números de Thor tienen mucha vida y no puedo más que recomendarlos.
Enlace a la ficha:
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Me da que Stan Lee no tenía todavía claro si Don Blake había sido siempre Thor o si era una persona aparte (y si de ser la misma persona debían ser personalidades separadas). De ser así no sería el único, y aunque eso quedaría aclarado mucho después no han faltado guionistas que tienen su propia idea al respecto.
Efectivamente, creo que no lo tenía nada claro, quizás ni se lo había planteado todavía. Dudo que a estas alturas estuviera pensando en aquella posterior aclaración de todo ello.
Lo mejor de esto los Relatos de Asgard.