Aviso de posibles spoilers si nunca has leído estos cómics.
Este séptimo volumen de las aventuras de Thor es el que deja atrás, al fin, la cabecera Journey into Mystery. Digamos que Thor pasa aquí a tener título propio, pero a la práctica el cambio de cabecera no pasa de lo anecdótico puesto que Thor no compartía comic-book con ningún otro personaje, además de que la numeración sigue tal cual.
Dejábamos el anterior volumen en plena irrupción de Hércules en la colección. Este inicio de tomo concluye la trama sobre las Piedras Norn para centrarnos ya en la saga del Olimpo. El villano de turno es el señor del Inframundo, Plutón, que hace aquí su primera aparición en el Universo Marvel, lo mismo que Hipólita, otro personaje olímpico.
Mientras tanto, una trama paralelo Thor casi se deja el pellejo librando a Asgard de otro tirano. Proeza suficiente para ablandar a Odín y que éste le permita viajar a Midgard, reencontrarse con Jane Foster y unirse a Hércules en su cruzada contra Plutón.
En esta línea argumental, además contamos con un importante estreno, el de Tana Nile, la alienígena del planeta Rigel que obtendrá el pertinente protagonismo en el siguiente volumen.
A nivel de profundidad, estas historias siguen conservando parte de la inocencia de los primeros años de Marvel. La pelea entre Thor y Hércules es visualmente espectacular, una joya narrativa, pero las motivaciones que sirven de detonante siguen siendo un tanto pueriles. O está el caso de Hércules viéndose engañado de la forma más ingenua por Plutón. El musculoso olímpico firma inconscientemente un contrato para gobernar el Hades tras usar Plutón el rodaje de una supuesta película de Hollywood como reclamo. Aquí no puedo evitar recordar ese viejo episodio en el que Namor engaña a los Cuatro Fantásticos con la excusa de rodar una película, aunque tanto dibujos como diálogos no tienen punto de comparación a favor del episodio que nos ocupa.
Y es que el dibujo de Jack Kirby empieza ya a acercarse al pico más alto en la colección, completando viñetas y páginas espectaculares, y con un Vince Colletta bastante respetuoso en los acabados. Los diálogos de Stan Lee, por su parte, ya casi alcanzan la plena madurez, mientras que el despliegue imaginativo de ambos autores pone rumbo definitivo a la mejor etapa de la serie de Thor, como mínimo en los 60.
En esta saga del Olimpo apreciamos también como Stan Lee aplica a la familia olímpica las mismas ideas ya usadas para el reino de los asgardianos. Zeus es el equivalente a Odín hasta el último detalle, incluida su relación de amor/patriarca autoritario respecto a su hijo Hércules. Lo mismo que con el traicionero Ares, personaje que precisamente hace su primera aparición en esta saga.
Pasando a los Relatos de Asgard, sigue el espectacular viaje de Thor, Balder, los Tres Guerreros y Loki a bordo del barco de Odín.
Tras hacer frente los viajeros a la reina Ula y sus trolls, Odín prepara a Thor y a su tripulación para la posible llegada del Ragnarok profetizada por la anciana Volla, con Loki como causante.
Para evitar el Ragnarok, Odín envía a Thor y los suyos al reino de Muspelheim a recuperar el Ojo del Brujo que yace en manos del guerrero Harokin.
Ello da a pie a otra monumental batalla y a épica con mayúsculas. Son esta serie de episodios por los que cabe calificar a los Relatos de Asgard como una de las obras maestras de Stan Lee y Jack Kirby. Ese número 128, donde casi cada viñeta es una delicia visual, aglutina quizás la mayor cantidad de ejemplos de las decenas de momentos estelares que nos dejan estos relatos.
Conclusión.
Otra entrega imprescindible de una colección que ya entra en sus más gloriosas páginas.
Mención especial para los Relatos de Asgard, que se sitúan incluso por encima de la serie madre.
Enlace a la ficha:
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El Poderoso Thor que amo cuando se aleja del superhéroe «mundano», botando entre la Fantasía de inspiración mitológica y la SciFi (la SciFi Kirbyana de inspiración pulp). Qué decir de los Relatos de Ashard: una joya.
Y gracias a Rockomic por su encomiable afán divulgador, coño. Salud y cómics.😎🖖
Gracias a ti, Suso. 😀
Y la cosa todavía va para arriba. 😋