Reseñas: El Halcón: 100% Marvel HC: «Ganadores y Perdedores» (1979-1984)

Desde su creación en la colección del Capitán América a finales de los 60, durante las primeras décadas de existencia el Halcón no fue capaz de quitarse de encima la etiqueta de personaje secundario. Su papel coprotagonista como compañero del Capitán América no ofrece discusión, pero tras su salida de la serie Sam Wilson pasó a un segundo plano. Su breve paso por los Vengadores no dejó apenas huella, mientras que los intentos de darle protagonismo se reducen a unas pocas aventuras en solitario en diferentes contenedores.

Precisamente de eso va este tomo, de recopilar todas las historias que el Halcón protagonizó hasta mediados de los 80, ya sea como complementos de la colección del Capitán América, dentro del título Marvel Premiere o en su serie limitada de cuatro números.

Su primera oportunidad como superhéroe de cabecera fue de lo más efímera. Una historia de cinco páginas incluida como complemento en Captain America 220, guionizada por Scott Edelman y dibujada por Bob Budiansky. El Halcón se enfrenta a un aspirante a Ojo de Halcón dispuesto a comerse el mundo. Nada especialmente reseñable.

Poco más tarde, el Halcón obtuvo su primer episodio completo en el #49 de la colección genérica Marvel Premiere. Un número unitario con Mark Evanier en la parte escrita y el apartado gráfico compartido entre Sal Buscema y Dave Simmons. Básicamente, se trata de un thriller en el que el Halcón hace frente a un tipo llamado el Silenciador. Una historia que no está nada mal, donde el principal interés se centra en la intriga por conocer quién es el verdadero villano.

A continuación, el turno es para una serie de complementos, de nuevo en Capitán América y ya en los primeros 80, a modo de relato en capítulos. En su totalidad, lo equivalente a un comic-book normal.

Realizada por el mismo equipo creativo del vengador abanderado, J.M. DeMatteis y Mike Zeck, la historia quiere ser el particular «¿Quién soy?» del Halcón. La clásica indagación en el pasado del protagonista, a la que tantas veces se ha recurrido en el caso del propio Capitán América, está vez trasladada a la figura de su antiguo compañero. Todo ello, por obra y gracia de Steve Englehart, que en el ocaso de su recordada etapa como guionista del Capi se sacó de la manga un turbio pasado de Sam Wilson.

Recordemos que el Halcón resultó ser una creación del Cráneo Rojo tras manipular mentalmente a un gangster apodado Snap Wilson, identidad que había tomado Sam en el pasado. De esta forma, DeMatteis recupera la idea de Englehart, le da validez y le da carpetazo en un visto y no visto. A lo largo del relato vemos cómo la personalidad de Snap se manifiesta repetidamente, cómo abre un diálogo interno para llegar a un equilibrio entre ambas identidades y cómo felizmente se reencuentra consigo mismo en un final de manual. Nada del otro mundo, pero por lo menos la historia parece clarificar el pasado del Halcón.

El plato fuerte del presente tomo es, indudablemente, la miniserie de cuatro números publicada en plena efervescencia de las series limitadas.

Un joven Christopher Priest, que aquí firma con su nombre real, Jim Owsley, se sitúa al timón en cuatro episodios que, lejos de formar un bloque argumental unitario, parecen el inicio de una serie regular cancelada abruptamente.

Ni siquiera existe uniformidad en el apartado gráfico. Paul Smith se hace cargo del primer número y Mark Bright de los tres restantes.

La serie es una muestra de la vida cotidiana de Sam Wilson en su Harlem natal, dónde compagina su trabajo como asistente social con su carrera como superhéroe. Una serie de historias en las que se pone el foco en la dificultad de llevar esa doble vida y cómo afecta a la estabilidad del gueto.

Es una doble lucha, una quirúrgica y dolorosa frente a las bandas de chavales marginales, y otra violenta frente a los supervillanos de turno. Unos supervillanos que juegan un papel funcional, como fuente del conflicto social que le va a explotar a Sam.

Adversarios tan dispares como un Centinela que sobrevive fuera de control y toma al Halcón por un mutante, o un Electro neurótico perdido. Además de un tipo enfundado en un exoesqueleto que se hace llamar Némesis.

El tipo de tramas, acompañadas del correspondiente entorno, no cabe duda de que le van al dedillo a Sam Wilson. En cuanto a la naturaleza de las historias, la temática social, como digo, centra gran parte de la atención. Historias que, en conjunto, no pasan de lo aceptable.

Entre otras cosas, también cabe mencionar al Sargento Tork, un policía de métodos rudos, la aparición del mismísimo Ronald Reagan como transitoria víctima de las bandas y la intervención del Capitán América como invitado en el último episodio. Un episodio que cierra la miniserie de forma un tanto inofensiva, final feliz mediante.

Conclusión.

Un tomo que recopila una serie de historias que tienen el mérito de no destacar, ni en sentido positivo, ni negativo.

Episodios modestos destinados a fans del personaje, más que otra cosa.

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rockomic

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on “Reseñas: El Halcón: 100% Marvel HC: «Ganadores y Perdedores» (1979-1984)
9 Comments on “Reseñas: El Halcón: 100% Marvel HC: «Ganadores y Perdedores» (1979-1984)
  1. Tomo muy regulero. Con historias que estaba claro desde el principio que no se les iba a dar el espacio para el desarrollo. Una pena en el caso del tándem DeMatteis & Zeck, de los que sí podría haber salido algo. Los demás en ningún momento se lo toman demasiado en serio (pena en el caso del joven Paul Smith), solo están ahí para cumplir (pero al menos cumplen).

  2. Curiosamente ya nos encontramos con algo que molestaba bastante (al menos una vez tenía ya una carrera real encarrilada) al propio Owsley (muy cansado de que le llamasen casi siempre para lo mismo …y le propusiesen cada cierto tiempo volver a escribir a T’Challa): el adjudicar a personajes «étnicos»/»racializados» a autores acordes a ellos. En este caso, a la mini de Sam Wilson le adjudican a los afroamericanos Jim Owsley (que se haría famoso gracias a Pantera Negra…pese a escribir y editar ya en sus años mozos a todo un Conan …y mejor que otros guionistas que se suelen asociar más al bárbaro como son Fleisher y Jones …o otro que no se asocia tanto pero era un guionista muy dotado: el también presente en este tomo DeMatteis, que en el caso del cimmerio falló soberanamente en su acercamiento al canon Howardiano) y Mark Bright (más conocido por acá por su labor en Iron Man).

  3. Un personaje entrañable de los ke habría merecido una serie propia precisamente para después de haber sido coprotagonista del Capitán América, poder poner el foco en historias más sociales en entornos más marginales esgrimiendo una profesión tan vocacional como es el trabajo social 🤗🦅

    • En los primeros dosmiles volvió a compartir serie (bastante secundaria) con el Capi (Captain America and The Falcon), precisamente con Christopher Priest (y dibujantes como Bart Sears y Joe Bennett). Aunque su relevancia vino después, tras ocupar el puesto (y serie) del Capi (luego la serie bifurcaría en dos, una para San y otra para Steve, ya con dos Capis).

  4. He leído en la reseña de Es la hora de las tortas (para nada tan completa y sincera como las de Rockomic) ke la miniserie del Halcón fue publicada en nuestra época Fórum como complemento de La Patrulla-X 🙄

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