Aviso de posibles spoilers si nunca has leído estos cómics.
Tercera entrega de la Biblioteca Marvel que recopila la colección del Hombre Submarino.
La serie sigue su andadura dentro del título Tales to Astonish todavía bajo la batuta de Stan Lee. Sin embargo, si al final del anterior volumen se hacía efectivo el relevo en el puesto de dibujante, en este ocurre lo mismo con el de guionista. Roy Thomas es el encargado de tomar el relevo hacia mitad de tomo, si bien su etapa inicial es algo intermitente ya que se toma un paréntesis de un par de episodios en los que Raymond Marais ocupa su lugar.
Por su parte, Bill Everett, el padre de Namor que recuperó el puesto de dibujante en el anterior volumen, sigue aquí como dibujante titular, pero su trayectoria también se ve interrumpida en un par de episodios a cargo de Dan Adkins y Werner Roth.
El regreso de Bill Everett a su creación llega quizás en el peor momento de esta etapa de la colección. Los guiones de Stan Lee se hacen repetitivos, limitándose al tirano de turno que quiere hacerse con el trono de Atlantis, ya sea, Attuma, Byrrah o Krang. Básicamente, una consecución de episodios de género bélico, pero bajo el mar y aderezados con criaturas marinas y gigantes mecánicos. Byrrah, primo de Namor para más señas, hace aquí su primera aparición moderna en el Universo Marvel.
Los dibujos de Bill Everett, puestos en el contexto de la segunda mitad de los sesenta, hay que reconocer que tienen una estética arcaica y quedan un tanto fuera de tiempo, pero el dibujante se nota que está en su salsa. Dan Adkins, por contra, es un dibujante más de la época y su episodio creo que luce mejor.
El aterrizaje de Roy Thomas como guionista trae consigo unas historias algo más llevaderas, pero sin pasar de lo correcto. Tras un episodio en el que Namor se enfrenta a una criatura radiactiva marina, el último arco del tomo, guionizado a medias entre Thomas y Marais, enfrenta a Namor al Saqueador, el hermano maligno de Ka-Zar. Un arco que significa la primera aparición del Doctor Walter Newell, futuro Manta Raya.
Estos últimos episodios dibujan a un Namor especialmente desconfiado con los hombres de la superficie, hasta el punto de querer iniciar una guerra por simples corazonadas. Tienen que ser Dorma y Lord Vashti, cargados de juicio, quienes hagan recapacitar a su príncipe.
La premisa del último arco es tan interesante como inverosímil. Newell es el creador de una ciudad submarina encerrada en una cúpula, construida para hacer frente a la creciente población del mundo de la superficie. Tras mostrar Namor su negativa al proyecto, irrumpe el Saqueador con el propósito de robar las riquezas de la nueva ciudad submarina. Thomas aprovecha aquí para crear un inesperado vínculo histórico entre Atlantis y la Tierra Salvaje, lugar adonde se traslada la acción. Un vínculo al que, en el futuro, daría recorrido y amplificaría Bruce Jones en la serie de Ka-Zar de los 80.
Conclusión.
Un tomo que seguramente recoge algunos de los episodios menos recomendables de esta primera etapa.
En especial, el tramo final de Stan Lee es muy flojo. La mitad correspondiente a Thomas al menos pasa por correctita, mientras que el apartado gráfico en general es bastante discreto.
Por suerte, en la próxima entrega empieza lo bueno.
Enlace a la ficha:
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Además, en esa portada Namor mantiene una postura físicamente imposible (😈de algunos de sus músculos ya casi mejor ni hablamos🧐).
Los fans de Namor tienen el cielo ganado.
Sumisión atlante.😈😂