Reseñas: Daredevil: Omnigold 4: «Una Mujer Llamada… Viuda Negra» (1971-1973)

Vamos allá con el cuarto tomo recopilatorio de la colección del Hombre sin Miedo.

Este nuevo volumen tiene la particularidad de recoger la totalidad de la etapa guionizada por Gerry Conway, e incluso un poco más. El apartado gráfico, por su parte, sigue copado por el talentoso lápiz de Gene Colan.

Pero el gran acontecimiento de esta etapa es la entrada de un personaje que va a compartir cabecera con el cuernecitos durante un tiempo. Pero eso lo veremos más abajo.

Tras la etapa digna que recopilaba el anterior volumen se esperaba que un hombre del talento de Gerry Conway condujera a Daredevil por la buena senda, pero nuestro optimismo empieza a deshincharse ya en los primeros números.

La pobre historia inicial sobre unos tipos llegados de otra dimensión, los Hombres Leopardo, le sigue un crossover con la colección de Iron Man, que también estaba en manos de Conway.

Daredevil se ve involucrado en una trama de la colección del latas que ya llevaba algún recorrido. El caso es que con la entrada de Conway como guionista se origina un nuevo hilo en el que aparecen personajes de debajo de las piedras. Al Maestro Espía, que ya rondaba por ahí, se suman la banda del Zodíaco, Nick Furia, Madame Máscara y el propio Daredevil, más los habituales Iron Man y Jasper Sitwell. El resultado es una aglomeración de lances, personajes y giros que deja bastante que desear, para finalmente Conway sacarse de la manga una hermandad arcaica como origen de todo el tinglado. En cualquier caso, la línea argumental pertenece a la colección de Iron Man, siendo Daredevil un mero invitado.

Tampoco es nada del otro mundo el número en que la ceguera se apodera de la ciudad, como si de la obra de Saramago se tratase, mientras que el arco del Cóndor está algo mejor. Se trata de una historia muy terrenal sobre el control, mediante malas artes supuestamente salvadoras, que ejerce un revolucionario hispano sobre un país inventado.

Por otro lado, a pesar de la ruptura entre Matt y Karen, el culebrón entre ellos sigue martirizándonos. Resulta especialmente agotador comprobar el continuo autofustigamiento del primero por el fracaso de su relación con Karen. La obsesión de Matt con el asunto llega al extremo de no parar de darle vueltas en medio de una pelea ante el oponente de turno. Tres cuartos de lo mismo ocurre con Karen, en su voluntario alejamiento de Matt.

También el encubrimiento de su secreto como Daredevil pone de manifiesto algún comportamiento excesivo, cuando Matt llegue a propinar un manotazo a Foggy para dejarlo sin sentido. Todo para poder ocuparse de la situación como Daredevil sin tener que descubrirse.

La mejor noticia de esta serie de números la tenemos, como no, en el apartado gráfico, que sobrepasa en mucho la labor escrita. Más cuando Tom Palmer entra como entintador, de forma que el dibujo de Colan luce como en sus mejores momentos. De todas formas, Syd Shores no lo hacía nada mal.

A continuación, otro crossover coge el testigo, esta vez con la serie de Namor. Un crossover que llega justo cuando Conway también inicia etapa en la colección del atlante, igualmente acompañado por Gene Colan. Se trata de una línea argumental en la que Spiderman también participa como invitado, más por el efecto llamamiento para otros lectores que por una funcionalidad real, porque tampoco es que el trepamuros aporte gran cosa. La trama se inicia en Daredevil para acabar siendo propiedad de Namor. De hecho, Daredevil ni siquiera aparece en el episodio correspondiente a la colección del Hombre Submarino. En cualquier caso, la aventura es interesante. Lo mejor es la narración visual de Colan en el cuerpo a cuerpo con el villano Turalla.

La saga de Mr. Kline. Y la Viuda Negra que se apunta a la fiesta.

Entramos aquí, al fin, en la primera saga extensa de la etapa recogida en esta reseña. Una saga en la que un misterioso personaje llamado Mr. Kline, que a su vez obedece a otra voz todavía más oculta, se erige en el oponente principal.

Tras la presentación de un nuevo fantoche llamado Hombre-Toro, el ente maquinador llamado Mr. Kline, innecesariamente rebautizado como El Asesino, se vale de peones bien conocidos por los lectores como son el Búho, el Escorpión y Mr. Hyde, que pronto descubriremos que no son lo que parecían.

Pero el movimiento más importante que nos proporciona este arco es indudablemente la entrada de la Viuda Negra en la colección. Una entrada en un principio como personaje secundario, pero que pronto veremos como la intención de los autores irá mucho más allá.

Apenas aparecer, Natasha acaba siendo juzgada de forma injusta, en un insólito cara a cara entre Matt y Foggy en el juicio. Un juicio que acaba presentando argumentos demasiado rebuscados, usando el hecho de que sea rusa como atenuante.

El hecho es que no pasan demasiados números hasta que vemos las intenciones de Gerry Conway respecto a Natasha El romance que inician Nat y Matt certifica el papel de coprotagonista de la mujer, más aún cuando tiene el privilegio de descubrir la identidad secreta de su nuevo amor como Daredevil.

Siguiendo con la saga, finalmente descubrimos que Mr. Kline, no es más que un androide enviado a través del tiempo por una computadora, llamada Baal, que gobierna la Tierra en un futuro lejano. El caso es que, para ello, envía a su androide a cambiar el curso de la historia manipulando a Matt y a Foggy, de forma que todo se encamine a la línea temporal que asegure su existencia. El desenlace nos trae de sopetón otros androides de un futuro superior que resuelven la situación en un abrir y cerrar de ojos.

Se agradece el esfuerzo que supone el complejo entramado de la saga, pero el resultado final considero que es mejorable. La trama es demasiado enmarañada, mientras que la argumentación vertebral me resulta un tanto banal.

Como comentario aparte, la historia nos queda como otro posible ensayo del Multiverso.

En otro orden de cosas, curiosamente, Mr. Kline interviene, con las mismas armas, en la serie de Iron Man durante varios episodios de forma simultánea a esta saga. Pero no es necesario leer la serie de Iron Man puesto que no se trata de ningún crossover.

En lo referente al apartado gráfico, a mitad de la larga saga el pobre Gene Colan tiene que sufrir las tintas de Jack Abel, justo el polo opuesto al sutil trazo de Tom Palmer. Por suerte, Palmer vuelve a recuperar su puesto tras esta saga y hasta prácticamente la parte final de este volumen. La saga también incluye un feo episodio dibujado entre Barry Smith y Alan Weiss, y entintado por Bill Everett.

Tras un nuevo encuentro frente al Gladiador, sin más trascendencia, tenemos otro episodio que recupera fugazmente el culebrón entre Matt y Karen cuando se encuentran de casualidad y unen sus labios sin miramientos. Todo ello delante de los morros de Natasha y del pobre desgraciado con el que se había liado Karen.

Pero el renacer de su amor no es más que un espejismo. Al poco, ambos asumen que su relación no irá a ningún sitio y definitivamente toman caminos separados. Por fortuna para nosotros.

Bienvenidos a San Francisco.

Daredevil entra, ahora sí, en una nueva etapa en la que rompe de forma abrupta con su pasado. Y no sólo en lo correspondiente al relevo en su interés amoroso, sino también al lugar de residencia. Matt se traslada a vivir a San Francisco junto a Natasha y al inseparable chofer y protector de ésta, Ivan.

El plantel de secundarios no se queda atrás en cuanto a lavado de cara. El policía Paul Carson, el inspector de policía Robert O’Hara y Jason Sloan, nuevo socio de Matt en la práctica del derecho, son las nuevas piezas que iremos viendo a partir de esta nueva etapa.

Por si todavía hubiera alguna duda al respecto, la colección modifica su tradicional cabecera solista por la de Daredevil y la Viuda Negra.

Si además seguimos contando con un trabajo gráfico de grandísimo nivel por parte del equipo Colan-Palmer, las perspectivas de lo que nos vamos a encontrar son buenas. Por desgracia, el problema sigue siendo el habitual en esta serie: el trabajo escrito va muy rezagado respecto al gráfico.

Ya los primeros números de esta nueva etapa son bastante discretos. Un obviable enfrentamiento con el Buey y sendos encuentros con Electro y el Hombre Púrpura. Episodios que son la antesala de otra larga saga, la del Proyecto Cuatro.

Todo empieza cuando Natasha, despavorida, se encuentra con su pasado en forma de un compañero de espionaje llamado Danny French.

Al mismo tiempo, tanto Daredevil como la Viuda experimentan diferentes episodios de pánico inexplicable. La heroína lo achaca a French y a un objeto de su posesión, llamado Proyecto Cuatro, que consiste en una esfera de energía de incalculable poder.

Por otro lado, también tenemos a un magnate llamado Damon Dran, interesado en la dichosa esfera.

Pero, para sorpresa de propios y extraños, no es French el causante de los episodios de terror que afectan a ambos héroes sino el mismísimo Mr. Miedo. El antiguo oponente de Daredevil, bajo una nueva identidad, la tercera ya, irrumpe en la trama de forma inesperada. A su vez, Danny French, tras al exagerado dramatismo inicial, resulta ser un tipo inofensivo.

El villano real termina por ser el otro tipo, Damon Dran, que acaba absorbiendo la esfera y convirtiéndose en el supervillano de turno, el Hombre Indestructible. Lo peor de todo es lo absurdo de las motivaciones del villano, del calibre de que necesita una fuente de poder porque se siente vulnerable ante las supuestas guerras que nos depara el futuro.

El caso es que el resultado de la saga es bastante mejorable, sobre todo emocionalmente.

Por otro lado, también creo que las chispas que surgen entre Nat y Matt son algo forzadas, como intentando meter un supuesto mensaje de empoderamiento al inicio de la saga. Y la irrupción de T’Challa para salvaguardar la identidad secreta de Daredevil queda un tanto inverosímil. Sobre todo, cuando se disfraza de Daredevil incluida máscara facial caucásica que tape su piel negra.

La etapa guionizada por Gerry Conway, por lo menos en solitario, finaliza con un nuevo enfrentamiento con el Hombre-Toro, francamente prescindible.

Steve Gerber coge sitio.

Steve Gerber entra en el puesto de guionista, pero inicialmente compartiendo dicha labor con Gerry Conway en dos episodios. La etapa guionizada por Steve Gerber también tiene su inicio en los últimos episodios de este volumen. Una etapa que tendrá su continuidad en el siguiente.

El mano a mano Conway-Gerber se inicia con lo que a la postre resultaría ser una larguísima saga. Aunque durante sus primeros compases tenga escasa apariencia de extensa línea argumental, algo que quizás ni siquiera Steve Gerber sabía todavía.

Mordecai Jones, el Mesías Oscuro, es el nuevo oponente del cuernecitos. Una especie de Adam Warlock de segunda, pero esta vez abiertamente cristiano. Entre este nuevo mesías y su séquito, los Discípulos del Juicio Final, tenemos como resultado un episodio de lo más kitsch.

Antes de volver a la supuesta línea oficial de continuidad, nos encontramos con un nuevo crossover, esta vez con la colección de los Vengadores. Un crossover que apenas sirve para que un desesperado Ojo de Halcón haga el ridículo. Al impulsivo vengador no se le ocurre otra cosa que venir a reclamar a la Viuda Negra como si fuera de su propiedad. Un número, el correspondiente a Daredevil, que cuenta con un dibujante invitado, Sam Kweskin.

Lo más inesperado lo tenemos en el episodio de la colección de los Vengadores, cuando Daredevil y la Viuda Negra ayudan al grupo en su enfrentamiento con Magneto. Natasha se sume en un mar de dudas y decide abandonar a Matt para unirse a los Vengadores, al fin como miembro oficial, para un número más tarde volverse atrás en ambas decisiones.

El siguiente oponente en hacer su presentación es Angar, el aullador. Se trata de un villano de los que tanto gustan a Gerber, en el sentido de ser un chiflado fanático de alguna convicción. En este caso, el colega es un enfermo del hippismo.

Es aquí cuando nos encontramos con la primera vinculación que apunta a presumible saga, en la figura de un tipo en la sombra, ya visto en el arco del Mesías Oscuro, que aparece también como creador de Angar. Pero ya habrá que esperar al siguiente volumen para conocer como sigue esta enigmática línea argumental.

En este pequeño arco Gene Colan dibuja su último número como dibujante regular. A partir de aquí entramos en una serie de números sin artista gráfico fijo. El primero de ellos es Rich Buckler.

El tomo finaliza con el regreso del Zancudo en un número prescindible transitoriamente guionizado por Chris Claremont y dibujado por Syd Shores.

Conclusión.

En definitiva, para mi gusto una etapa, la de Gerry Conway, más bien floja con algunos momentos aceptables. El inicio de la de Steve Gerber está sujeta a lo que nos encontremos en el siguiente volumen, así que ya veremos.

Entiendo que la saga de Mr. Kline puede ser del agrado de muchos lectores. Supongo que es cuestión de gustos y de cómo nos coja en aquel momento. Respecto a la del Proyecto Cuatro ya tengo más dudas. A mí no me han acabado de convencer.

Pero claro, siempre nos quedará la parte gráfica, que sigue siendo el polo opuesto a la escrita. Excelente Colan, sobre todo cuando cuenta con Tom Palmer como embellecedor.

Enlace a la ficha:

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rockomic

15 Comments

on “Reseñas: Daredevil: Omnigold 4: «Una Mujer Llamada… Viuda Negra» (1971-1973)
15 Comments on “Reseñas: Daredevil: Omnigold 4: «Una Mujer Llamada… Viuda Negra» (1971-1973)
  1. La etapa clasica de Daredevil y Black Widow es mi favorita después del Daredevil de Mckenzie y Frank Miller, por primera vez unos argumentos y un dibujo a la altura del resto de colecciones durante esos años. Spider-Man, FF o Vengadores estaban encima por calidad pero Daredevil ya estaba más cerca que números anteriores.
    Seria bueno que los publicasen en color.

    • Los guiones de la serie siguen siendo un truño. En las mejores Conway no pasa de alcanzar el aprobado. Aunque hay que reconocerle que Natasha Romanoff (Natalya Alianovna Romanova) es una gran mejora respecto a Karen Page como personaje (no solo en la parte de culebrón romántico) …y la cálida rusa se come a Murdock en todos los sentidos. Toda serie necesita a una pelirroja con carácter (incluso las que no iban tan necesitadas de algún interés por mínimo que fuese como esta de DD), ja, …y ya si esta es una super espía… Además hay feeling (en todos los sentidos) entre DD y la Viuda. La historia de DD habría sido muchísimo más pobre sin la Viuda Negra y Elektra, sin duda. A mí también me cae simpática esta etapa de mis lecturas infantiles, pero si juzgamos objetivamente, no digamos ya sin sobrevalorar la presencia de la siempre apreciada belleza letal rusa, la serie apenas ha levantado cabeza más allá de en el dibujo. Los guiones siguen entre lo más flojo de la Marvel del momento, como en Iron Man. Aunque si hubiesen empezado los Omnigold con este cuarto tomo algo más (y buena falta les hacía el plus) sí habrían vendido.

      • El cambio de aires (aunque tras la etapa Miller nos cueste imaginar a Matt alejado de la Cocina del Infierno) tampoco fue mala idea. Manhattan estaba superpoblada de disfraces …y DD era solo uno más (y de bajo perfil). En una época en la que la serie no destacaba más que por la minusvalía del protagonista (más falsa que una moneda de dos caras dado el alcance de sus supersentidos), casi todo cambio que lo distinguiese un poquito era ya en principio bien recibido.😈

  2. Gracias por vuestros comentarios, amigos. 😀

    Monti, también está hecha la del tercero. 😆
    Y así seguiremos. Las reseñas son en orden cronológico, así que también haré las del quinto y sexto cuando toque.

  3. Lo mejor de estos cómics el arte de Colan (y como Nat y Matt se balanceaban entre los edificios, como si de un sensual baile se tratase). Un saludo, Rockomic. Y ánimo con tu impresionante labor de repaso al grueso de la Era Marvel de los cómics. Excelsior!😎✌️

  4. Pues no se a que esperan para que salga el onmigold 3 de DARE DEVIL.

    Han sido capaces de sacar PATRULLA X original ya completa, cuando es mucho más mediocre que el cuernecitos

    A mi ,me gustaron en su días estos numeros, pero por que soy un fan acérrimo de COLAN, en cuanto a los guiones jajaja , sin comentarios.

    Este «supuesto» onmigold mejoraría bastante a los anteriores , la etapa de la viuda negra , para mi parecer se deja leer pero nada más.

    Conclusión un tomo para completistas o fans de DARE DEVIL o del maestro COLAN, en mi caso soy fans de los dos🙈🙈.

    Por cierto ALAN ,te recomiendo que leas la etapa del cuernecitos de BENDIS o BRUBAKER .
    Decir que la etapa del cuernecitos de la viuda negra ,es después de la de FRAN MILLER lo mejor de el DARE DEVIL , buf me da que te has pasado dos pueblos.

    No se ,para gustos los colores.Pero disiento totalmente contigo en este tema🤔

    Buena reseña ROCKOMIC como siempre y gracias por darnos estos ratos de ocio.

    SUSO como siempre tus apreciaciones no tienen parangón. 😂

      • …Vale que todo lo demás, Steranko incluido, era un poco olvidable (o sin lo de poco, ja). Pero la cosa no va mucho mejor en DD hasta la llegada de Nat (e incluso apenas después de esta)…y el primer Omnigold de DD era ciertamente plomizo. Y ni siquiera Wood destacó un poco allí (aunque se marcó un estupendo rediseño para el personaje que será una deuda histórica de la editorial para con un dibujante clásico con el que no tuvo tanta relación…y esta no fue además tan provechosa como se hubiese podido esperar …como tampoco Johnny Craig u otros).

        • El segundo de la PATRULLA X original es de los comics más malos que he leido en décadas.
          No hay por donde cojerlo , todo el guión en sí es una aberración de disparates a cual mayor.🙈🙈🙈

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