Reseñas: Los Defensores: Marvel Limited Edition 4: “El Dia-D” (1976-1978)

Tras la excelente etapa guionizada por Steve Gerber que copó el anterior tomo, entramos en una etapa completamente nueva de la colección de los Defensores. Recordemos que el dibujante Sal Buscema abandonó el título junto a Gerber, de manera que el vuelco en el equipo de autores es total.

La nueva alineación podríamos decir que la lidera Gerry Conway, si bien, como acostumbra en esta segunda mitad de los setenta, se queda durante pocos números. Tan sólo dos números como guionista y dos más como argumentista, cediendo los guiones a Roger Slifer y David Anthony Kraft, que trabajan a dos manos.

En el apartado gráfico hay mucha más estabilidad. Keith Giffen es el nuevo dibujante regular, siendo entintado por Klaus Janson en el primer tramo.

El estilo de Giffen es de notable influencia kyrbiana, tanto en narrativa como en anatomía y diseño, pero el entintado de Klaus Janson se come completamente sus trazos. El resultado es una estética satisfactoria sobre una narrativa competente.

Este numeroso equipo es el que se encarga de la primera saga del presente volumen, la del Rajá Rojo, una saga que podemos dividir en dos partes. Porque la primera línea argumental, en la que los Defensores se miden a Cabeza de Huevo y sus Emisarios del Mal, funciona también como prólogo de la saga. Una trama de la que se puede aprovechar una espectacular batalla contra el Rino y Solarr, y el inesperado papel que juega el Hombre de Cobalto. No está mal, para empezar.

La trama vertebral, ahora sí, tiene como epicentro a una antigua piedra preciosa conocida como la Estrella de Capistán, así como al personaje que invoca la propia joya, el Rajá Rojo. El mesías del espíritu único, en sus propias palabras.

Un buen arco con villano entre lo espiritual y lo místico, que acaba siendo un vehículo para el lucimiento de las mujeres del no-grupo, la Valquiria, la Guardiana Roja y… la Gata Infernal. Sí, la gatuna superheroína se presenta en la colección para acabar siendo nuevo miembro del grupo. Una Gata Infernal que viene de pasar una temporadita con Dragón Lunar, después de aquella extraña escena en los Vengadores, en la que la titana prácticamente la obliga a ser instruida.

El hecho es que las tres mujeres, a las que al final se une Clea, se erigen en las salvadoras del resto de Defensores, los hombres, puesto que el poder de persuasión del Rajá Rojo no surte efecto en ellas. Parece obvia la intención de hacer evidente la mayor fuerza de voluntad o resistencia mental de las mujeres respecto a los hombres.

Pero eso no es todo, porque, de todas las féminas, la única que ha ofrecido menos resistencia al Rajá es la Guardiana a Roja, la rusa del grupo. La conclusión a la que llegan no tiene desperdicio: su educación en el régimen soviético la hace más vulnerable por cerrazón de ideas. De hecho, en lo que queda de esta etapa y especialmente en la posterior de Kraft en solitario, el guionista no se está de ir metiendo puyitas a los soviéticos y otros regímenes comunistas.

La saga termina con un golpe de efecto inesperado, el Doctor Extraño abandona los Defensores. Abandono que trae consigo una nueva ola de renuncias, puesto que Power Man y la Guardiana Roja le siguen. Aunque, en realidad, a esta última muy pronto la volveremos a ver por estas páginas.

Otro que sigue los pasos de Extraño es Gerry Conway, que deja a David Kraft y Roger Slifer como únicos responsables de la parte escrita. Labor que comparten como buenos amigos, si bien en un solitario número ceden el puesto de guionista a John Warner mientras ellos se ocupan de los argumentos.

Precisamente, el número que guioniza John Warner es un cúmulo de luchas sin sentido, propiciadas por la presencia de numerosos invitados. El Hombre Maravilla, el Caballero Luna y Nick Furia son los nombres involucrados en esta confusa trama, en la que, al menos, tenemos el aliciente del estreno de un nuevo traje por parte de la Valquiria.

Kraft se lleva el gato al agua.

El número sigue, en parte, el hilo de la nueva saga del Zodiaco. Un ciclo argumental en el que Jack Norriss, el marido de la mujer cuyo cuerpo ocupa la Valquiria, vuelve a tomar protagonismo.

Tras la presentación de Escorpio como antagonista, y de un Nick Furia un tanto enigmático, David Anthony Kraft se queda con el puesto de guionista en solitario y de forma estable.

En el apartado gráfico sigue Keith Giffen, pero sin el embellecido de Klaus Janson la estética de sus dibujos es otro mundo. La influencia de Kirby se hace más evidente, pero también puede venirnos a la memoria el estilo de Herb Trimpe o incluso de Jim Steranko. En cualquier caso, la capacidad narrativa de Giffen no queda afectada.

Se agradece, al fin, estabilidad en cuanto al autor intelectual de la colección y creo que Kraft se lo toma en serio.

En el primer tramo de su etapa las tramas ganan en complejidad, entrando es cuestiones filosóficas y en la crítica en varios frentes. Kraft también es bueno llevando varios hilos en paralelo y compaginando géneros dispares como son el noir, la acción superheroica y el misticismo.

Sin embargo, la mayoría de los arcos argumentales de Kraft creo que pierden entereza en su parte final, pasando de un tratamiento profundo a la acción más superflua. En algunos casos dicha evolución funciona, pero en otros no tanto.

Un buen ejemplo de esto sería la mencionada saga de Escorpio y el nuevo Zodiaco.

Una saga que tiene inicio en una compleja trama de espionaje y noir, con personajes bien desarrollados y bien aprovechados. Incluido el papel que interpreta el Caballero Luna, que se queda durante toda la saga.

Pero hacia la segunda mitad, el arco se suelta, tomando un tono más simple y desenfadado. La lucha con un tozudo Hulk pone el ingrediente divertido, mientas que la batalla final contra el Zodiaco aporta el componente de espectacularidad, pero también de irracionalidad que, desde mi punto de vista, tuerce un poco la buena senda a nivel de guion.

En cualquier caso, el arco es más que disfrutable.

Algo parecido ocurre con la siguiente saga, pero antes nos encontramos con un curioso número de transición en el que se profundiza en algunos personajes. Caso de Halcón Nocturno, cuya batalla contra un tipo llamado el Anillador da pie a reflexiones de carácter introspectivo. Y también Valquiria, que sigue buscando su sitio en esta sociedad desconocida e incomprensible para ella, inscribiéndose en la Universidad. Ello nos llevará a vivir el día a día de la guerrera asgardiana alejada de sus compañeros de no-grupo durante un tramo de la colección. En la facultad veremos como Val hace amistad con un peculiar tipo llamado Dólar Bill, y también como hace frente a un delincuente disfrazado apodado como Lunátiko.

La nueva saga trae de regreso a Namor, que acaba recibiendo la ayuda de sus antiguos compañeros para salvar a su pueblo de la enésima amenaza radiactiva.

Pero no es ésta la principal amenaza que nos presenta el arco, porque, en un hilo en paralelo, la Guardiana Roja es controlada mentalmente por un tipo llamado Código: Sergei, en sus dominios subterráneos en Moscú.

El desarrollo y confluencia de los hilos por parte de Kraft creo que es más que bueno y no exento de contenido. El villano resultante, que se hace llamar La Presencia, tiene un interesante trasfondo espiritual y psicológico. Además, el guionista aprovecha para poner de manifiesto sus inquietudes sociales y políticas. Creo que es meridiana la alarma por la amenaza nuclear, personificada, como no, en los rusos. Pero también denuncias como el vertido químico en los mares o la discriminación del sexo femenino.

Pero, por desgracia, la saga se deshincha en su último tramo. El problema está, básicamente, en la batalla final, en unos diálogos que se hacen cuesta arriba y un final precipitado, aunque tampoco ayuda nada el dibujo de Carmine Infantino.

Infantino se ocupa de los lápices transitoriamente tras el abandono de Keith Giffen a media saga. De hecho, en sus dos últimos números, Giffen cuenta con la ayuda de otros artistas, especialmente Michael Golden. Dos capítulos que ni siquiera dan para completar los correspondientes comic-books, de manera que vienen complementados con dos prescindibles relatos de cinco páginas, protagonizados por Clea y Nick Furia.

Peores son los dos siguientes números. Primero, una especie de epílogo de la saga en el que Bruce Banner debe salvar a los Defensores de su letal exposición radiactiva. Lo peor de todo es que la cosa deriva en un conflicto diplomático que, inexplicablemente, se queda en nada.

Y, a continuación, el turno es para un fill-in a cargo de Chris Claremont, de nuevo bajo argumento de Gerry Conway y dibujos a lápiz a medias entre George Tuska y Dave Cockrum. Una discreta historia fuera de hilo, con Ms. Marvel como invitada y multitud de referencias a la colección propia de la superheroína.

Ed Hannigan y Sal Buscema piden turno.

Por suerte, muy diferente es la saga de la xenogénesis. Saga donde entra Ed Hannigan como nuevo dibujante a lápiz.

Si en el anterior arco teníamos el regreso puntual de Namor, en esta ocasión es el Doctor Extraño quien hace lo propio. Además, también contamos con personaje invitado en la figura del Exterminador de Demonios, que se une al grupo para la ocasión. El Exterminador de Demonios es un personaje creado fuera de Marvel por el propio David Anthony Kraft y por Rich Buckler, que fue introducido en el UM en la serie de Deathlok.

La xenogénesis consiste en el renacer de la raza demonio con el fin de gobernar la Tierra. Un culto demoníaco liderado por la siniestra Vera Gemini, mitad demonio, mitad mortal, se vale del Ojo de Agamotto para traer a los demonios a nuestra dimensión. Una sinopsis que apunta a arco oscuro y consagrado a las artes ocultas, pero que pronto evoluciona a mucho más.

Kraft se suelta, sabiendo hilvanar cultos satánicos con género de aventuras, metiendo algunas sutiles denuncias políticas y un creciente sentido del humor. Dólar Bill, el amigo de Val, es el principal vehículo para el humor, pero también lo es la Gata Infernal, que se destapa como el miembro más dicharachero de los Defensores, así como también el siempre ofuscado Hulk.

Los textos de Kraft son a menudo densos, y ciertamente hay momentos en los que no sabes si tomarte la trama en serio o a broma. Pero los conceptos y temas que toca son de lo más atractivos y creo que el conjunto funciona.

En cuanto al trabajo de Hannigan, es bueno a nivel narrativo, pero menos vistoso estéticamente.

Para mi gusto, el mejor arco de esta etapa guionizada por David Kraft.

Pero eso no es todo, porque el comentado arco también es un visible tributo a la banda americana de rock, Blue Oyster Cult. Y es que toda la historia está repleta de conceptos y personajes directamente sacados de títulos de temas y álbumes de la banda (Agent of Fortune, Tyranny and Mutation, Vera Gemini, Career of Evil, Dominance and Submission, Harvester of Eye, the Red and the Black…). Y no sólo eso, sino que la propia banda aparece en una viñeta, además de que Eric Bloom, líder de la banda, figura en los créditos del primero de los números.

No es la primera vez que se rinde homenaje a una banda de rock en este tomo, puesto que uno de los números de la comentada saga del Rajá Rojo está dedicado a los tres miembros de Rush. Ignoro si también es cosa de Kraft.

Entramos en el tramo final del tomo, ya con un David Anthony Kraft entregado a un tipo de cómic distendido donde el humor es una constante. La evolución de los guiones de Kraft es de lo más desconcertante. Lo que estamos leyendo ahora poco tiene que ver con la complejidad y el espíritu crítico y filosófico de esos inicios de etapa, pero eso no significa que el trabajo del guionista haya ido a peor, para nada.

Un nuevo episodio, en el que los Defensores usan a Spiderman como cebo para atrapar a Lunátiko, es un buen ejemplo del tono desenfadado y risueño que ha tomado la colección. Aunque se trata de un número un tanto modesto, lejos de la locura que viene a continuación.

Entrando, pues, en el arco que cierra este primer volumen, ya la idea de base es de lo más disparatado que nos podemos encontrar en la Marvel de los 70. Y no porque estemos ante una propuesta surrealista o fuera de toda lógica, sino porque David Kraft saca a relucir el lado más paródico y caricaturesco de los superhéroes.

Un arco que, además, nos trae la grata sorpresa del temporal retorno de Sal Buscema, que dibuja los tres números.

El caso es que el metomentodo de Dólar Bill la lía buena cuando saca del anonimato a los Defensores en un especial televisivo, según el cual cualquier individuo provisto de superpoderes puede convertirse en un Defensor. A los pocos minutos, la cola de superhéroes llamando a la puerta del grupo es interminable. Pero peor es la situación dada por la larga lista de supervillanos que aprovechan también para autoproclamarse Defensores.

La consiguiente trama da para situaciones de lo más hilarante en las que ningún personaje se libra de sus 15 segundos de puesta en ridículo.

En definitiva, uno de los arcos más divertidos que podemos encontrar a lo largo y ancho de los 70.

No quiero terminar el análisis del arco sin poner la lista completa de “Defensores por un día”: Hércules, Nova, Sota de Corazones, el Halcón, Puño de Hierro, Manta Raya, Marvel Boy, el Hijo de Satán, el Merodeador, Tigre Blanco, Polaris, Kaos, Goliat Negro, Tagak, Torpedo y Capitán Ultra.

En cuanto a los supervillanos, la lista es incluso más larga. Entre otros, Sagitario, la Mole, Torbellino, Batroc, Electro, Escarabajo, Libra, Bumerang, Conmocionador o Fundidor.

En paralelo a esta última saga, volvemos a tener noticias de la Presencia, el villano originado en prácticas nucleares presentado más arriba. Todo apunta a que viene algo gordo, pero eso es algo que veremos en el próximo tomo de los Defensores.

Conclusión.

Si bien la etapa guionizada por David Anthony Kraft no está en los niveles de la propia de Steve Gerber recogida en el anterior tomo, creo que con ella la colección sigue por la buena senda.

Por lo menos el último tercio de este recopilatorio, sumado a la saga del Zodiaco, hacen de éste otro tomo recomendable de la Marvel de los 70. La lástima son los varios altibajos que nos vamos encontrando, pero creo que no empañan los muchos buenos momentos.

El apartado gráfico también creo que supera el aprobado sin problemas, en especial Keith Giffen y Sal Buscema, pero también Ed Hannigan.

Enlace a la ficha:

Loading

rockomic

75 Comments

on “Reseñas: Los Defensores: Marvel Limited Edition 4: “El Dia-D” (1976-1978)
75 Comments on “Reseñas: Los Defensores: Marvel Limited Edition 4: “El Dia-D” (1976-1978)
  1. Pues como tú (y yo) Dave Kraft (fallecido el pasado año si mal no recuerdo) era un apasionado de la música y de los cómics, con experiencia crítica en ambos campos.

    • Y sobre lo que comentabas de Rush: es cosa de Kraft, es cosa de Kraft. El autor no solo venía de la crítica musical, era muy apasionado del rock.

  2. Creo recordar que, antes de tener el tomo de SD, esto lo leí en parte en Vértice. Creo recordar (de nuevo) que en el primer número a color de Vértice narraba (deStriPOILER, ojo) el sacrificio del Hombre de Cobalto para derrotar a Cabeza de Huevo.

    Lo que pasa es que ese sacrificio quedaba más tarde devaluado en la colección de Los Vengadores… porque por allí volvía a aparecer el Huevillo de los cohones (redundancia) contando que se había teletransportado y ya está. Era la época en la que volvió para hacerle la puñeta a Hank Pym/Chaqueta Amarilla dejándolo un poco peor de cara al público y sus compañeros de como ya había quedado él mismo haciendo de maltratador.

    Lo de maltratador lo perpetró ¿Shooter? y lo de Pym redimiéndose un poquito al derrotar a Cabeza de Huevo (con la inestimable ayuda de Clint Barton) era de Stern intentando arreglar un poco el desaguisado que le habían hecho al personaje (a Pym, digo).

    Ah. Qué recuerdos.

    Vuelvo a mi retiro.

    • Sí, la etapa de Kraft fue publicada a color por Vértice, editorial que se fue al carajo precisamente mientras publicaba esto. Y como comentaba en la ficha de anuncio de este tomo, el último número de la editorial ya ni pudo ser distribuido por perdida de derechos de la editorial (llegó la orden de destruir la tirada mientras esperaba a ser grapado). Solo se conoce un ejemplar sobreviviente (en manos de un coleccionista privado …y con una cotización loca para un grapa español), el que en ese momento estaba en la oficina del encuadernador de la imprenta.

      • Y sí, fue Shooter el que hundió a Pym en la miseria moral para toda la eternidad (porque de eso hoy ya no te redime públicamente ni la muerte heroica …de hecho a Pym lo mataron porque con su historial lo preferían muerto, aunque luego Slott, que es fan, se empeñase en traerlo de vuelta de alguna manera).

  3. La mayor pega que se puede poner a su larga etapa es haber necesitado tantas “ayudas” para llegar a las fechas de entrega (que otros tuviesen que colaborar en sus guiones o escribirlos a partir de sus argumentos y viceversa), lo que generó constantes altibajos …y cierta sensación de caos. Cuando puede controlar la situación pese a todo ese caos (caso de la en su día impactante saga de Escorpio) el resultado en cambio es bastante positivo. Aunque alguna broma (el tío era un guasón, fue el que introdujo las pistolitas de agua en las oficinas de Marvel …que tanto enamoraron a Englehart) se le fue un poco de las manos (caso de la saga Defensor por un día).

  4. A los textos, de una u otra forma, tenemos a Conway, a Roger Slifer, a Don McGregor, a John Warner (otro de los interinos por excelencia de aquellos años, que te aparecían en cualquier lado, como Mantlo, Kraft o Isabella), a la olvidada Naomi Basner, a Chris Claremont, al paquete de Scott Edelman e incluso a Ed Hannigan (que como Kraft se convertiría en uno de los principales autores de la serie, por calidad y volumen).

  5. Aún así se puede hablar de una etapa David Anthony Kraft. Y al contrario que su etapa en Hulka, la de los Defensores es todavía a día de hoy recordada con cariño y no solo por su extensión.

    • No viene a cuento pero… mirando un poquito por encima el foro parece que se han vivido recientemente “tiempos interesantes”. De esos que, como reza el dicho, es mejor que no tengas que vivir.
      Cuando he empezado a leer comentarios sobre madres y padres he salido asustado.

      PD: Lo que me preocupa es que un tal “Angel” (sin tilde y sin “Gómez”) parecía parte interseada en la trifulca final. ¿Pagaré el pato si vuelvo a postear regularmente?

      En fin, que San Agustín nos proteja.

      • Lo más inteligente es no hablar de ello, ni de según qué sujetos.
        Y ya aprovecho tu mensaje, si no te importa. Y sin que tenga nada que ver contigo.
        En lo que respecta a mis hilos, en los que tengo permisos para borrar mensajes, a la mínima que yo interprete un mensaje como provocador o malintencionado, lo borraré. Y lo mismo para los que le sigan la corriente, aunque sea para cantarle las cuarenta. Porque parece que a algunos les resulta un suplicio no responder a los trolls que vienen aquí a sembrar el mal rollo.
        Y hasta me puedo plantear no publicarle nada a según qué troll confirmado.
        Que conste que esto no tiene nada que ver con desviarse del tema hacia off-topics. En mis hilos no tengo ningún problema en que los debates deriven hacia otros temas, mientras no creen polémica.
        No hace falta que respondáis a este mensaje.
        Sigamos con lo nuestro. 😉

  6. Al dibujo lo más recordado es la etapa de Giffen (un joven Keith Giffen que en gran parte si destaca es gracias al entintado de un también joven pero más espabilado ya Klaus Janson, que hace un gran trabajo …y se nota un huevo y la mitad del otro cuando es otro el que entinta).

  7. También tenemos en el apartado gráfico (por lo general bastante agradable) a Dave Cockrum, Mike Golden, Juan Ortiz, Sandy Plunkett, George Tuska, Carmine Infantino, nuestro amado don Silvio (Sal Buscema) y un Ed Hannigan que sería muy relevante en esta colección.

  8. Son los años de relevo entre la Era Goodwin (cuyos mayores problemas eran las fechas de entrega y la inestabilidad de muchos equipos artísticos, que eran más interinos que otra cosa …bueno, luego estaba lo de que Marvel llevaba un tiempo en números rojos) y la Era de Shooter (que ya era el número dos de Goodwin …y que aunque se impuso acabar con esos tres problemas, el económico se lo resolvió Thomas al fichar Star Wars …y el de los equipos creativos que bailaban demasiado a menudo le llevó más de lo que esperaba …y en las series que no quería nadie no tenía solución, claro, salvo que ofrecieses a cambio una muy amplia libertad).

  9. Al también olvidado Roger Slifer lo tuvimos en aquellos años (como guionista o como colorista) por Marvel Two-In-One, Capitán Marvel, Capitán América, Motorista Fantasma, Micronautas y, luego, especialmente con Omega Men (donde coincidiría de nuevo con Keith Giffen como cocreadores del último czarniano).

    • Y sí, Lunatik, ya es un primer borrador de Giffen para el personaje que acabaría siendo Lobo (que poco a poco se convirtió en un robaescenas en Omega Men, pese al ser al principio un mercenario cruel y miserable).

  10. De la pobre Naomi Basner (entonces una estudiante que trabajaba en las oficinas de Marvel y que intentó sin mucha suerte colarle varios guiones a Shooter, que no veía con buenos ojos que los empleados de otras secciones escribiesen) solo se acuerda su compañero Scott Edelman (mejor cronista que guionista, como demostraría en sus columnas …y espero que mejor abogado también). Aparte de Edelman solo recuerdo que haya escrito sobre ella el enciclopédico Tom Brevoort. Apenas tiene créditos en los cómics Marvel, siendo su momento de gloria, por así decirlo, esta breve historia protagonizada por Clea y dibujada por un jovenzuelo Plunkett. Se coló también al menos en un Tales to Astonish (Volumen 2) y consiguió meter algunos artículos en la revista Foom.

  11. Estoooooo, Rockomic, querido, ahora que caigo: será “destacar” o “ensalzar” porque PONER EN EVIDENCIA es justo lo contrario (no es señalarlo como evidente, sino ponerlo en duda).

  12. Pena que no le sacasen más punta a lo de un no-grupo de “chicas” (MUJERES) dentro de los Defensores (el no-grupo marvelita por excelencia) con esas Clea, Valkiria, Dragón Lunar y Gata Infernal (y luego la muy atractiva en muchos sentidos Guardiana Roja). Si Jed MacKay está un poco espabilado, volverá a reunir a las “chicas”.

    • Yo le daría una miniserie a la señora Strange y sus amigas y la titularía Las llamaban las Defensoras (🧐). Con MacKay o Al Ewing al frente y dibujo de Javi Rodríguez o Mike Allred molaría bastante.

  13. Pena que se sacasen de encima demasiado pronto a la Guardiana (el darle poderes atómicos la hacía casi inútil, no solo porque todavía no podía controlar sus excesos de energía, que soltaba en forma de radiación letal para los que la rodeaban … también porque personajes tan poderosos acaban resultando más inútiles que útiles en un grupo …son complicados de escribir …y no puede haber muchos Thor, menos todavía muchas Fénix). El personaje estuvo décadas prácticamente sin ser siquiera recordado (Tom Brevoort y Kurt Busiek y casi para de contar). Al final sí se lo usó para separarla definitivamente por las bravas de su relación abusiva con La Presencia (Sergei, el aspirante a zar nuclear).

  14. El nuevo uniforme de Val mola un montón. El diseño es estupendo. Pero que le vamos a hacer, en ambos casos ya estaba más que acostumbrado al look clásico.

  15. Ese SDV de Nick acabaría teniendo su relativa importancia en el futuro y desarrollando todavía más personalidad propia (alguno lo recordará en los Vengadores Secretos de Brubaker).

  16. Dólar Bill era un personaje que representaba en parte al propio Kraft (como ya comenté era un ganso …eso sí, en el vestir Dave era más informal).

  17. Además, resulta difícil olvidar portadas como esa (obra de George Pérez) de Guardiana Roja provocando un hongo nuclear ante sus sorprendidos compañeros.

  18. La saga de Escorpio está entre mis favoritas de la Marvel de aquellos años …y no es poco decir, que habría mucho caos (y demasiado cómic improvisado …o escrito en comité, lo que podía salir bien pero también fácilmente muy mal) pero también había nivel.

  19. El mencionado cómic de los Defensores que Vértice (1982) nunca llegó a distribuir fue el #8
    (con la aventura de Val en NY …y: Y llegó Ms Marvel …Defenders #56-57). La tirada, todavía sin grapas y sin guillotinar fue destruida por presiones de Promovid, que entonces llevaban la gestión de los derechos de Marvel (después lo haría Panini, ya mientras editaba Forum todavía), que ya había pasado los derechos de la serie (junto con otras) a Forum (pero esta no haría uso de la licencia de los Defensores hasta un lustro después …y porque necesitaba un complemento para Nuevos Vengadores, cabecera en la que publicaba West Coast Avengers …de complemento y saltándose unos setenta números, con lo que a los lectores de los Defensores, de golpe, en España, nos faltaban más cómics de los que habíamos leído).

  20. Forum se decantó por la llamada etapa de los Nuevos Defensores (aunque New Defenders empieza como cabecera en torno al #140 y Forum arranca superado el #125, pero podemos admitir que la revolución en la serie se había iniciado antes de oficializar con un cambio de cabecera).

  21. Dato curioso (estadístico) completamente inútil: Dave Kraft es el segundo guionista (en número de cómics escritos) de la serie (el más prolífico fue J.M. DeMatteis, también muy recomendable, para el que todavía te falta, que se viene Es Hannigan, que tuvo la desgracia de ni ser publicado en España ni por Vértice ni por Forum, así que de él no se acuerda ni el Tato como escriba de los Defensores).

    • El podio lo ocuparían: J.M. DeMatteis, David Anthony Kraft y Peter B. Gillis. A continuación ya vendrían Steve Gerber y Ed Hannigan. Y como los Defensores nunca han vuelto a tener relevancia comercial, nadie va a superar nunca las cifras de estos hombres blancos en el Volumen 1.
      …🤔Por curiosidad voy a buscar los años que abarcaron.

  22. Bueno, Defensores todavía tuvieron suerte con DeMatteis y Kraft en el podio y con Gerber en un puesto de honor. Que el pobre Surfer tuvo como guionista más prolífico al paquete de Ron Marz (ya a comienzos de los noventa). Y Motorista Fantasma tiene como su “principal” guionista a Howard Mackie (también a comienzos de los noventa). Y los Guardianes de la Galaxia, diría que lamentablemente a Brian Michael Bendis (sí lo es de los Vengadores). Thor a Jason Aaron (el segundo sería Dan Jurgens y el tercero Tom DeFalco …hay que bajarse al cuarto puesto para encontrar a Stan Lee …y contando los Journey Into Mystery o le adelantaría también Walter Simonson…Simonson supera por pocos números a Gerry Conway y a Roy Thomas). En Capitán América tenemos en cabeza todavía a Mark Gruenwald (justo por delante de Ed Brubaker). Y en Iron Man al tándem Layton/Michelinie (sumando sus dos etapas, claro, que sino la más extensa cerraría un hipotético Top 5), por delante de Matt Fraction.

    • Pues yo aun conservo las grapas del Motorista de Mackie y que no estaban tan mal en un principio, eso si a medida que avanza la serie y complican el culebrón con el origen de Dan Kecht y el Espíritu de la Venganza decae la cosa… aparte de todo el rollo de ese Marvel Horror de los 90’s que poco puede competir con la genialidad de los 70’s.

      • Yo también me los compré en su día, pero eran flojos siendo generosos (en lo tocante a textos, que en lo gráfico ya hubo de todo con gente como Texeira, Saltares y Larroca). Mackie tampoco daba para mucho más (aunque los hubo MUCHO peores en la Marvel noventera).

          • No me disgustaba (y era respetuoso con la continuidad al menos) ese Blaze con coleta y guardapolvos noventero con la recortada que disparaba fuego infernal y “quemado” tras su experiencia de ser poseído por Zarathos. Me gusta mucho mas que el reboot que hizo Ennis y continuo Aaron obviando parte de aquello. El problema es que al ser comics para todos los públicos el terror es de chichinabo y soft a mas no poder. Pero los primeros números de Mackie que va liquidando villanos, y sacando pues a algunos con muy buena pinta como Apagón o Mirada Mortal dando un toque a los comics entre urbano con toques sobrenaturales… algo así como un Spiderman con elementos terroríficos no pegaba nada mal. Mira que me encantan (y hecho de menos) las historias tipo Guerra de Bandas que con el arácnido nos dio muy buenos momentos y aquí aprovecharon el crear un submundo criminal con personajes terroríficos o alguna habilidad mística menor.

              • Hasta Gruenwald hizo su guerra de bandas en el Capi (en la que lo “endrogaban” y se le iba mucho la olla en plan violento …e Iguana y Viuda trataban de pagarle los pies …o DD). Pero Spidey y DD han sido los que más guerras de bandas se han comido.

                    • Eso ya es vicio.😈…Si me dijeses que lo haces por Wrightson (que me gusta, pero no hasta ese nivel) todavía lo entendería (el completismo es malo, pero todos lo somos con algo o alguien).

  23. Bueno yo al final me pille este MLE y me gusto muchísimo. Creo que de joven algo leí de esta etapa pero son recuerdos muy nebulosos. Kraft se sale y no tiene mucho que envidiar al gran Gerber contando historias algo bizarras y mezclando temas musicales de rock progresivo. A ver si llegamos a leer la etapa de DeMatteis que a mi por lo poco que conozco me gusto lo poco que he podido leer y que es la guinda que falta al pastel. De lo mejor del tomo “La Gata Infernal” personaje femenino interesante como pocos.

    • Lo peor que le pudo pasar a la pobre fue que la casaran con el Hijo de Satán (al que mezclarlo demasiado con súperhéroes tampoco le sentaba especialmente bien). Eso la retiró un tiempo (porque entonces se creía que los superhéroes casados no molaban …y que para eso ya estaban los Richards, que aún tenían disculpa porque los 4F siempre fueron presentados como una familia, al principio un poco disfuncional para lo que se estilaba en los sesenta …y a lo sumo Visión y su Bruja, y también a estos desde la boda intentaron retirarlos un par de veces, aunque luego Englehart hizo de la vida de pareja como matrimonio que intenta volar por su cuenta el leit motiv de su serie). Peor fue todavía que luego, para intentar resaltar a Daimon como prota “chulo” (y atormentado, que era lo que “molaba” en los noventa, según los editores cortos de miras: ser atormentado y violento) se cargaran a Patsy (dejándola catatónica primero y matándola después)… además de convertir de paso al pobre Isaac (La Gárgola) en el Alfred sumiso (en vez de cínico y de palabra fácil el pobre Isaac ejercía de mayordomo felpudo, como si hubiesemos vuelto a la Rusia de la servitud) de Daimon.

      • Pues si con lo de Hellstorm y lo de la Gárgola (el Demon de Marvel) mira que me encanta Isaac y su historia como veterano de la 1º Guerra Mundial amen de como lo escribía DeMatteis que lo humanizaba mucho. Un personaje menor que me encanta igual que Daimon y Patsy que merecen mejor suerte. Aunque la ultima tiene bastante protagonismo y esta hasta bien escrita con Cantwell que se nota que le gusta (y conoce) al personaje

        • Isaac es un cacho de pan, pero los guionistas tienen la manía de “traumarlo”. Gentuza!
          …Muy chula su expresionista (tipo cine mudo alemán) serie limitada (que aquí leímos en los grapas de Marvel Héroes y que con buen tino en USA han incluido en los Epic Collection de los Defensores …y a ver si los MLE de los Defensores siguen hasta el final y nos incluyen acá también en un tomo de estos la serie limitada de marras, aunque empiezo a ver difícil ambas cosas con la escalada de precios de Panini).

          • A esos tres personajes (y también me gustan los tres) lo mejor que les podría pasar ya es que los mantuviesen alejados a los unos de los otros, que hay muy mal karma ahí (y no karma mutante, precisamente 😈).

          • Yo creo que si al final se continúan con estos MLE’s (que se nos van a hacer eternos de completar con tanto material) veríamos la miniserie, que era una pasada todo sea dicho. Ya no se escriben cosas así en Marvel

            • Hoy, a un chaval que escribiese lo que DeMatteis (aunque cuando quería podía ser perfectamente mainstream) le dirían: vuelva usted mañana (y cuando volviese el editor siempre estaría casualmente reunido o fuera😈).

  24. El podio de los escribas más prolíficos del Motorista lo formarían: Howard Mackie (1990-1995), Michael Fleisher (1979-1981) e Iván Vélez. …He tenido que mirarlo, por supuesto, a tanto como recordar los años no llego. No siquiera sabía que Vélez se quedaba con el tercer puesto. Sí que los dos primeros eran para Mackie y Fleisher (que fue el que más leí de chaval, con Vértice y sobretodo Surco) y que tras ellos el personaje ya no tenía etapas largas. Aunque la serie original fue larga hasta podríamos aceptar que el personaje tuvo su momento de mayor éxito en su segunda encarnación, con Ketch como huésped de un nuevo Espíritu de la Venganza

    • Si en su momento era un superventas con un estilo de comic que luminarias como Goyer y otros usaron en los 90’s para hacer cierta películas de acción con algún superhéroe de paso. Con los primeros números de Mackie y Texeira dan perfectamente para hacer una película de la época sin muchos cambios debido a la narración peliculera de estos.

        • Pues fíjate que si en su momento (y con un buen director y ganas) hubiese adaptado ese arco de Mackie con Mirada Mortal y Apagón de villanos manejando el submundo neyorquino a lo mejor hubiéramos tenido una peli de culto. Eso si con Danny Kecht como prota y sin desvelar el origen del Motorista en esa primera película. Mira que es un personaje muy visual y que bien aprovechado seria un éxito… pero Hollywood y sus tropos son de lo que no hay

  25. “Gerry fue nombrado Editor Jefe siendo muy joven y decidió que, ya que tenía el poder, podía hacer lo que quisiera, lo que significó que me quitó Los Vengadores y le quitó Los Defensores a Steve Gerber para quedarselos él. Unos cuantos de nosotros protestamos. Yo acabé saliendo fuera de allí.” (Steve Englehart, 2015, entrevistado por Pedro Monje).

  26. “(…)Una vez le dijeron lo mismo a Giffen: “Piensa en Kirby.” Shooter le dijo: “Piensa en Kirby.” Y lo que quería decir Shooter era (lo sé porque yo había escuchado la misma anécdota y sé a lo que se refería Shooter) que Kirby tiene un determinado ritmo narrativo, suele dar marcha atrás con la cámara, tuerce los ángulos, hace esto, hace lo otro… Shooter se podría haber pasado cuatro días diciéndole a Giffen qué es lo que tenía que hacer exactamente, pero eso no significa que le estuviese diciendo literalmente: “Olvídate de la anatomía y dibuja gente dando saltos de cuatro metros.” Y eso es lo que los dibujantes estamos haciendo todo el rato.” (John Byrne, 1982).

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.