Cineclub Marvel: Lobezno. X-Men Orígenes (2009)

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Estamos de doble estreno: iniciamos la andadura de una nueva sección de universomarvel.com, dedicada a las adaptaciones cinematográficas de superhéroes Marvel desde nuestra perspectiva de lectores, y lo hacemos con una película que está en cartel:

X-Men Orígenes: Lobezno se suma a la moda de precuelas de sagas rompetaquillas, en este caso la trilogía X-Men, de la que es además un spin-off. Esta doble condición acaba perjudicando en parte el resultado final, incluso desde su propio título. Si quieres saber porqué, o la has visto y te apetece comentarla, ya sabes, seguimos a un click.

 

image001La trama de la película pretende desarrollar el origen de Lobezno, quien ya fuera el principal protagonista de las anteriores entregas de la franquicia, centrándose en su paso por el programa Arma X. Toda la historia gira en torno al conflicto entre los hermanos Logan y su dilema entre su naturaleza humana y mutante/animal, pero al mismo tiempo presenta demasiados nuevos personajes en los que no llega a profundizar, terminando por desinflar a la propia película, acelerando y desviando la trama en contra del ritmo narrativo. Pese a un prometedor arranque que recuerda a los créditos de Watchmen (aunque no parezca poder hablarse de plagios entre producciones casi simultáneas, sino de tendencias), según avanza la película la trama va claudicando progresivamente en favor del espectáculo y de adelantar futuros argumentos para seguir explotando la franquicia, olvidándose definitivimante del desarrollo de su protagonista durante su último tercio, a partir del proceso de implantación del adamantium, confiando toda emoción al despliegue de efectos especiales. La película se queda a medio camino entre la nueva audiencia y los lectores, de modo que puede que el espectador que sólo tenga como referente la trilogía anterior no llegue a empatizar con el personaje porque no se profundiza en él, mientras que el conocedor del material original, aunque ya se sepa de antemano sus circunstancias y motivaciones, lamentará la oportunidad perdida de explorar un Lobezno anterior a su amnesia. Y sin embargo, no naufraga completamente en este punto muerto sino que pese a todo lo anterior logra mantener un equilibrio casi imposible: pese a ser un recién llegado en este tipo de cine, el director Gavin Hood insufla suficiente fuerza a las escenas de acción y corrección a la producción para que, aunque tal vez no logre sorprenderle, el espectador no se aburra ni por un momento, al tiempo que los guiños son suficientes para no decepcionar al aficionado. En definitiva, la película cumple con el mínimo exigible, pudiéndose recriminársele si acaso tan sólo no asumir ningún riesgo.

image002Tiene también sus aciertos, siendo el principal el despiadado «Victor Logan» que encarna Liev Schreiber, quien aún disponiendo de apenas un par de insuficientes trazos de personalidad para su definición, consigue superar de lejos la cáscara vacía del Dientes de Sable de los X Men de Bryan Singer. El resto del reparto apenas se queda en la pose del cartel de la película, aunque al menos no llegan a molestar ni siquiera en escenas que se pasean por el alambre del ridículo como la del interrogatorio a la Mole. Y se consiguen puntos a favor como la aparición estelar de [SPOILER] Patrick Stewart como Xavier, que no sólo nos deja listos para revisitar la trilogía original sino que es además el mejor aval posible de la anunciada «First Class» sobre la primera promoción de su Escuela de Jóvenes Talentos. Aunque eso sí, su cameo nos deja con la duda de si se atreverán también a rejuvenecer a Ian Mckellen en el posible futuro spin-off de Magneto (ahora más que posible vista la recaudación del primer findesemana de Lobezno), como ya hicieran en el prólogo de X Men II: La decisión final, aunque como fuera porque el mero hecho de ver a Xavier caminando eleve las expectativas sobre futuras secuelas [FIN DEL SPOLER]. Tal vez no haga menos gratuito este primer spin-off, pero constata al menos que hay material de sobra para seguir adelante si saben manejarlo.

El peso de la película recae sobre los hombros de su protagonista absoluto, y puede decirse que cumple actoralmente aunque tal vez no iguale el carisma que él mismo lograra en la trilogía original, por lo que cabe preguntarse si tiene algo más que aportar al personaje tras cuatro entregas, y consecuentemente la oportunidad (cinematográfica, que no económica) de seguir explotando la gallina de los huevos de oro, como ya se ha anunciado. El trabajo del australiano es sintomático de la falta de ambición de la película: como su físico evidencia se ha esforzado en retratarse como Lobezno, no en vano es el personaje que le lanzó al estrellato y además ejerce de productor, pero no se ha arriesgado a intentar rascar qué hay bajo esa foto, saliendo sin una sola mancha del episodio más sucio de la biografía del personaje ¿no os quedáis con la sensación de que este Lobezno tiene un aspecto demasiado pulido y que disfruta más enseñando las garras que enfrentándose a la bestia interior que éstas deberían representar?

En cuanto a su valor como adaptación, cabe destacar el esfuerzo por respetar la continuidad de la trilogía de X-Men. En ese sentido la evidente diferencia que la separa del otro spin-off cinematográfico Marvel, Elektra, no hace sino elevar la nota de la cinta que nos ocupa. Ha partido con cierta ventaja, porque a diferencia del Daredevil de Mark Steven Johnson, el trabajo de Bryan Singer con la franquicia mutante supuso todo un referente a la hora de adaptar un cómic de superhéroes, porque supo encontrar el punto justo entre trasladarlo literalmente y tomarlo como mero punto de partida. Sin prejuzgar el mérito o posibilidades de las otras dos opciones (tiempo habrá en futuros posts de esta sección para ello), en nuestra opinión es en esta apuesta intermedia donde el aficionado al género puede legar a encontrar un mejor relación entre el reconocimiento del material original y el disfrute de la película por sí misma, porque la mejor de las traslaciones seguirá siendo sólo un homenaje, y la mejor reinterpretación seguirá careciendo de originalidad. En este sentido, X-Men Orígenes: Lobezno, no traiciona la esencia de las historias de que bebe aunque sí que las suavice, y es capaz además de encontrar sino nuevas lecturas, al menos sí hallazgos propios, sobre todo a nivel estético. El mayor mérito de la película en tanto que adaptación es que, partiendo de fuentes diseminadas a lo largo de treinta años y de un personaje cuyo tratamiento editorial ha carecido tantas veces de una dirección clara, se ha conseguido una historia suficientemente cohesionada. Tal vez no sea todo lo que Lobezno hubiera podido ser, pero es Lobezno.

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Su mayor defecto es que se nos ofrece un Lobezno hasta cierto punto descafeinado, que no parece decidirse a acercarse ninguna de sus facetas más que superficialmente, sin despeinarse ni atreverse a mancharse. Debería haber sido una película muy sucia, porque va de tipos con garras, cuchillas, katanas y factores curativos, pero este Lobezno, en lugar de verter litros de sangre, sólo nos enseña sus entrañas cuando ya están revestidas de brillante e inmaculado adamantium, aunque al menos no llega a los  absurdos extremos regenerativos a los que ultimamente nos está acostumbrando su colección. La causa de andarse con tantos miramientos es seguramente la limitación impuestas por las calificaciones de edad que una producción de estas características necesita para ser comercialmente viable, como ya aprendió Lionsgate el año pasado con Castigador 2: Zona de Guerra. No es tanto que se haya esquivado la violencia, que la hay y mucha, sino que es tratada de una manera demasiado pulcra y ajena a cuanto se ha asociado siempre al personaje original. 

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Mucho más grave, también se ha rebajado la violencia interna que define al personaje, su lucha por no dejarse dominar por su parte animal. Por aligerarlo, Logan se muestra incluso amable y simpático, mucho más dado al sarcasmo que a la furia asesina, valga como muestra su tranquila condescendencia cuando sus compañeros se mofan de su sensiblería. El personaje sigue siendo más proactivo que Spiderman, por recurrir a otro ejemplo cinematográfico, pero no deja de ser paradójico que por momentos sea su contrapartida quien parezca reaccionar como lo haría Lobezno, máxime si se trata del Logan anterior a encontrar cierta paz en la escuela de Xavier. De hecho, el principal punto de conflicto de la película se deriva de que Lobezno se opone a matar a sangre fría, cuando sobre el papel fue uno de los primeros personajes Marvel que, desde el bando de los héroes, no se limitaba por dicha regla. Incluso en la propia trilogía original el personaje lucía sutilmente menos domesticado, hasta en su caracterización. En X2, Striker afirmó que Logan se había presentado voluntario al programa Arma X mientras que en la precuela sólo lo hace engañado. Esta película ofrecía una oportunidad única para mostrarnos un Lobezno desatado que el que tendría cabida en los X Men.

image005Del resto del reparto, merece especial atención el tratamiento de Victor hermano de Lobezno, o de James (que no Logan) desde su perspectiva. Lo más llamativo son las obvias diferencias entre este «Victor Logan» y el «Dientes de Sable» de la Hermandad de Mutantes de Magneto de la primera parte X Men. No es que en aquella película se mostrara ningún rasgo de su personalidad (uno de los grandes defectos de la versión de Bryan Singer) más allá de que se insinúe cierta rivalidad con Lobezno, sino que el Victor de la precuela se distingue incluso físicamente de aquél. Si no querían repetir con Tyler Mane, podían haber buscado otro actor más parecido al original, o mejor, dado su excelente trabajo, haber caracterizado más similarmente a Liev Schreiber… a no ser que la intención fuera precisamente la contraria, insinuar que no se trata del mismo personaje. Ya, ya sé que todas las notas de producción y demás material promocional de la película se refieren a él como «Dientes de Sable», y que asume gran parte de los elementos de éste, pero en toda la película nadie usa dicho apodo sino que se refieren a él simplemente como Victor Logan, que no «Creed». Queda claro que este Víctor es el «Perro» del cómic «Lobezno: Origen» en que se basa el excesivamente breve prólogo sobre la infancia de ambos protagonistas, y que son hermanos naturales, pero ni está tan claro en los cómics que «Perro» sea «Dientes de sable» ni en las películas que «Victor Logan» sea «Victor Creed». Respecto al trabajo de Liev Schreiber propiamente dicho nada que objetar, ya que prácticamente es él quien da sentido a la película (por cuanto casi todo lo demás ya fue apuntado en X2).image006 Si acaso, que se hubiera agradecido una mayor profundización en la escena inicial sobre la infancia de James y Victor para cimentar la relación entre los dos antagonistas, y que por mucho que Jackman haya podido hacer suyo a Lobezno, sigue haciéndose raro que aparezcan casi con la misma envergadura. Pero nada de esto es achacable al actor.

Por forzado y predecible que pueda parecer en su ejecución, sí nos convence el giro que se plantea respecto al asesinato de Zorra Plateada, porque parece una explicación lógica a que en los cómics haya pasado nunca haya sido completamente esclarecido sino que está sólo basado en el testimonio del propio Dientes de Sable. Así se aprovecha además el doble juego que siempre ha caracterizado a la mujer de Lobezno, aunque sea por una excusa quizá demasiado fácil como la del secuestro de su hermana. Por supuesto, se echa de menos mayor desarrollo en su relación con Logan para poder empatizar con la venganza del protagonista, pero dentro del tono de la película al menos cumple su función.

En cuanto a los demás miembros del Equipo X, apenas si merece la pena llamarles personajes, pero tampoco es que ésa sea su función, como no lo era tampoco la de las decenas de incorporaciones a la Hermandad de Mutantes de X Men 3, La Decisión Final. Mucho más que los capítulos de Singer, estas dos películas están creando una franquicia, y todos estos mutantes de segundo plano vienen a ampliar el entorno para dejar espacio a futuras secuelas y a facilitar el espectáculo a base de efectos especiales, por lo que cualquier parecido con los originales es pura coincidencia, simplemente no se trata de eso. Están ahí image008para molar, y aunque sean pósters sin personalidad molan. Lo único objetable es que se corre el riesgo de que limiten el desarrollo de los personajes ya establecidos porque simplemente no quepan en la cinta, como le ocurre a esta precuela. Esto no hace sino revalorar el equilibrio y naturalidad con que Singer y sus coguionistas David Hayter y Zak Penn consiguieron integrar nada menos que 5 nuevos personajes al ya extenso reparto coral de X2. escortbayan.xxx

Por el contrario, no parece un problema que la alineación del Equipo X no se corresponda con lo que sabemos por los cómics ni que la trama lo funda con el programa Arma X, porque como ya se ha apuntado más arriba en las películas se ha apostado por crear una continuidad propia, y a ésta hay que atenerse mientras sea coherente y no viole la esencia del concepto original. Tampoco es que el concepto básico de operativos gubernamentales de mutantes mejorados resulte más creíble por añadir Armas Plus, Departamentos H, y demás siglas. Así por ejemplo, si en las anteriores entregas no se pudo encajar a la Mole en la Hermandad de Mutantes de Magneto, no está de más que al menos lo presenten en el Equipo X, mientras el personaje siga siendo él mismo, y eso es lo único que salva al despropósito de escena de su interrogatorio.

De hecho, casi se agradece que se hayan separado del cómic al eliminar toda referencia a la influencia de Romulus en dichos programas gubernamentales, aunque al mantener que el padre natural de Victor y James tuviera su mismo aspecto se deja no obstante espacio para incorporar en un futuro el planteamiento de los «lupus sapiens» (Según revela Barry Windsor-Smith en su «Arma X«, Logan lleva esas pintas porque simplemente no puede afeitarse, ya que el pelo le vuelve a crecer en cuestión de minutos por el factor curativo). En su lugar, tal y como se estableció en X2, el liderazo del image010Equipo X y de Arma X se fusiona en Striker, que hereda su apellido e ideología del reverendo de «Dios ama, el hombre mata«. A este respecto, no hubiera estado de más algún guiño en los experimentos al Doctor Cornelius, o incluso al padre de Dama Mortal, pero estos detalles menores se compensan con la referencia implícita al Vibranium como componente del Adamantiun. También se echa en falta que las misiones del Equipo X se circunscriban más claramente al contexto de la Guerra Fría o al menos en la creciente tensión frente al incremento de la población mutante, porque ni siquiera la mención a Jason (el hijo mutante al que Striker convertirá en su «mutante 143» en X2) parece justificar suficientemente el objeto del programa, tal vez porque aunque cumpla, Danny Huston no es Brian Cox.

image011Más criticable es que Gambito aparezca en la película porque tenía una avioneta y buena orientación, o eso parece hasta que se revela la situación de la misteriosísima isla de Arma X en el risorio plano general en que se despejan las nubes (en serio, ¿el chiste es intencionado o es que nadie en todo el equipo se dio cuenta de que era incoherente?). De todos los cameos de la película es el que más estorba a la trama porque hubiera sido intercambiable por cualquier otro personaje al azar de un libro de fichas de mutantes y apenas aporta nada más que una pelea innecesaria en el callejón, momentazo de Lobezno peleándose con la escalera de incendios incluido. Si obviamos la ausencia de acento francés y de referencias a la biografía del personaje, que bien es cierto que necesitaría un buen repaso antes de ser trasladada a la pantalla, al menos se mueve y luce y debe como debe y ya le tocaba salir en alguna peli, que es más de lo que puede decirse del resto de invitados, pero en ningún momento consigue quitarse de encima la sensación de que está ahí por si cuela y cae otro spin-off, y son este tipo de cosas te sacan de la película.

image015Diría lo mismo del resto de Niños-X secuestrados en la isla, muy especialmente de una Emma Frost que parece haberse olvidado de ser telépata, sino fuera porque me gustó y mucho la aparición del joven Scott Summers, para quien Striker también asume las funciones de suplente de Mister Siniestro. Incluso, hilando tal vez demasiado fino, cabe la posibilidad de que Xavier usara a Scott para localizar la isla, y es con ese tipo de matices amorales con los que más crece el personaje, como tan bien han demostrado Mark Millar en sus Ultimate X Men y Brubaker en su Génesis Mortal.

Al final, toda la trama del Equipo X, Arma X y la isla acaba conduciendo a la creación de Masacre, y su encarnación será sin duda uno de los puntos más polémicos de la película. Por un lado, la suma de poderes da sentido a la conspiración de Striker y también se partió del material genético de Logan en su versión original, pero por el otro convertir a Wade Wilson en una especie de superSkrull mutante puede  perjudicarle como personaje porque pierde su singularidad, y más si como se pretende también él huele a spin-off. Por otra parte, de acuerdo con los cómics no es a Masacre a quien Striker debería haber programado  sino a Lobezno, y ambos resultan perjudicados con el cambio, porque Masacre no es nadie sin su locuacidad (casi le dan ganas a uno de descoserle la boca, qué desperdicio, firmaría ahora mismo un comunicado de solidaridad con Fabian Nicieza), y termina conduciendo a una excusa tan forzada como un disparo para justificar la pérdida de memoria de Logan.

image017El aspecto más llamativo de este Masacre tuneado es aún así su extraña piel, que tampoco parece demasiado justificado al haberse eliminado el cáncer que en la historia original le llevó a someterse al programa Arma X. Personalmente, su aspecto y actitud me hicieron recordar la chapuza de monstruo final de la segunda parte de la saga de Resident Evil, pues ambos son víctimas de un villano que los ha convertido contra su voluntad en armas programables, y que los teledirige a través de un ordenador. La asociación de ideas lleva aún a más paralelismos entre ambas historias: como Logan, también el personaje de Milla Jovovich es amnésico y ha sido mejorado por sus enemigos para convertirlo en un arma humana, y le manipulan como parte de un proceso para producir otra arma aún más evolucionada. Evidentemente, el esquema de Lobezno es anterior a la adaptación (es un decir) del videojuego, pero nos sirve como paradigma de todos los riesgos que deberán evitarse si como parece la FOX sigue apostando por explotar la franquicia: el catálogo de mutantes Marvel no debe ser considerado tan sólo como una posibilidad de exhibir efectos especiales con la excusa de sus poderes, sino como una gran red de argumentos y personajes.

En definitiva, no poner la historia al servicio del espectáculo, sino el espectáculo al servicio de la historia.

Sigue viajando…

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Jata y Promethea

4 Comments

on “Cineclub Marvel: Lobezno. X-Men Orígenes (2009)
4 Comments on “Cineclub Marvel: Lobezno. X-Men Orígenes (2009)
  1. ¡Mayo de 2009! y así empezó todo… y cinco años después, aprovechamos para anunciaros que este domingo 18 de mayode 13:00 a 14:00, os esperamos a todos los que estéis por el Salón de Barcelona en el stand de Dolmen, donde estaremos firmando ejemplares de «El viaje del superhéroe»

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