Ant-Man y la Avispa

La primera entrega cinematográfica de las aventuras de Ant-Man servía como puente entre las emociones de la segunda película de los Vengadores y el drama de Capitán América Civil War. Ant-Man y la Avispa cumple una función parecida y nos da un respiro después de la montaña rusa de emociones que fue Vengadores Infinity War. Peyton Reed repite en la dirección de una secuela con unas pretensiones tan pequeñas como el tamaño al que se reducen sus protagonistas.

Mientras que la primera entrega tenía una estructura más convencional, con un villano claro al que derrotar, esta segunda parte adopta un enfoque más intimo y personal. El objetivo de los protagonistas es rescatar a Janet Van Dyne, la Avispa original, de la dimensión microscópica conocida como Reino Cuantico, y las motivaciones de la antagonista, Fantasma, no tienen nada que ver con dominar el mundo ni nada por el estilo. Todos estos aspectos dotan a la cinta de un tono alegre y desenfadado que le sienta de maravilla. Se puede acusar a la cinta de no dotar de un peso dramático mayor a la búsqueda de la Avispa, pero el resultado final es muy divertido.

La película se apoya sobretodo en el carisma de sus actores y en sus inventivas escenas de acción. Paul Rudd vuelve a hacer un gran papel como Scott Lang, con ese punto gracioso de  héroe pardillo perdedor sin llegar a ser patético. Evangeline Lilly ha nacido para ser heroína de acción, y en sus escenas como la nueva Avispa está desatada. A ambos quizá se les puede reprochar que tienen nula química como pareja romántica. Michael Douglas hace muy bien el papel de científico sarcástico con su Hank Pym. El Luis de  Michael Peña vuelve a ser la gran baza cómica de la película, si bien puede resultar irritante por momentos. También me gustaría destacar a Abby Ryder Fortson como Cassie Lang, con los niños actores es fácil que acaben siendo demasiado ñoños, pero ella creo que consigue resultar adorable con mucha naturalidad.

En la materia de las nuevas incorporaciones, Walton Goggins está correcto sin más en el papel del mafioso Sonny Burch. Fantasma (Hannah John-Kamen) quizás sea el personaje con mayor peso dramático de toda la cinta junto a Bill Foster (Laurence Fishburne), pero apenas se le saca jugo al uso de sus poderes. Randall Park interpreta al agente Jimmy Woo, un mero alivio cómico sin ninguna relación con su contrapartida comiquera de los Agentes de Atlas más allá del nombre.

Tanto el Reino Cuantíco como la Janet van Dyne de Michelle Pfeiffer están muy desaprovechados, y es una pena porque el escenario es visualmente sugerente pero la película apenas pasa tiempo allí. El foco del film está en la comedia de enredos, pero tal vea habría resultado más interesante si se centrara más en la ciencia-ficción que plantea.

Un gran acierto de la película es recuperar a Christopher Mcquarrie como compositor de la banda sonora, garantizando así la continuidad musical respecto a la primera película. Recupera el carismático leitmotiv para Ant-Man y añade uno en la misma línea para la Avispa. En general son partituras con un tono muy alegre que acompañan perfectamente al metraje.

En conclusión, Ant-Man y la Avispa es una buena película para pasar el rato, con humor a raudales, protagonistas carismáticos y un uso imaginativo de sus poderes. Se le podría exigir una mayor profundidad en los aspectos dramáticos de su trama,pero como entretenimiento ligero. Me quedo con muchas ganas de ver lo que aportará el personaje y su universo a la cuarta entrega de Los Vengadores.

 

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