Aviso de posibles spoilers si nunca has leído estos cómics.
Si en el anterior tomo vivíamos el nacimiento de una futura superheroína tan apreciada como la Viuda Negra, esta nueva entrega se inicia con la primera aparición de otro personaje que también acabaría entre las filas de los buenos: Ojo de Halcón.
Un episodio inicial donde el arquero oficial de Marvel se presenta de la mano de la propia Viuda Negra, cuando ésta intenta manipularlo.
Efectivamente, Ojo de Halcón no ejerce de superhéroe en sus primeras apariciones, pero tampoco podemos hablar realmente de un supervillano.
Clint y Natasha suman fuerzas en un total de tres episodios del presente tomo. En el último de ellos, Stan Lee ya deja claro que la Viuda es mucho menos insensible de lo que aparentaba en un principio y abre la puerta a su definitivo pase al lado de los buenos.
En este episodio, precisamente, la Viuda Negra estrena nuevo y flamante uniforme. No es todavía el definitivo, el conocido traje completamente negro, pero es una significativa mejora con respecto al primero. Y no sólo a nivel estético sino también práctico, porque la nueva imagen lleva incorporado su clásico cable que le permite columpiarse por lo alto de las calles cual Spiderman. Con este nuevo dispositivo la Viuda casi podríamos decir que pasa a ser un personaje de nueva factura.
Además del estreno de Ojo de Halcón y de una renovada Viuda Negra, esta tercera entrega de las aventuras del vengador dorado encierra otras buenas noticias.
El punto más flaco de lo que llevamos de colección podemos afirmar que, hasta este momento, está en los guiones. Los dos primeros tomos estaban pidiendo a gritos algún giro argumental con el que incrementar la expectación, de modo que Stan Lee se pone a ello creando una situación en la que Tony se ve impedido a sacarse la armadura. Como consecuencia de ello, el propio Iron Man es acusado de secuestrar al magnate.
Sin ser nada espectacular, por lo menos es un paso adelante. Se opta por un rumbo que da pie a algo de dramatismo y a que los personajes evidencien que tienen algo en la sesera. Los diálogos parecen más cuidados y se nota un mayor esfuerzo por parte de Don Heck.
Luego está un nuevo enfrentamiento con el Mandarín que no está nada mal. Sobre todo, porque incluye un relato de origen del villano francamente interesante.
Los demás episodios que nos encontramos ya ofrecen menos interés.
Está una nueva amenaza del Caballero Negro en un episodio aceptable.
Luego, un episodio en el que Iron Man parece hacer frente al Capitán América, pero que finalmente no era más que uno de los trucos del Camaleón.
Un número, bastante aceptable, en el que el suplantado es el propio Iron Man, cosa que sirve de excusa para la ineludible lucha entre la vieja y la nueva armadura.
También, la presentación de un villano olvidable llamado el Fantasma y, finalmente, un conflicto bajo el océano con el atlante Attuma como oponente.
Para acabar, y en relación al triángulo amoroso entre los tres protagonistas, la idea sigue adelante, pero se nota cierto agotamiento y que se acaba dando demasiadas vueltas sobre lo mismo.
Conclusión.
Creo que estamos ante una mejora respecto a los dos tomos iniciales. Por lo menos nos encontramos con un puñado de números que generan cierta intriga y van en una dirección concreta.
Sin olvidarnos de la presentación de un personaje tan carismático como Ojo de Halcón, que también suma.
Enlace a la ficha:
- Reseñas: Los Defensores: Marvel Limited Edition 6: «La Mano de los Seis Dedos» (1981-1982) - 23 abril, 2024
- Índices de reseñas de Universo Marvel - 15 abril, 2024
- Reseñas: Capitán América: Marvel Gold: «La Primera Luz del Amanecer» (1980-1981) - 11 abril, 2024
Lo mejor la portada (y tampoco es tan buena).
Y el diseño de Ojo de Halcón (con esas pintas a Clint hay que quererlo, pese a sus modales de rebelde sin causa).
También a Rockomic hay que quererlo (pero por mejores motivos).
Y rockomic que lo recibe con agrado y seguirá trabajando por esos motivos. 😉
Sobre Don Heck, artista que no puedo evitar que me caiga simpático, y hasta disfruto de sus dibujos, sobre todo ante la avalancha de mierda que le cae siempre, he de decir que ando descubriendo su trabajo en el campo del terror en los 50, y me parece maravilloso.
Sus puntos fuertes fueron los géneros de terror y romántico (y su mejor momento fueron los cincuenta y primerísimos sesenta, como Ditko…y Bernie Krigstein). En los cómics Marvel de hecho se le veía más suelto en las escenas «de paisano» que en las uniformadas.
A mí me hace mucha gracia como dibuja a Happy.