Reseñas: La Patrulla-X: Omnigold 1: «¡Segunda Génesis!» (1975-1979)

Del paquete que dio inicio al Universo Marvel, la Patrulla-X es la primera colección en volver a la vida sin reiniciar numeración.

Parece evidente que la editorial no quería dejar morir un concepto con las posibilidades que ofrecía un grupo formado por mutantes. Y lo parece porque, tras la cancelación del título cinco años atrás, la numeración siguió su curso a base de reediciones, en espera del momento propicio para su relanzamiento.

La presentación de la nueva Patrulla-X tiene lugar en un solitario Giant-Size, bajo un revelador título: «Segunda Génesis».

El guion corre a cargo de Len Wein. Precisamente, el autor que había creado, en la colección de Hulk, al que acabará siendo el componente más carismático del nuevo grupo: Lobezno.

El apartado gráfico es obra de Dave Cockrum, que se quedara como dibujante estable durante largo tiempo.

Lo primero que llama la atención de esta nueva Patrulla-X, es la pluralidad de sus componentes en cuanto a lugar de procedencia y etnia.

Lejos quedan los grupos formados exclusivamente por superhéroes estadounidenses. Esto son los años setenta, los de las liberaciones sexual, feminista y racial. Movimientos que ya llevaban años incorporándose al Universo Marvel y que con la nueva Patrulla-X pasan a ser parte natural e indisociable del firmamento superheroico.

El Profesor X se encarga de reunir a los elegidos tras rastrear todo el globo terráqueo.

Entre los nombres ya conocidos de otras colecciones, tenemos a Lobezno, del Canadá; Banshee, de Irlanda; y Fuego Solar, de Japón. Los mutantes que celebran su estreno en el presente número son: Rondador Nocturno, de Alemania; Tormenta, de Kenia; Coloso, de Rusia; y Pájaro de Trueno, un indio apache y el único ciudadano estadounidense del grupo.

Bueno, en realidad hay otro Hombre-X natural de los EUA. Se trata del propio Cíclope, único integrante de la Patrulla-X original que conserva su puesto.

En lo que respecta a los uniformes, Dave Cockrum demuestra aquí que su mayor talento está en el diseño de nuevos personajes. Y esto sólo es el principio.

Xavier une a la nueva Patrulla-X para embarcarlos en una misión muy especial: rescatar a la antigua Patrulla, que ha sido capturada por un misterioso mutante en la isla Krakoa. Un número de presentación muy bueno en su conjunto, también gracias al buen hacer de Dave Cockrum, por lo menos en una vigorosa narrativa gráfica. No podemos esperar a ver más sobre esta nueva Patrulla-X.

Tres meses más tarde, la continuación de la serie regular de los mutantes pasa a ser una realidad.

Ya en el primer número, entra la persona que iba a hacer de la Patrulla-X la colección más exitosa del cómic americano durante muchos años: Chris Claremont. Aunque en los dos primeros números su trabajo queda limitado a escribir los textos sobre los argumentos de Len Wein.

El primer problema al que se enfrenta el grupo es qué hacer con 13 Hombres-X. Así que, las bajas empiezan a sucederse, empezando por el insociable Fuego Solar, que dice que el rollo del grupito de amiguetes no va con él. A la baja del japonés se suman todos los miembros de la última formación de la Patrulla-X, a excepción de Cíclope, que se queda para liderar a los inexpertos nuevos Hombres-X.

La primera misión de los guionistas está en incorporar a la nueva Patrulla-X en la rutina de la antigua. También, por supuesto, empezar la tanda de presentaciones pormenorizadas de cada uno de los nuevos integrantes.

De esta forma, la primera amenaza que deben afrontar los hombres-X noveles no es otra que la Sala de Peligro. La nueva Patrulla-X está en marcha.

En lo que respecta al tratamiento de personajes, los primeros números dibujan la personalidad de los nuevos miembros ya de forma bastante definitiva.

Lobezno es un tipo indisciplinado y de pocos amigos, incluso parece disfrutar matando. Banshee es la voz de la veteranía, el sosiego y con quien el Profesor X tiene más afinidad. Tormenta aporta el carácter de divinidad. Rondador Nocturno y Coloso son la cuota más simpática y amigable. Pájaro de Trueno es todo lo contrario, un hombre respondón y arisco, que parece sufrir un trauma producto de años de marginación. Y finalmente, Cíclope es el líder que intenta hacerse respetar, responsable y prudente hasta límites en que no siempre es comprendido.

La primera amenaza real apunta la línea de buena parte de las aventuras que nos tiene preparada Claremont: acción al límite ante oponentes o peligros que amenazan con poner fin al mundo o al universo.

El Conde Nefaria, viejo conocido de los mutantes, acompañado de unos renovados Ani-Hombres, es el primer antagonista que pone a prueba al grupo. El villano logra activar un sistema de misiles de la defensa aérea de los USA, bautizado como el Juicio Final, cuyo nombre lo dice todo.

Un buen arco que nos tiene preparada una sorpresa final. Un suceso que certifica que ésta no es la Patrulla-X que crearon Stan Lee y Jack Kirby, por lo menos en cuanto al tratamiento de las emociones. Estamos en el primer arco y ya tenemos la primera muerte de un miembro. El pobre desgraciado de Pájaro de Trueno, que se comporta como un desequilibrado queriendo demostrar su valía hasta el extremo de dejarse la vida en ello. Lejos de terminar en triunfo, el grupo vive en sus carnes la peor tragedia imaginable ya en su primera misión. Algo impensable en la larga lista de colecciones de Marvel que empezaron a andar en los 60.

Que Pájaro de Trueno iba a causar baja de alguna u otra forma era algo esperable cuando su rostro era el único que no aparecía en la logoforma de las portadas. Otra pista podría ser su personalidad, en muchos aspectos calcada a la de Lobezno y, por ello, más prescindible.

El duelo por la muerte de Pájaro de Trueno da la bienvenida a Chris Claremont como guionista completo, justo en el momento adecuado. Semejante tragedia da para profundizar en los personajes, especialmente Cíclope y Charles Xavier, que son quienes se autoresponsabilizan de la pérdida.

Claremont nos presenta entonces a otro importante personaje, Moira MacTaggert, antigua pareja sentimental de Xavier, que tomará el rol de ama de llaves de la mansión.

Tras otro buen número en el que la Patrulla-X se enfrenta a una plaga de demonios liderada por Kierrok, Claremont nos deja un tanto desconcertados al enfrentar a la Patrulla-X a Eric el Rojo. Eric es un personaje ya aparecido anteriormente, que en realidad no era otro que Scott Summers bajo un disfraz. El misterioso villano se hace con el control mental de los ex-patrulleros Kaos y Polaris, dejando los autores el hilo colgado. De momento.

Números modestos en los que cabe deleitarnos viendo en acción a la nueva Patrulla-X, sobre todo gracias a la potente narrativa gráfica de Dave Cockrum.

Lo realmente bueno creo que empieza a continuación, con la primera gran saga de la renovada colección.

El doctor Steven Lang toma el relevo de la saga de los Trask como racista antimutantes, y lo hace apropiándose de los Centinelas creados por el propio Bolivar Trask.

El escenario se acaba trasladando a la estación orbital de SHIELD, en lo que es el primer coqueteo de Claremont y Cockrum con el género cósmico. Algo muy poco habitual en la Patrulla-X original, que será bastante recurrente en esta nueva etapa de la colección.

Media Patrulla-X va al rescate de la otra mitad, retenida junto a Jean Grey, que sigue por aquí como pareja de Scott que es. El grupo cuenta con la inestimable ayuda del Dr. Peter Corbeau, personaje ya presentado en la serie de Hulk, creador de la plataforma Starcore.

No contento con los clásicos Centinelas, Lang crea también unos «centinelas» que son perfectos clones de la antigua Patrulla-X. De esta forma, el infaltable enfrentamiento entre la nueva y la vieja patrulla está servido.

Pero lo mejor y más trascendental del arco ocurre al final, durante el regreso de la nave a la Tierra. Una tormenta solar excepcional afecta a cada molécula de Jean Grey, transformándola en un nuevo personaje llamado Fénix. Jean, simplemente muere y resucita, y lo hace convertida en un ser de un poder incalculable, que ni siquiera ella está segura de poder controlar.

El arco es emocionante a más no poder, además de profundizar en todos y cada uno de los personajes. Todos tienen su hueco, sus quince segundos en el desarrollo de sus personalidades. Y todos son de carne y hueso, con sus virtudes y defectos.

Los diálogos son definitivamente maduros, sin atisbos de ingenuidad. Pero esto no es Drácula, ni Shang-Chi, ni Conan, ni necesita del componente filosófico de Jim Starlin, ni del surrealismo y los excesos de Steve Gerber. Esto es cómic Marvel en estado puro, con el entretenimiento y la emoción como metas. Es el siguiente paso en la era Marvel de los cómics, pero sin salirse del guion.

De forma constante vamos descubriendo cosas del pasado de los nuevos hombres-X que complementan lo ya conocido. Coloso tenía un hermano astronauta que murió en un accidente, lo que le hace sentirse incómodo en los viajes al espacio. Tormenta, por su parte, arrastra un trauma desde pequeña que le provoca un grave problema de claustrofobia. Ocurrió cuando quedó atrapada entre los escombros en un accidente en el que perdió a su madre. Más adelante descubriremos también como la pequeña Ororo fue instruida en el arte del robo.

Si el arco de los Centinelas hacía una pequeña incursión en el género cósmico, la monumental saga que sigue supone la entrada de la colección en dicho género por la puerta grande.

Los mutantes van al espacio.

Son varios los hilos que acabarán confluyendo en el clímax de esta saga, empezando por el ya comentado número en el que Eric el Rojo manipula la voluntad de Kaos y Polaris, que aquí se le da continuidad. Y, siguiendo, por una serie de pesadillas que viene sufriendo Xavier sobre un misterioso personaje del espacio exterior.

El viaje vacacional a la Irlanda natal de Banshee acaba siendo otro capítulo más de la saga. Black Tom Cassidy, primo de Banshee, y el Juggernaut tienden una trampa al grupo con el misterioso Eric el Rojo en realidad moviendo los hilos.

El castillo de los Cassidy da para introducir una familia de leprechauns que hacen migas, como no, con nuestro elfo favorito.

En este punto, también descubrimos que existe el Centro de Investigación Mutante, hasta ahora mantenido en secreto por Xavier. Un laboratorio situado en una isla de Escocia, dirigido por Moira MacTaggert, en el que se intenta encarrilar a los mutantes noveles hacia el camino del bien.

Tras Kaos, Polaris, Black Tom y Juggernaut, todavía quedan dos piezas al servicio de Eric el Rojo. Una de ellas no es otra que el mismísimo Magneto. Un Magneto especialmente perverso y vengativo bajo los ojos de Claremont que, sin embargo, juega aquí un papel de lacayo de una amenaza superior.

El otro servidor de la causa de Eric lo hace engañado por el todavía enigmático villano. Se trata del Señor del Fuego, el ex-heraldo de Galactus, figura apropiada para medir fuerzas ante la todopoderosa Fénix. A cada nueva aparición del nuevo alter ego de Jean, la insistencia sobre su inmenso poder y la dificultad de controlarlo se hace mayor. Claremont va sembrando el terreno para lo que vendrá.

Naturalmente, bajo el disfraz de Eric el Rojo se esconde un súbdito del emperador de un lejano mundo. Se trata del Imperio Shi’ar, mundo al que pertenece la legítima princesa Lilandra Neramani, precisamente el personaje que ha estado manifestándose en los sueños del Profesor X.

Todo listo para que el escenario se traslade al otro extremo del Universo. Un escenario que empequeñece todo lo visto hasta ahora.

Claremont y Cockrum diseñan un imperio galáctico digno de Star Wars, la película que justo se acababa de convertir en un fenómeno de masas, y que probablemente fue una influencia para los autores.

Un número de relleno, a buen seguro a causa de las fechas de entrega, hace un poco más larga la espera hacia el apogeo de la saga. Bill Mantlo y Bob Brown relatan un largo sueño de Xavier sobre oscuras versiones de la Patrulla-X y de él mismo.

La llegada de la Patrulla-X al mundo Shi’ar es una de las imágenes que hablan por sí solas. Los variopintos e innumerables integrantes de la Guardia Imperial sitúan a Dave Cockrum como uno de los dibujantes con mayor talento en la faceta de diseñar personajes. Lo mismo vale para los Saqueadores Estelares, una especie de piratas justicieros del espacio, que se sitúan en el lado de los buenos.

La batalla es tan épica y monumental como cabría desear.

Entre otras cosas, Lobezno acaba vistiendo transitoriamente un uniforme, robado a su imperial dueño, más acorde con lo que sería un animal o un hombre salvaje.

Por si fuera poco, el inconsciente emperador D’Ken provoca una especie de terremoto universal, para entendernos, al juguetear con el Cristal M’Kraan. Las fuerzas desatadas interrumpen la existencia como un parpadeo interrumpe la vista, pudiendo provocar el fin del Universo si sigue en sus trece.

La Patrulla-X, acompañada de los Saqueadores Estelares, se introduce en el mundo que hay tras el Cristal entrando en la recta final de la saga. Justo el momento en el que ocurre un importante cambio en los créditos. Dave Cockrum es sustituido por John Byrne, que además se trae a su mejor entintador, Terry Austin. De esta forma, el tándem que llevaba tiempo trabajando en la colección de Puño de Hierro, el formado por Chris Claremont y John Byrne, pasa a ser el equipo estable de la Patrulla-X durante largo tiempo. El mejor equipo creativo en la historia de la colección.

Los enfrentamientos a los diferentes guardianes de las puertas del cristal son una lección de narrativa cuerpo a cuerpo, que pone rúbrica a la espectacular saga. Un desenlace en el que Fénix y su ilimitado poder centran todas las miradas.

No falta, tampoco, espacio para el cotilleo, cuando descubrimos el parentesco del Corsario, líder de los Saqueadores Estelares, con cierto hombre-X.

Por buscarle algún pero, es un poco pueril el momento en el que una nave imperial que se dirigía a la Tierra, da media vuelta con la cola entre piernas cuando les llega la información de que los terrestres han sido capaces de derrotar a Galactus cuatro veces. Una anécdota que no empaña en absoluto la saga.

Claremont/Byrne, empieza la etapa, con mayúsculas.

Ya de regreso a la Tierra, nos encontramos con un número perteneciente a la colección de Puño de Hierro, aprovechando que comparte autores con la Patrulla-X, y que Jean Grey comparte piso con Misty Knight. Número ya comentado en la correspondiente reseña del hijo de K’un-Lun.

El apartado sentimental coge sitio con la confirmación de dos parejas, en un numero especialmente dedicado a la parte humana de los miembros del grupo. No queda ni un sólo protagonista que no obtenga desarrollo en el presente episodio. A destacar Lobezno, cuya evolución hacia un personaje más complejo que el presentado inicialmente, es constante. Las dos nuevas parejas sentimentales son las formadas por Xavier y Lilandra, y por Banshee y Moira.

La siguiente parada sirve para poner la primera piedra de lo que será el primer grupo de superhéroes canadiense: Alpha Flight.

De momento hace su presentación Vindicador, por ahora bajo el nombre Arma Alpha, que recibe órdenes del gobierno canadiense para recuperar a Arma-X, o sea, Lobezno.

Y a continuación nos encontramos con otro número de relleno, dibujado por Tony de Zúñiga, con Halcón de Guerra como antagonista y un cabo suelto al final.

La pluralidad de la nueva Patrulla-X no sólo se manifiesta en el lugar de procedencia de sus integrantes, sino también en los escenarios de sus aventuras, que alcanzan la extensión del globo terráqueo.

Ya hemos visto como los mutantes pasaban por Irlanda y Escocia. Con la llegada de Byrne, los acontecimientos fuera de los EEUU se multiplican. Siguiente parada: la Antártida.

La Bestia era el único hombre-X histórico que todavía no habíamos visto en acción en el presente tomo. Dicha circunstancia queda solucionada en un arco en el que el peludo mutante participa como un miembro más de la Patrulla-X.

En un principio, Mesmero aparece como el villano al que debe afrontar el grupo, pero a los dos minutos se presenta Magneto, cual león aprovechado, y le quita la presa al pobre mutante mentalista.

Magneto, imponente y aterrador a los lápices de Byrne, retiene a la Patrulla-X al completo, sumando a la Bestia y a Fénix, que de momento no tenemos claro si ya es un miembro oficial del grupo o no. El lugar de aprisionamiento es una base en la Antártida, oculta bajo un cráter. El arco es apasionante, con buenas dosis de aventura y con un John Byrne delicioso. El artista ya está consagrado en el pelotón de cabeza de la nueva generación de dibujantes del cómic americano.

A comentar la escena de Tormenta intentando abrir los cierres de sus manos, en la que la tensión del momento no puede estar mejor narrada.

El cataclismo en el que termina la trama contra Magneto, deriva en una situación genial que se alargará lo que resta de tomo.

Por un lado, están Jean y la Bestia, y más tarde el Profesor X, que dan por muerta a la Patrulla-X. La escena de la Bestia y Jean al límite de sus fuerzas intentando escapar de la nieve, es una de las que más ponen la piel de gallina.

Y por otro lado, están los miembros oficiales del grupo, que creen que son Jean y la Bestia los que han perdido la vida tras la destrucción de la base de Magneto.

La situación da para una tanda más de pensamientos reflexivos por parte de los protagonistas. En especial de Scott, que no parece sentirse afectado como debería por la muerte de su amada, a la que, en el fondo, no reconoce desde su renacimiento como Fénix.

A partir de este momento, John Byrne pasa a estar acreditado como coargumentista al lado de Claremont. Este cambio en los créditos viene a reconocer que el equipo creativo es más que nunca un bloque.

Como acostumbra a ser habitual en Marvel tras un paseo por la Antártida, los protagonistas recalan en la Tierra Salvaje, el dominio de Ka-Zar.

El género aventurero sube más enteros en otro estupendo arco que aporta buenas dosis de brujería. La trama da continuidad al hilo que había quedado colgado en el último número de la colección de Ka-Zar y, al mismo tiempo, trae de nuevo a los antagonistas de la mejor saga de la extinta serie del rubio melenudo: Garokk el Dios Sol u Hombre Petrificado y la sacerdotisa Zaladane.

La Patrulla-X ayuda a Ka-Zar y a Karl Lykos a salvar a la Tierra Salvaje de Garokk. El Dios de piedra provoca un efecto invernadero que convierte a la calurosa comarca en un infierno de hielo.

Karl Lykos es el alter ego de Saurón, el hombre-pterosaurio, antiguo villano de la Patrulla-X que también goza de su momento en el presente arco.

La escena de Tormenta intentando salvar a Garokk es otra de las imágenes más impactantes y estremecedoras de esta etapa.

Otro entretenimiento de quilates y otro paso adelante en el tratamiento de los protagonistas. Ahí está Lobezno, que no se está de matar a sangre fría a un vigía ante la cara de sorpresa de Rondador, poniendo sobre la mesa cierta imagen de psicópata del personaje.

Por su parte, Xavier, que cree haberse quedado huérfano de sus discípulos, decide aceptar la oferta de Lilandra de trasladarse a vivir a su lejano mundo. El número es un viaje al interior del Profesor X, que debido a su estado de ánimo se abre a Lilandra contándole intimidades de su pasado.

Jean, igualmente afectada por la falsa pérdida de Scott y los demás, se traslada a Escocia donde se encuentra con Moira, los ya recuperados Alex Summers y Lorna Dane, y el joven mutante Jamie Madrox, «paciente» del Centro de Investigación Mutante. Lo que se va a cocer allí lo veremos en el próximo tomo.

Sin apenas respiro tras la aventura en la Tierra Salvaje, llegamos a una nueva parada en la particular vuelta al mundo de la Patrulla-X.

A bordo de un barco carguero, los mutantes recalan en Tokio donde se encuentran con un nuevo desafío que amenaza la integridad del Japón y, por extensión, del mundo entero.

Moses Magnum, ya conocido de otras colecciones, es el chalado de turno con aires de conquista que amenaza con provocar el pitote. El villano cuenta, entre otras cosas, con la ayuda de Mandroides, las armaduras ya vistas en los Vengadores.

Por parte de los buenos, la Patrulla-X cuenta con la colaboración de su efímero ex-compañero Fuego Solar, así como de Colleen Wing y Misty Knight.

En definitiva, otro apasionante arco de acción sin freno y de espionaje.

A partir de en este arco podemos notar un mayor protagonismo de Lobezno respecto a sus compañeros. Ya hace unos cuantos números que Logan muestra sentimientos hacia Jean Grey. Pero parece ser más un capricho con el fin de irritar a Scott, porque en su estancia en Japón rápidamente se encapricha de Mariko, la dulce prima de Fuego Solar. La sorpresa viene cuando descubrimos que el mutante canadiense tiene un pasado en Japón y habla japonés perfectamente.

Por si fuera poco, en el siguiente y último arco del tomo, Logan se erige en el eje argumental.

A estas alturas de la película, la Patrulla-X ya es una familia. Con sus disputas y sus roces, pero sin dejar de aflorar sus sentimientos y su estima. Y sin entrar nunca en lo pastoso y relamido como podía ser habitual no hace tanto en Marvel.

Buena prueba de ello es el arco que decía que cierra el volumen, donde todos acaban haciendo piña alrededor de Lobezno.

El escenario se traslada esta vez al Canadá, donde el ministerio de defensa del país insiste en recuperar a su Arma-X. La aventura es sumamente importante al producirse la presentación de Alpha Flight, el primer grupo de superhéroes canadiense. Pero también estamos ante un brutal enfrentamiento entre ambos grupos y otro arco fenomenal.

Conclusión.

Esta nueva Patrulla-X en realidad es un partir de cero. Se conserva la esencia de la colección original, los cimientos, como únicos condicionantes para acabar edificando algo nuevo. La interrupción de la colección durante cinco años, a buen seguro evita cargar con excesivos lastres y facilita crear personajes más acordes a la mentalidad del lector del presente.

Entretenimiento y emoción a raudales y desarrollo de personajes inmejorable.

El apartado gráfico no desmerece al escrito, con un muy buen trabajo de Dave Cockrum y uno todavía mejor de John Byrne.

Sin duda, uno de los tomos indispensables de la Marvel de los 70 y de Marvel en general.

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139 Comments

on “Reseñas: La Patrulla-X: Omnigold 1: «¡Segunda Génesis!» (1975-1979)
139 Comments on “Reseñas: La Patrulla-X: Omnigold 1: «¡Segunda Génesis!» (1975-1979)
  1. Por obra y gracia de Mr. Claremont (aunque ya había empezado su mentor Len Wein …y alguna cosa, como lo del relanzamiento de la serie con un equipo mutante internacional había sido idea de Roy Thomas, que no tuvo tiempo para dedicarle al asunto ni demasiada prisa en adjudicarselo a otro equipo, aunque urgía un relanzamiento …y tampoco por la situación interna de Marvel y el baile de poderes, Wein, que espabiló el tema, acabó dedicándole demasiado tiempo).

  2. Si se acabará el mundo y solo pudieras llevarte tres comics ,este sería uno de ellos, «obra maestra «en todos los sentidos, para mi roza la perfección, los guiones y personajes son superlativos.
    Lo dicho «obra maestra » con mayúsculas.

    Buena reseña ROCKOMIC krack como siempre atinas en todo .

    • Una serie que puntúa MUY alto ya desde el comienzo (y va mejorando en lo que comprende este tomo …y todavía va luego a mejor).

  3. Sin ninguna duda gracias a estos personajes y guiones ,XMEN no tuvo rival en los 80 , fueron años maravillosos que cada mes todos estábamos pendientes de las aventuras de este grupo.
    En los 90 vendrían el declive al saturar la franquicia XMEN y nunca este grupo volvería a tener la calidad que en estos años.

    • Aquí todavía falta para los ochenta, Magni, pero la serie ya estaba muy bien con esa saga espacial y la visita a la Tierra Salvaje. Pero lo mejor todavía estaba por llegar) aunque entonces no lo pareciese …ni pareciese necesaria tampoco dicha mejora).

  4. Según Claremont, Thunderbird era otro Quicksilver (Pietro Maximoff): un velocista inestable y constantemente airado, y que tenía la intención de librarse de él a la primera ocasión (la primera ocasión fue para Fuego Solar, que igual sí habría dado juego como secundario, pero eran ya demasiados cascarrabias huraños en el grupo) y casi casi así fue.

  5. Yo todavía me hubiese quedado a gusto con un lustro más de historias dibujadas por Cockrum (buen dibujante y narrador y mejor diseñador de uniformes, como ya había demostrado en la Legión de Super-Héroes, serie que también sería una referencia para Claremont en este reinicio mutante), pero no se puede negar que la llegada de Byrne fue lo mejor que en ese momento le pudo pasar a la franquicia …y que el tándem Claremont/Byrne sería todo un volcán creativo (destinado a acabar como el rosario de la aurora, dada la fuerte personalidad de nos …y el mal carácter del britanocanadiense).

  6. … Bueno, estoooo, la heredera legítima del trono Shi’ar era Ave de Muerte (por entonces villana de la Ms Marvel original, Carol Danvers), despojada de sus derechos sucesorios por parricida. A continuación venía D’Ken (que estaba como una cabra …y era un poquito malvado, minucias habituales en esto de las monarquías 😈), no Lilandra.

    • La aventura en la Tierra Salvaje sigue estando entre mis favoritas de todos los tiempos de los X-Men (aunque casi todas las aventuras de los X-Men en la Tierra Salvaje me gustan bastante).

      • Una de las muchas ideas apuntadas por Claremont para tratar en el futuro y de la que se olvidaría era la de la conexión entre Zaladane y Lorna Dane.

  7. Si ya se que este tomo corresponde último de los 70, pero me refiero a que los 80 fueron para los XMEN.
    Yo lo que nunca entendí, es que se cargaran a las primeras de cambio a AVE DE TRUENO».
    Las aventuras de XMEN con el imperio Shiar, son de mis favoritas y el origen de LOBEZNO «arma x» es uno de mis comics preferidos.
    Por comparar , solo hay que mirar el origen de cíclope con el de lobezno
    «no hay color » LOBEZNO se lo come con patatas .
    Lo dicho este tomo ,es uno de los comics más recomendables de todos los tiempos y como muy bien dice SUSO , el siguiente sigue siendo «para negra»

    • Se lo cargaron porque a Claremont no le gustaba nada (le parecía una mala combinación de varios tópicos) y decidió librarse de él a las primeras de cambio (y a su mentor, Wein, que era el creador, no le molestó porque no iba a quedarse en la serie ni como guionista ni como editor, solo estaba en el arranque porque se había comprometido a hacer el relanzamiento).

      • Y no, no era muy original (en poderes y carácter era Mercurio en versión nativo americano), pero soy de los que creen que con un guionista un poco espabilado estos personajes con mal carácter pueden dar muuuucho juego. Eso sí, tenía el hándicap extra de que por entonces los guionistas parecían no saber demasiado que hacer con los velocistas.

        • Supongo Magni, que el corrector te ha jodido una alusión gourmet (pata negra) …y que no te referías a ninguna sórdida práctica sexual asiática.😈

  8. Muchas gracias, amigos, una vez más.
    Creo que es la reseña que me ha quedado más larga. Realmente había mucho que comentar. Y aun y así, siempre se quedan cosas en el tintero.
    Pues sí, esto es otro nivel, desde luego. Aunque en los 70 en Marvel hay otras cosillas de un nivel similar, muy pocas, como universo superheroico Marvel puro y duro no sé si hay nada en los 70 que llegue al nivel de la Patrulla-X de Claremont-Byrne.
    Cockrum lo hace bastante bien, quizás sus acabados sean lo menos vistoso. Pero el trabajo de Byrne creo que es mucho mejor en general.

  9. Tienes toda la razón ROKOCMIC , la 2 génesis de LA PATRULLA X de crs claremont, primero con dave conkrum, y posteriormente supone para muchísimos fans ( entre los que me incluyo) lo mejorcito de los mutantes, y aunque después he disfrutado con PAUL SMITH, ROMITA.J.R. JIM LEE, ninguno ha llegado a temer la solidez y la continua sorpresa en los guiones con villanos antiguos como MAGNETO, SAURON, o con otros totalmente nuevos coo moses magnum, los MANDROIDES, , ¡¡POR SUPUESTO LA INVENCIÓN DE FENIX y el como DOBLE de su muerte, la llegada de KITY PRIDE, el club del fuego infernal , etc,

    A proposito un gran ¡¡ARTICULO ROCKOMIC¡¡, me ha gustado mucho,

    Atentamente LUIS GRANA

    • Es que todo lo que hacía JHON BYRNE era magia , ese SUPERMAN, 4 FANTÁSTICOS, XMEN, HULK, etc un portento la verdad.
      Yo los XMEN en tierra salvaje también me encantan y lo de fuego infernal también es uno de mis comics favoritos, lastima que en los 90 buf no había por donde cojerlos , yo en concreto los aborrecí por culpa de unos guiones planos y personajes ,sin ningún carisma .

      • Entonces sí: Puño de Hierro (y su fusión con Luke Cage Powerman), Marvel Team-Up, Imposible y Alpha Flight, joooooder, sí, coño, sí. Y los Vengadores, por supuesto, que aquellos Vengadores de Byrne y Pérez (y secundarios como Sal Buscema, Alan Weiss y Bob Hall) eran una exquisitez también (con sagas como las de Wundagore, Nefaria y Korvac).

  10. Muy buenas a toda la peña comiquera!!!….soy de esa mayoría silenciosa que sigue los comentarios a diario y disfruta un montón con lo que se comenta y lo que aprende uno con tanta sapiencia comiquil!!! Jajaja!!!!…quería hacer saber a uno de los que suelen comentar en el foro, en concreto a Jordi Jac, al respecto de quererle hacer llegar una información respecto a un ‘inencontrable mle» que anda buscando, en concreto el 1 de El Planeta de los simios, que creo que anda a la caza de el. Al ser una tienda de Madrid y el estar en Barna, me gustaría saber como hacerle llegar el tlf de la tienda para su posible adquisición (si lo publico aquí seguramente vuele rápido. Ja!)…
    Un fuerte saludo a todos los habituales y peña ignota como yo que seguimos fielmente todo lo que se publica.

  11. «(…) lo que hicimos Dave (Cockrum) y yo en los primeros dieciocho números que condujeron hasta el «Armageddon Now», fue coger a seis personajes y decirnos: estos son los personajes, todo se debería centrar en ello. Todas las peleas, la salvación del Universo, toda esa mierda son la ambientación secundaria. De lo que realmente trata la series sobre cómo estás ocho personas son capaces de permanecer juntas. Y al final logramos formar un vínculo emocional cohesionado entre los personajes y el lector que dejó establecidas las dinámicas desde el número 108 hasta el 137.» (Chris Claremont, 1985, Speakesy #54).

  12. Lo definió así (sobre la Marvel setentera en la Era Vértice) el estudioso del noveno arte (el Arte Alfa) Agustín Riera: «Es la invasión incontenible de los fuertes y torturados mutantes policromos americanos que se impondrán en la península hasta hoy.» Pocos halagos o críticas describirían mejor y en menos palabras a la poderosamente caracterizada clásica Imposible de Claremont. Salud y cómics.😎✌️

  13. «Bueno, Len (Wein) pensaba que el personaje (Wolverine) tendría cerca de los 19 años. La idea original de Len era que sus garras estuviesen escondidas en los guantes.» (Chris Claremont, 2004).

  14. «Dave (Cockrum) y yo estuvimos hablando sobre el tema. Dave me comentó que Len quería que las garras estuviesen en sus guantes y tanto Dave como yo no estábamos de acuerdo con ese punto de vista. Por qué? Porque si estaban escondidas en los guantes entonces cualquiera podría tener las mismas garras.» (Chris Claremont).

  15. «Si nos fijamos en aquel número en el que luchaba contra Hulk, se indicaba claramente que era mutante. Necesitábamos algo le convirtiese en mutante, algo que le hiciese único. Obviamente, las garras eran algo artificial, y si las garras eran parte de los guantes … qué es lo que le hacía un mutante? La respuesta a dicha ecuación fue su factor de curación. Pero si tenía un factor de curación … entonces qué pasaba con las garras? Bueno, dejemos entonces que formen parte de él. El factor de curación le permite sobrevivir al hecho de que sus garras salgan de sus antebrazos. Por eso Dave y yo nos dijimos: Eso parece muy molón, hagámoslo de esa forma.» (Chris Claremont, Back Issue #4).

  16. «A Dave le interesaban más otros personajes. Ciertamente, durante su primera estancia en la serie de los X-Men (…) estábamos demasiado ocupados construyendo la personalidad de todos los protagonistas. Creo que le interesaban mucho más Rondador Nocturno y Fénix, y Tormenta. John (Byrne) era el dibujante al que le interesaba Wolverine. El personaje floreció bajo el lápiz de John.» (Chris Claremont).

    • «Dave diseñó el aspecto que tenía sin máscara y el peinado, y supongo que también fue quien lo dibujó con esa forma de vestir al estilo cowboy.» (Peter Sanderson).

      • «Sí, más o menos. Porque de esa forma encajaba con la idea de que venía del Oeste de Canadá, de que había salido de los montes de Alberta, así que tenía que parecerse a un vaquero. A John simplemente le encantó su aspecto. El personaje favorito de Dave era Rondador Nocturno. Wolverine se convirtió en el de John. Cada uno se aferraba a un personaje determinado.» (Chris Claremont).

    • «Porque es canadiense. Chris y Dave siempre habían dicho abiertamente que no sabían qué hacer con él. Claramente, el personaje favorito de Dave era Rondador Nocturno. Cuando yo empecé en la serie Chris seguía escribiendo los argumentos junto a Dave y aunque realmente solo iba a quedarme dibujando la colección como sustituto durante dos o tres números, finalmente protesté y le dije: «Perdona, pero no sé si te has dado cuenta de que yo no me parezco a Dave en nada.» (Risas). Y en ese momento Chris me dijo: «Vamos a sacar a Wolverine de la colección porque no sabemos qué hacer con él».» (John Byrne, 2004).

      • «Sip. Y me planté y le dije que de ninguna manera quitaríamos al único personaje canadiense de la serie. Y así fue como me hice cargo de él. Cuando voy a una serie de grupo me fijo en un personaje y me centro en él, analizando a partir de ese punto el resto de la serie. Me lo quedé para mí y supongo que ahora podría entonar un gran mea culpa …no es verdad? (Risas).» (John Byrne, Back Issue #4).

  17. ‘Era difícil conseguir un peinado que funcionase bien. Durante toda mi etapa nunca me quedé satisfecho de cómo le quedaba el pelo cuando se quitaba la máscara. Era por culpa de cómo le quedaba la parte del lado frontal de la cabeza en contraposición con las dos columnas de los lados. Por supuesto, hice trampa; porque no quería que tuviese el aspecto tan salvaje que tiene ahora. Probablemente sea mucho más fácil dibujarlo hoy en día, dándole ese aspecto tan desaliñado.» (John Byrne, 2004).

  18. «Crees que según ibas interesándote más por el personaje el interés de Chris por él también se fue despertando?» (Peter Sanderson).

    • «Sí, hasta cierto punto. Chris le contó a Jim (Shooter) que estaba algo molesto, que había perdido el control de los personajes en alguna parte del camino, porque en la colección había cada vez más y más cosas que eran mías. Especialmente durante la época en la que Roger (Stern) estaba editando la serie, cuando nos acusaron a los dos de estar conspirando contra Chris.» (John Byrne, 2004).

  19. «Después de adoptar a Wolverine: cómo se te ocurrió la idea de hacer que fuese ese tipo duro con rasgos militares?» (Peter Sanderson)

    • «Eso es lo que me pareció que era el personaje. Cuando apareció la primera vez en Hulk y cuando Xavier lo reclutó en el Giant-Size #1, parecía un agente militar, un soldado. Probablemente pertenece a la Montada. Muchas de las cosas que hacen la CIA, el Servicio Secreto y algunas otras agencias estadounidenses, en Canadá las lleva a cabo la Policía Montada.» (John Byrne).

  20. «Wolverine vestido con el uniforme de la Policía Montada es algo que no hemos visto todavía, pero que nos gustaría ver inmediatamente.» (Peter Sanderson).

    • «Podría resultar bastante espantoso, no crees? Probablemente sea alguien demasiado bajito y probablemente también asustaría a los caballos. (Risas). En ese momento me parecía la progresión lógica del personaje y de como lo habíamos visto hasta ese momento, de ahí su pasado como militar encubierto.» (John Byrne).

    • «Chris. O por lo menos me lo arrebató a mí. Puede que fuese Dave el que lo idease, no lo sé. Chris no lo sabía entonces, pero yo le había comentado que el Monte Logan era la montaña más alta de Canadá. No es un nombre que suene demasiado canadiense. Cuando escucho que alguien se llama Logan pienso en un cowboy. Es como una especie de cowboy.» (John Byrne).

        • «Me imagino que fue idea de John. No sé, o podría haber sido mía. O de Dave. Pero la idea era la de que el personaje más bajito llevase el nombre de la montaña más alta.» (Chris Claremont).

            • Coño que es una entrevista del 2004 (que, por cierto, aunque Sanderson intentó hacerlo presencial como le gustaba, y con los dos juntos, fue imposible, ambos pusieron excusas, tuvo que ser por separado …y por teléfono, que ambos tenían que les preparase una celada en plan reality televisivo y los reuniese contra su voluntad, así que por teléfono), algunos años habían pasado desde los setenta, ja. Te acuerdas con detalle de en qué condiciones escribiste todo lo que escribiste no sé, en el ’99 o el 2000?😈

              • Probablemente la idea fuese del ganso Cockrum, al que le gustaba usar al rudo retaco canadiense de las garras como desahogo cómico (pero ya no podemos preguntarle).

              • Mi mala memoria creo que es peor que la de Stan Lee. 😂
                Pero no sé, si se inventaron o no el nombre de Logan no parece algo que se pueda olvidar así como así.
                Pero bueno, que es gracioso como se pasan la pelota.

        • «Sí, porque Hugh Jackman mide metro ochenta yes un verdadero cachas. La imagen que yo solía tener de Lobezno cuando estaba escribiendo la serie en aquella época era la del actor Bob Hoskin. Alguien no demasiado alto, pero sí increíble, dinámicamente amenazador en el mismo momento en que se ponía furioso. Lo que suele ocurrir con Logan es que la gente siempre tiende a subestimarlo debido a su tamaño, en vez de mirar cómo es su conducta. Entonces estalla de repente y a su alrededor no queda nadie en pie. Con Coloso te lo podrías esperar, pero no con Wolverine, es que ni te lo imaginas.» (Chris Claremont, 2004).

  21. «John, por qué es tan importante que Wolverine sea tan pequeño? Por qué Hugh Jackman es demasiado alto para interpretar al personaje?» (Peter Sanderson)

  22. «Probablemente tenga mucho que ver con quién es y con su forma de pensar. Estoy seguro de que podríamos haber hecho lo mismo con un tipo que midiese uno noventa si lo hubiésemos escrito de la forma correcta. Pero ciertamente, ser de esa forma recubre su personalidad con otra capa más. No creo que haya demasiados superhéroes ahí fuera que midan metro y medio o lo que se suponga que mide Wolverine. Supongo que medir metro y medio no es algo absolutamente vital para el desarrollo del personaje. Pero creo que si esa es la forma en que se le ha estado representando hasta ahora, debería seguir teniendo la misma pinta. Es una de las cosas de la adaptación para cine que me preocupan bastante. Si adaptasemos el personaje de una amazona pelirroja de dos metros, creo que no debería ser interpretada por alguien como Whoopi Goldberg. Adaptar un cómic no es lo mismo que adaptar una novela. Porque ya tenemos una imagen de cómo son estos personajes. Creo que el casting de los X-Men está muy mal elegido, a excepción de Halle Berry, que parecía exactamente la Tormenta que yo dibujaba, con la única excepción del peinado.» (John Byrne, 2004).

    • «Me parece que está bien. Hugh Jackman hizo una interpretación espectacular. Era todo lo que me esperaba. Me hubiese gustado que saliese más minutos en pantalla y quería más luchas coreografiadas, y también me esperaba que el beso con Jean hubiese terminado siendo algo mucho más importante, pero realmente creo que el personaje molaba mucho. No tengo problemas con que Hugh Jackman interprete a Wolverine. Creo que si alguna vez hacen una película de Wolverine, debería ser él quien la interprete.» (Chris Claremont, 2004).

    • «Eso se decidió mucho después. Era algo con lo que estábamos jugando según el personaje iba evolucionando. Lo hicimos después de que John dejase la serie y de la miniserie junto a Frank (Miller). Siempre ocurre de la misma forma, cuanto más conoces al personaje, mayor será tu capacidad de responder a las preguntas de «quién, qué, dónde, cuándo, por qué y cómo» que te haces sobre él. Y también te empiezas a preocupar más por diferenciarlo de los personajes que lo rodean. Una respuesta conduce a otra pregunta que conduce a otra pregunta que conduce a una nueva respuesta, y así vas construyendo gradualmente los andamiajes del personaje.» (Chris Claremont, 2004).

    • «Simplemente es algo que pensé que encajaba con el personaje, la noción de que llevaba por aquí desde hace mucho tiempo. Aquí tenemos a este tipo que parece que ha estado haciendo un montón de cosas durante mucho tiempo. El factor de curación no estaba tan claramente definido. Sabíamos que, obviamente, había sobrevivido al hecho de ser arrojado hacia la estratosfera y a otras cosas parecidas. Pero empecé a pensar que parecía estar bastante hecho polvo y apaleado para ser alguien que dispone de un factor curativo. Tal vez el motivo es que quizá lleva rondando por aquí desde hace mucho más tiempo del que creemos. O puede que su factor curativo haya tenido mucho trabajo que hacer. Y esa es mi mayor objeción sobre la desafortunada elección de Hugh Jackman para la película, porque me parece demasiado guapo para el papel, no parece como si hubiese hecho un montón de cosas las veces suficiente.» (John Byrne, 2004).

  23. «(…) aquella escena en la que Wolverine acechaba a un venado, no para matarlo sino tan solo para poder tocarlo, y entonces Tormenta se quedaba muy sorprendida (Uncanny X-Men #109). Cómo se os ocurrió dicha escena?» (Peter Sanderson).

    • «Queríamos hacer algo que le diese la vuelta a las ideas preconcebidas. Queríamos usarla para enseñarles a los lectores que ellos no son los únicos con un concepto equivocado sobre el personaje, que Wolverine tiene varias capas, que no solo es una máquina asesina unidimensional. Por otra parte, cómo podría no siquiera haber empezado un romance con Mariko, o incluso que este llegara a progresar? Si no hubiésemos sentado las bases de cómo era realmente en aquellos números, Frank y yo no habríamos tenido nada con lo que trabajar en la miniserie.» (Chris Claremont, 2004).

  24. «Qué hay sobre aquella secuencia en la que Wolverine acecha a un ciervo en el número donde aparecía Arma Alpha, persiguiéndolo solo para poder tocarlo?» (Peter Sanderson).

    • «Creo que fue cosa de Chris, porque la escena apareció tan al principio de la serie que yo no hacía contribución alguna a los guiones.» (John Byrne).

    • «Claro, Todo lo que aparecía sobre James Hudson en ese número era de mi cosecha, porque es un personaje que se me ocurrió cuando todavía era un fan de los cómics, antes de convertirme en profesional. Todo lo que tiene que ver directamente con él, como cuando se desvanecía al detenerse mientras se sincronizaba con la rotación planetaria, ese tipo de cosas eran todas mías. Pero en ese momento estaba como intentando encontrar mi estilo y tratando de averiguar la forma (risas) de influenciar y trabajar con Chris (risas).» (John Byrne, 2004).

  25. «Pero obviamente, cuando Hudson regresó junto con Alpha Flight (Uncanny X-Men #120-121) para combatir a los X-Men, ya era tu propia creación.» (Peter Sanderson).

  26. «Hablemos sobre la escena en la Tierra Salvaje en la que Wolverine mata a un guardia fuera de viñeta (Uncanny X-Men #116). Cuál es la idea racional detrás, Chris, y de quién fue, tuya o de John, o de ambos?» (Peter Sanderson).

    • «Sí, fue mía, de John o de ambos. La idea era que el personaje no es como el resto. Cuando resulta necesario es capaz de convertirse en un frío asesino. Rondador Nocturno no lo es. Tormenta tampoco: ella ya mató en su momento y está arrepentida desde entonces. Wolverine, si es necesario, puede coger y matar a alguien. Fin de la historia. No se lo pensará dos veces. Esta escena fue toda una manzana de la discordia en mi relación con Jim (Shooter). Él pensaba que «los X-Men NO matan», y quería obligarnos a dejar claro que los guardias del Club Fuego Infernal y los tipos de la Tierra Salvaje seguían vivos en algún sitio. Que aunque Wolverine los había machacado no los había matado. Mientras que a John y a mí nos parecía muy importante dejar claro que era esa capacidad de ser letal lo que hacía que Wolverine fuese diferente del resto de los X-Men.» (Chris Claremont, 2004).

  27. «Me parece que aquella época supuso un gran cambio para el cómic de superhéroes. Que Wolverine fuese un asesino moldeó el caracterización de muchos de los superhéroes que llegaron después. Erais conscientes de que la serie terminaría siendo tan influyente?» (Peter Sanderson).

    • «No, porque no éramos conscientes de que los X-Men fuesen a ser influyentes en un futuro. Tan solo estábamos intentando contar buenas historias.» (Chris Claremont, 2004).

    • «Es algo que se nos ocurrió juntos a Chris y a mí. Nos dijimos: «Este es un tío totalmente despiadado». Si tiene que ir desde el punto A hasta el punto B y hay alguien que se cruza en su camino al que considere un enemigo, sencillamente lo resolverá de la firma más rápida posible que conoce. Después de todo este chico es un militar canadiense: no ha sido entrenado para hacer las cosas de una forma sutil, sino para resolver los problemas de forma rápida y certera. Así que simplemente aparece y entonces …estás muerto!» (John Byrne, 2004).

  28. «Cuando terminasteis la historia, os disteis cuenta de que iba a suponer un punto de inflexión en el cómic de superhéroes?» (Peter Sanderson).

    • «No, no demasiado. Para mí, y creo que también en el caso de Chris, tan sólo era algo que encajaba con el personaje antes de que Shooter la empezara a meterse en todo, tan sólo era la forma de comportarse del personaje. Ocurrió lo mismo cuando entró furtivamente en el Club Fuego Infernal y se dedicó a matar gente de forma indiscriminada. Porque eso es lo que puede hacer.» (Byrne, 2004).

  29. «La imagen completa que tengo sobre Wolverine es que la única razón por la que estaba en los X-Men era porque así podía autocontrolarse. Xavier se lo había traído al grupo más o menos para tenerlo controlado.» (John Byrne).

  30. «Te sorprendió que Wolverine de convirtiese en un personaje tan popular y consiguiese su propia serie, y que matase mucho más rápido de lo que a cualquiera le daría tiempo a parpadear?» (Peter Sanderson).

    • «(Risas) No me sorprendió demasiado que alcanzase tanta popularidad porque realmente me parece un personaje muy molón. Desearía que nunca hubiese tenido su propio título. Creo que se parece mucho a lo que ha ocurrido con otros personajes Marvel, en estos casos siempre me acuerdo de La Visión, que es otro personaje realmente molón, pero lo es porque está en un grupo de gente que no son iguales a él. Y con Wolverine ocurre lo mismo, está con un grupo de gente que no son como él, y por lo tanto resulta muy molón en comparación. Pero si lo sacas de ese entorno y no tienes con quien compararlo o contraponerlo, a nadie con quien confrontar personalidades, entonces tan solo te queda un maníaco homicida que va asesinando gente por la calle. Creo que hay que dejar que eche raíces aunque para hacerlo resulte más complicado, y eso a pesar de que a los fans, gente que se piensa que Superman es un enorme boy scout idiota, les encate tanto ese Wolverine sin domesticar.» (John Byrne).

  31. «Después de la miniserie de Wolverine de Chris y Frank no ha vuelto a ser tratado como un maníaco homicida. Lo tiene bajo control, pero sigue matando de forma indiscriminada.» (Peter Sanderson).

  32. «Por qué crees que Shooter era tan inflexible con el tema? Crees que pensaba que los superhéroes nunca deberían matar?» (Peter Sanderson).

    • «(Imitando la voz de Shooter:) «Los héroes no deberían matar nunca!» Y yo le dije: «Bueno, Wolverine no es un verdadero superhéroe, no es cierto?» De todos modos no lo era en el sentido tradicional. Eso es todo. Que un personaje mate como lo hace Wolverine no me da problemas, porque no debería representar a todo el género, aunque me temo que ahora sí que lo está haciendo.» (John Byrne, 2004, Back Issue #4).

    • «Mariko fue idea mía. Acababa de leer Shogun y Chris aún no lo había hecho. Sencillamente quería hacerme con aquel personaje para la serie, apropiarmelo sin ningún tipo de vergüenza. Y como probablemente ya sabrás, la creé para que terminase muriendo.» (John Byrne).

  33. «Estuvimos dándole vueltas a la idea de celebrar una boda, lo comentamos varias veces. Y entonces aparecería Dientes de Sable sin haber sido invitado, mataría a Mariko en el altar y se escabulliría. Eso es lo que teníamos pensado hacer » (Chris Claremont).

    • «No, obviamente es algo de lo que no se acuerda. Dientes de Sable la atacaría, pero la chica no moriría en sus manos. Básicamente llegaría al hospital con el cerebro clínicamente muerto y Wolverine no podría afrontar el hecho de que ella ya no estuviese presente. Entonces Jean interconectaría sus mentes y él se daría cuenta de que ya no había nadie allí, y entonces desconectaría el enchufe que la mantenía con vida.» (John Byrne).

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